Era día de San Valentín, un día especialmente dedicado para convivir con la pareja o con los amigos, un día especialmente dedicado para demostrar nuestro afecto a la gente que amamos.

Desde hace algunas semanas un rubio había tratado de buscar algo que realmente lograra sorprender a su Lady aquel día, no era como que él creyera que el catorce de febrero fuera especial, no, sino que ya desde hace tanto tenía unas inmensas ganas de decirle cuanto la amaba.

Ropa, zapatos, gorros, chocolates, flores, joyas; habían demasiadas cosas que podría obsequiarle pero él insistía en que nada de esto bastaría.

Suspiró rendido viendo al cielo, se preguntaba cuándo sería el día en el que al fin se animaría a confesarle sus sentimientos por ella. La conocía desde hace tres años y aún se ponía loco cada vez que la veía o escuchaba hablar de ella.

Apenas tenían un año de conocidos cuando ella finalmente había decidido confesarle su identidad, ese día fue el mejor para aquel gatito. Había sido sorprendente el haberse enterado que su amada había sido su mejor amiga, pero al correr del tiempo pudo irlo asimilando mejor.

Sujetó a su kwami y lo hizo ingresar dentro de su camisa; salió de su casa, necesitaba aire.

Después de una larga caminata por el parque, decidió descansar un poco en una de las verdes bancas de madera. Su mirada perdida en la nada y su rostro sin expresión alguna. Estaba estresado.

Al cabo de algunos segundos, una sonrisa boba se dibujo en su rostro. Tal vez, a pesar de no ser bueno con las palabras, una carta en dónde le expresara su adoración sería la elección correcta.

Llegó corriendo a su cuarto, arrancó una hoja de su cuaderno y tomó un plumón. ¡Qué mas daba la apariencia de la carta, lo importante era el contenido! 

Pensó una y otra y otra vez hasta que comenzó a escribir.

"Marinette:"

[...]

— ¿Adrien, estás aquí?—   Preguntó una chica de vestido azul mientras observaba a su alrededor volteando de un lado a otro y caminando a paso lento hacia una pequeña mesa blanca que reposaba en el centro de aquella habitación oscura—. ¿Para qué me citaste aquí en tu casa?— Preguntó—. Adrien, te estoy hablando gato idiota—. Mencionó molesta, sin hallar rastro de su compañero.

  — Jaja, tal vez debas leer esto si quieres saber que trama—. Sugirió Tikki, brindándole una diminuta carta a su portadora. Marinette le agradeció sonriente y sacó su celular para iluminar ese pedazo de papel. 

"Marinette:

Hace exactamente tres años y medio conocí a una hermosa chica talentosa, inteligente, astuta, amable, segura de si misma, entre otras cosas más que son asombrosas.

En un inicio sentía admiración por ella; era completamente increíble. Pero al cabo de un tiempo comencé a caer rendido a sus pies.

Me encantaba la forma en la que se molestaba conmigo por jugarle alguna broma, me encantaba cuando me seguía el juego de coqueteo, me encantaba como arrugaba su nariz y encarcaba las cejas mientras se trataba de concentrar. Era glorioso.

Mi chica misteriosa, eso era ella para mí. Una chica misteriosa de la cual torpemente me había enamorado. Pero eso si, hay algo que quiero aclarar: jamás sentí atracción alguna por la joven de la  máscara, sino por la que se encontraba detrás de ella.

Me hizo sentir el chico más dichoso cuando me citó una madrugada para decirme algo importante y, cariño, jamás imaginé que me fuera a confiar que la que se encontraba debajo de aquel disfraz era mi pequeña y dulce amiga.
Aún recuerdo su rostro cuando desactive también mi transformación, sorprendido.
Empezaba a desbordarse el agua de  sus inmensos ojos, tan azules como el océano, y estrechó su cálido cuerpo junto al mío, emanando de su suave piel una deliciosa  fragancia a vainilla y chocolate. Mientras tanto, yo me deleitaba de esa risa tan hermosa y tan peculiar que salía con un toque de elegancia de entre sus hinchados labios color carmín.

El tiempo pasó, ella y yo hablabamos más a menudo, todavía tartamudeaba pero ya no tanto, nuestra confianza incrementó y poco a poco nos fuimos volviendo más cercanos.

Aprendió cosas sobre mi que no sabía y yo aprendí más de ella.

No pude evitarlo, me enamoré de mi ángel... Otra vez.

Y esa chica, esa chica de la que tanto hablo eres tú mi bichito.

Te amo.

Sé que esto tal vez suene cursi, empalagoso o incluso insignificante por las múltiples veces que la gente lo dice sin realmente sentirlo, pero creeme que cuando digo que te amo hablo en serio.

Mi amor, si tan sólo mis sentimientos por ti fueran correspondidos de igual manera bastaría para volverme el gato más feliz sobre la Tierra. ¡Qué va! Del universo.

Eres lo mejor que me ha pasado en esta maldita vida y no sé que sería de mí sin ti.

Princesa, ¿me haría usted el honor de ser mi bella novia? "

Sus ojos estaban bien abiertos, cual platos extendidos y su boca haciendo una perfecta O al terminar de leer la carta.

Tiempo después, la azabache pudo por fin despegar la vista de aquel papel arrugado que tenía sujetado con fuerza entre sus manos, para finalmente dirigirla hacia al frente donde un nervioso y sonrojado rubio la miraba atento.

Él joven ingresó una de sus manos a su bolsillo y sacó una pequeña caja, acercándose más a ella clavó sus ojos en los de su contraria, en espera de alguna respuesta.

Minutos después, (cuando la oji-azul finalmente procesó todo) Dupain le sonrió; con timidez elevó su mano hasta la mejilla del rubio y lentamente se acercó para abrazarlo.

Reposó su cabeza sobre el hombro del Agreste y cerró sus ojos. Él acarició el lacio y sedoso cabello de la azabache [temblorosamente].

— Sí—. Le susurró al oído, parada de puntillas—. Sí quiero ser tu novia—. Entonces se separaron y él sacó un collar negro, brillante, en forma de un pequeño corazón que tenía grabadas las iniciales de ambos: M & A. Con cuidado removió su melena del cuello para colocarle ese pequeño detalle. Ella se giró hacia él, para quedar frente a frente—. Te amo.

— Y yo a ti—. Articuló alegre, quitando un travieso mechón de cabello del rostro de su amada mientras acercaba sus labios a los de ella y los sellaba en un esplendido beso.

FIN.

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Un pequeño y sencillo One-shot hecho con lof para ustedes.

Espero tengan un lindo catorce de febrero junto con su pareja (a menos de que sean unos viles solterones como su servidora, o sea yo :v ) amigos y familia.

Voten y Comentes gatitas.

Bye

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25 / Junio / 2018

ACLARACIÓN: Esta historia fue publicada por primera vez en mi anterior cuenta "MariiAgreste" el 13 de Febrero de 2017.