Estaba esperando a que Jimin trajera mi café mientras anotaba algunas ideas y las borraba. Solté un chillido al sentir a alguien sentarse frente mio.

Jungkook alzó una ceja y me sonrió.

—¿Me haz seguido?

—Si.

—¿Porque?

Jungkook me miro casi obvio, pero yo me confundí aún más y sentí en mi nuca la mirada de Jimin en la mesa, lo mire de reojo y supuse que en su cabecita estaba insultando de mil maneras nada sanas a Jungkook.

—Haz estado actuando muy raro esto días. Y no es por lo de tu familia.

Jimin se acercó y dejó con fuerza mi café al frente mío, se iba a alejar cuando Jungkook le hablo para pedir un capuccino, y su expresión de molestia era tan notable que se que por dentro quería tirarle un litro de café a Jungkook en la cabeza. Pero asintió y se fue rápido de allí.

Lo hiciste a propósito ¿No?

—¿Te dejo una nota?

Jungkook miraba el pedazo de papel que tenía en la mano y rápidamente lo arrugue antes de que pudiera agarrarlo. Lo miré haciéndome el tonto y bebí un trago, mirando de reojo a Jimin quien no dejaba de mirar nuestra mesa.

—No.

—¿Estas hablando con el mesero?

—No.

—¡¿Te gusta un mesero?!

Grito levantándose de la mesa y llamando la atención de las personas, incluido Jimin. Tenía una sonrisa de idiota en la cara y yo solo pude morir de vergüenza.

Tragame tierra.

Jimin se había quedado quieto y sus ojos me miraban fijamente. Me congele al instante y mi labio comenzó a temblar al sentir tantas miradas encima mio. Abrí mi boca pero ninguna palabra salió de esta.

¿Que debía decir? Ni si quiera sabia si me gustaba o no.

—No.

Murmure solo para que el lo escuchara, saque dinero de mi bolsillo y lo deje rápidamente en la mesa. Me levante colocandome el abrigo mientras miraba a Jimin y articulaba un lo siento con los labios.

Salí casi corriendo de la cafetería, seguido de Jungkook quien gritaba cosas por toda la avenida como demente.