Había llegado finalmente la noche, Harry al final no había atrapado a Draco para darle las flores y recitarle el poema que tenía escrito, así que resignado, se encaminó a la sala común donde encontró a sus compañeros que lo miraban sin saber qué decir, Hermione había terminado por confesarles que había consumido amortentia por accidente y se había quedado flechado por Malfoy, era mejor que la mirarán a ella cómo la culpable por haber dejado sin supervisión los chocolates a que vieran a Harry avergonzandose sin explicación alguna. Al menos así, podrían burlarse de él después, sabiendo que fue algo que Potter nunca había querido.

Quiso ir a su dormitorio pero la puerta estaba cerrada, se extraño y noto que había un pergamino pegado en ella:

"No se permite la entrada a Harry Potter."

Extrañado, golpeó la puerta con sus nudillos, abriendo la puerta, se topó con Ron.

-Lo siento, Harry. Hicieron votación los de la habitación, nadie quiere que te quedes porque no nos dejaste dormir por la noche por estar hablando de Draco. -Se disculpó, rasco su nuca con nerviosismo. -Dijeron que podías quedarte a dormir en el sofá de la sala común hasta que se te quite el efecto de la poción, puedo quedarme a dormir contigo, no tengo problema.

Harry se quedó estático algunos segundos, estaba pensando en algo. -Bueno, les diría que no hablaré más pero me es inevitable. No pasa nada, Ron, duerme aquí, yo veré dónde pueda dormir. -Le dio una sonrisa, entro solo por su pijama y se marchó.

Al día siguiente, Ron se despertó temprano, se dirigió a la sala común para poder saber si su amigo había podido dormir bien pero grande fue su sorpresa cuando vió el sofá en perfecto estado, sin nadie en él. Fue a ponerse su uniforme rápidamente y fue a las escaleras donde salían las chicas de su dormitorio para esperar a Hermione quien salió al cabo de unos minutos, no evitó tomarla del brazo apresurado.

-¡Harry no está! Iba a dormir en la sala común pero no está, Mione, ¿Crees que vaya a hacer alguna de sus cosas? -Habló rápidamente mientras caminaba del brazo con la chica hacia el comedor, a buscar a Harry.

-¿Qué? ¿Por qué no iba a dormir en el dormitorio?

-Los chicos se enojaron porque no los dejo dormir.

-Oh, tiene sentido.

Ambos apresuraron el paso al comedor, escanearon todo el lugar hasta que vieron a Harry sentado, comiendo un par de uvas rojas, relajado. Soltaron un gran suspiro de alivio y caminaron para sentarse con él, saludándolo y pidiéndole una explicación de dónde estaba.

-No iba a dormir en la sala común, que pena que todos me vieran dormir.

-¿Tienes pena? ¿Qué no recuerdas lo que hiciste ayer con Malfoy? -Preguntó con ironía Ron, Harry se hizo el desentendido.

Desayunaron, hablando de algunas cosas de las clases, de esta forma, pareciera que Harry ya no estuviera bajo los efectos de la amortentia, eso hasta que hizo su entrada Draco.

-Es maravilloso. -Suspiro enamorado.

Hermione y Ron rodaron los ojos y siguieron comiendo, pasando el desayuno en calma, Harry había predicho de nuevo lo que desayunaría Draco y solo se limitó a verlo, hubiera seguido así de no ser porque en eso, varias lechuzas dieron su aparición, dejando cartas a los que les correspondiera, notando que Draco recibía una, abriéndola dispuesto a leerla, cuando termino, se levantó rápidamente, Harry se preocupó al ver que su rostro transmitía intranquilidad, se veía mal y salió del comedor bajo la mirada preocupada de sus amigos.

El castaño se levantó de la mesa de forma relajada para evitar que sus amigos lo persiguieran al suponer que iría detrás del rubio de nuevo, dijo que iría al baño y lo dejaron irse al ver que estaba tranquilo, pero apenas dio un paso fuera del comedor, corrió hacia dónde vio la sombra de Draco irse, doblando por algunos pasillos, por un momento, lo perdió de vista, casi dándose por vencido, escucho en unas escaleras, como alguien suspiraba cansado, se acercó y asomo su cabeza con lentitud para visualizar a Malfoy sentado, con la cabeza entre sus rodillas.

-¿Estas bien? -Dijo con una voz que parecía un susurro para evitar asustar a Draco, pero fue inevitable, el rubio dio un sobresalto y lo miró asustado pero después convirtió su mirada en una recelosa.

-¿Qué quieres, Potter? Hoy no estoy de humor para ti.

Harry negó con la cabeza y se acercó, se sentó unos escalones más abajo de Draco y recargo su cabeza en la pared, mirándolo. El rubio debatió si irse o no, pero no quería buscar otro lugar para esconderse o terminar topándose con sus amigos que inevitablemente lo consolarian y lloraría. Odiaba llorar. Resignado, volvió a llevar su cabeza entre sus rodillas, respirando con dificultad.

-¿Puedo preguntar qué tienes? -Preguntó tímidamente Harry, mirándolo preocupado.

-No.

Potter guardo silencio, tan solo acompañándolo y escuchando la respiración entrecortada de Draco, hasta pasados unos minutos, el rubio no escucho nada más, así que levantó la mirada, esperando encontrarse solo, pero se sintió extraño cuando vio que Harry seguía allí, acompañándolo.

-¿Ahora puedo preguntar qué tienes?

Draco suspiro. -¿Por qué te importa?

-Me preocupe porque te vi mal después de leer la carta que te llegó. -Respondió bajando la mirada, no quería que Draco pensará que lo estaba acosando o algo así. -Sólo quería saber si estabas bien, no te acoso ni nada, solo me preocupé.

Draco llevó su barbilla a su rodilla derecha, mirando a Harry de una forma extrañada. -¿Sabes que todo eso es solo porque tomaste amortentia?

-Me lo dicen mucho mis amigos, pero no sé, no siento que sea la amortentia. -Respondió con sinceridad, conectando sus ojos verdes a los grises. Draco dió una pequeña risa con ironía. -Puedes contarme, en dado caso que sea por la amortentia, después del efecto, no tendría la cara para juzgarte después.

Draco pareció analizar sus palabras con rostro pensativo, mordió su labio inferior al sentir que la boca le temblaba. Miró hacia el techo para evitar algunas lágrimas.

-Es algo tonto. -Dijo de forma lastimera. Harry no dijo nada, pero transmitió un implícito "cuéntame." -Sólo me siento presionado ¿Bien?, Mi padre no para de enviarme cartas sobre compromisos con chicas, ¿Sabes lo raro que se siente que me pueda terminar comprometiendo con mi mejor amiga solo porque es lo mejor para mi familia? -Rascó su brazo de forma nerviosa, como si fuera un tic. -Claro, Pansy es linda, pero no quiero atarme a alguien. Me siento ahogado, es algo tonto, siempre supe que esto pasaría.

Harry lo siguió mirando, notando como Draco se reía de sí mismo y aplicaba más fuerza al rascarse. Draco solo sintió como una mano sujetaba su muñeca, no de forma brusca, sino con delicadeza, con una gentileza que lo hizo voltear a ver a la persona que lo hacía, topándose con Harry que lo miraba con unos labios apretados.

-No es algo tonto, Draco. No lo digo porque este bajo amortentia, pensaría lo mismo aún sin ella, es algo seguro. -El mencionado pudo haber retirado la mano pero no lo hizo, solo bajo los párpados, intentando regular su respiración.

No supieron cuánto tiempo había pasado, Draco se sentía relajado con los ojos cerrados y el calor que emanaba la mano de Harry que no se había retirado de su piel, sabía que el castaño lo miraba pero no refutó nada.

-¿Draco? ¿Dónde estás? -Escuchó como Blaise lo buscaba, seguramente unos pasillos a lo lejos.

Abrió los ojos, chocandose con la mirada fija que le daba Harry, apenas se había dado cuenta que este había subido más escalones, estando más cerca, observó por unos segundos los ojos esmeraldas, se conmovió al saber que lo miraba con cariño, se sintió bien.

Giró la cabeza al darse cuenta de lo que estaba sintiendo y se levantó bajo la mirada del castaño. Se sacudió su túnica.

-Más te vale que nunca digas nada, Potter.

Harry sonrió con ternura. -Nunca, Draco.