()()()()()()()()

Ubicación Bosque

En esta ubicación se abre un portal, donde una joven de pelo azabache salió inconsciente, y también una caja de música con gemas grises incrustadas; el bosque es extenso con árboles de gran tamaño.

La chica comenzó a mostrar signos de que iba a despertar; al abrir los ojos por un breve instante, se pudo visualizar que estos emanaban un tipo de energía tricolor; pero al instante que apareció, también desapareció. La joven comenzó a pararse del suelo y se estaba sobando la cabeza, que por la caída tenía dos hojas pequeñas y una rama.

—¿Qué fue lo que pasó? —se preguntó la azabache mientras dejaba de sobarse la cabeza.

Entonces, intentó recordar lo que pasó, pero un dolor de cabeza la abrazó; ella se agarró los costados y dejó de intentar recordar. Igualmente, no recordaba su nombre. Miro a los alrededores y noto que no tenía un zapato y que una mochila junto a una caja de música se hallaba en el suelo.

La castaña no dudó en tomar la mochila del suelo y revisarla; tenía un teléfono con la pantalla rota (no sirve), un cuaderno vacío, golosinas, una raqueta de tenis, etc.... Cerró la mochila y se la puso en la espalda; después dirigió su mirada a la caja de música.

Cuando la tocó con su palma, le comenzó a doler la cabeza nuevamente, se llevó ambas manos a los costados y varias imágenes llegaron de dos adultos irreconocibles.

(Recuerdo)

—Vamos, Anne, tú puedes —motivaba un hombre con un borrón en la cara a su hija de 2 años. —Eso es, ¡sí! —el hombre la abrazó felizmente mientras gritaba de felicidad. —¡Ya puedes caminar!

Lamentablemente la voz comenzó a distorsionarse.

(Fin del recuerdo)

Anne se echaba para atrás; su respiración era irregular y su cabeza le dolía bastante. —¡Ahh~! —gritaba de dolor; aun así, los recuerdos aún no dejaron de llegar.

(Recuerdo)

—¿Estás lista, Anne? —Preguntaba la voz de una madre que al mirarla en la cara no se le podía reconocer gracias a un borrón.

—Recuerda que mañana es tu cumpleaños —La misma voz de un hombre se presentó y al mismo tiempo comenzaron a desaparecer...

(Fin del recuerdo)

Anne cayó hincada por el cansancio; ella estaba sudada y jadeaba con dificultad, gracias al miserable dolor que tuvo.

—¿Qué son... estos recuerdos? —Se preguntaba la azabache mientras intentaba pararse lográndolo. —Al parecer me llamo Anne, pero ¿qué es esta caja de música?

La ojo marrón miró con detenimiento la caja que tenía enfrente de ella; había una sensación extraña como si el objeto la estuviera llamando... Miró las tres gemas grises.

Anne se acercó dudosamente a la caja y la tomó entre sus manos, la comenzó a abrir y entonces pasó... nada, lamentablemente, no funcionaba y creía que estaba rota.

—Creo que mejor exploraré un poco, tal vez encuentre a alguien que me ayude —habló para ella misma mientras miraba con sus ojos los alrededores. —En definitiva, perdí la memoria, y por lo que pude recordar es que solamente me llamo Anne.

Recapitulaba Anne mientras comenzaba a caminar adentrándose en el bosque. Después de una larga caminata, la adolescente se sentía perdida y no estaba equivocada, ya que solo veía árboles de gran tamaño y la vegetación que la rodeaba.

No había ningún signo de algún pueblo.

—{Necesito encontrar un refugio antes de que se haga de noche} —Pensó, mientras miraba al cielo a través de las hojas; este estaba oscureciendo y muy pronto se iba a hacer de noche.

—Tal vez... yendo por esta dirección encuentre un pueblo o algo. —señaló una dirección al alzar. —A quien engaño, jamás encontraré un lugar donde dormir antes del anochecer —habló desanimada al no saber adónde ir.

Entonces, la azabache reanudó su caminata; la oscuridad estaba cubriendo el cielo, pero aún ella no encontraba un lugar donde quedarse hasta que...

—Guao .

Finalmente, se topó con una estructura muy antigua parecida a un templo; ella sabía que no tenía más opciones, así que se adentro en él.

—¿Qué es este lugar? —Anne miraba los dibujos y letras con curiosidad; estas estaban en un idioma que al parecer era muy antiguo de este mundo.

Mientras más se adentraba en el templo antiguo, más imágenes de seres parecidos a ranas... alababan a un ser. Pero no se fijó en una imagen tallada en piedra, que mostraba un gran planeta con ojos y una chica enfrente de este, alzando una mano con grietas.

La chica entró en una habitación amplia del templo.

En medio de esta se encontraba una estatua de una criatura extraña. Tiene una forma mucho más grande que un gato; tiene barba, ojos en forma de gemas azules (ojo derecho) y verdes (ojo izquierdo), y una gema rosa en la frente, y una gran cantidad de pelaje en el pecho (claramente tallado). Una cola larga y un par de grandes alas de plumas (también talladas).

Anne iba a ver la estatua se acercó inconscientemente a ella sin quitarle la mirada a los ojos brillantes. Mientras más se acercaba, las pupilas de los ojos de Anne iban cambiando en azul, verde y rosa.

Entonces, la castaña levantó su mano derecha y con la palma de su mano tocó la estatua, haciendo que sus ojos se vuelvan normales.

—¿Pero? ¿qué? ¿cuándo me moví? —se preguntaba asustada y desconcertada.

De repente los ojos de aquella estatua brillaron intensamente; Anne intentó alejarse, pero algo le impedía quitar su palma de ahí. La azabache estaba asustada y comenzaba a tener ansiedad por la situación.

Mientras intentaba despegar su palma, nuevamente un dolor de cabeza la tomó desprevenida, llevándose su única mano libre al costado de su cabeza.

—¡Ahh~! —gritaba de dolor; duró segundos muy largos, pero al final ella no lo soportó y calló desmayada.

Pasaron horas, y finalmente Anne despertó, ella sentía su cuerpo entumecido y su cabeza daba vueltas; intentó pararse, no lográndolo a la primera; lo intentó de nuevo hasta que lo logró.

Ella instintivamente miró la estatua y notó que sus ojos ya no brillaban, entonces dejó de mirarla y comenzó a caminar lento hacia la salida.

Finalmente, cuando llegó a la salida, se tapó sus ojos con sus manos; ahora el sol brillaba con esplendor, lo que significaba que pasó la noche ahí.

Entonces, suspiró, quitó su mano de sus ojos que ya se habían adaptado a luz y comenzó a caminar.

—Bueno, tal vez nada malo pase ahora —se dijo así misma, demostrando que aún era una chica positiva.

*Se escucha un rugido*

La azabache quedó estática al escuchar ese sonido; lentamente giró su cabeza hacia un lado, mientras más visualizaba lo que causó ese sonido, más su cuerpo comenzaba a tener miedo, hasta que, lo vio completamente.

—{Carajo}—maldijo.

Era una mantis de dos metros de color verde, miraba fijamente a Anne, esta última dio unos pasos hacia atrás, pero la mantis igualmente dio unos pasos hacia adelante.

—¡Esto debe ser un sueño! —Grito Anne desesperada mientras corría para escapar de la mantis.

*Escucha un rugido acercándose*

La mantis se acercaba más a ella; esta se estaba quedando sin aire; las ramas la golpeaban y le cortaban la cara. Anne entendía que esto no era un sueño, pero aun así deseaba que lo fuera. Por un momento miró hacia atrás y veía que la mantis dejó de acelerar su paso para perseguirla.

Anne no entendía por qué lo hizo, pero cuando volteó su cabeza no se dio cuenta a tiempo y cayó por un barranco empinado.

—¡Ohm!

Entonces, la muchacha comenzó a rodar por él, golpeándose varias partes del cuerpo; finalmente, cuando tocó el suelo se golpeó la cabeza y quedó aturdida. Cuando recuperó un poco los sentidos, sintió algo húmedo en la parte de atrás de la cabeza.

Por consiguiente, y como pudo, se llevó su mano ahí cerca de la nuca y después la miró para abrir los ojos en par. Lo que veía era sangre, su sangre que se salía de su cuerpo.

—Tengo... que... seguir.

Anne intentó levantarse, pero no podía. Ya no escuchaba a la criatura acercarse, pero aun así estaba herida de gravedad. Ella comenzó a arrastrarse por el suelo, ensuciándose toda la ropa de tierra y lodo. Sus párpados estaban pesados, pero un encapuchado se puso delante de ella.

—Los planes cambian ahora, ¿no es verdad? —dijo el encapuchado con ironía en sus palabras.

La azabache solo miró al encapuchado para caer desmayada por las heridas.

()()()()()()()()

Narra Anne

Desperté nuevamente en un lugar diferente; creo que tengo un récord en despertarme en lugares desconocidos. Tal vez lo sepa cuando recupere mis recuerdos. Mire a mi alrededor estaba acostada en un sofá, me senté en este, me dio tontera por un instante, recordé que tenía una herida en mi cabeza así que me lleve la mano ahí, pero ya estaba vendado.

—¿Qué fue lo que paso?

Mire mejor el lugar y estaba llena de polvo, había un espejo colgado en una pared a mi derecha, mientras a mi izquierda había una mesa para cuatro, cerca había otra habitación que parecía ser la cocina...

— Hola.

Me asuste, me aleje y mire hacia atrás, para solo encontrarme con el encapuchado, era más pequeño que yo su piel parecía un poco más pálida y de color verde.

— Oh, lo siento me llamo Apotecario Mario, o solo Mario — Se disculpó él, mientras que yo me recomponía del susto.

— Hola... mi nombre es Anne ¿fuiste tú el que me curo? — Me presente igualmente, pero por alguna razón no confió en él, aun así, quería saber si él me había curado.

— Sí, estabas muy lastimada, te traje aquí para curarte — Me respondió con una sonrisa algo...perturbadora. — ¿Quieres sopa? — Me pregunto aun con esa sonrisa, me iba a negar, pero mi estomago sonó y con vergüenza respondí...

— Si, gracias — Dije amablemente.

Entonces él se fue.

[Anne...]

Rápidamente volteé mi cabeza junto a mi cuerpo para mirar hacia atrás, pero no había nadie. Creí que era el viento, así que no le tomé importancia y volví como estaba. Me quedé pensando en lo que me pasó, hasta que se me ocurrió preguntarle a Mario si había un pueblo cerca cuando él viniera.

Por curiosidad, me miré en el espejo tenía una venda alrededor de mi cabeza unas cuantas hojas en la misma y ¿una rama?, en verdad tenía un desastre en el cabello, comencé a quitarme unas cuantas, hasta que Mario regreso con una sopa... un tanto extraña.

— Aquí tienes Anne

Por consiguiente, el me entrega la sopa y yo la tomo para decir: — Gracias, Mario

— Cometela es la mejor sopa de Amphibia — Hablo con orgullo.

—{¿Amphibia?}

Tampoco le di a eso importancia por ahora, mire la sopa era de color morado oscuro tome la cuchara de madera y la sumergí, después me la estaba llevando a la boca, mire a Mario, pero esto solo se mantenía viendo algo que me incomodaba, pero antes de dar el primer bocado recordé que no traía mi mochila.

— Mario, por cierto ¿has visto mi mochila? — pregunté un poco preocupada, mientras bajaba la cuchara.

— ¿Mochila?, no sé qué es eso, pero no traías nada cuando te encontré — Respondió el... lo veía un poco irritado o desesperado.

— Ok... — Hable ya sin más que decir, levante nuevamente la cuchara y di el primer bocado estaba...bueno muy bueno la verdad, me lleve más bocados, Mario sonrió aún más mientras que yo me terminaba la comida.

()()()()()()()()

Narra H

Anne se pasó un rato comiendo; hasta pidió un segundo plato; con gusto Mario se lo dio, pero él jamás comió ni un bocado de su comida. Cuando Anne termino de comer ya que se sentía satisfecha le entrego el plató a Mario

— Gra...

Entonces, antes de que Anne agradeciera por la comida, comenzó a sentirse mareada y se llevó su mano izquierda a un costado de su cabeza que aún tenía una venda.

— Jajaja, es increíble que haya funcionado

De repente, Mario comenzó a reírse por lo que estaba pasando ahí fue que Anne se dio cuenta que algo tenía esa sopa extraña, por otro lado, Mario se había quitado la capucha que lo cubría.

— ¿Qué... eres? — Pregunto Anne parándose con dificultan para alejarse, pero Mario se acercaba a paso lento y contesto.

— No, mejor la pregunta aquí es, ¿Qué eres tú? — Hablo con una sonrisa mientras la miraba.

Anne pudo notar que tenía un hongo morado en la cabeza con esporas y el de abajo era una rana, la azabache estaba sorprendida de verlo, pero al final se desmayó. Aunque no duró mucho, ya que nuevamente se despertó; pero no era ella.

Sus ojos habían cambiado a uno morado y le comenzaron a salir hongos de igual color en la cabeza.

—Bien, ahora párate del suelo, vamos a salir —ordenó Mario comenzando a caminar para la salida.

La azabache se paró del suelo e iba a caminar, pero se miró al espejo y pequeñas lágrimas le comenzaron a salir. Después volteó la cabeza aún con las lágrimas y comenzó a caminar hacia la salida.

—Vamos —habló Mario sin mirarla.

Por consiguiente, Anne salió de la casa y lo siguió hasta quedar enfrente de un caracol gigante que tenía una silla grande para carruaje y riendas; Mario se subió en este al igual que Anne.

—Iremos a un pueblo cerca de aquí, ellos... tienen asuntos conmigo —comentó Mario mientras se ponía la capucha y sonreía.

Mente de Anne

Una conciencia es lo que residía en las mentes de las personas; dependiendo de cómo es la conciencia, se refleja como si fuera el paisaje de la mente. Hay excepciones donde más de una conciencia puede estar en una mente, pero este no es el caso.

Al ser controlada, su conciencia queda encerrada en su mente sin capaz de salir; ahora mismo todo en la mente de la joven es negro y en todo ese negro ella se encuentra sentada con la cara puesta en los pies y los brazos cruzados al alrededor de los mismos... La castaña lloraba en silencio; ella misma se había visto en aquel espejo y la horrorizó; era como un monstruo, o eso ella se decía.

—Ayuda... —Suplicaba para que alguien la viniera a salvar de ese lunático, pero en la realidad no hay héroes, solo personas que son lo suficientemente valientes para atreverse de salvar a otras personas.

Aun así, nadie vendrá a salvarla, ¿por qué? Fácil, ella delante de los ojos de los demás sería un monstruo, humano o no; así es como la trataran.

Fuera de la mente de Anne

El tiempo pasó rápido y Mario había llegado al lugar donde tendrá su "asunto" el bajo del caracol. Al igual que Anne, está ya había dejado de llorar y las lágrimas se secaron en sus mejillas.

—Anne, hoy será el día donde este pueblo me conocerá —comentó Mario mientras sonreía e inhalaba y exhalaba el aire.

—He vuelto a casa —murmuró.

Al final se llevó dos dedos a la boca y comenzó a silbar, para que varios erizos se aparecieran y se pusieran frente a él.

Tienen un par de ojos de color naranja brillante y un hocico lleno de dientes afilados. El pelaje y el color eran de un marrón terroso y eran del tamaño de un perro de raza "Pastor Alemán".

Antes de que Mario comenzara a caminar, se acercó a Anne y ordenó: —Abre tu palma —Anne lo hizo y Mario le entregó una daga. —Mantente a mi lado, ¿entendiste?

La azabache asintió con la cabeza y Mario se acercó al caracol, para después sobarle.

—Me fuiste muy útil, pero...

Entonces, Apotecario sacó una daga y se la clavó en el cuello del pobre caracol. Anne vio esto, pero ni se inmutó, ni lágrimas ni nada; la conciencia que estaba dentro de ella se resistía a mirar.

El caracol intentó escapar, pero la perdida rápida del líquido de la vida fue demasiada y este solamente aceptó su destino.

—No soy muy fan de ustedes ¡jajaja! —apotecario se reía mientras estaba manchado por todos los lados del líquido carmesí; después de unos segundos dejó de reírse y por consiguiente comenzó a caminar en dirección al pueblo.

Todos le siguieron.

—Es hora...

()()()()()()()()

Un día después

Ubicación Torre al sur de Amphibia

Era de noche; la torre es resguardada por seres que tenían un parentesco con sapos; muchos se encontraban patrullando los alrededores y otros estaban vigilando desde las murallas. Encima de la torre se encontraba una habitación donde un sapo verde de complexión grande y musculosa revisaba unos papeles.

Como luz, tenía un candelabro de velas que iluminaba toda la habitación.

*Toc, Toc*

Tacaron dos veces la puerta, el sapo bajó los papeles y se le pudieron ver los ojos; el ojo izquierdo brilla de un verde amarillento y está entrecerrado, mientras que su ojo derecho está marcado con una cicatriz rosa, azul pálido y opaco, debido a la herida de una posible batalla. Estos no tenían pupilas.

El sapo musculoso se paró de su asiento y comenzó a dar pasos largos. En eso pudimos notar su vestimenta; este lleva una armadura de metal marrón con una capa malva oscura. Finalmente, llegó a la puerta y la abrió mostrando a otro sapo con armadura.

—Capitán Grime los encontramos, pero... —El soldado bajó la mirada algo triste, pero recordó que se encontraba enfrente de uno de los despiadados señores Toad y volvió a mirarlo a los ojos.

El ahora conocido como Grime no dijo nada y solo apartó al soldado y comenzó a caminar hacia abajo por las escaleras espirales; el soldado le comenzó a seguir por detrás.

—¿La prisionera ha hablado? —Preguntó con voz neutra y gruesa al soldado.

—No

Grime no dijo nada más y siguió caminando.

Cuando llegaron al centro de la torre donde se entrenaban los sapos, una multitud de estos hacían un círculo. El soldado que se encontraba detrás de Grime se adelantó a este y exclamó: —¡Aun lado! ¡El capitán está aquí!

Entonces, todos al escucharlo se apartaron ocultando su llanto o sus lágrimas. Grime no los miró y solo se mantenía con la mirada al frente mientras caminaba llegando al centro del círculo.

En este se encontraba una manta cubriendo algo. Grime se acercó para agacharse un poco y levantar la manta. Cuando lo hizo, miró a dos sapos muertos.

—Percy...

El primero es un sapo de color verde claro con pequeñas manchas verdes a lo largo de los costados de su cuerpo; usa una armadura marrón y tenía un casco gris.

—Braddock...

La segunda era hembra, color violeta claro con manchas de color violeta en las mejillas y un vientre de color amarillo claro. También tiene el pelo rubio atado en un moño con un lazo de cuerda y lleva brazaletes de cuero y una armadura de hierro marrón.

Los dos con múltiples heridas de dagas en el pecho y estómago, Grime solo bajo nuevamente la manta y se des agacho para comenzar a caminar de vuelta de donde vino, pero se detuvo y miro a un soldado.

— Acércate — Ordeno con su voz que sonaba enojado dándole más razones al soldado a que se acercara. — ¿Qué mierda paso haya?

— N-no lo sabemos, todo era un caos nadie sobrevivo — Su voz tartamudéate se quebrantó un poco. — Encontramos sus cuerpos entre los cadáveres, estaban agarrados de las manos — El soldado se tragó su llanto y dijo...

— Pero, encontramos esto — Comentó mostrando una daga ensangrentada. — Esto era de Percy el hirió al enemigo señor... él se defendió hasta el final.

Grime miro la daga para después mirar al frente y decir: — Denle una digna sepultura

— ¡Si capitán!

Después de eso el soldado se fue a decirles a los demás y Grime nuevamente comenzó a caminar, pero no a su habitación si no a las celdas para ver a la prisionera.

En las celdas Grime caminaba entre ellas, casi todas están vacías menos la última, Grime se paró enfrente de esta celda y miró a su prisionera.

— Entonces, ¿no hablaras? — Pregunto fríamente, a la prisionera que estaba en las sombras de su celda.

Esta salió hacía la luz mostrando una cabellera rubia.

— ... —No dijo nada y se le quedó mirando desafiantemente esperando a que hiciera o dijera algo.

— Mhm — Grime llevó su mano derecha hacía atrás para sacar un zapato amarillo con blanco la rubia al reconocerlo se acercó molesta hacia los barrotes.

— ¡¿Dónde lo encontraste?! — Preguntó mientras agarraba los barrotes con fuerza por la ira.

— Soy yo el que hace las preguntas, ¿cómo te llamas?

— Sasha.

— Bien es un comienzo.

La ahora conocida como Sasha estaba muy molesta e irritada con Grime.

— ¿Qué eres?

— Una humana.

— {¿Humana?} —Pensó, mientras la miraba de arriba a abajo estudiándola. — y.... ¿de dónde vienes?

— De otro mundo llamado Tierra.

— ¿Viniste sola?

Sasha pensó un poco esa pregunta, después de varios segundos respondió.

— No...lo sé

— ¿No lo sabes?

— ¡Ya te contesté tus estúpidas preguntas, ahora contesta la mía!

Grime frunció las cejas demostrando que su tono no le había gustado, pero él no estaba de humor ya que tenía que asistir a un funeral.

— Mis hombres lo encontraron en los alrededores de la torre.

Sasha suspiro de frustración, al lado de ella había un saco de papas y Sasha se acercó a este para comenzar a golpearlo, todo esto enfrente de Grime.

— {¿Problemas de ira?} — Grime anotaba todo en su cabeza.

Entonces, cuando la rubia terminó de golpear al ahora saco de puré de papa se dirigió nuevamente al sapo.

—¿Cómo te llamas y que es este mundo?

Grime la miró unos segundos antes de contestar.

— Mi nombre es Grime uno de los señeros Toad y capitán de la torre sur — Habló indiferente para comenzar a voltearse para irse. — Y este mundo es Amphibia

Cuando terminó de hablar ya se había ido del lugar Sasha volvió a sentarse en las sombras pensando si en verdad una de sus amigas esta en este mundo.

¿Qué le espera a Sasha? ¿Qué fue lo que le pasó a Anne? ¿Dónde se encuentra Marcy? Quédate para averiguarlo porque esto es. Amphibia: el comienzo..