Una tarde de verano, Trollino iba caminando directo a su hogar, después de está jugando con Timba, Mayo y Rius al escondite.

Dejó de estar con ellos ya que su madre le había llamado para ir almorzar.

Cuando iba caminando, no pudo evitar de observar a un chico que estaba solo, viendo como los demás niños jugaban.

Su mirada estaba sería y perdida en los demás, pero era serena.

El azabache se acercó a el y le preguntó .- ¿por qué estás solo? -. El rubio al escucharle le observó directamente y quedó callado por un tiempo.

.- pues... -. Susurró .- ellos dicen que soy extraño -. Trollino iso una mueca y contestó.

.- Si quieres ven a jugar conmigo -. Dijo sonriendo, al parecer ya no le importaba si su madre le retaba.

El rubio sonrió animado .- o-ok -.

Finalmente ambos comenzaron a jugar.

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