
Capítulo 6: My Weakness
Después de hacer varias tareas de limpieza, por fin había tenido un momento para descansar. Amy yacía sentada en el bordillo de aquel balcón fuera de su habitación para ver el cielo azul que pronto empezaría a morir y a la distancia el hermoso mar que rodeaba esa pequeña isla. No había podido reunirse nuevamente con Sonic luego de aquella mañana. El recuerdo bañó de carmín sus mejillas y la sola idea de por fin obtener un beso de él la embelesó en una fantasía fuera de esa realidad.
–Pero qué estoy pensando– rió divertida cual colegiala, viendo con ensoñación el horizonte –Si no nos hubieran interrumpido...– murmuró deseosa para traer a Shadow a su memoria nuevamente, borrando aquella expresión soñadora de antes. Sacó de su bolsillo nuevamente aquella nota preguntándose qué significaría, ¿sería lo que ella creía? O tal vez, sería otra trampa extraña de Midnight. –¿Qué significa todo esto?– murmuró al cielo en busca de respuestas.
–Por fin te encuentro– escuchó decir a sus espaldas para ver al erizo negro entrando a la habitación llena de cachivaches.
–¡Shadow!– exclamó con sorpresa viéndola llegar hacia ella. –Yo quiero preguntar...
–Andando– cortó para tomar su muñeca –Sujétate.
–¿Eh?
Shadow la jaló fuertemente para que ella cayera en sus brazos y así saltar al bordillo de madera y luego saltar al vacío. Amy exclamó un grito para verlos caer desde el tercer nivel y con suavidad aterrizar sobre el césped. Shadow la soltó con delicadeza para tomar su muñeca y dirigirla lejos del cabaret.
–¡E-Espera!– balbuceó intentando seguirle el paso. –¿A dónde...
–Calla– ordenó –No podemos hablar aquí.
Luego de una carrera lejos del cabaret él la dirigió a un paramo distante donde logró divisar una choza vieja a la cual él le ordenó entrar. Amy siguió sus ordenes para ver una extraña estatuilla quebrada en medio del lugar y a su alrededor polvo y hojas secas le daban la impresión de que el lugar yacía abandonado.
–Este lugar me es familiar– murmuró Amy sintiendo que lo había visitado con anterioridad –Demasiado...– dijo con incomodidad.
–Shhh, calla– silenció pasa sacar de su bolsillo un pequeño sol de oro, el cual brillaba con intensidad.
–Es hermoso– expresó Amy asombrada por la joya que pronto empezó a flotar y un aura de luz los cegó por un instante. Aquel lugar, antes en penumbra, pronto se iluminó.
–Bien, ahora podemos hablar.
–¿Qué fue eso? ¿qué está pasando?
–Encontrarte nos costó más de lo que me hubiera gustado– se quejó para verla con reproche –¡¿Tienes un idea de lo que has hecho?!
–¿De qué estás hablando?
–¡Hablo de tu trato con Midnight y este estúpido juego donde te has metido!– reclamó –¡¿Tienes una idea de las consecuencias si lo pierdes?!
–Lo sabía... ¡Eres el Shadow de mi mundo!– exclamó con una alegría desbordante. –Pensé que era la única, yo creía que...
–¡Escúchame bien no tenemos mucho tiempo!– interrumpió tomando sus hombros para hacerla callar –Dawn ha intervenido para ayudarte.
–¿Dawn?– repitió –¿Hablas del espíritu de la luz?– dijo con el ceño fruncido. Algo respecto a ella la hacía enojar.
–Midnight ha cambiado sutilmente las reglas del juego y me ha dejado entrar a ayudarte.
–¿Ayudarme?– repitió con sorpresa. ¿Esa habría sido la razón por la cuál se había marchado súbitamente el día de su llegada? Si era así, significaba que Shadow también había hecho algún trato para estar ahí –¡¿Entonces tú sabes qué es lo que le pasó a Sonic o qué es lo que le prometí a Midnight?!– preguntó Amy casi en tono de suplica.
La expresión antes decidida del erizo negro pronto se marchitó para dejar ver su pesar reflejado en su rostro y asentir con tristeza. Amy sintió de nuevo un nudo en su garganta, algo realmente malo le había pasado a Sonic y era peor de lo que imaginaba.
–¡Dime qué es, dime qué es y por qué no puedo recordar!– exigió Amy.
–No puedo– negó con la cabeza –No puedo hablarte de nada que tú no sepas o de lo contrario yo...– murmuró enmudeciendo.
–Entiendo– asintió Amy con decepción, sería todo muy sencillo si él pudiera darle toda esa información ausente en su cabeza. Por el momento debería de fiarse de él para poder detener aquello que mataría a Sonic en ese mundo –Midnight me engañó para morder la manzana antes de tiempo y no sé cómo ayudar a Sonic ahora– explicó –No sé qué hacer ahora.
–Dime lo que viste.
–No vi nada, pero sentí un sabor amargo en mi boca, un dolor en le pecho y me faltaba el aire... luego todo paró.
–Eso no nos dice mucho– indicó pensativo –Podría ser muchas cosas, un golpe, un disparo, un ataque cardiaco, lo que sea– habló Shadow irritado –Bien, escucha, intentaré protegerlo de cualquiera que quisiera hacerle daño, estaré reuniendo información de los alrededores para poder detener esto. Tenemos únicamente 3 días para evitar la tragedia de este mundo y lograr regresar.
–¿Por qué tres días?
Shadow suspiró desanimado para de su chaqueta dejar ver una manzana color carmín con una mordida sobre ésta. Amy la vio con asombro, era igual a la que ella poseía.
–Yo también estoy participando en este juego, y al igual que tú, yo también puedo ver ciertas cosas que nos ayudarán.
–¿Estás arriesgando tu vida para ayudarme? pero, ¿Por qué?
–No puedo decírtelo– cortó con cierta molestia –Por ahora...– Shadow calló para ver la luz que los rodeaba empezar a titilar indicando que el aura pronto se desvanecería –No podrás hablar conmigo a menos que tengamos esto alrededor nuestro– dijo señalando aquella joya con forma de sol –Midnight tiene ojos y oídos en todo su mundo y este obsequió del espíritu de la luz es lo único que nos permite volvernos invisibles ante ella. Por ahora, no podremos hablar de nada nuevamente hasta que esto recargue.
–Entiendo...
–Pero, debo advertirte, debido a mi participación Midnight buscará nuevas maneras de hacerte desviar de tu objetivo– advirtió –Ten cuidado cuando estés a solas con el Sonic de este mundo... no pierdas el tiempo, ¿entiendes?
Amy se sonrojó con intensidad ante sus palabras sin poder evitarlo. Ella asintió avergonzada, aunque no estaba segura qué era lo que él sabía.
–Tres días Rose, después de eso, este mundo terminará.
–¡Espera, eso significa que sólo quedan dos ¿no es cierto?!
–Yo...
El aura se desvaneció y ambos quedaron en silencio, sabiendo que no podrían hablar de nada relacionado con el juego de Midnight.
–Wave tiene tus nuevas ropas– indicó guardando el amuleto en aquella chaqueta negra con rojo que vestía con el logo de Eggman. –Ve con ella, yo estaré por las cercanías por si el Emperador Sonic necesita de mis servicios.
–Amm... Sí– asintió con cierta decepción.
–Y recuerda lo que te he dicho, haz bien tu trabajo y todo saldrá bien.
Amy asintió con la cabeza sin saber si podría hacerlo. Aún tenía muchas preguntas, pero al menos sabía que fuera lo que fuera que Midnight tenía planeado, tendrías dos días más para poder evitarlo.
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–¡Amy!– exclamó Wave exasperada –¡¿Cuánto tiempo puede tomarle a una eriza cambiarse?!
–¡No pienso salir!– se negó detrás de la puerta.
–No tienes opción, Midnight ha indicado que esas son las ropas adecuadas para asistir al Emperador Sonic.
–¡Acaso estás loca!– remetió abriendo la puerta y dejarse ver con un corsé negro con un bordeado blanco, una falda con un pequeño delantal de color blanco adornaba la tela de seda que vestía su cuerpo. Unas medias de malla dejaban de ver su piel desnuda, para completar su atuendo con unas botas negras que le hacían juego. –Esto es algo que usaría Rouge o cualquiera de las acompañantes de aquí o...
–A callar– interrumpió –Son las órdenes de Midnight y los requerimientos del Emperador– insistió –Ahora, dirígete con el Emperador Sonic, ya casi es la hora del té.
Amy resopló molesta, viéndose a sí misma como alguien muy provocativa –Sí, señora– asintió resignada.
Se dirigió al gran salón de conferencias donde Sonic la esperaba. Llevaba aquella charola de plata con aquella hermosa taza de porcelana blanca, la cual le recordaba el incidente de aquella mañana y el recuerdo de sus palabras rezumaban en su cabeza "¿Tienes una idea de lo que significa eso?" haciéndola estremecer y su corazón acelerar.
–¡No, concéntrate Amy!– exclamó caminando a prisa –Nada de distracciones– se dijo a sí misma recordando las palabras de Shadow.
Abrió la puerta delicadamente para ver a Eggman sentado en el extremo de una mesa de conferencia y a su lado, con una postura implacable yacía Shadow, cual mano derecha. Lo observó detenidamente, realmente no se parecía al Shadow que yacía en su mundo, aunque lo era. Shadow vestía una chaqueta negra con bordados rojos y debajo de ésta una camisa blanca formal, al igual que el pantalón negro y zapatos del mismo color; dándole un aire de seriedad aún mayor. Amy desvió su mirada de él y en el otro extremo de aquella mesa alargada, yacía Sonic con una expresión de aburrimiento en su rostro, mientras Tails hablaba con elocuencia de temas a los que no les prestó atención. Sonic desvió su mirada hacia ella, para cambiar su mohín de indiferencia a uno interesado.
–Si me disculpan– interrumpió Sonic levantándose de la mesa, rechinando su asiento al hacerlo –Es hora de tomar el té– indicó para ver a la eriza rosa.
–Pero Sonic, no hemos...
–No, no– interrumpió Eggman a Tails y dirigir su mirada al erizo azul que empezaba a tomar camino –Déjalo ir, te mandaré todos los detalles con el Joven Miles.
–Sí, claro, como digas– habló Sonic desinteresado caminando hacia donde yacía la eriza de pie –Avísame si hay algo nuevo que conquistar o algo así– dijo para detenerse frente a la eriza y sonreírle a modo de saludo –Andando, Amy Rose– murmuró para salir del salón junto a ella.
Amy vio de reojo al zorrito quien resoplaba molesto por la actitud desinteresada de Sonic, provocando en ella una sutil sonrisa, hasta que sintió la mirada intensa de Shadow, casi en forma de regaño. Desvió su vista al frente para ver la espalda del erizo azul e intentar ocultarse de la mirada insistente del erizo negro, quien parecía querer decirle algo con la misma, algo a lo que no le prestó atención.
Siguió a Sonic por los pasillo de madera en donde a todo empleado que se les encontraba se detenía para darles paso con una reverencia. La hacía sentir importante, era muy diferente al bicho raro que era en la escuela del mundo anterior. Al estar con Sonic todo parecía mejorar sin importar el mundo en donde estuvieran, incluyendo el suyo.
–¿A dónde nos dirigimos?– preguntó curiosa la eriza, a lo que él sólo le sonrió burlesco para verla de reojo por un momento y continuar su marcha. Era obvio que no le respondería. –Amm... ¿no deberías de tomar esto?– preguntó Amy mientras lo seguía por pasillos cada vez más familiares –Tails me dijo que eran importante para...
Sonic se detuvo para abrir las puertas de su habitación, haciéndola reaccionar a donde habían llegado, sin entender qué hacían ahí. –Entra– murmuró para hacerse a un lado como primer gesto de caballerosidad y dejarla pasar. Amy se adentró sin reparó para escuchar la puerta cerrarse detrás de ella, volteándolo a ver al acto. Observó la expresión seria del erizo azul para caminar hacia ella imponente, haciéndola sentir inquieta e insegura.
–Amm... el té... debes de tomarlo– insistió ella febril para que él golpeara con suavidad la charola de plata provocando que ella la dejara caer con su contenido. El sonido de la taza quebrarse resonó por la espaciosa habitación. Amy dirigió su vista al contenido derramado en el suelo para subir la mirada nuevamente y sentir como él la tomaba con fuerza de la cintura para que su cuerpo se pegara por completo al de él. –¿Q-Qué haces?– murmuró con nerviosismo.
–Realmente Midnight hizo un trabajo fabuloso...– le murmuró en grave voz para con una mano tocar con la yema de sus dedos su hombro desnudo y acariciar su brazo en un suave movimiento provocando en ella un intenso sonroje. Su mano subió por su brazo para acariciar el nacimiento de sus senos haciéndola exclamar un gemido al sentir como su tacto la hacia estremecer sin poderlo evitar, desviándole la mirada avergonzada por el bochornoso sonido que acaba de salir de su boca. –Te dije que terminaríamos más tarde...– le murmuró ampliado su sonrisa –Y pienso hacerte terminar...
Amy abrió sus ojos por completo entendiendo a qué se refería el erizo. Intentó apartarlo de ella con sus pequeñas manos, las cuales se posaron en su pecho en un intento de encontrar distancia –No, no, no...– balbuceó la eriza sonrojada –Esto no...– un beso atrevido la hizo callar, y sus fuerzas perder. Sintió sus labios posarse sobre los de ella y por primera vez probar el néctar de los mismos y se sintieron tan dulces como alguna vez imaginó. Amy cerró sus ojos dejándose llevar, no le importará que no fuera su Sonic, no le importará incluso si estuviera mal... ella deseaba esto más que nada en el mundo, quería por un día sumergirse en un sueño en lugar de la pesadilla en la cual despertaba cada amanecer.
Él la besó con hambre desviando sus besos de la boca de ella para seguir la fina línea de su mentón y continuar por su cuello, besando así el nacimiento perfecto de sus pequeños senos haciéndola gemir extasiada. Amy lo abrazó por el cuello y con un pequeño saltó enroscar sus piernas alrededor de la cintura de él obligándolo a retroceder torpemente para caer sentado al borde de la cama de sabanas carmín. Sonic la vio con asombro por su reacción inesperada para sonreírle divertido, ahí lo pudo ver, pudo ver a su Sonic, al Sonic desinteresado y risueño que ella tanto amaba.
–Sonic...– murmuró ella observándolo con nostalgia, sintiendo sus ojos humedecer para que aquel desagradable dolor en su pecho se hiciera presente nuevamente. Amy sacudió su cabeza con fuerza para ahogar el dolor que habitaba en ella y encontrar así, alivio momentáneo en él.
Amy se acercó a él con lentitud para sus labios quedar a unos centímetros de él, quien la observaba con expectativa y desconcierto. –Sólo por hoy...– le murmuró ella –Déjame olvidar– rogó hablándole al espíritu que sabía que la observaba sin descanso. Sonic la vio confundido, a lo que ella no le tomó importancia para besarlo con delicadeza, sintiendo nuevamente aquellos labios que le fueron prohibidos desde siempre, y como una onda eléctrica viajaba al momento de posar sus labios sobre los de él. Su fruto prohibido, del cual ese día se daría un festín.
El suave beso que ella propició empezó por volverse más intenso y pasional según como él aferraba sus manos a su cintura para pegarla a un más a él, haciéndola gemir entre besos por el roce de su cuerpo con el de él. Sin resistirlo más, Sonic sujetó sus muñecas con fuerza para hacerla caer a su lado y así el posicionarse sobre ella y besarla con pasión, con una que jamás pensó que algún día él la podría besar –Amy...– llamó jadeando para luego seguir atormentando sus labios con un hambre feroz.
Escuchar su nombre ser pronunciado de una manera tan erótica fue suficiente para que ella cediera sus últimas fuerzas de voluntad de resistirse a lo que sabía que estaba a punto de pasar. La mano de él acarició su muslo haciéndola gemir en un tono lujurioso, uno que no sabía que podía alcanzar con su tacto. Sonic sonrió complacido ante su bochornosa exclamación para así acariciar la parte interna de su muslo haciéndola estremecer ante el contacto, sintiendo como su mano acariciar superficialmente su intimidad sobre la lencería blanca que llevaba, provocando que el sonroje que yacía ahora sobre sus mejillas se intensificara.
–Me parece que...– murmuró el erizo azul sacando su mano de debajo de su falda y mostrándole sus dedos que tenían una sustancia pegajosa y trasparente en los mismos –Alguien está excitada– completo para saborear su dedo índice en su boca libidinosamente.
–¡Cl-Claro que no!– balbuceó Amy para cerrar sus piernas con fuerza y colocar ambas manos sobre su pelvis en un intento de ocultar sus partes más intimas de él y la vergüenza que la recorría.
Sonic rió divertido en voz baja para admirar a la eriza rosa de mejillas carmín, uniforme desprolijo y cabello alborotado que ahora yacía en su cama. Tocó suavemente su rodilla con la punta de su dedo, y así, acarició con lentitud su pierna de arriba abajo, sin prisa, casi como un juego inocente. Amy tragó pasado sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo ante su tacto sutil; Amy mordió su dedo índice en un intento de ahogar el deseo que recorría su cuerpo gracias a él y dejando la tenaz resistencia que antes había tenido a un lado; sus piernas empezaron a relajarse para abrirse lentamente al erizo quien la miraba con deleite, únicamente acariciando su piel con el roce de la yema de sus dedos.
–No creas todo lo que escuchas– dijo encaminado su mano al corsé de la eriza y con delicadeza soltar los pequeños broches en la parte frontal del mismo –No soy tan precoz como podrías imaginar– bromeó riendo por lo bajo.
Su ombligo se dejó ver según como abría el corsé negro que la vestía, desnudándola con lentitud. Amy observa con deleite la delicadeza con que él la trataba, haciendo su corazón latir con fuerza según como él subía, y entonces quitó el último broche dejando la parte superior de su cuerpo expuesto por completo. Amy colocó su antebrazo sobre sus ojos en un intento de ahogar su vergüenza al saber que podía ver sus pequeños pechos, como nunca nadie antes lo había hecho.
–Que interesante... están erectos– habló el erizo azul con una falsa sorpresa al ver sus pezones erectos, haciéndola sonrojar aún más –Pensé que no estabas excitada– rió malicioso, a lo que ella no respondió. –¿Ahora eres callada?– inquirió Sonic alzando una ceja –Supongo que si hago esto...– murmuró para tocar la punta de su pezón y hacerla gemir al instante –Dirás algo– completo divertido.
–De-Deja de hacer eso– pidió Amy febril viéndolo al fin, abochornada.
Sonic la observó confundido deteniéndose por completo. –¿Qué quieres que haga entonces?– le preguntó con una inocencia fingida. Amy se sonrojó con gran intensidad por la pregunta que realmente no pretendía contestar, no estaba muy segura ella tampoco qué se suponía que él hiciera. –Respóndeme o habrá un castigo.
–¿Castigo?– musitó Amy con intriga, provocando que él esbozara una sonrisa maliciosa.
–Si no respondes qué quieres que haga deberás de limpiar el cabaret únicamente usando un delantal.
–¡Por supuesto que no!– exclamó la eriza al acto cubriendo su pecho con ambos brazos.
–¿Realmente crees que puedes decir que no a algo que yo te ordene?– curioseó divertido –Soy el emperador, ¿recuerdas?
Amy desvió su mirada avergonzada a un lado sabiendo que él tenía razón. Asintió la cabeza con timidez, dejándose llevar por sus más bajos instintos, por sus pasiones más prohibidas... y por qué no decirlo, sus fantasías nocturnas más salvajes.
–Yo quiero... yo quiero que... me toques– logró apenas pronunciar mientras su cuerpo aumentaba la temperatura por sus palabras lujuriosas, unas que nunca pensó pronunciar.
–Di por favor– insistió el erizo –Y especifica en dónde.
Amy cerró sus ojos con fuerza en un intento de no perecer ante la humillación que él la conducía, y a pesar de eso, podía sentir como su intimidad parecía decir lo contrario al mojarse cada vez más con aquel acto bochornoso.
–Por favor Sonic... tócame... donde... tu dedos se encontraron con mi intimidad...– alcanzó apenas decir sintiendo su corazón aprisa y el aire faltarle.
Sonic sonrió satisfecho para acecharla nuevamente –¿Hablas de este lugar?– preguntó introduciendo un dedo dentro de ella haciéndola gemir al acto. Para verla con cierta sorpresa por un instante, borrando su sonrisa previa.– Interesante...– comentó deteniendo la ola de lujaría que había provocando, lo cual no duró mucho, pues movió lentamente su mano haciéndola gemir nuevamente, obligándolo a sonreír de nuevo. Sonic movió su dedo en pequeños círculos provocando que su espalda se arqueara ante tan sutil meneo –Wow... si que eres receptiva– dijo con cierto asombro infantil –Bien, que tal si hacemos lo que te prometí...– sentenció libidinoso –Te haré terminar con mis manos, Señorita Rose.
Amy sintió como su mano iba y venía haciendo que todo su cuerpo se estremeciera y aquellos gemidos que tanto había intentado contener brotaran de su boca cual melodía de lujuria. Su boca salivaba mientras el placer de sentir tan sólo el roce de sus dedos la despojaban de cualquier indicios de dignidad que antes hubiera tenido. Sonic acarició con su otra mano su seno desnudo haciéndola exclamar su nombre ante su tacto, provocando que él intensificara el ritmo con el cual sus dedos se adentraban hacia ella, enloqueciéndola de placer.
–Momento del gran clímax, Rose– habló el erizo para acercarse a ella y así besar uno de sus pechos. Amy exclamó un gemido de placer al sentir sus labios besarla para que una corriente eléctrica naciera desde su pelvis y recorriera todo su cuerpo obligándola a arquear su espalda y sus ojos irse para atrás hasta quedar en blanco; una sensación nunca antes conocida y ahora sin lugar a duda adictiva.
El erizo azul se detuvo sacando sus dedos traviesos de ella, dejándola a penas descansar. Sonic la vio directo a los ojos mientras su rostro sonrojado y ojos brillosos le indicaban que había hecho un buen trabajo.
–Fue un gran orgasmo– murmuró Sonic para llevar sus dedos mojados frente a su rostro y con un suave movimiento lamerlos de manera seductora, mientras una mirada sugerente la hacía estremecer bajo la misma –Me gustaría probar esto directamente.
–¿Eh?– alcanzó Amy a decir sintiendo los músculos de su pelvis contraerse de sólo pensar en la posibilidad.
–Pero no lo haré– indicó el erizo azul para tomar distancia de ella dándole la espalda –Supongo que será todo por hoy.
–¿Qué, por qué?– inquirió Amy para levantarse sutilmente con sus antebrazos y verlo con confusión.
–Eres virgen, ¿no es cierto?– preguntó Sonic para verla de reojo. El rostro de la eriza se tornó carmín desviando la mirada ante la pregunta de carácter personal, permaneciendo en silencio –Eso supuse– dijo exhalando un suspiro resignado –Asumo que esto ha sido lo más lejos que has llegado con nadie ¿no?
–¿Eso que tiene que ver?– preguntó molesta para sentarse correctamente y abrazar sus piernas, cubriendo su pecho desnudo de él.
Sonic la volteó a ver con una mirada dulce para por fin confesarle la razón de su repentino cambio de opinión: –¿No desearías hacer esto con alguien que ames de verdad?– inquirió el erizo azul –Esto no deberías hacerlo con cualquiera, eso me incluye a mí– completó desviando su mirada de la de ella.
Amy observó aquella expresión de verdadera preocupación en él y ahí, frente a ella, estaba de nuevo él. No importaba qué mundo fuese o que tan diferente fuera su vida, Sonic siempre sería él, siempre se preocuparía por ella... siempre buscaría nada más que su felicidad.
–No piensas continuar por que... ¿por qué quieres que haga esto con alguien que ame de verdad?– parafraseó la eriza rosa.
Sonic bufó con una falsa expresión de molestia en su rostro –No es de caballeros robarle algo tan preciado a una dama sólo por lujuria– respondió sin verla en ningún momento –Pensé que no eras virgen como el resto de mujeres que hay por aquí... pero cuando te toque...– pausó para ver de nuevo sus dedos aún húmedos por causa de ella –Me di cuenta que me equivoque. Hice esto pensando lo contrario– admitió con cierta vergüenza. –Nunca hubiera llegado tan lejos de haber sabido que...
Amy se abalanzó sobre él para robarle un beso, provocando una obvia expresión de sorpresa en Sonic. Lágrimas bañaban sus ojos mientras aquel beso se intensificaba, simplemente no podía soltarlo. Sonic tenía razón, ella debería de hacerlo con alguien que ella amará... así que lo haría con el erizo que más amaba en este mundo. Amy se separó de él para que el erizo azul lo viera con confusión ante su inesperado beso.
–Sé que no entenderás...– murmuró con una sonrisa y mejillas mojadas –Pero tú eres al único que he esperado para esto...
–¿Estás... estás segura?– logró decir febrilmente.
Amy se separó de él para deshacerse de aquella pequeña falda que cubría aún sus caderas y despojarse de la última pieza de intimidad que ahora yacía mojada gracias a él. Dejando únicamente aquellas medias de malla negra que Wave le había ordenado usar.
–Por favor Sonic... haz el amor conmigo– pidió con una tímida sonrisa.
¿Qué dijeron? ¿Que la iba a tener en contra de su voluntad? Pues no!!! Amo a Sonic XD!!! Sonic sin importar el título sigue siendo el rompe corazones que todos amamos.
Bien este es mi primer lemon en este fandom, la verdad llevaba años sin escribir uno y he de confesar que he amado el resultado. Me costó en un principio pero después de varios ensayos y errores, termine con algo que me gustó mucho.
Adicional del inicio de un candente lemon (sí, en el siguiente capítulo leerán más ¬u¬) Shadow ha venido a ayudar a Amy XD!!! Debido a esto el juego de Midnight cambiará drásticamente y no perderá oportunidad para poder encontrar algún momento privado con el sexy erizo negro; así que no se preocupen, habrá más de Shadow y nuestra villana favorita, Midnight.
Para aquellos que nunca leyeron Underworld, la recomiendo mucho para poder entender un poco más la relación de Midnight y Shadow, de igual manera si no lo desean, podrán comprenderla bastante bien en los capítulos venideros. Hasta entonces su autora se despide. Kat fuera.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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