Mixe tenía poco más de doce años, su relación con su padre seguía igual, a pesar de que este trataba continuamente de convivir con él, simplemente no valoraba su esfuerzo.

- ¡Mixe! Te traje un regalo- le dio dos cuadernos.

- ¿Y para qué son?- preguntó desinteresado, no le gustaba su compañía.

- Uno es para dibujar y el otro para escribir, sé que te gusta la escritura y el dibujo, pensé que podías utilizarlos.

- Gracias, pero el tío Trolli.exe ya me dio unos, además de colores, lápices y un libro lleno de ideas al respecto- era mentira, pero no quería obsequios de su parte, prefería aceptar los del exe de cabellos negros.

- Ah, ok, entonces te daré otra cosa, solo dime qué quieres- se sentía nervioso, tenía miedo de que su propio hijo lo odiara.

- Quiero que te vayas, me gusta la privacidad, es relajante- respondió con una mirada fría.

- ... Está bien, cualquier cosa me llamas, puedes contar conmigo.

- ¿Cualquier cosa? En ese caso quiero que te alejes de mamá, no le conviene estar con alguien como tú.

- ...- suspiró frustrado- Lo siento, pero amo demasiado a tu madre, él es... Perfecto, si lo dejo le haría daño y prometí no lastimarlo.

- Si lo amaras lo dejarías ir.

- Al amarlo hago lo que es mejor para él, si me lo pidiera yo lo dejaría, pero por suerte mis sentimientos son correspondidos.

- Puedes dejar de fingir, primero lo arrebataste de las manos de mi tío y después finges ser un buen esposo.

- ¿Fingir? ¿Por qué crees eso?

- Lo he escuchado gritar en tu cuarto y pedirte piedad- lo que él no sabia era que era otro tipo de piedad.

- Eh, no es lo que crees- estaba sonrojado- solo jugábamos.

- ¿Y cuando te decía que dolía?

- ...- estaba más que rojo, los recuerdos de sus encuentros nocturnos venían a su mente- puedes preguntarle a tu mamá, te dirá que no le he hecho nada.

- ¿Me crees ingenuo? Seguro lo amenazaste.

- ¿Amenazarlo con qué? Es el exe más poderoso del universo y tiene a su poder el arma más fuerte de todos los tiempos, si quisiera me asesinaria.

- No lo sé, pero llegaré a la verdad de todo esto.

- ¿Esto es por tu tío? No tienes que hacer todo lo que te diga.

- No es solo por eso, ahora vete o lo hago yo.

No tuvo más opción que retirarse, no quería molestarlo de más, volvió a su habitación y sacó una foto de su familia, no sabía qué hacer.

- ¿No funcionó?- miró atrás, su esposo de ojos rubí había entrado.

- Sabes bien que a las personas no se les compra con dinero.

- El regalo no era para ganar su confianza, solo necesitabas una excusa para acercarte.

- Bueno, descubrí dos cosas.

- Te escucho.

- La primera es que es muy inocente, la segunda es que nos ha escuchado teniendo sexo y piensa que te golpeo.

- ...- el pelaje de la cara del exe se había vuelto rojo.

- Deberíamos ser más cuidadosos con nuestros "juegos"

- No cambies el tema, debemos hacer algo al respecto.

- Empiezo a creer que no tiene solución.

- No digas eso, se parece a mí, solo hay que ser pacientes y honestos.

- Está bien, cualquier cosa por ti.

- Siempre te preocupas por mí, deberías pensar en ti.

- ¿Para qué si mi único propósito en esta vida es hacerte feliz?

- ¿Y si me voy un día?

- ...

- Lo siento, no debí decirlo así.

- Mikel... ¿Tú alguna vez pensaste en dejarme? ¿Pensaste en irte con Trollino.exe? ¿En utilizarme?

- Debo admitir que era mi plan desde un inicio, sin embargo, poco a poco me deshice de esa idea.

- ¿Y si Mixe es más feliz si me voy?

- Si es así será infeliz toda su vida, no me pienso separar de ti, te amo y nada ni nadie cambiará eso, te alejé de mí una vez, no cometeré el mismo error.

- Cualquier cosa que decidas está bien, siempre te apoyaré.

- Eres tan comprensivo, simplemente perfecto, a veces creo que eres solo un sueño creado por mi mente.

- Entonces ojalá y no despiertes~

Se dieron un beso lleno de amor, amaban esa calidez y la sensación de que sus corazones latieran al mismo tiempo y sus respiraciones se juntaran.

Se amaban, esa era la verdad.

- Mamá, Mikeno se puso uno de tus suéteres- se quejó Mandy interrumpiendo el momento romántico.

- No te preocupes, ni siquiera lo utilizo, además de que seguro le queda mejor a él- vio la cabeza del de ojos bicolor asomándose.

- Lo siento por tomarlo sin permiso- habló el niño asomándose por la puerta, al verlo quedó encantado, se veía adorable, era como ver a Mikellino modo uke.

- Te pareces mucho a tu padre- opinó.

- ¿De verdad?- sonreía ilusionado.

- Si, solo que más adorable, tu padre se ve ridículo usando esas cosas- rió.

- Eso no es cierto- reclamó el mayor.

- ¿Te recuerdo lo del mandil?- reía más al ver la reacción penosa de su pareja.

- Bueno bueno, eso quedó en el pasado, solo fue una vez- decía avergonzado, aunque debía admitir que disfrutó todos esos momentos con el exe.

- Tengo una propuesta, vayamos a divertirnos un rato, llamen a Mixe y pasaremos la tarde en familia- propuso el de capa roja.

Todos fueron juntos a disfrutar de ese momento, quizás la relación entre todos no era la mejor, pero al menos se apoyaban aunque fuera un poco.

En el transcurso de la tarde el exe trató de unir más a Mixe con su esposo, lamentablemente nada funcionaba y el de corona era quien pagaba las consecuencias recibiendo insultos, quejas o empujones.

- Mixe ¿Podemos hablar?- se animó a preguntar su padre alejándose del grupo.

- Preferiría cortar todo tipo de comunicación contigo, pero por esta vez aceptaré- lo siguió y terminaron ligeramente apartados.

- Escucha, eres mi hijo y te quiero como no tienes idea... ¿Tú también?

- Jsjs, ya quisieras tener mi cariño, lo único que siento hacia ti es desprecio y desagrado.

- Podemos llevarnos bien, por el bien de tu madre.

- Mi madre estaría mejor lejos de gente como tú, aunque parece que soy el único que entiende eso.

- Si lo crees así habla con él, yo estaré dispuesto a dejarlo si es lo que quiere.

- No es tan fácil, es algo ingenuo, luego me encargaré de que su "amor" se acabe- una vez acabó de amenazarlo se retiró a jugar con sus hermanos.

Era solo una amenaza de un niño, un niño muy inteligente y perseverante, alguien que se volvería un problema y a la vez una solución.