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Nunca es tarde

Después de escabullirse a su dormitorio de nuevo a altas horas de la noche, pudo dormir aún con algunas dudas en su cabeza. Supuso que solo durmió dos horas o menos cuando escuchó que había movimiento en el cuarto. Se tallo los ojos con pereza, los sentía irritados pero tenía que levantarse, igual, estaba acostumbrado a no poder dormir bien.

Un momento, pensó unos segundos, había caído en cuenta que en la semana donde había estado con Draco, había podido dormir a la perfección, cuando cerraba los ojos esas noches, solo tenía paz, no rondaba ningún otro pensamiento.

¿Sería por la amortentia?

Se levantó de su cama, fue a cambiarse pues él era de las personas que se daban una ducha antes de dormir, así que estaba listo para iniciar el día. Ron no había mencionado nada al respecto a sus probables sentimientos hacia Malfoy, lo prefería así, además de suponer que también sería incómodo para el pelirrojo hablar sobre ello. Caminaron hacia el comedor donde pudieron sentarse a desayunar, Hermione ya estaba sentada en la mesa, leyendo un libro mientras desayunaba cereal.

Tomaron asiento con ella, está los saludo y dirigió su mirada a Harry.

-¿Cómo estás, dormiste bien? -Preguntó de manera maternal.

-Sí... Bueno, no pude dormir mucho pero todo bien. -Agarró una manzana roja en sus manos y la mordisqueó, tenía tantas ganas de café pero los elfos no lo preparaban más que para los profesores.

-¿Ya solucionaste tus problemas con tus sentimientos? -Preguntó de forma normal mientras llevaba una cucharada de cereal a su boca.

Harry se atragantó con la manzana hasta escupir el pedazo y miró fulminante a Ron. -Lo siento, somos un equipo, tenía que saberlo.

-¿Y bien?

-No tengo nada que solucionar. No tengo problemas con mis sentimientos.

Hermione iba a refutar algo pero en eso, hizo aparición una voz aguda llamando a Harry tímidamente, mirándola, era Cho, la pelinegra lo miraba con pena, pidiéndole de forma implícita que si podía hablar con ella, el castaño lo captó y se levantó para hablar con ella.

Salieron del comedor, en el pasillo donde no había nadie más que ellos, está comenzó a hablar pidiéndole una cita, todo con tartamudeos, nerviosa claramente. Harry no sabía qué decir.

-Eh... Cho. -Llamó a la Ravenclaw pero está siguió hablando.

-No te preocupes por lo que pasó con Malfoy, me enteré que fue por la amortentia. -Dijo repentinamente la chica y como si lo hubiera invocado, Draco salió del comedor en dirección hacia ellos pero ni siquiera los miro, paso de largo, Harry se distrajo viéndolo, más cuando sus amigos salieron detrás de él.

-¡Draco, espera! -Gritó Pansy mientras lo perseguía pero se detuvo a tomar aire, justo al lado de Harry y Cho quién seguía hablando sobre quién sabe qué cosa.

Quería preguntar, tenía tantas ganas de preguntarles qué pasaba, por qué Draco se había ido de esa forma pero no encontraba la forma de hacerlo mientras Cho seguía hablando sobre que no había problema con el asunto de la poción de amor.

En eso, Pansy lo miró de reojo, con enojo. No se contuvo y aunque interrumpió a la chica, se acercó a la pelinegra se cabello corto quien lo miro con el ceño fruncido.

-¿Qué le pasó a Malfoy? -Preguntó con una disimulada preocupación.

-¿Y eso que te importa? -Dijo Theo quien se acercaba con los brazos cruzados con la chica, también Blaise quien lo miro con arrogancia.

-Lo vi salir del comedor apurado, se veía mal. -En su garganta se atoro el decir que así lo había visto cuando recibió la carta de su padre diciéndole sobre sus compromisos forzados y que lo había acompañado todo ese rato sujetándolo de la muñeca, sentados en las escaleras.

-Y digo ahora yo: ¿Y eso qué te importa? -Habló el de tez oscura acercándose a Harry de forma imponente, dando a ver la diferencia de altura, aunque Harry era claramente más pequeño que todos los presentes, hasta de Parkinson, menos de Cho quién miraba la escena bastante confundida.

-Yo... -No supo qué decir ¿Estaba preocupado? ¿Por qué debía estar preocupado? Mordió su labio inferior con frustración. Siguió pensando, recordando todo lo que había estado en su mente los últimos días, extrañaba a Draco ¿Quería a Draco?, Más bien ¿Amaba a Draco?-Yo creo que siento algo por él. -Admitió derrotado, mirando el suelo.

-¿Crees o realmente sientes algo por él? Necesitamos algo más que un "creo". -Habló Pansy, mirándolo desde arriba y con ojos entrecerrados, con cara seria al igual que sus amigos.

-Draco se irá de Hogwarts estás vacaciones de invierno y nunca volverá. -Confesó Theo, sus amigos lo miraron por un segundo pero volvieron su mirada a Harry casi de inmediato.

-Así que más te vale convencernos para decirte dónde está.

Harry sintió que el alma se le iba al piso, un repentino dolor en el pecho se precipitó, si Draco se iba, jamás volvería a verlo, se imaginó toda una vida sin él, sin ese rubio que le hacía imposibles sus días, que lo molestaba pero que también le daba besos, que evitaba llorar delante de las personas, el que le araño la piel y después se disculpó con él por hacerlo antes de dormir, quién le susurró que lo amaba de una forma que le quedaba grabado en la mente.

Ya había acomodado sus sentimientos en ese momento como si hubiera sido completado un gran rompecabezas.

-Me gusta. -Esta vez dijo convencido, estaba seguro, le gustaba Draco Malfoy, aunque quisiera negarlo.

Los amigos de Draco lo miraron, como si juzgarán si realmente merecía saber lo que pasaba.

-Esta en el lago negro.

Harry se sobresalto y sin saber cuándo, sus piernas comenzaron a moverse rápidamente, pero se detuvo para mirar a Cho quién ahora estaba con los ojos tan grandes como esferas.

-Lo siento, Cho, eres muy linda pero no puedo corresponderte. -Se disculpó, dejando a la chica en el pasillo, la cual finalmente sonrió, aún sino fuera con ella, quería que Harry fuera feliz, se dio media vuelta y se topó con los amigos de Draco, se sintió intimidada por un segundo.

-Tranquila, pequeña Ravenclaw, ven, vamos a subirte el ánimo. -Dijo de repente Blaise quien rodeaba su brazo por los hombros de la chica quien rió nerviosa. Pansy y Theo rodaron los ojos ante Blaise que no podía estarse quieto con cualquier chica. Los cuatro se fueron al comedor.

Harry corrió, paso el gran puente de Hogwarts, se tropezó algunas veces, sus manos se habían raspado por ello pero seguía levantándose para acelerar el paso hasta que finalmente, ahí estaba.

Había llegado al lago, vio la espalda de Draco, estaba sentado, abrazando sus rodillas, no tenía su túnica, solo la camisa de botones blanca, aún había nieve en el pasto, menos que cuando habían escapado a Hogsmade pero seguía estando frío el clima. Se acercó lentamente, notó como el rubio se tensaba al escuchar pisadas detrás de él.

-Oigan, estoy bien, no sé preocupen. -Respondió Draco sin voltear a verlo. Se acercó cada vez más hasta que ya estaba detrás de él. -No estoy mal, no voy a lanzarme al lago ni na-

Se interrumpió a sí mismo cuando se volteó, sus miradas chocaron, los ojos grises miraban con ojos abiertos a Harry mientras los ojos esmeraldas lo veían con algo que no pudo decifrar en su momento. Parecía como cuando estaba bajo los efectos de la amortentia. Cuando lo miraba con adoración.

Trago saliva. -¿Qué quieres, Ha-Potter? ¿Vienes a burlarte ahora tu de mi? -Preguntó con altanería, enderezó su espalda, quería verse imponente, arrogante, pero en sus ojos solo se veía el dolor pasajero que estaba en él. -Sólo déjame. -Volvió a darle la espalda y abrazando sus rodillas de nuevo. Esperaba que Harry se fuera.

Grande fue su sorpresa cuando escuchó cómo alguien se sentaba a su lado, lo miró contrariado. -¿Vas a burlarte? -Preguntó esta vez, más apagado, se notaba la tristeza en su voz. -Ya no me verás estás vacaciones, Potter, así no tienes que aguantar verme. -Cada vez, fue reduciendo los decibeles de su voz, hasta volverse un susurro. Miraba el lago, había movimiento, tal vez del calamar que habitaba allí dentro.

-No vine a burlarme. -Respondió al fin Harry mientras miraba al rubio, haciendo que este también lo mirara. -Draco... -El mencionado se sobresalto y sintió un calor en su pecho cuando escuchó su propio nombre de la boca de Harry, se regaño internamente por sentir aquello, iba a desviar la mirada hasta que vio como el castaño se quitaba su túnica, aquella que tenía el símbolo de Gryffindor y se la colocaba arriba de él, proporcionándole lo caliente que estaba gracias al calor de Harry. Apenas había notado que estaba sudando, bajo la mirada y se topó con las manos raspadas de Harry.

Sin poder pensarlo, tomo las manos entre las suyas, Draco tenía vendas por todas sus manos pero solo podía concentrarse en las lastimadas de Harry. -¡Pero qué te paso! Diablos, te vas a enfermar por estar sudando en un clima como este ¿Qué acaso corriste un maratón? Mira tus manos, tienes hasta la piel levantada. Vamos a la enfermería. -Ordenó Draco de inmediato, se iba a levantar pero las mismas manos raspadas de Harry lo detuvieron con cuidado de no lastimar sus mismas heridas. Lo miró confundido.

-Draco... -Llamó de nuevo, sintió de nuevo esa calidez, ese cosquilleo que le proporcionaba el chico delante de él.

-¿Qué? -Preguntó de forma tosca pero en un susurro, en uno que casi era un hilo de voz. Harry dirigió una de sus manos a la mejilla de Draco, extrañaba tanto cómo el castaño le tocaba el rostro, no pudo evitar cerrar los ojos, disfrutando el contacto pero miró al castaño. -¿Qué crees que estás haciendo, Harry?

Escuchar su nombre de los labios de Draco fue la confirmación final que necesitaba para avanzar, acercando su rostro al de delante, sintiendo su nariz rozandose.

-Me gustas, Draco. -Confesó con cariño, en sus ojos y en su tono de voz se notaba ello. Draco abrió los ojos sorprendido pero antes de formular alguna palabra, Harry se encargó de eliminar cada centímetro de distancia. Besando sus labios.

Se separaron de una forma lenta, disfrutando cada momento. -¿Estás seguro de eso? -Preguntó con temor el rubio. -Rompí el frasco que me diste ¿Aún así me quieres?

-Sí, aún así me gustas. -Volvieron a besarse sin cansancio, con total cariño.

Terminaron por recostarse, compartiendo pequeños besos, disfrutaban tanto ese momento. Finalmente, se quedaron abrazados en el pasto, Draco encima de Harry, con su cabeza recostada en su pecho y este acariciando su cabellera rubia.

-¿Sabías que me gusta mucho cómo te ves sin gomina en el cabello? -Preguntó Harry viendo sus rubios cabellos en el sol.

-Sí, también sé las distintas tonalidades que tienen en el sol o a la luz de la luna gracias a ti. -Respondió con una risa que se escapó de sus labios, Harry también rió.

-¿En serio te ibas a ir de Hogwarts para siempre? -Preguntó Harry con temor pero Draco se reincorporo rápidamente para mirarlo.

-¿De qué hablas? Nunca me iba a ir. -Tenía una ceja alzada.

-¿Qué? Tus amigos me dijeron... ¿Por qué saliste del comedor entonces? -Se recargo en sus codos, mirando a Draco con la duda plasmada en su rostro.

-Mi madre me envió una carta diciendo que convenció a mi padre de desistir de comprometerme con cualquier chica con buen estatus social y pura sangre. Lo amenazó con el divorcio. -Soltó una risa. -Quería un momento de paz. ¿Quién te dijo que me iría?

-Tu amigo, el castaño.

-¿Theo? -Draco pareció pensar algo y terminó soltando una risotada. -Ese idiota, es inteligente.

-¿Por qué?

-¿Hubieras venido corriendo a mi sino te hubiera dicho que ya no me verías? -Harry pareció darse cuenta y terminó riendo también.

-Por algo son serpientes.

Rieron un momento más y se besaron, mientras, en el comedor había unos Slytherin halagado por la idea a Theo.

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