Speak Now
Harry se encontraba afuera de una iglesia hermosa estilo rococó, la hermosa decoración claramente tenía aires francés, del tipo de aires que le daban un aspecto aún más elegante y lejano de los simples mortales de lo que ya lo tenía. El único hijo de los Potter maldijo en voz baja mientras recargaba su rostro en el volante del automóvil color rojo que su padrino le regalo por su cumpleaños veintiuno alegando que todo joven adulto necesita uno incluso si tienen escobas un buen auto es un sentimiento totalmente diferente.
— Entonces entras por la ventana de arriba, creo que tiene un hechizo protector así que tendrás que trepar por la enredadera de allá — señaló su Sirius que estaba sentado en los asientos traseros.
— Eso es muy peligroso Sirius, además Harry está invitado a la boda, no tiene necesidad de arriesgarse a romperse un brazo — Remus también estaba sentado atrás.
— ¡Moony! ¡le quita los divertido a la vida, te das cuenta que estamos por robarnos al novio!
— Concuerdo con Sirius — agregó James que ocupaba el último asiento disponible de la parte trasera del auto.
— Irónicamente y aunque sería genial que Harry hiciera algo tan dramático como eso estoy de acuerdo con el profesor Lupin — Ron había puesto atención a la altura de la ventana y si era demasiado arriesgado subir, este se encontraba sentado en el asiento del copiloto.
Harry se preguntó como era posible que llegarán a esa situación. Su amado ex novio estaba por casarse con una chica que sólo había visto un par de veces durante su tiempo en Hogwarts. Astoria Greengrass, para ser más exactos. Tan solo ayer había invitado a Ron a su casa para contarle que Draco estaba a punto de casarse y que nunca más podrían estar juntos, decir que estaba deprimido sería quedarse cortos, el pobre Potter parecía que moriría en cualquier momento; no sabía cómo sucedió pero Sirius escucho esa charla y le contó a James y Remus, entonces de la nada ya estaban planeando como robarse al novio el mismo día de su boda.
Miro el auto lleno y se cuestiono que haría si de verdad Malfoy accediera a huir con él, ¿donde diablos lo metería? ¿podría meter a Sirius en la cajuela y pasar a Ron al asiento trasero?
— Yo diría que entres para ver la situación completa — recomendó Ron a lo que todos los demás asintieron, no era mala idea.
— ¿Qué tal me veo?
Vestía un traje negro con detalles rojos en los puños y una corbata a juego. Su cabello casi siempre imposible de peinar se había aplacado ante los tiernos tratos de Remus y Lily que no dudaron ni un segundo en ayudar al chico a peinarse. El traje había sido un regalo de Sirius y James los cuales habían argumentando que cuando todo saliera bien hoy tendría que usar ese traje el día de su boda con Malfoy en señal de victoria.
— Excelente, excelente, ahora ve y arruinale el evento a Lucius — Sirus sonrío ante las palabras sus palabras pero el resto de los presentes arquearon una ceja en respuesta, optó por aclarase la garganta —digo, ve por Draco, todo saldrá bien hijo.
— Bien, voy.
Harry salió del auto mientras sus pasos resonaban en el asfalto, Hermione era la única que no sabía del plan, ella naturalmente hubiera dado una relación más racional como mandarle una carta a Draco para expresarle como se sentía y que la decisión quedara totalmente en el antiguo Slytherin, no crear un mega alboroto. Pero repito, Hermione no estaba ahí, en su lugar estaban los merodeadores y Ron, acaso ellos sabían lo que significa "discreción" por supuesto que no, Remus era el más consiente de todos pero al ver a su adorado ahijado tan deprimido no pudo pensar de manera racional y termino por seguirle el juego a Sirius a James, al igual que durante su juventud.
Potter no entró directamente en la iglesia sino que comenzó a dar vueltas por los alrededores. Su paso era pausado mientras ponía mucha atención a todo, por fin pasó por una especie de ventana donde vio un grupo enorme de chicas vestidas con vestidos de colores pasteles, entre ellas una azabache resaltaba por su expresión harta mientras otra chica (increíblemente hermosa) vestida de novia les gritaba algo que no lograba entender, sus ojos y los de Parkinson se encontraron, ella sonrío mientras salía de la habitación.
En unos cuantos minutos Pansy llego, un vestido amarillo demasiado claro para el tipo de ropa que solía usar resaltaba en su cuerpo. La chica llevaba un maquillaje de tono rosa muy ligero, otra punto de sorpresa pues ella siempre usaba colores fuertes y vibrantes para decorarse.
— Potter — lo llamo — ¿viniste por mi Draco?
— Yo...
— ¡Maravilloso! Imagínate a Draco y Astoria casados, iu. Tiene pésimo gusto, me obligo a usar este estúpido vestido y maquillaje insípido. Yo quería ser padrino de Draco pero ella alegó que todos los padrinos deberían ser "hombres" y me obligo a ser su madrina. ¡Yo se que si hubieras sido tú hasta Granger sería tu padrino!
El río, era cierto que Parkinson y él no eran mejores amigos pero tampoco se llevaban mal. Al inicio todo había sido incómodo pero después de salir con Draco durante cuatro años, él y la chica se hicieron amigos, podían tener una charla e incluso decirse algunos chistes o bromas entre ellos.
— Tienes que sacar a Draco de aquí, él ni siquiera se quería casar, su padre lo está obligando por el bien de "la familia". Aparentemente los Greengrass tienen un negocio muy importante y Lucius Malfoy quiere entrar así que esta usando a su hijo de moneda de cambio — contó molesta — Theo, Blase y yo estábamos desesperados por evitar esta boda y entonces se nos ocurrió enviarte una invitación.
— Claro, nunca permitiriamos que nuestro mejor amigo se casé por algo que no sea amor.
— Pero él me dejó.
— Potter ¿eres idiota acaso?¿no sabes atar cabos o qué? Olvídalo, Griffindor tenías que ser, Draco termino contigo hace seis meses y se está casando porque su padre0 prácticamente se lo exigió — Harry hizo una "o" con su boca mientras Parkinson rodó los ojos — ¿Qué vas a hacer al respecto?
— Pensaba usar "hable ahora o callé para siempre"
— Eso es tan Griffindor, ¡me encanta! — sonrío emocionada mientras le daba un golpe en el hombro — bien tengo que seguir con esta farsa, cuando sea el momento no lo eches a perder.
Sus ojos se movieron a la entrada donde notó que una gran cantidad de personas pasaban por la puerta de la iglesia para tomar sus respectivos lugares en el evento, sin pensarlo mucho hizo lo mismo asegurándose de enseñar su invitación al ingresar. Busco un lugar que no estuviera muy lejos de la primera fila pero tampoco tan cerca para que alguien notará su presencia.
La música comenzó a sonar, Draco entró, su Draco entró, vestía un traje negro con detalles en blanco, se veía muy nupcial cosa que le produjo una cierta incomodidad en el estómago, no negaría que su chico se veía bien, su chico siempre se veía bien, sin importar que usará o como lo usará pero pensar que SU chico estuviera esperando en un altar a alguien cuando claramente Harry debería esperarlo a él, mientras Malfoy hacia una de sus clásicas entradas dramáticas le revolvía el estómago. El ministro pidió que se pusieran de pie mientras las madrinas y los padrinos entraban cuál desfile de modas, las chicas de colores pastel y los varones con trajes negros, al final de todos ellos una chica con un vestido blanco bombacha era llevada por quienes él imaginaba eran sus padres.
Todo el parloteo le pasaría demasiado aburrido para poner atención pero cuando Draco dijo acepto algo hirvio en su interior, no lo negaría, estaba molesto, pero no era el momento para hablar de eso.
— Si alguien se opone a esta unión que hable ahora o callé para siempre.
Harry se levantó de su asiento sin titubear mientras su mano estaba levantada en el aire. Las miradas de todos a su alrededor estaban horrorizadas, cada uno de los presentes (dejando de lado a Narcisa, Pansy, Blase y Theo que tenían enormes sonrisas decorando sus rostros) podría ser una pintura incomoda de ver. Draco estaba en blanco.
— No soy el tipo de chico que interrumpiría groseramente una ceremonia de velo de una novia, pero no eres el tipo de chico que debería casarse con la chica equivocada, así que no digas que si, huye ahora — sonrío provocando un grito por parte de Lucius que honestamente no podría interesarle menos — Draco huye conmigo ahora.
Malfoy vio a sus padres, una mujer sonriente y un hombre muy ocupado gritándole a Potter para ver a su madre darle un asentimiento. Sin dudarlo comenzó a correr y tomó la mano de Harry, ambos salieron de la iglesia corriendo a una velocidad bastante rápida mientras un montón de personas intentaban detenerlos y la novia gritaba desesperada.
Llegaron al auto donde Ron estaba acostado sobre las piernas de todos los ocupantes de asiento trasero, Harry río, habían pensado todo eso era seguro. Malfoy subió al asiento del pasajero mientras Potter al del conductor, encendió el auto y aceleró lo más rápido que pudo.
— ¡Arruinamos el evento de Lucius! — grito Harry.
— ¡Viva! — Celebraron Sirus y James mientras que el resto solo se dedico a reír.
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