⎯⎯ .‧๛ 𝐇𝐔𝐅𝐅𝐋𝐄𝐏𝐔𝐅𝐅 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒,
an Harry Potter fanfiction written by A!
•:๛ this is the chapter four: Black lake༘
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— Me encantaría acompañarte, pero debo seguir con el patrullaje nocturno —extendió la antorcha para que pudiera tomarla.

— Oh, claro —murmuré.

Se fue alejando por el pasillo de piedra hasta que la luz de mi antorcha ya no me permitia verlo.

En el cuarto trate de no hacer alboroto para no despertar a las chicas.

Al sacarme la capa y dejarla extendida en el perchero, un pedazo de pergamino cayó del bolsillo de esta.

Lo abrí, es la segunda vez en el mismo día.

Esta vez, decía:

"Nos vemos en el lago negro mañana en la tarde"

¿Quién podría haber sido?

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El sol se elevaba por el castillo de Hogwarts, entrando así por las cortinas color amarillo que cubría la ventana de aquel dormitorio.

Instintivamente cuando el sol le golpeó los ojos, Raven los entreabrio.

— ¿Estas despierta? —preguntó Drey.

— Ah.. creo que si —murmuró quitando mechón de cabello sobre su rostro.

— Apresurate hoy habrá un juego de quidditch —la voz de Drey derrochaba emoción.

Baje por la escalera de la cama para ponerme unas pantuflas. Para cuestionarme ¿Por qué no me quedé en la cama?

Drey estaba terminando de pintarse unas banderas amarillas en ambas mejillas, eso sí que era espíritu de equipo.

Por mi parte, había olvidado por completo el juego de hoy, debía darme prisa.

℘

Una vez en el campo, estuve agradecida de no haber llegado tarde. Varios estudiantes aun corrían por todos lados mientras que otros aún no encontraban un sitio donde verlo.

No encontré a ninguna de las chicas, así que solo me mezcle entre las personas y tomé lugar en la mitad de las gradas.

El juego estaba por dar inició, sentía como mi estómago gruñia no tan sutilmente, no había desayunado nada.

Entonces escucha el sonido de la salvación.

— ¡Palomitas! —gritaron en unisono los gemelos Weasley acercándose.

Trataban de abrirse paso entre tanta multitud con sus palomitas bien en alto.

Después de empujones y una que otra palomita en el suelo, ambos se ubicaron uno en cada lado.

— Zanahorias —sonreí viendo de un lado a otro para así observalos a ambos.

— Creo que desarrolle un instinto para saber cuando tienes hambre, es útil —bromeó George mientras me pasaba una de sus bolsas.

De un momento a otro Fred sacó tres vasos de refresco del bolsillo de su chaqueta. A estas alturas es mejor no preguntar aveces.

Entre bromas y risas por el altavoz anunciaron el juego, eso provocó euforia en las gradas, gritos, silbidos y flamantes banderas se apoderaron del ambiente.

El amigo de los gemelos, Lee Jordan estaba en el altavoz animando el juego, presentando a los rivales de ese dia.

El día de hoy se enfrentarían Hufflepuff contra Slytherin.

Draco tomó su posiciónde buscado hoy, ansiaba verlo jugar, era un sensacional apasionado del quidditch y se preparó todas las vacaciones.

Los gemelos tenían unos gorros de Hufflepuff para demostrar su apoyo.

Quince minutos desde el inicio del partido, las escobas volaban a velocidad luz, elevándose por las alturas hasta inclusive desapareciendo entre nubes de a ratos. La delantera era de los tejones.

Luego del tercer punto los gemelos y yo habiamos inventado una especie de baile extraño de festejo, teníamos bastante coordinación.

No era alguien que adoras llamar la atención pero cuando estas con ellos, te sientes capaz de lo que sea, todos necesitan a los gemelos en sus vidas.

Draco y Cedric eran los buscadores encargados de capturar la snich dorada, ambos volaban perseverantes por alcanzarla, una vez que alguno la tomase, el juego acabaría sumándole treinta puntos al capturador, pero el ganador se determina por la suma total de puntos, no por quien atrapase la snich.

Cuarenta minutos pasaban, seis bolsas de palomitas estaban acabadas, hasta que porfin alguien había atrapada la famosa snich, una figura masculina se abría paso entre la neblina con la mano en alto, aun no podía verse de quien se trataba.

Hasta que porfin desendio más, todo el campo se lleno de aplausos y gritos de festejo, era Diggory.

— ¡Ganamos! —dijeron los gemelos mientras me sacudía uno de cada lado, ellos definitivamente se sentían unos Hufflepuff en ese juego, eran tan lindos.

Festeje con ellos para que luego se despidieran para ir a ver a Lee y felicitarlo por su buena conducción.

Camine un poco bajando de las gradas y la escuché.

— ¡Raveny! —ese apestoso apodo solo me lo decía ella.

— Liliam ¿Estas bien? —parecía agotada de tanto caminar.

— No te encontré hoy —explicó una vez que tomo un poco de aire.

— Estaba repleto —añadí.

Parecía preocupada por lo que estaba ocurriendo por el castillo le estaban pasando cosas malas a algunos estudiantes hasta dentro de Slytherin, y que Dumbledore había descubierto el uso de Magia negra en Hogwarts.

Eso me tomo por sorpresa.

Aún más si Liliam le daba tanta importancia. No era muy concurrente.

¿Quién estaba haciendo magia negra en Hogwarts?

Una vez cerca del castillo, me detuvé.

— Tengo algunos asuntos que resolver—hablé para que supiera que debia entrar sola, me miró confundida.

— Estas rara ¿Te hicieron algo? ¿Tu haces la magia negra? —pregunto exagerando.

— ¡Lili! —dije rápido— Claro que no —finalicé.

Hizo una mueca como si eso le tranquilízace.

— Alguien quiere verme en el lago.

— Bien, si no te veo en la cena, tendré por seguro que estarás flotando boca abajo en el lago —bromeó.

— Estaré aquí para la cena.

℘

El Lago Negro se encuentraba cerca de los Invernaderos y Jardines.

Era un lugar extraño, se sentía extraño.

Una vez que ahí, no había nadie. No que pudiera ver al menos.

Mire un poco el agua para tomar una roca del montón.

La apreté entre mis manos y la arroje al agua de lado, logré cinco golpes y luego el agua oscura agua la consumió.

¿Acaso había sido alguna broma? ¿Nadie iba a llegar?

Quince minutos habían pasado, estaba sentada en las rocas viendo un manecillas del reloj, decidida a irme se hicieron presente unos pasos junto a mi, la poca luz que ya quedaba daba a entender que el atardecer estaba cerca.

Se acercó más acortando la distancia entre nosotros.

Y porfin noté de quien se trataba, esa cabellera negra bien peinada y esos ojos profundos.

Tom Riddle.

— Viniste —dijo seco.

— ¿Si? —conteste confundida.

Se acomodo el cuello de la camisa y se desajusto un poco el nudo de la corbata color verde con escarlata, lo observe confundida.

— ¿Qué sucede, Riddle?

Suspiro cansado, algo le molestaba.

— Necesito algo —habló sin más haciendo pausa entre esas dos palabras. Como si le pesará decirlas.

— ¿Podría saber que?

— Necesito tu ayuda.

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