—¿Porque siempre pides el mismo café?

—¿Porque siempre me atiendes a mi y a nadie más?

Tener amigos nunca se me fue necesario al ser un niño.

Era un niño callado y odioso, hacia llorar a mis compañeros en primaria y siempre me burlaba de sus desgracias.

Me gustaba estar solo, en ese momento.

Ahora, al tener 22 años, se me hacía horrible estar solo, sentía que me veía como un idiota. A pesar de tener a Hoseok y Jungkook, ellos no siempre están a mi lado, ya que obviamente son más sociales que yo. Era tan torpe al hacer amigos que simplemente ni lo intentaba, y ocultaba todos mis sentimientos y pensamientos bajo la ruda actitud del gran Min Yoongi que todos conocen al simple vista.

En fin, me sentía solo, el mal tercio de todo. Siempre mantenía la boca cerrada y casi nadie mantenía conversación conmigo, ya que era mudo. Ni si quiera mi familia me llamaba, porque después de responder que estaba bien había un silencio incómodo en cada lado de la línea que me avergonzaba.

¿Que se sentiría irse?¿Sería bonito? No lo se, era un cobarde. Era de esa especie de personas que no intenta algo por cobardía, y ni siquiera lo piensa.

¿Necesitas un amigo?

Mire a Jimin, este me sonreía de forma cariñosa y acaricio mi mejilla con su regordete pulgar.

—¿Quieres salir a ver una película el sábado?

Bufé y mire por la ventana, avergonzado y sintiéndome idiota. Jimin, en vez de sentarse a mi lado, se sento al frente mio y comenzó a jugar con sus dedos encima de la mesa, esperando una respuesta mía mientras me observaba de pies a cabeza. De pronto sentí su pie acariciar suavemente mi pierna cubierta con mi Jean rasgado favorito y gruñi, sacandole una risa.

—Perdón si soy muy obvio.

—No me desagrada.

—Acepto, ¿dato nuevo?

Jimin se lo pensó un poco, apoyo sus codos en la mesa y apretó sus mejillas con sus pequeños puños.

—Eres un asocial, Min Yoongi.

—Acertaste.

—Lo se.