Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

005. ꜰɪʀꜱᴛ ɢʟɪᴍᴘꜱᴇꜱ

Diciembre, 1975

—¿Es necesario que te arregles tanto?

Maia levantó la mirada de su reflejo en el vidrio y vio a su hermano y sus amigos adentrarse al compartimiento.

—¿Es necesario que invadas mi espacio?

—No te estoy invadiendo, solo vine a despedirme de ti —Sirius sonrió en grande y abrió los brazo con dramatismo

—Solo serán dos semanas, no es como si no nos fuéramos a ver por años, no exageres —Maia rodó los ojos, sin hablar en serio y volteó para ver de frente.

—¿Eso significa que si te unirás a nosotros en la casa de James? —Peter habló sin pensarlo y cuando sintió la mirada de todos sobre él, se encogió en su lugar —Yo solo decía.

Maia le sonrió y asintió levemente con la cabeza. No se cansaría de decirlo, siempre se identificaba con Peter y para mayor confusión  de James, era su favorito.

—Aún no lo sé, eso depende de cómo estén las cosas en casa, pero yo envío una lechuza en caso de que sí pueda —respondió, lo mád amable que pudo.

—Eh, ¿Crees que haya más posibilidades de que sí puedas o que no? —preguntó James mirándola directamente —Es lo que mis papás necesitan saber, para preparar un lugar para alguien más.

—No lo sé Potter, haré lo que pueda —James asintió y un silencio muy incómodo llenó la estancia —¿Ya tienen compartimento? —Maia terminó por preguntar.

—No, estábamos buscando uno cuando te encontramos aquí —respondió Sirius, negando.

Maia se burló en su mente, pues Sirius le había dicho que venía a despedirse de ella. No era la primera vez que descubre algo así.

—Pueden quedarse aquí, yo ya me voy con mis amigos —anunció y tomó su baúl para irse. 

Salió del compartimiento y se dirigió al que sabía que estaría su hermano junto a las demás serpientes. Cuando entró se encontró con su prima Narcissa, Malfoy, Mulciber, Avery y Regulus hablando animadamente. Narcissa al verla le sonrió y se hizo a un lado para hacerle un espacio en donde sentarse.

—¿De qué hablaban? —Maia preguntó cuando se sentó ya que con su llegada se quedaron un momento en silencio.

—De que Lucius y Narcissa se comprometerán cuando Lucius se gradúe —Avery respondió y la pelinegra abrió los ojos sorprendida y se apresuró a mirar a su prima que ya la miraba con una gran sonrisa en el rostro.

—Pero para que Lucius se gradúe faltan solo meses —fue lo que Maia logró decir.

—Lo sé, ¿Es mucho tiempo cierto? ojalá y no tuviéramos que esperar tanto —respondió Narcissa y Maia no se atrevió a decirle que se refería a que faltaba muy poco y no creía que fuera lo más conveniente.

—Y después de que nos comprometemos tendremos que esperar a que Narcissa esté graduada para que se lleve a cabo la boda —añadió Malfoy con disgusto.

—Bueno, al menos ya saben que estarán juntos, yo todavía no sé con quién me van a comprometer —dijo Maia intentando aligerar el ambiente, aunque no estaba del todo segura que haya sido un cambio de tema convenible para ella.

—Es obvio que con Avery o Mulciber, no esperes nada mejor —Lucius dijo con el veneno impregnado en su voz. Él sabía de las dudas que Maia tenía sobre seguir los pasos de sus padres y sospechaba que traicionaba a la sangre juntándose con su hermano Sirius y sus amigos. Eso lo hacía sentir enojado, nunca quiso que Maia lo hiciera.

Avery, al escuchar las palabras de Malfoy, sonrió orgulloso, una sonrisa que pasó desapercibida por todos, menos por Regulus.

—Ya veremos —completó Maia con una sonrisa falsa, sabiendo las intenciones ocultas de Malfoy.

Después de eso, no volvieron a tocar el tema y se pasaron el resto del camino hablando sobre lo que harían en esas vacaciones.

**

SE ACERCABA LA navidad.

Si le preguntabas a Maia qué opinaba sobre eso probablemente se encogería de hombros y cambiaría el tema. Eso tenía que ver con que durante toda su niñez la navidad era sinónimo de pretender junto a sus padres y ella comenzó a detestar la festividad. Pero desde un año atrás las vacaciones de navidad habían cambiado. 

Desde que su mellizo sirius se escapó de casa y se fue a vivir con su mejor amigo, todo había cambiado, comenzando por el hecho de que los maltratos impartidos por Walburga y Orión, al ya no tener al rebelde de Sirius, eran dirigidos a sus otros dos hijos. La vergüenza que los señores Black pasaron fue lo suficiente catastrófica como para que tuvieran más cuidado en la forma en la que controlaban a sus hijos. En pocas palabras eran más estrictos. Las amistades que Regulus y Maia tenían no ayudaban nada pues todos sus supuestos amigos se encargaban de contar todo lo que los hermanos hacían, incluyendo las veces que los veían hablando con Sirius, así que desde el final del quinto año de Maia, cuando en el verano logró perdonar a su mellizo por abandonarlos y su relación volvió a fortalecerse, todas las veces que hablaban se veían en la obligación de hacerlo a escondidas para no ser vistos por los demás. Ambos se querían evitar el riesgo. Entonces, la oportunidad perfecta para poder verse y fingir que eran hermanos normales era en las tan ansiadas vacaciones de navidad.

Los señores Potter eran tan amables que permitieron que Maia se quedara con ellos unos días antes de navidad, pues estos sabían lo importante que ella era para Sirius.

Así que ahí se encontraba, había viajado por red flú y acaba de aparecer en la sala de los Potter. Estaba pasando por un momento muy incómodo pues no había nadie ahí y le daba vergüenza llamarlos. Esa fue la desventaja de no haber avisado la hora en que llegaría. Contra toda vergüenza posible, se animó a hablarles.

—¡Ya llegué! — en el momento en que lo dijo se arrepintió por su elección de palabras, se dio cuenta de lo grosero que se pudo haber escuchado.

Se tambaleó entre sus pies y se sobresaltó cuando de la cocina salió Euphemia Potter limpiándose las manos. Al verla sonrió.

—¡Hola, querida! —se acercó a ella y cuando llegó se quedó parada, dudando, al final terminó por extenderle la mano para saludarla. Maia la tomó —Sirius está arriba con James, si quieres puedes subir a verlo, sirve que dejas tus cosas. En un rato estará lista la cena.

Maia asintió de acuerdo y se movió para subir las escaleras, cuando subió un par de escalones se paró, recordando que se le había olvidado algo importante. Se giró hacia Euphemia, que aún seguía planteada en el mismo lugar y le regaló una pequeña sonrisa.

—Gracias por recibirme en su casa, señora Potter —agradeció y cuando vio que esta murmuraba un "no hay de qué" bastante aturdido, continúo subiendo.

Euphemia se quedó unos segundos en un estupor entendible, pues era la primera vez que Maia le agradecía de forma amable, no malentiendan, la anterior vez también había agradecido pero solo había sido un "gracias" incómodo. Negó con la cabeza con una sonrisita tirando las comisuras de sus labios y regresó a la cocina.

***

Maia sostuvo su bolso contra sí, suspiró y tocó la puerta de la que sabía era la habitación de James. 

Se escuchó movimiento dentro, un golpe, una maldición y luego un James con el cabello húmedo abrió la puerta ligeramente, para ver quien era, cuando vio a Maia parada con una sonrisa tensa, se enderezó con nerviosismo y volteó a ver atrás para cerciorarse de que todo estaba en orden, aunque estaba seguro de que lo estaba pues se había pasado toda la mañana organizando para que se viera un poco decente. Cuando lo confirmó abrió la puerta por completo para dejar que pasara.

En el momento en que Maia lo vio sin la puerta de por medio, se quedó un momento paralizada. James no llevaba puesta la playera, estaba solamente con pantalones y tenía pinta de haber salido recién de la ducha. Se hizo a un lado, dejándole lugar para que entrara y Maia lo hizo, obligándose a no enfocar la mirada en el torso desnudo de James. Juraba que no quería verlo, pero era algo casi imposible de hacer. 

Cuando Maia se paró en medio de la habitación, la barrió con la mirada en busca de su hermano que no parecía estar cerca. James, dándose cuenta de esto, caminó hacia la puerta del baño.

—Se está duchando —aclaró cuando vio la mirada desconcertada de la pelinegra. Tocó la puerta y gritó — ¡Canuto! Tu hermana está aquí.

—¡Ya casi salgo! —gritó Sirius de vuelta.

Maia miró a James confundida por la forma en que había llamado a su mellizo, nunca lo había escuchado nombrarlo de esa forma y no lograba relacionar el mote con algo.

—¿Canuto? —preguntó Maia.

James volteó a verla y asintió inseguro.

—Sí, es solo un apodo cualquiera —aseguró, sin parecer del todo convencido y Maia rápido notó que no quería hablar del tema por lo que, sabiamente, decidió cambiarlo.

—¿También te duchaste? —cuestionó girándose para mirar la decoración de la paredes, que en su mayoría eran posters de equipos de quidditch y banderines con temática de Gryffindor. No era la primera vez que Maia lo veía pero nuevamente recordó la pequeña conversación que mantuvo con Potter en las vísperas de primer año.

—Sí, ¿por qué? —preguntó en voz alta.

—Tienes el pelo húmedo —Maia volteó a verlo de reojo y siguió viendo la pared, como quien no quiere la cosa —Y no llevas la playera puesta.

James bajó la vista y en cuanto notó que tenía razón se apresuró a ir por una al armario, con la orejas enrojecidas. Maia, notando esto sonrió divertida.

—Lo siento —se disculpó, avergonzado y Maia murmuró que no había problema —En lo que Sirius sale, puedes ir a dejar tus cosas, ya sabes donde te vas a quedar —propuso.

—De acuerdo —Asintió y volvió a salir, hacia donde sabía que estaba la habitación que le arreglaban.

Solo quedaba esperar a que su hermano saliese y estaba casi segura de que el resto de amigos de Sirius no tardarían en llegar. Incluso ya se habían tardado demasiado.

***

N/A:

Volví más rápido de lo que pensé. Considérenlo una actualización en compensación por todo lo que me he estado tardando en actualizar.

Ya tengo casi todos los próximos capítulos planeados y solo me queda decir ✨CAPÍTULO 8✨ ya casi se viene.

En el próximo les doy un anuncio que me emociona.

Si les gustó, no olviden votar. Me ayudarían muchísimo.

Nos leemos

-Lissxhayil.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro