TW: ingesta de alcohol a menores de edad.

Cuando Maia logró alcanzar a Regulus, este ya estaba saliendo de los vestuarios después de haber dejado el material dentro. Maia sabía que Regulus no solía cambiarse en los vestuarios pues eso lo ponía de mal humor, así que no le sorprendió para nada y trotó para poder caminar a su lado.

—¿Va a estar en la fiesta? —preguntó, con normalidad, como si por dentro no estuviese nerviosa por la reacción de su hermano.

Después de cada partido de Slytherin se organizaba una fiesta en la sala común para celebrar o deprimirse por cuál sea que haya sido el final del juego y Regulus siempre estaba, aún cuando un par de años atrás él iba en tercer grado y sólo permitían que los cuartos años para arriba estuvieran presentes, él estaba. Maia conocía a su hermano incluso mucho más de lo que se conocía a sí misma y por experiencia sabía que dejar que Regulus pensara las cosas, se relajara y al otro día, cuando el tema estuviera más tranquilo, él se sentiría un poco en confianza como para contarle sus frustraciones. Era por eso que Maia decidió no interferir en la forma de actuar que le funcionaba a él y le hizo una pregunta que a su vista era casual.

Regulus amaba a su hermana como a nada más en el mundo, ella era la única que siempre estaba con él, quien lo escuchaba y apoyaba sin importar qué, así que agradecía enormemente lo observadora que ella era y le aplaudía el que supiera lo que él deseaba, así que se giró a verla con una mirada cálida, que era muy diferente a la que mantenía con el resto de gente y negó con la cabeza.

—Estoy cansado —respondió con honestidad, aunque él mismo se admitía a sí mismo que la respuesta era en parte cierta pero no era la única razón.

Maia decidió no insistir y confiar en su vaga excusa. Asintió y se acercó para tomar su mano, justo cuando se acercaban a la entrada del castillo, con el sonido de los pasos de los estudiantes que venían detrás de ellos.

—Sí cambias de opinión estaré gustosa de acompañarte en la velada, o en cualquier caso...

—Yo seré la gustosa de acompañarte —la interrumpió Megan y ambos se sobresaltaron pues no eran conscientes de que la rubia se les había unido unos segundos atrás —sólo escuché el final de la conversación. No se preocupen —se justificó aún sabiendo que no importaba pues Maia confiaba mucho en ella y Regulus confiaba en las elecciones de amistad de su hermana — por cierto, gran juego Black, te luciste. Vi como Marvin pateó tu escoba para que te distrajeras y él tomara la ventaja. No fue tu culpa, sabes que los leones son tramposos.

Regulus volteó a ver a la rubia con un indicio de sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

—Gracias

La rubia asintió sonriendo sin reservas y Maia miró entre los dos con el ceño ligeramente fruncido. Esos dos siempre la confundían.

***

James Potter estaba bajando las escaleras de los dormitorios con un sonrisa enorme y sonrió en grande cuando sus compañeros soltaron ovaciones dirigidas a él. Hizo ademanes con las  manos para calmarlos como si tuviera un poco de humildad. Y cuando llegó a la planta todos continuaron con las pláticas con sus amigos.

Sirius, que había bajado con él, lo guió hacia dónde estaba Remus y Peter.

—¡Ganaron! Que grande eres Cornamenta—lo felicitó Peter, que no había tenido oportunidad de decírselo antes.

—Gracias, colagusano —respondió James y se acercó a Peter para darle unas palmaditas en la espalda.

Todos estaban sonrientes, a excepción de Remus que aunque estaba contento por James y el equipo no podía dejar de pensar en un tema que le hacía mucho ruido.

—Oigan ¿No creen que lo que hizo Mcgonagall fue trampa? —dijo en voz baja, evitando que los que estaban a su alrededor los escucharan, aunque esto era muy poco probable porque la música muggle estaba un tanto elevada y la voz de los demás muy por encima de la de ellos.

Sirius borró su sonrisa y frunció el ceño hacia Remus.

—¿Por qué sería trampa? —inquirió.

—Literalmente empujó la escoba de tu hermano para que se atrasara y él pudiera tomar antes la snitch —aclaró sin sentir vergüenza, con mucha seguridad.

—Eso no fue trampa, fue una estrategia de juego, nada alarmante —interrumpió James, que estaba del lado de Sirius.

—Además no importa, a Regulus no le importa —dijo Sirius seguro —y el equipo de Slytherin ya está muy acostumbrado a perder. Nada grave —cerró el tema.

Remus mantuvo la expresión de duda pero no dijo nada. Peter miranda el ambiente que se estaba armando decidió intervenir.

—¿Por qué no vamos por algunas bebidas? —invitó y automáticamente el ambiente cambió.

James sonrió y le dio una palmada a Peter en la espalda. Juntos avanzaron hacia la mesa de bebidas.

***

Maia se quito el uniforme y bajó a la fiesta. Esta estaba en pleno esplendor pero Maia tuvo la ligera sensación de que estaría aburrida. Hace mucho que no se sentía bien en una fiesta.

Se acercó hacia un sofá donde Megan estaba sentada con Barty Crouch Jr, Evan Rosier y Michael Avery.

—No se supone que esto es una fiesta —preguntó Maia nada más llegando.

Evan se hizo a un lado para dejar que ella se sentara y terminó al lado de Michael.

—Está más aburrida que mi abuela —estuvo de acuerdo Avery.

—Es raro, perdimos y lo normal sería que estuviesen quejándose hasta por los codos. Pero está todo muy tranquilo —añadió Megan.

Maia miró alrededor en busca de su hermano, pero no lo encontró por ningún lado.

—¿Han visto a Regulus? —les preguntó.

—No bajó, se quedó en el dormitorio —respondió Evan —¿Por qué? —curioseó.

—Nada más —se puso de pie y miró a Megan —¿Me acompañas por algo para beber?

Megan hizo un puchero pero aún así se paró para seguirla.

Cuando llegaron a la mesa tomaron una cerveza de mantequilla. Megan la miró con preocupación pues supuso que ya estaba sobre pensando lo de Regulus y quería que ya no lo hiciera.

—Regulus estará bien —Megan trató de tranquilizarla.

—Lo sé, no estoy preocupada solo por él —respondió mientra bebía.

—Y entonces, ¿Sirius? —preguntó Megan, pues ya se lo imaginaba. Sino era Regulus era Sirius. Siempre era lo mismo.

—No sé si está saliendo con alguien, pero si sí, tiene que ser muggle. No me quiero imaginar las consecuencias pero solo pienso en eso. Juro que no puedo evitarlo —le contó a su amiga.

—No te preocupes, él está a salvo con los Potter.

—Lo sé, solo tengo miedo, puede pasar cualquier cosa —aclaró.

Megan frunció los labios, mientras veía a su amiga sufrir y miró alrededor de la estancia en busca de algo que pudiera decir para hacer sentir mejor a su amiga. No se le ocurrió nada pero cuando vio a Caspian, un compañero de casa, caminando hacia la salida de las mazmorras creyó tener una buena idea.

—Sígueme —le dijo a Maia y no espero a que esta reaccionara, tomó su mano y la jaló para que caminara.

—¿a dónde vamos? —preguntó sorprendida por la repentina invasión.

—Con Caspian —respondió sin dudarlo.

—Espera, ¿por qué? —se frenó exaltada.

—Él nos puede ayudar a entrar a la sala común de Gryfindor —le dijo impaciente, como si fuera lo más normal del mundo.

—¿Para qué? —preguntó aún más exaltada.

—Par a que veas a tu hermano ¿Para qué más? —preguntó obvia.

Maia se quedó en silencio, de momento no le parecía una idea descabellada. Estaba segura de que si los leones la veían se armaría una discusión pero por otro lado, estarían muy ocupados celebrando su victoria ¿cierto?

—De acuerdo, vamos.

—Pero corre porque Caspian debe estar adelantado —ambas amigas trotaron apresuradas.

Al salir de las mazmorras vieron que Caspian aún estaba afuera, recargado de la pared con aire aburrido.

—Oye, tú, Rhysan —lo llamó Megan y el susodicho se sobresaltó.

—¿Me hablas a mí? —preguntó confundido.

—¿Hay otro Rhysan por aquí? —respondió con dureza y Maia le dio un empujón —quiero decir, sí.

Caspian se separó de la pared y se puso rígido, con aire de no tener ni idea de qué estaba pasando. Maia y Megan eran chicas que nunca le prestaban atención, incluso él se había mentalizado que estaban muy por encima de él. Lo que era un poco triste pero ya estaba resignado.

—¿Qué quieren? —preguntó aclarándose la garganta.

—Tienes un hermano en gryffindor ¿verdad? —dijo Maia, estaba segura de que sí lo tenía, razón por la que no lo preguntó como tal.

—Sí —respondió Caspian pero sonó más a pregunta.

Megan miró a Maia de reojo, pero sabía que era muy raro que su plan fallara, así que decidió continuar.

—Te propongo un trato, ambos salimos ganando —ofreció Megan.

—¿Qué trató? —cuestionó Caspian que si antes están confundido ahora estaba el doble.

—Sé que eres malísimo en pociones, no entiendo cómo es que lo estás haciendo para tus EXTASIS —dijo burlonamente.

Maia la miró con reproche pero no le dijo nada. Caspian frunció los labios a la defensiva. Podían llamarlo como quisieran, aunque sí que les tenía miedo por quienes eran, no iba a permitir que se burlaran de él en su propia cara. Tenía orgullo y el que lo humillaran era un tema ilícito. Aunque esa no era la intención de las chicas.

—¿Y eso a ti qué te importa? —respondió este a la defensiva.

—Veras, necesitamos entrar a la sala común de Gryfindor y tú nos vas a ayudar a hacerlo, porque ahorita ibas a encontrarte con tu hermano ¿cierto?

—Olvídenlo, no voy a ayudarlas —se alejó de la pared y lanzó un vistazo a la puerta de las mazmorras.

—Espera —lo frenó Megan — te dije que era un trato, obviamente saldrás ganando también —sonrió cuando Caspian la miró interesado —Nos ayudas a meternos a la sala común de gryffindor y yo te hago la tarea de pociones por una semana —ofreció.

Caspian levantó la cabeza interesado y se la pensó durante unos segundos, pero terminó frunciendo el ceño.

—¿Por qué quieren entrar a la sala común? —cuestionó.

—Eso ya no es de tu incumbencia.

—Nada malo, lo prometemos —juró Maia al mismo tiempo que Megan. Ambas se voltearon a ver.

Se escuchó el ruido de la puerta abrirse pero como ellos estaban detrás de un muro, la oscuridad los tapaba por lo que no veían quién había salido.

—Amor, ¿Estás ahí? —se escuchó una voz hablar y los tres adolescentes se miraron con sorpresa. A Maia se le había hecho conocida la voz pero no recordaba de quién era.

—Mierda —Caspian maldijo con una palabra que Maia ya había escuchado decir por parte de su hermano Sirius y no era ninguna sorpresa pues sabía que Caspian era hijo de muggles.

—¿Ese no es...? —empezó Megan y la peli negra abrió los ojos cuando se dio cuenta de quién era la conocida voz.

—Caspian —la persona soltó una risita baja —se que estás ahí, no te escondas.

—Quédense aquí, por favor y no hagan ruido —les rogó en voz bajita y la chicas no supieron reaccionar, cuando se dieron cuenta él ya había salido de la oscuridad para dejarse ver.

—Aquí estoy —dijo.

—Perdón por hacerte esperar, Avery no me dejaba solo.

Maia y Megan decidieron sabiamente apretujarse en la pared para no ser vistas porque aunque la oscuridad funcionaba bien, aún era posible que las vieran. Megan vio a Maia con los ojos abiertos y susurró.

—Es Evan.

Maia asintió igual de sorprendida. Cambiaron sus expresiones a unas de vergüenza cuando escucharon el inconfundible trueno de un beso.
Megan soltó un ligero chillido divertido y Maia tuvo que taparla la boca con una mano.

—Ve a las cocinas, espérame ahí, tengo que ir a ver a mi hermano —dijo Caspian con el nerviosismo impregnado en su voz.

—De acuerdo ¿Estas bien? —respondió Rosier.

—Sí, sí, corre, es mejor si nos vamos separados, así nadie nos verá juntos, no nos vaya a descubrir alguien —dijo apresuradamente.

—Tienes razón, solo no tardes —se escuchó el sonido de otro beso y luego unos pasos alejarse.

Las chicas se mantuvieron escondidas hasta que el suspiro de Caspian se hizo oír.

—Eso estuvo cerca —susurró.

—¿Ya se fue? —preguntó Maia y la respuesta de Caspian fue un gruñido molesto. Ambas chicas se alejaron de la pared para acercarse a él.

—Guau, debo decir que eso sí no me lo veía venir —se rió Megan y Caspian se sonrojó, pero se notaba enojado.

—No tendrían que haber presenciado eso —les dijo con molestia, pero debió haber caído en la cuenta de algo pues cambió su expresión por completo —por favor no digan nada, sí alguien más se entera nos meteremos en problemas —les suplicó con miedo.

—Tanquilo chico, no nos interesa tu vida amorosa —Maia intentó tranquilizarlo.

—O sexual —acompletó Megan — aunque sí hace falta preguntar ¿Evan Rosier?

Caspian se volvió a sonrojar.

—No les incumbe —terminó el tema.

Pero Maia y Megan se vieron a los ojos cuando a ambas se les ocurrió una idea. No era algo moralmente correcto ¿Pero eso era realmente un obstáculo?

—¿Quieres que guardemos silencio? Perfecto, pero nos vas a ayudar a entrar a la sala común —negoció Megan y Caspian frunció las cejas.

—¿En serio?

—Sí, y lo de hacerte la tarea de pociones sigue en pie —tanteo.

Caspian suspiró pero terminó asintiendo.

—Está bien, pero ahora el problema será convencer a mi hermano de que las deje pasar, yo no me se la contraseña —les advirtió.

—De eso me encargo yo —respondió Maia.

—Síganme.

***

N/A:

Llegamos a las 1,500 lecturas. Muchas gracias en serio, no se hacen una idea de lo mucho que me emociona esto 🥹

Amistades, no tengo excusa por no haber actualizado. Solo quiero comentarles que el capítulo en un inicio era más largo pero decidí dividirlo en dos para que fuera otro. Ya está escrito totalmente.

La cuestión es que noté que las lecturas suben y los votos no, sé que no es obligatorio que voten pero sí algo que como escritora me hace ilusión y me deja la sensación de que les gusta lo que hago. Así que pensé en ponerles una meta: en cuanto lleguemos a los 5 votos en este capítulo, subo el otro. Les juro que el próximo vale mucho la pena 😏🔥

Solo será en esta ocasión, las próximas veces ya lo haré cuando pueda y sin necesidad de que llegue a una meta, pero en serio que quiero ver quienes me están leyendo.  Además hago acotación importante de que la historia ya está en el mero ombligo (aka a la mitad) incluso más adelantada.

También les abro la invitación a que comenten lo que piensan, si les gusta o si es una crítica negativa pero constructiva. O alguna reacción con la nueva actualización de wattpad, pero háganse leer, por fi.

me di cuenta que el capítulo anterior tiene más lecturas que el resto ¿se lo están releyendo? 😳
Les recuerdo que estoy en instagram como @lissxhayil

Eso es todo por mi parte, hasta la próxima.

Nos leemos.

-Lissxhayil.