20
Tal vez Jimin no me notaba, quizás haya pasado de largo de mi y pensar que nadie vio que derramó nata en el sueño de la barra.
Pero yo si lo hice.
También note como cada vez que se desocupaba, posaba sus codos en la barra y apoyaba su barbilla en sus palmas mirando a la puerta, note un deje de tristeza en el, pero se esfumaba tan rápido como llego cuando debía trabajar.
Pedi un americano, Jimin siendo bastante torpe como para no mirarme bien al tener mascarilla y lentes de pasta gruesa negros. Y note como se demoraba más de lo usual en preparar un simple café.
—Gracias— susurre yo cuando este volvió.
—Bien... — me susurro perdido, y yo solo pude soltar una risita cuando el se fue dándome la espalda.
Probé aquel café, pero al instante mi lengua sintió un sabor mucho más amargo que el que solía acostumbrar, el agua estaba hirviendo de tal manera que sentí mis mejillas quemarse e hice una mueca cuando el cargado sabor se quedó en mi garganta.
Este no era el café que me preparaba Jimin.
Mire la taza con detenimiento, el agua estaba tan caliente que la porcelana delicada de color negro se calentó por completo hasta el punto de quemarme los dedos. Y me quedé pensando durante segundos mientras miraba mis huesudos dedos llenos de anillos plateados de distintos grosores.
Y sonreí.
Sonreí. Porque me di cuenta de que yo había tomado una importancia tan grande para Jimin, que su forma de hacerme café era distinta que a la de los demás. Y por primera vez, en estos últimos tres meses, me di cuenta de que cada taza que Jimin me entregaba, llevaba un poco de su amor en ella.
Lo llamé de nuevo, casi gritándole al no prestarme atención por ver la puerta de cristal, y cuando me vio, le pedí la cuenta, la cual no tardo en traer torpemente con la boleta arrugada.
Saque un pequeño papel de servilleta que habían en la mesa y un lápiz de mi mochila, anotando algo corto mientras sacaba el dinero para el café y dejarlo junto a la pequeña nota encima de la mesa antes de retirarme hacia mi hogar a estudiar.
"Solo a ti"
joanne | 171108
No se porque actualizo esta novela y las demás no.
Me da una paz al escribir American Coffee. Encuentro que es una novela muy bonita la cual no me arrepiento de escribir.
Es muy relajante escribir para ustedes, no se por qué, pero me alegro de que así sea.
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