()()()()()()()()

Dos semanas y tres días después

El tiempo había pasado rápidamente. Anne, después de hablar con Apolo, acordó que formarían una alianza y que ella sería la líder. Sin embargo, Apolo le sugirió que las ranas del valle no solo necesitaban un líder, sino a alguien que pudiera entenderlas y guiarlas.

Luego de esa conversación, Apolo se marchó, y Anne organizó una reunión con todas las ranas del pueblo. Les explicó la situación, y, aunque algunas se ofrecieron a ayudar, el padre de Maddie, Ivy y Polly no aceptaron unirse a la rebelión.

Anne comprendió que ellos tenían obligaciones y una vida larga por delante; jamás los obligaría a luchar. Al día siguiente, Apolo regresó, esta vez acompañado de un gran grupo de ranas, convirtiendo a Wartwood en la base de operaciones de la resistencia.

Sprig se había obsesionado con la venganza, dedicándole poco tiempo a su pareja, quien comenzaba a preocuparse por él. Durante los días siguientes, Anne le pidió a Apolo que le enseñara a usar la espada y él aceptó.

Cada mañana, al amanecer, entrenaban juntos. Anne intentó convencer a Sprig para que se uniera, pero él se negó, diciendo:

"Mi resortera y yo venceremos al que mató a Abu Hop".

Anne no volvió a tocar el tema. Ella, Apolo y Sprig, junto a representantes de cada pueblo y aldea, comenzaron a planear el ataque a la torre con al menos dos mil ranas. Anne propuso atraer al enemigo para luego asaltar la torre con un pequeño grupo, asegurándose de que sus líderes estuvieran desprotegidos.

La idea era buena: atacar a los líderes en secreto mientras distraían al grueso de las fuerzas. No obstante, quedaba la duda de si el enemigo caería en la trampa. Finalmente, acordaron que, en caso de atraer a las tropas de la torre, deberían prepararse para el combate y esperar que no hubiera muchas bajas.

Pero si pasaba todo lo contrario, deberán de retirarse y esperar que el grupo liderado por Anne cumpla la misión.

Así es, el plan es muy suicida.

En el presente, Anne y Sprig hablaron ante las miles de ranas, logrando levantar su moral. Anne culminó su discurso levantando su espada al aire, inspirando a todos los presentes.

()()()()()()()()

Oscuridad. Todos le tememos estar en ella; no sabes qué encontrarás en ella; no sabes si algo te acecha esperando la oportunidad de matarte.

¡Pum!

Un fuerte golpe en la habitación donde los representantes y la líder se encontraban. Anne se veía molesta; podíamos notarlo en sus ojos azules oscurecidos. Sus poderes, ligados a sus emociones más fuertes.

Había muchos estantes con libros rodeándolos, una gran mesa circular donde estaban sentados las ranas en sus sillas, mirando a la susodicha Anne. Las ventanas estaban más arriba, dejando que entrara la iluminación que daba el sol.

—¡¿Cómo que tendremos que retrasar los planes?! —preguntó eufórica, apretando aún más su puño. Aún ella seguía con su armadura y espada enfundadas en la cintura.

—Un representante de Newtopia viene y, con el Yunan la Generala, no podremos proceder con nuestros planes con ellos aquí —explicó Apolo con los brazos cruzados y los ojos cerrados; se le notaba que se le veía molesto.

—Mi informante también dice que vieron a su ave parar en Sapo Torre antes de dirigirse aquí —habló una rana anciana que era representante de su aldea "Stone".

—...Suspira... —Los ojos de Anne se vuelven normales—. Procedamos con cuidado, díganles a sus hombres que estén atentos de algo extraño.

—Sí el rey los envió, debe pensar que ellos resolverán este conflicto. No sabemos qué tengan planeado —añadió Apolo.

Las ranas bajaron su cabeza y procedieron a irse de la habitación, dejando a Apolo y Anne solos. Esta última se sentó en una silla y llevó una de sus manos a su frente.

—Esto no se puede poner peor —dijo.

—Jamás dijimos que esto sería fácil —recordó Apolo, mientras abría sus ojos y se ponía delante de ella. — ¿Cómo vas con... eso?

Anne retira su mano de la frente y mira su muñeca recordando esas grietas que aparecían tras usar sus poderes. —Solo es cuando uso mis poderes; con la medicina puedo contrarrestarlo... pero.

— ¿Pero?

—...Suspira... —mira a Apolo— no sé qué pasaría si esas grietas me consumieran, y no sé por cuánto tiempo la medicina me seguirá haciendo efecto.

—Ten esperanza, Anne; sólo sé cuidadosa en usar tus poderes y mejora con la espada —dijo señalando a la espada enfundada de Anne.

— Hm.

()()()()()()()()

—¡En formación! —gritó una rana que estaba frente de su escuadrón—, ¡avancen!

Las ranas comenzaron a marchar en sincronización con su capitán al frente guiándolos. Anne pasó a los lados de ellos; ella miró a las demás ranas trabajando en fraguas y mercaderes vendiendo armas, armaduras, medicinas y comida.

Wartwood se había convertido en una base militar; miles de ranas caminaban por el lugar con armaduras, espadas, arcos o lanzas. Se escuchaba como los herreros martillaban y daban formas a espadas en yunques.

Anne siguió caminando, pero algo la llamó la atención y es que vio a dos ranas pequeñas sentadas en el suelo. Ella paró su caminar y se le quedó mirando a ellos; usaban harapos y estaban muy flacos y al parecer eran huérfanos.

Iba a acercarse, pero tras dar un paso un nuevo recuerdo la golpeó, haciendo que ella quedara estática.

(Recuerdo)

Una televisión estaba encendida en el canal de noticias; frente a esta se encontraba la familia de Anne y ella misma sentados en el mueble.

—La guerra entre Rusia y Ucrania aún persiste. Ucrania ha tenido 31,000 bajas (según nuestras fuentes) y otras 35,000 en civiles por bombardeos. Por otro lado, Rusia (según nuestras fuentes) "300,000 bajas confirmadas, entre ellas, soldados muertos y heridos" —la presentadora iba a seguir hablando, pero la televisión fue apagada.

—...Suspira... vayamos a la cama —dijo el cabeza de familia con un borrón en la cara.

La escena cambió; Anne estaba parada enfrente a su madre como si estuviera esperando una respuesta.

—Las guerras son así, Anne, millones de personas mueren solo por seguir órdenes de sus líderes o conseguir poder, y después de la guerra ya solo quedan: huérfanos, destrucción, escasez de comida y agua, refugios donde miles de personas duermen y la muerte que ve por todos lados —explicó la madre diciéndole la cruda realidad de la vida

La madre, después de una pausa para que su hija analizara lo dicho, siguió hablando. —Ahora dime, Anne, ¿qué harías si estuvieras en una guerra?

¿Serías como los demás? o ¿Harías una diferencia?

(Fin del recuerdo)

Anne dio paso hacia atrás, sintiendo cada sensación de aquel recuerdo; de cómo se sintió tras escuchar aquella explicación; entonces, ella volvió a su caminata. Hace mucho ella tomó...

Su decisión.

Un grupo de seis ranas que eran las representantes de sus pueblos o aldeas se encontraban esperando a Anne a las afueras del Wartwood, pero aun así las muchas ranas se encontraban acampando afuera y en los alrededores del pueblo.

Apolo y Sprig estaban atrás de los representantes, Apolo con los brazos cruzados y Sprig con su resortera en mano y manteniéndose en guardia por si algo pasaba.

Anne pasó al lado de los representantes y se puso en frente de su maestro y mejor amigo. Sacó su espada y la clavó en el suelo para después ponerse firme y dejar sus manos descansar en el mango dorado de su espada.

Mostraba firmeza, valentía y daba a entender que ella era la que representaba a toda la rebelión.

Los soldados de la rana anciana hicieron un círculo alrededor de Apolo, Sprig y Anne para que sus "visitas" aterrizaran en medio de este.

Los aleteos de Joe Sparrow se escucharon alertando a los presentes. La situación que estaba surgiendo atrajo a las ranas que acampaban cerca de ellos. Al final, la ave se dio a ver en el aire y se puso encima del centro del círculo para comenzar a descender levantando un poco de polvo.

Todos estaban en alerta; Sprig apretó su resortera y Apolo llevó su mano al mango de su espada; cuando aterrizó, el polvo comenzó a disiparse y dos figuras bajaron de la criatura y comenzaron a acercarse.

Anne, viendo que se acercaban, comenzó a darles la bienvenida. —Un gusto en conocerla, Generala Yunan, espero que en su viaje y el de su acompañante no haya habido ningún inconveniente.

El polvo ya casi se disipaba; las dos figuras se pararon a unos metros.

—Tú debes ser la líder de la rebelión ¿o me equivoco? —preguntó Yunan. Ya solo faltaba un poco para que el polvo desapareciera.

—Para nada —dijo Anne alzando sus hombros—, el tiempo amerita así que... —Su voz se entrecortó.

El polvo había terminado de disiparse, mostrando el físico de Yunan y de su acompañante, pero la principal causa de su impresión no era Yunan, si no, la mera presencia de Marcy que la miraba también impresionada.

Apolo y Sprig también estaban impresionados de ver a otra humana que no sea Sasha o Anne. Esta última se recompuso.

—...Cof...Cof..., como decía el tiempo amerita —Anne levantó su espada y la enfundó para después girarse. — Sigan... —fue interrumpida.

—¡Espera! —Al igual que Anne, Marcy salió de su impresión y se acercó a ella —¡soy yo Marcy tu mejor amiga! —Marcy le iba a poner su mano en el hombro.

Grave error. Apolo en un ágil movimiento desenfundó su espada plateada que tenía una cruz en el mango con una gema roja en medio de la misma y apuntó al cuello de Marcy. Sprig, por otra parte, apuntó con su resortera a la chica.

Yunan desplegó sus garras, pero al hacerlo todas las ranas la apuntaron con sus espadas.

—No lo haría si fuera usted Generala Yunan —habló Anne de espaldas—. Las dos sabemos que ni incluso usted podría con todas las ranas.

Yunan, al escuchar esas palabras, guardó sus garras y suspiró. Las ranas, al igual que ella, guardaron sus espadas y Apolo se alejó de Marcy y enfundó su espada. Sprig bajo su resortera.

Finalmente, Anne prosiguió a seguir caminando; Yunan se puso al lado de Marcy que se encontraba en shock por lo fría que fue Anne con ella.

()()()()()()()()

Ahora, se encontraban caminando por la base. Todos miraban con desconfianza a Yunan, y a Marcy la miraban con desprecio y desconfianza; para que no hubiera inconvenientes, un grupo rodeaba a las representantes.

Marcy veía como el producto de esta guerra solo causaba que muchas ranas se refugiaran dentro y en los alrededores de Wartwood. Siguieron caminando hasta llegar a la alcaldía donde vive el alcalde Escuerzo, pero que también se usa para sus reuniones y demás cosas.

Entraron dejando al grupo escolta en la entrada; caminaron entre los pasillos donde pequeñas estatuas de escuerzo de oro se veían; siguieron hasta llegar a una puerta grande doble de color blanco.

Entonces, Apolo tomó los dos picaportes de la gran puerta y empujo para abrirlas, después de eso las puertas se abrieron solas y Apolo tomó su lugar en la gran mesa circular.

Anne entró junto con Sprig y se sentaron en sus respectivas sillas, quedando Anne en el medio de Apolo y Sprig. Por consiguiente, fueron Yunan y Marcy, esta última al ver que todas esas estanterías con libros se le vislumbraron los ojos...

Pero rápidamente recordó lo que venía a hacer. Su primer reencuentro con Anne no fue el mejor. Ahora ella tenía dos opciones.

En conclusión, Marcy y Yunan se sentaron seguidos después de las demás ranas. Los representantes de Newtopia estaban sentados enfrente de las puertas y frente a ellas Anne las miraba fríamente.

Anne entrelazo sus dedos y los puso encima de la mesa —Bien, comencemos... ¿qué les trae aquí? y ¿cuáles son sus motivos? —preguntó sin quitar la mirada de ellas.

—¿Anne, por qué eres así? Soy yo Marcy tu mejor amiga —Preguntó, mientras repetía nuevamente que era su mejor amiga. Anne frunció sus cejas.

—Sabemos que estuvieron en Torre Toad —A Marcy y Yunan se le subió un escalofrío por la espalda —y entonces, por razonamiento mío, ella debió contarte mi situación.

—Eh-ah... sí, ella me dijo que perdiste la memoria.

—Bien, ahora díganme sus motivos de venir aquí... antes de que las eche —habló con más firmeza.

—Fuimos enviadas por el Rey Andreas, con el motivo de detener esta guerra sin sentido —explicó Marcy formalmente. —Y yo vine a encontrarlas a ustedes para estar juntas de nuevo, pero veo que no será así.

—Lamento decepcionarte, Marcy, pero el destino nos llevó a esto.

—Y sí intentan reconciliarse, tal vez...

—Imposible —habló Apolo—; los sapos son despiadados y jamás dejarían su orgullo solo para reconciliarse con nosotros.

—Perdona, ¿y tú quién eres? —preguntó Yunan entrando también a la conversación.

—Apolo, la mano derecha de nuestra líder Anne.

—Jajaja ¿tú? pareces un fideo.

—¿Cómo está Olivia? Casi siempre me informan que siempre están juntas.

Esto provocó impresión entre los presentes. Apolo no era una salamandra corriente.

— ¡Maldito si le pones una mano encima...!

¡Pum!

Un golpe fuerte se escuchó asustando a todos; Anne había activado sus poderes.

—¡Cállense y compórtense! —mira de reojo a Apolo —tú y yo tenemos cosas de qué hablar.

— Claro.

Anne mira a Yunan. —Disculpa la descortesía de mi compañero, pero si vuelves a amenazarlo... —Los ojos azul oscuro de Anne se volvieron más filosos —No saldrás viva de aquí, ¿te quedo claro?

Yunan no se dejó intimidar y dijo: —Sí.

La tensión era palpable; Marcy estaba sudando y sus gotas bajaban de su frente. Anne desactivó sus poderes y en el proceso tosió un poco en su mano, después miró su palma y entrecerró los ojos para entonces bajar sus manos de la mesa.

Esto le pareció extraño a Marcy, haciendo que pensara en él porque de esa acción.

—Marcy —la mencionada salió de sus pensamientos y miró a Anne— viendo que esas son tus intenciones, te quedarás en una casa asignada por mí; no quiero que esta "guerra sin sentido" tenga muertes que no valgan nada después.

—Perdona por esta pregunta, pero ¿qué harás con Sasha y Grime? claro si el conflicto no se resuelve y ustedes ganan.

—No es de tu incumbencia, ahora —Anne se levanta de su asiento y dos guardias entran —por favor, acompaña a estos guardias; los llevará a su establecimiento.

— ¡Espera aún...!

—Se terminó la reunión, embajadora, llévenselos.

Marcy bajó la cabeza con impotencia; era verdad lo que dijo Sasha.

Anne había cambiado.

Yunan le pone su mano en el hombro Marcy. —Vamos, tendremos otra oportunidad en otro momento.

Marcy solo asintió y se levantó de su asiento junto con Yunan; después los guardias y ellas se fueron de la sala cerrando la puerta. Anne nuevamente se sentó y discretamente miró su palma donde había tosido. La sangre aún era fresca y espesa.

()()()()()()()()

El sol ya se estaba ocultando; las ranas ya estaban comenzando con las patrullas nocturnas. Marcy y Yunan se encontraban en una habitación de una casa de dos pisos; cortesía de Anne, Marcy se encontraba sentada en la cama y Yunan miraba por la ventana a un grupo de soldados ranas preparándose para hacer su patrulla.

—¿Crees que podremos convencerla de no hacer esta locura? ¿de terminar con esta maldita guerra? —preguntó Marcy rompiendo en silencio entre las dos.

Yunan no contestó de inmediato, pensando en la respuesta correcta que podía darle a su amiga.

La salamandra se gira y se acerca a Marcy para sentarse al lado de ella.

—La verdad... no —Marcy baja su mirada—, mira, ella no es la chica que tú recuerdas. Intenta convencerla con otros métodos; hazle ver las consecuencias de la guerra.

— Y si no funciona...Sniff... —Marcy había comenzado a llorar— no quiero perderla... Sniff... ella es mi mejor amiga, al igual que Sasha.

—Y por eso está la segunda opción de nuestro plan, ¿recuerdas?

—Sí... sí, Anne sigue con sus planes; tengo que ganarme su confianza y no permitir que mate a Sasha. Así el rey la perdonará y yo puedo averiguar cómo regresar a casa, pero para eso necesito la caja que la tiene Anne.

—Un paso a la vez recuerda.

Marcy inhala y exhala —Bien —se seca las lágrimas—, lo intentaremos de nuevo mañana, si no se logra, cambiamos al plan B.

Un plan secreto ya se había formado. Los planes de Anne se han retrasado por Yunan y Marcy. Esta última quiere convencer a Anne de terminar con esta guerra.

¿Pero lo logrará?

Anne no parece en retroceder y mucho menos parece en confiar en ella.

Pero todo se resolverá.

Un paso a la vez.