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Frasco roto

Aún aunque él había sido el que había despertado con hambre, no se presentó al desayuno, todo apetito había sido desvanecido, no quiso ir a la sala de menesteres, no donde había compartido los pocos momentos que había estado con Harry. Fue a su dormitorio, sabía que estaba solo porque todos estarían desayunando, pero grande fue su sorpresa cuando encontró a Theo quien estaba leyendo un libro, el chico lo miró preocupado cuando notó que Draco tenía los ojos llorosos.

-¿Qué paso, Draco?- El chico se levantó de inmediato, dirigiéndose al rubio quien solo tallo un ojo con despreocupación.

-¿Yo? Nada, solo no dormí bien. Iré a dormir, Theo, les dices a los demás que no me molesten. -Dio una sonrisa y comenzó a caminar a su dormitorio pero la voz de su amigo lo hizo detenerse.

-¿Potter ya dejó de estar bajo los efectos de la amortentia, cierto?

Draco sintió sus ojos empañados, se alegró de estar dándole la espalda al chico para que no lo notará. Elevó los hombros como si nada. -Sí, debiste haber visto la cara de imbécil que puso al verme. -La burla le hubiera salido a la perfección de no ser que en las últimas palabras, la voz se le quebró.

-Draco...

El rubio no respondió, solo siguió caminando hasta llegar al dormitorio, se encerró, se metió en la cama y se tapó con las mantas hasta la cabeza, dispuesto a guardarse todo lo que estaba sintiendo.

No se dio cuenta cuando se quedó dormido, no supo cuánto tiempo había pasado hasta que escuchó unas voces fuera de la habitación, agudizó el oído para saber diferenciarlo.

-¿Esta muy mal? -Preguntó al que supuso que era Crabbe, ese chico podía parecer tonto pero no lo era, al menos en el aspecto emocional.

-Quiso aparentar que no pero... -No termino la oración, debía de ser Theo.

-Maldito cuatro ojos de mierda. -Maldijo Goyle, generalmente estaba calmado, hasta Draco se sorprendió aún debajo de las mantas. -El imbécil se pasaba por el comedor como si nada, hasta lo vi hablando con la Ravenclaw esa de segunda.

Draco se hizo ovillo en su cama, sintiendo que su corazón era apretado con una mano. La mano de Harry.

-Se hizo el que no nos conocía. -Habló Pansy con desdén. -Ya sabía que sería así, pero si hasta yo me sentí mal, Draco debe sentirse horrible.

Finalmente, entraron a la habitación, agradecía tener a unos amigos tan leales, al menos así no se sentía tan mal.

-¿Draco? ¿Estás despierto? -Preguntó Blaise. El rubio se removió en las mantas para dar a entender que si. -¿Cómo sigues?

-Mejor de lo que piensan. -Maldijo a sus adentros, la voz estaba tan ronca y decaída, que se notaba a kilómetros su mentira. -Sólo... Necesito descansar.

-¿Quieres hablar de ello? -Preguntó Crabbe.

Draco decidió destapar la manta de su cabeza, su cabello seguramente estaba hecho un desastre y su uniforme arrugado, además de su rostro rojo con ojos llorosos, debía ser una imagen lamentable del príncipe de Slytherin. -No...

-¿Quieres que hablemos del mundial de Quiddicth? Te lo perdiste por completo. -Sugirió Pansy con voz maternal, se sintió consolado y asintió. Sus amigos terminaron sentándose por todo el cuarto, Pansy junto con Goyle se sentaron en su cama, Theo, Blaise y Crabbe en la otra, comenzaron a platicar, distrayendolo, sin darse cuenta, disfruto del momento, agradecido de que sus amigos le dieran el espacio necesario pero sin dejarlo solo.

-Voy al baño, ya regreso. -Avisó Draco, sus amigos asintieron y continuaron platicando sobre lo atractivo que era Viktor Krum. Aunque la mayoría de ahí fueran heterosexuales, no era un impedimento para decir que si se casarían con él si llegara a proponerlo.

Entró al baño para lavarse la cara, quería quitarse las lagañas y las señales de que había estado llorando, sus amigos lo sabían pero no dijeron ni una palabra al respecto. Vio de reojo el frasco de Harry, ese día no había podido usarlo ya que se había duchado en otro lado. Lo tomó entre sus manos, con una pequeña sonrisa que se fue torciendo en una mueca por la fuerza que estaba haciendo para no llorar, no podía evitarlo cuando sintió sus ojos empaparse de lágrimas.

Se sobresalto cuando escuchó cómo tocaban la puerta y, sin quererlo, el frasco se resbaló, cayendo al suelo, saliendo disparados los trozos de vidrio por todos lados, sin importarle que cayera encima de sus pies descalzos, se agachó a recoger los pedazos de vidrio, sin percatarse de que estaba lastimandose los dedos, le sangraban y sus uñas se manchaban tanto de la crema como se su sangre.

-¿Draco? ¿Sigues ahí? -Preguntó Crabbe mientras volvía a tocar la puerta, dudoso, abrió la puerta del baño para toparse con un Draco lleno de lágrimas, con sus pies y manos estando rasguñados por los trozos de vidrio. -¡Draco! ¡¿Qué estás haciendo?! -Se agachó preocupado e intento sujetarle las manos.

-Lo rompí, lo rompí, fue un accidente, no quería. -Repetía el rubio queriendo juntar los pedazos. -No quería, se me resbaló, fui descuidado.

Pronto, todos sus amigos se acercaron al cuarto de baño, viendo cómo Crabbe intentaba hacer reaccionar a un Draco llorando y lleno de heridas. Todos sintieron como se les apretaba el corazón, Pansy junto con Goyle apretaron la mandíbula para evitar llorar. Ver a un amigo de esa forma es realmente traumático.

-Draco, cariño. -Susurró con amor Pansy después de controlar las lágrimas, no iba a derramar ninguna, no quería que Draco se sintiera peor. Se acercó a él, en cuclillas y agarro sus manos con amor. -Draco, Draco, mírame ¿Sí? -El rubio la miró, consternado, aún con lágrimas. -Todo está bien, no fue tu culpa enamorarte.

Draco callo sus lloriqueos, como si hubiera caído en cuenta de que estaba intentando recoger esos pedazos de vidrio roto como si fueran el mismo. Estaba tratando de recogerse, de juntarse.

-Yo... Yo ya sabía que pasaría pero ¿Por qué me duele tanto? -Preguntó con un hilo de voz, Crabbe se acercó para abrazarlo, Pansy también lo hizo.

Después de un rato, Crabbe ayudo a levantarlo y lo ayudo a sentarse en su cama. -Todo estará bien, Draco. El tiempo sana todo. -Consoló el chico corpulento.

-Sólo... Quisiera irme. -Susurró, sus amigos se miraron entre todos.

-Pronto serán vacaciones de navidad, Draco. Podrías irte con tus padres antes. Podemos hablar con Slughorn. -Habló Theo.

Draco asintió y termino de meterse de nuevo en las mantas bajo la mirada de sus compañeros de casa.

Terminaron por salir de la habitación, hasta Blaise que dormiría en la sala común para dejarle su espacio. Lo conocían, sabía que quería estar solo.

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