No volví a la cafetería por dos días, no tenía los ánimos suficientes para entrar y me quedaba frente a la vitrina polarizada, era miércoles, el invierno se hacía presente y pequeñas gotas de agua caían por mi nariz roja debido al frío.

—¿Que haces aquí?— SeokJin se coloco a mi lado y codeo mi costilla, lo mire de reojo y me encogí de hombros.

No lo sabía, no tenía intenciones de entrar este día nuevamente, pero tampoco tenía intenciones de irme, por lo que SeokJin, quien sabía leerme y tomar mis expresiones de la mejor forma posible. El pelirosa tomó sutilmente mi brazo, enredandolo con el suyo como si fuésemos pareja y me jalo con cuidado, arrastrándome por la calle para llegar al departamento y comer algo junto a Jungkook.

—Es esa chica con la que hablas, ¿Cierto?

Preguntó en el camino, refugie mi boca bajo la bufanda y cerré los ojos negando.

—Es el chico.

SeokJin se atoro con su saliva, deteniéndose entre la lluvia que se hacía más fuerte y mirándome con los ojos exageradamente abiertos.

—¿Eres gay?

Me quede en silencio, tampoco sabía eso, nadie más acaparaba mi mente y a pesar de que ya había tenido novias, nunca ninguna me había hecho sentir realmente bien.

Ni si quiera Jimin me hace sentir realmente bien.

—No lo se.

SeokJin rodó los ojos hastiado, pero luego sonrió de forma amorosa y me estrecho entre sus brazos, SeokJin era mi mejor amigo, y saber que a pesar de todo tenía la confianza de que el me apoyaría y ayudaría en todo me hacia querer desbordar una felicidad a lagrimas.

Me retuve, claro que lo hice. Pensar en Jimin no me hacía bien y terminé separandome de SeokJin para luego indicarle que fuéramos a comprar sushi mientras me tragaba el incómodo nudo de mi garganta.

joanne | 171107