24. Primavera
- ¡Wow, las flores de cerezo son tan hermosas! - dijo emocionada Shinobu mientras se adelantaba un poco del grupo de su familia, aunque con dificultad, ya que su kimono no le permitía moverse con mucha libertad - Mira nee-san, este año están floreciendo un poco antes de lo habitual.
- No te separes mucho Shinobu - respondió Kanae un poco preocupada - hay mucha gente y sería fácil separarnos.
Las chicas se encontraban caminando alegremente ya cerca de donde se realizaría el festival de verano al que Kanao había logrado invitarlas. Aunque Kanae había querido ir con todas, las pequeñas Sumi, Kiyo y Naho se encontraban viajando con sus padres, así que ese día solo serían las cuatro con Aoi, todas se veían muy contentas por aquel gran evento e iban yendo al ritmo de una gran multitud que también se dirigía hacia donde se realizaría el festival, se podían ver grupos de familias, amigos y parejas alegremente caminando. Mientras Shinobu y Aoi iban de aquí para allá mirando a la gente con sus vestimentas o el hermoso paisaje, a pocos pasos por detrás se encontraba Kanae llevando a la pequeña Kanao de la mano.
Shinobu vestía un kimono color durazno decorado con diferentes tipos de hojas que variaban entre negro, rojo y amarillo pálido, mientras su cinturón era de color beige; Aoi llevaba un hermoso kimono color azul cielo decorado con grullas blancas y con un cinturón color gris, mientras que la pequeña Kanao vestía un kimono color negro, decorado con mariposas de color azul y violeta en tonos claros y oscuros que casualmente representaban a la familia Kocho, por último Kanae, que aunque había encontrado varios diseños que le gustaron mucho, al final no terminó comprando ninguno, ya que desde hace tiempo quería usar su kimono favorito, uno que en el pasado había hecho juego con el que le pertenecía a su difunta madre, era un bello kimono color rosa, con decorado de flores de cerezo y loto, tenía un par de franjas amarillas que lo atravesaban por el hombro, mientras que su cinturón era de color naranja claro. La mayor de las Kocho era la única que se había puesto un poco de maquillaje, un suave labial color rosa que hacía juego con su vestimenta.
Las chicas llegaron al gran Torii, que demarcaba la entrada del gigantesco templo, cuyas instalaciones habían sido prestadas para dar lugar al festival. De repente, Shinobu sintió como alguien le tomaba de sus axilas y la levantaba bastante alto, asustándola un poco.
("Un torii es un arco tradicional japonés o puerta sagrada que suele encontrarse a la entrada de los santuarios sintoístas")
- Oh pero si es la pequeña Shinobu-chan JAJAJA - se pudo escuchar la fuerte voz de Rengoku mientras alegremente la balanceaba en el aire - Mira cuanto has crecido JAJA.
- ¡Rengoku-san! - respondió sorprendida y sonrojada Shinobu, la cual ahora se encontraba un poco apenada, así que se quedó quieta mientras el representante de la clase la bajaba y la ponía de nuevo sobre el suelo, para acto seguido acariciarle la cabeza.
- Y veo que están también las pequeñas Kanao-chan y Aoi-chan acompañando a Kanae JAJAJA es un placer verlas a todas aquí.
Kanae vio con alegría a Rengoku junto a su hermano Senjuro, a Uzui, Iguro y Kanroji, sin embargo y casi de inmediato, notó que él no estaba presente, dentro de sí sintió agobio y alivio al mismo tiempo lo que fue un poco confuso.
- Hola Chicos, me alegra verlos después de tanto tiempo - dijo Kanae mientras les regalaba una gran sonrisa a sus amigos - siento mucho no haberlos siquiera llamado en estos meses - concluyó inclinándose un poco.
- Para nada mi bella reina, no hay nada que perdonar, como siempre te ves tan bella y extravagante - dijo Uzui mientras se posaba sobre una de sus rodillas y besaba la mano de Kanae galantemente.
- Shinobu-chaaaaaaaan - grito Kanroji mientras abrazaba a la segunda de las Kocho, ella vestía un Kimono color rosa con decorado de flores color violeta y un cinturón verde, bastante lindo, aquella vestimenta hacía juego perfecto con su cabello - Dios mío te ves tan linda en ese kimono, quiero robarte!!! - decía mientras la abrazaba y restregaba su cachete contra el de la pequeña, aunque paraba de vez en cuando para mirar a Aoi y a una asustada Kanao que solo se escondía detrás de las piernas de su hermana mayor - todas ustedes se ven tan lindaaasssss kyaaaaaaaaaa.
- Jaja basta Kanroji-san jajaja me haces cosquillas - Respondía alegremente Shinobu - me alegra tanto verte también, tú también te ves muy linda, pero ¿Cómo sabían que vendríamos aquí? - A lo que la peli rosa le devolvió la mirada confundida.
- ¿No lo sabías Shinobu-chan?, Kanae-senpai nos invitó al festival de verano.
- ¿¡¡QUE!!!? - gritó furiosa Shinobu, asombrando a todos los presentes, rápidamente se separó de Kanroji y comenzó a mover su cabeza ágilmente de un lado a otro, "¿Eso significa que ese idiota vendrá?", aunque al no verlo por los alrededores hizo que se sintiera aliviada, "Seguramente Rengoku-san le prohibió venir, él no permitiría que ese tonto lastimara a mi hermana" pensó.
- ¿Estás buscando a Sanemi? - la chica pudo escuchar que Uzui le había susurrado aquello con un tono burlón, este se había agachado para poder decírselo al oído sin que nadie más lo notara. La pequeña Kocho solo abrió la boca haciendo una mueca de enfado, intentando buscar las palabras para responder, pero al final no pronunció ninguna, solo se puso completamente roja, ocasionando que Tengen se riera a carcajadas - Jajaja eres tan graciosa mini Kocho jajaja.
- Deja de molestar a la hermana de Kanae-senpai Tengen - se escuchó la voz de Iguro, a lo que Uzui solo se levantó y puso sus dos manos en alto, expresando burlonamente que iba a parar ya - Hola Kanae-senpai, es bueno verte, gracias por invitarnos - concluyó inclinándose un poco.
- Lo mismo digo Iguro-san.
- ¡Nee-san!, ¿por qué los invitaste? - preguntó Shinobu confundida - no es que me moleste ver a Kanroji-nee-san o a Rengoku-san pero... bueno... - no se atrevió a terminar aquella frase, le aterraba la idea de lastimar a su querida hermana.
- ¡Shinobu!, por qué dices esas cosas tan malas - le contestó su hermana mientras acariciaba la cabeza de un rojo Senjuro, quien aún no encontraba el valor para saludarlas - decidí decirles que vinieran porque tengo una deuda con ellos, Rengoku, Uzui, Iguro y Kanroji me ayudaron cuando las cosas...bueno no resultaron bien en la fiesta de navidad, así que quiero invitarlos a que coman todo lo que quieran y a que pasemos un buen rato en grupo, lo último que quiero es que las cosas se dañen entre nosotros.
En ese momento Kanae hizo una pequeña pausa, y luego de tomar aire continuó.
- Veo que Sanemi-kun no vino.... así que asumo que eso es mi culpa... - aquello último lo pronunció con un suave tono haciendo que el alegre ambiente que se había formado se evaporara en un segundo. Incluso Rengoku hizo una cara de seriedad, al no esperar aquella frase de la nada y no saber cómo reaccionar.
- Si me preguntas, no creo que sea buena idea que se vean de nuevo Kocho-senpai - interrumpió Iguro mientras se aclaraba un poco la garganta, un gesto que había hecho quizás de forma inconsciente para aliviar un poco la tensión que se había formado.
- ¿A qué te refieres Iguro-san? - preguntó Kanae un poco asombrada, ya que no era común que el callado Obanai Iguro expresara su opinión de manera tan directa.
- Bueno, perdóname Kocho-senpai si puedo sonar un poco rudo, en mi opinión no veo cuál es el objetivo para que ustedes dos se hablen de nuevo... Por favor no malinterpretes lo que estoy diciendo, todo lo que quiero expresar es que no quiero que ni mi amigo, ni tú, se lastimen más - ahora el chico estaba rascándose la cabeza, aunque continuó luego de un gran suspiro - bueno... tu sabes que tan testarudo y terco puede llegar a ser ese idiota - todos instintivamente pasaron a observar a Kanae, expectantes de su respuesta. "Estoy de acuerdo con Obanai-san", pensó Shinobu apretando sus pequeños puños mientras escuchaba atenta.
- Quizás tengas razón Iguro-san, pero a pesar de todo quiero verlo - la chica comenzó a juguetear con su pequeño bolso de mano mientras decía esto - conforme pasan los días y me queda menos tiempo en esta ciudad, el deseo de hablar con él y enmendar todo lo que hice no ha parado de crecer. Siento que si me voy sin hacerlo, simplemente me arrepentiré para siempre, respetaré su decisión y no lo forzaré a aceptar mis sentimientos, pero no quiero simplemente irme y abandonar... bueno, lo que intento decir es que ... por lo menos quiero intentar volver a ser amigos de nuevo, aunque agradezco tu preocupación Iguro-san - En ese instante la chica, hizo una reverencia, ocasionando que Iguro asombrado la viera en silencio un rato.
- De verdad eres alguien increíble Kocho-senpai - contestó mientras sonreía, pero como siempre llevaba su tapabocas, aparte de Kanroji que conocía muy bien sus expresiones nadie más pudo notarlo.
- Eres impresionante amiga mía JAJAJA - agregó Rengoku abriendo sus brazos - tu voluntad es inquebrantable... Iguro creo que puedes decirle - aquel último comentario levantó las dudas de la mayor de las Kocho.
Luego de que Iguro escuchara a Rengoku, continuó con un semblante un poco dubitativo.
- Sanemi me dijo que probablemente vendría al festival, pero que si lo hacía, sería con su familia - al escuchar aquello, Kanae no pudo evitar sentir un poco de temor, acompañado de aquel nudo en su pecho, que de cierta manera se había vuelto habitual - Pero más allá de eso, no dijo nada más, siento no tener más información Kanae-senpai - Concluyó el peli negro mientras se inclinaba.
- Está bien Iguro-san... no tienes que disculparte... yo entiendo, en realidad no pensé que Sanemi-kun se animara a venir sabiendo que yo también iba a asistir - concluyó Kanae un poco apenada.
"No puedo creer que haya desperdiciado estos últimos tres meses, ahora solo me queda poco menos de uno antes de irme a Tokio, debo encontrar la manera de hablar con él", pensó para sí misma la joven mientras observaba con la mirada perdida a la masa de gente que ingresaba sin cesar al templo. Pero al voltear a ver a todos sus amigos y familiares, notó que la miraban con naciente preocupación, espabiló y rápidamente se recordó que la razón por la cual estaban allí en primer lugar era para divertirse, así que recobrando un poco el ánimo les dijo que entraran al templo para comenzar a explorar el festival, a lo que los demás un poco más tranquilos asintieron y así lo hicieron.
Todos juntos comenzaron a caminar por el decorado sendero que llevaba al templo, el cual estaba lleno de todo tipo de puestos de comida o actividades, también tiendas entre otras muchas cosas. Kanae comenzó a sentirse muy feliz, ciertamente había pasado un tiempo desde que se sentía tan plena entre sus amigos, pero más fuerte era el sentimiento que le causaba ver a sus hermanas y prima reír y divertirse de manera tan espontánea y honesta, de nuevo aquel lamento y remordimiento llegó al recordar todo esos malos momentos que las había hecho soportar durante los últimos tres meses, debido a la pena de amor que sentía.
Pero ella sabía que esa misma pena nunca se iba del todo y ahora que era consciente de que él se encontraba, quizás, en aquel lugar, ocasionaba de forma casi automática que Kanae buscara constantemente a su alrededor por alguna señal de Sanemi, ilusionada pensaba que si lograra verlo a él o alguno de sus hermanos podría ir en su encuentro y entonces irían todos juntos a disfrutar el festival, y a causa de esto pudiera verlo sin que fuera tan incómodo. Pero por más que buscaba por todo lados con la mirada, no lograba encontrarlo, y el hecho de que hubiese tanta gente no ayudaba, aquel agobio y duda volvían a crecer dentro de la joven Kocho, y es que en su mente no paraba de esbozar escenario tras escenario en el hipotético caso en el que se lo llegara a encontrar, pero el escuchar a su familia llamándola y demandando su atención la trajo de vuelta a la realidad.
El tiempo en el festival pasó y luego de caminar un rato por varios lugares, Kanae se ofreció para invitar la comida que cada uno de sus amigos quisiera, ocasionando euforia entre los presentes, en especial Rengoku y Kanroji que no creían la suerte que tenían: la familia Kocho comenzó pidiendo taiyaki y yakisoba, luego los hermanos Rengoku y Uzui pidieron Okonomiyaki, Iguro solo pidió un poco de mochi y, finalmente la que más disfrutó fue Kanroji que iba pidiendo comida en cada uno de los puestos que elegían los demás para terminar con un raspado de helado de fresa.
- ¡¡¡Delicioso!!! - se podía escuchar a Rengoku mientras comía a grandes bocados y sin terminar de masticar, mientras que a su lado un enfadado Iguro le reclamaba por aquel gesto que a su parecer era asqueroso, pero ante tal reclamo, todos los presentes no pudieron evitar echarse a reír.
- Kanae-senpai, muchas gracias por toda la deliciosa comida - opinaba Kanroji alegremente mientras igualmente comía su postre.
- Es un placer chicos - respondió Kanae mientras sonreía.
- Ahora es tu turno nee-san ¿Qué se te antoja comer? - preguntó Shinobu mientras le daba un poco de su raspado a la pequeña y tímida Kanao, que solo abría la boca y comía calladamente, como un bebe, mientras que Aoi limpiaba tiernamente cualquier residuo del alimento de la boca de su prima con un pañuelo de mano.
- Mmmm creo que un poco de takoyaki - respondió pensativa mientras ponía una de sus manos debajo de su mentón - allí veo un puesto, ¡vamos chicos! - concluyó alegremente y el grupo se dirigió hacia el lugar señalado por la joven.
Aquel puesto estaba bastante lleno, así que luego de explicarle a la pequeña Kanao, quien no se había despegado de su lado desde que llegaron, que tenía que dejarla un momento con Aoi, Kanae comenzó a abrirse paso entre la multitud para poder ordenar un poco de takoyaki, aunque debido al caos, sin querer chocó un poco fuerte contra alguien, haciéndola perder el equilibrio, pero rápidamente dicha persona la tomó del brazo para evitar que la chica cayera, Kanae nerviosa volteo a verlo para pedirle disculpas, pero mayor fue su sorpresa cuando vio de quien se trataba.
- ¡Masachika-san!
- ¿Kocho-san? - preguntó bastante asombrado el joven - ¿Pero qué haces aquí?, ¡qué bueno verte! perdóname por casi hacerte caer - acabó diciendo mientras con su otra mano ayudaba a la chica a recuperar su equilibrio.
- N.. No hay problema.
- De inmediato el grupo, al ver lo que había pasado se acercó a Kanae preocupados.
- Nee-san, ¿Estás bien? - preguntó Shinobu preocupada - ¡Oye tu!, ¡fíjate por donde andas! - Gritó furiosa mientras señalaba a Masachika que aún un poco asombrado solo rio un poco.
- ¡Shinobu! No seas grosera, además fui yo quien chocó contra Masachika-san.
- ¿Lo conoces Kanae? - preguntó Rengoku con curiosidad.
- S.. Si, chicos les quiero presentar a Masachika Kumeno-san... bueno él es... - Kanae intentaba terminar nerviosamente su frase.
- Soy amigo de Shinazugawa desde hace muchos años, es un placer conocerlos a todos, ustedes deben ser los famosos amigos de la Kimetsu School del idiota de Sanemi ¿verdad? - dijo mientras se inclinaba un poco pero con una gran sonrisa.
- No puedo creerlo, ¿Sanemi se las arregló para tener amigos antes de conocernos a nosotros?, creo que los milagros sí pueden pasar después de todo jajaja - manifestó Uzui burlescamente mientras ponía una de sus manos sobre su cintura y con la otra tomaba su barbilla, para acto seguido acercarse y decir mientras extendía su mano - Encantado de conocerte Masachika-senpai, mi nombre es Tengen Uzui, mi amigo aquí al lado es Rengoku Kyojuro, la versión recortada de él es su pequeño hermano llamado Senjuro, mientras los tortolitos de allí atrás son Iguro Obanai y Kanroji Mitsuri.
- Jajaja, el placer es mío Uzui-san, y bueno, cuando me enteré que Sanemi había hecho amigos en el colegio, casi me desmayo jajaja... un gusto conocerlos a todos - concluyó mientras estrechaba la mano de Tengen alegremente.
Ante tal presentación, un alegre Rengoku también saludó enérgicamente, mientras unos rojos Iguro y Kanroji solo levantaron sus manos para corresponder el saludo.
Pero cómo es que hasta ahora nos enteramos de tu existencia, no puedo creerlo, ese idiota no nos dijo una sola palabra sobre ti Masachika-senpai, aunque no me extraña la verdad, sin embargo... - En ese momento Uzui miró a Kanae de manera sospechosa - Como es posible que Kanae-san fuera la única que te conocía, ¿nos puedes explicar mi reina?
Kanae se quedó congelada, no sabía si decir la verdad, ya que ella lo había conocido durante la cita que tuvo con Sanemi, aquellos recuerdos volvieron rápidamente, ocasionando que la herida que tenía en su corazón comenzara a doler de nuevo.
- Bueno, yo conocí a Kanae-san cuando ella fue a visitar a la familia Shinazugawa y yo me encontraba allí, debiste ver la cara que hizo Sanemi cuando tuvo que presentármela jajajaja - en ese momento la joven volteó asombrada a ver a Kumeno, quien la miró con el pulgar levantado y le sonreía, indicándole a la chica que entendía la situación.
- Noooooo, hubiera dado mucho dinero por haber presenciado aquella escena jajaja - alegó Uzui furioso mientras se tomaba la cabeza - Definitivamente tenemos mucho de qué hablar Masachika-senpai.
En ese instante, de entre la multitud que se había formado al frente del puesto de Takoyaki, apareció Shinazugawa Genya con bastantes bolsas que colgaban de sus brazos y quien torpemente caminaba y contaba varias monedas que tenía en una de sus manos.
- Listo Masachika-san, aquí está el cambio... - dijo mientras levantaba la cabeza, pero al ver a todos aquellos inesperados conocidos que se encontraban junto a Masachika, solo se quedó congelado, con la boca abierta y la mano extendida con las monedas.
- Kanae-san, Chicos, ¿Qué hacen aquí? - preguntó nervioso el joven Shinazugawa, mientras miraba a Masachika, que también sin una explicación clara solo levantó los hombros.
Al ver al segundo Shinazugawa, Kanae soltó su bolso debido al nerviosismo, a lo que un rápido Rengoku lo tomó antes que cayera al suelo y la miró con un poco de preocupación. De nuevo y de forma errática, la chica comenzó a buscar con la mirada por los alrededores, su mayor deseo y miedo se estaban realizando, si el pequeño Genya estaba allí con Masachika, Sanemi debía estar cerca o quizás ya se encontraba allí y solo no se había hecho notar, los nervios le estaban ganando, no estaba preparada para aquella situación, pero de repente, el grito de su pequeña hermana le hizo pegar un pequeño brinco.
- ¡No puede ser! - vociferó furiosa la segunda de las Kocho mirando hacia todos lados en busca del peli plateado, mientras una apenada Aoi trataba de detenerla - No puedo creer nuestra mala suerte... Tu debes ser el hermano menor de ese tonto de Shinazugawa ¿no?, ¡no voy a dejar que se acerque a mi hermana de nuevo, yo la voy a proteger! - concluyó mientras se paraba al frente de Kanae con sus pequeños brazos extendidos.
- ¿Tonto? - susurró el joven Genya mientras daba un paso hacia atrás ante tan agresivas palabras de Shinobu, que lo habían intimidado.
- JAJA ciertamente quiere a su hermana mayor, ¡ese es el espíritu Shinobu-chan! - interrumpió un emocionado Rengoku mientras la miraba sonriendo.
- Tu puedes mini Kocho, ¡Woohoo! - complementó Uzui alzando los brazos, haciendo que la chica se diera cuenta de la escena que estaba protagonizando, y al ser animada tan ruidosamente, se pusiera como un tomate y bajara los brazos en silencio.
- ¡Shinobu, por favor! - reaccionó rápidamente Kanae mientras tomaba a su hermana por los hombros y la pegaba contra su cuerpo - Lo siento mucho Genya-kun, Masachika-san, por favor perdónenla, Shinobu tiene un temperamento bastante fuerte.
- Jeje no hay problema - respondió Masachika mientras se rascaba la cabeza.
Genya sin embargo, luego de quedarse viendo a Kanae en silencio, no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a caer por sus mejillas, haciendo que todos se sorprendieran.
- Kanae-san, por favor disculpa a mi hermano por todo lo que pasó... él no es una mala persona por favor, estoy seguro que... - decía mientras comenzaba a arrodillarse con intención de poner su frente contra el suelo y rogar por perdón, pero rápidamente Kanae lo abrazó, cortando el llanto de Genya e impidiéndole continuar.
- No Genya, no tienes que disculparte por nada, por favor no digas esas cosas, todo está bien - haciendo que el joven Shinazugawa se pegara a su pecho apenado de su llanto - La que debe pedir perdón soy yo Genya-kun, yo fui la que desató todo esto, pero no te preocupes yo voy a hablar con Sanemi-kun y lo arreglaré, lo prometo, tú confía en Kanae-onee-san ¿está bien? - A lo que Genya sollozando solo asintió con la cabeza aún sin despegarla del pecho de Kanae.
Después de que los ánimos se calmaron un poco, y Genya se secó sus lágrimas, pudo saludar más animadamente a los demás miembros del grupo y presentarse oficialmente frente a las hermanas Kocho, Aoi y Senjuro.
- ¿Así que el resto de tus hermanos los están esperando con la comida? - Preguntó Kanae.
- Si, no están muy lejos de aquí. Encontramos un lugar muy bueno para ver los fuegos artificiales, pero vine con Masachika-san a comprar un poco de takoyaki para todos - respondió Genya un poco mejor mientras levantaba sus brazos, de los cuales colgaban aún las bolsas.
- Asumo que Sanemi-kun está con ellos - afirmó escéptica la chica, haciendo que, de nuevo, todos se quedaran en silencio y a la expectativa de la respuesta de Genya.
- No - interrumpió Masachika, haciendo que ahora el foco se posará sobre él - El testarudo de Sanemi no vino, en realidad esa es la razón del porqué estoy aquí con los Shinazugawa en su lugar.
- ¡¿Qué?! - gritaron Uzui y Kanroji casi al unísono - ¿Por qué no vino?
- Bueno, no hubo poder humano que pudiera sacarlo de la casa, le insistimos que ya había estudiado bastante, pero siguió diciendo que los exámenes finales estaban cerca y bla bla bla - aquello último lo dijo Kumeno mientras encogía sus hombros expresando fastidio - así que supongo que no deben preocuparse por encontrárselo el día de hoy.
- No puede ser... - concluyó triste Kanroji mientras tomaba inconscientemente la manga de Iguro quien se encontraba a su lado pensativo.
- ¡¡Woohoo!! - grito de alegría Shinobu mientras alzaba los brazos victoriosa, "Si ese idiota no está aquí, no hay peligro que se encuentre con Nee-san, ahora podré disfrutar el festival tranquila", instintivamente Shinobu buscó el rostro de su hermana mayor, pero cuando observó la expresión que estaba haciendo, se arrepintió inmediatamente de lo que había dicho y pensado, allí contempló a su amada hermana, sumida en una profunda tristeza mientras tomaba inconscientemente el collar de su madre en busca quizás de fuerza y consuelo.
- Nee-san lo siento - dijo Shinobu mientras se acercaba a su hermana y la tomaba del kimono, acto que también habían hecho Aoi y la callada Kanao - Por favor no llores ¿Si?
- ¡KOCHO KANAE! - interrumpió Rengoku mientras posaba de manera burda sus manos sobre ambos hombros de la mayor de las Kocho - No es momento de deprimirse, ya que nos has invitado aquí para pasarla bien y nos has invitado a comer deliciosa comida, si te sientes mal por la ausencia de nuestro malhumorado amigo y si así lo decides, ahora mismo podemos ir a por Sanemi y traerlo así sea arrastrado, tu solo di la orden JAJA - aquello hizo que Kanae levantara la mirada y observara a su amigo atónita, inmediatamente Uzui dio un salto al frente y apoyó la moción mientras Masachika se reía al fondo con un apenado Genya.
- Pfff jajajaj - en ese instante y de forma espontánea, Kanae no pudo evitar comenzar a reírse de manera inocente mientras ponía una de sus manos sobre su boca, acto que hacía de manera casi automática ya que así se le había enseñado en sus clases de etiqueta - Creo que Sanemi-kun se moriría de pena si llegamos todos en grupo a su apartamento sin previo aviso jajaja... Hablar con él es algo que debo hacer por mi cuenta... pero gracias por animarme Rengoku-san - Al escuchar aquellas palabras el delegado solo sonrió y dio un paso atrás satisfecho por el resultado de su intervención. Aoi, Kanao y una resignada Shinobu se sintieron aliviadas al verla de mejor humor.
- Qué les parece chicos si vamos con Masachika-san y Genya-kun a por el resto de los Shinazugawa y vemos los fuegos artificiales juntos - Complementó la chica mientras de nuevo acercaba a las pequeñas miembros de su familia a sí misma, como una mamá que protege a sus hijos, a lo que los aludidos accedieron y luego de que ella compró su porción de Takoyaki, todos se dirigieron al punto donde se encontraban el resto de los Shinazugawa.
Luego de un agradable momento donde Kanae volvió a ver a todos los hermanos de Sanemi, a quienes quería y había extrañado mucho, todos se sentaron juntos a comer para luego charlar un poco y conocerse entre ellos, ahora un inesperado gran grupo se había formado, las familias Kocho, Rengoku y Shinazugawa, más los demás chicos componían un gigantesco pelotón de dieciséis personas. Kumeno recalcó que aún quedaban poco más de treinta minutos antes de que comenzaran los fuegos artificiales, así que les propuso que podían llevar a los niños más pequeños a jugar en los diferentes puestos del festival.
Una emocionada Kanroji, le propuso a Shinobu que hicieran una competencia para ver quién podía conseguir más premios de los diferentes puestos, a lo que la segunda Kocho aceptó emocionada y, tomando de las manos a Aoi y Kanao, se fueron rápidamente junto a Iguro, Senjuro y Rengoku sin darle tiempo a una ocupada Kanae de acompañarlas, ya que ésta estaba siendo asediada por los hermanos Shinazugawa que demandaban su atención. Preocupada la mayor de las Kocho vio como sus hermanas y su prima se perdían entre la multitud, pero Uzui le comentó que se quedara tranquila, ya que tanto Iguro como Rengoku estaban con ellas y las iban a cuidar, y que además todos se encontrarían en el punto acordado después de un rato.
El segundo grupo también comenzó a caminar, Uzui iba parloteando ruidosamente con Masachika de cómo habían conocido a Sanemi mientras unos pasos más adelante, Kanae iba charlando con los Shinazugawa, ella había tomado en cada mano a las chicas, Teruko y Sumi, mientras Genya tomó a sus hermanos y así formaron una larga pero tierna cadena, a la chica la estaban bombardeando con preguntas de parte de los pequeños que se les hacía extraño que no los hubiera ido a visitar durante los pasados tres meses, y le decían constantemente que la extrañaron mucho, a lo que una apenada Kanae no sabía muy bien qué responder, pero Genya rápidamente fue en su rescate pidiéndole a sus hermanos que no la acosaran.
Al llegar el grupo al puesto de capturar peces de colores, los Shinazugawa emocionados pidieron ruidosamente que querían participar, a lo que Masachika accedió, por lo que mientras los seis hermanos se encontraban concentrados jugando, Uzui y Masachika seguían alegremente charlando entre carcajadas. Kanae finalmente pudo relajarse un poco, ciertamente era agotador cuidar de tantos niños al tiempo y pensó en lo duro que debió ser para Genya cuidar de ellos durante tantos años solo. Mientras la chica observaba a su alrededor distraída, pudo notar que a dos puestos de donde estaban, había un pequeño quiosco donde vendían todo tipo de artículos, como máscaras, juguetes, sombreros y peluches, Kanae notó que allí habían varios llaveros peluches así que se acercó con curiosidad.
Mientras pasaba su mano sobre los diferentes llaveros en silencio, por su mente comenzaron a pasar los recuerdos de aquella tarde cuando Sanemi y ella hicieron las paces, de cómo de una manera torpe pero tierna el joven se acercó a ella asustándola al comienzo, pero después dejó aquel llavero de un gatico malhumorado en su mano, así mismo con una risita la pelinegra recordó aquel cuadernillo con notas que había preparado como excusa para poder hablarle y cómo desde ahí había comenzado a ayudarlo con sus estudios. "Si él hubiera aceptado mi declaración, quizás Sanemi estaría aquí a mi lado mirando los llaveros, como mi pareja", sin que ella pudiera hacer algo al respecto aquel dolor en su pecho volvía a crecer lo cual expresó con un largo suspiro... "Aún no puedo creer que los dos nos amemos pero no podamos estar juntos, ciertamente va a ser duro pedirle que seamos amigos de nuevo, y aunque acepte, quizás sea demasiado incómodo", sin embargo, la chica agitó rápidamente su cabeza para despejar un poco su mente, ciertamente haber venido al festival había sido un acierto, estaba pasando un buen rato, incluso estando con la familia Shinazugawa y Masachika-san. Kanae entonces sonrió al ver un llavero un poco similar al que le había regalado Sanemi, era un llavero de un gatico negro, que estaba sacando la lengua burlescamente, irónicamente haría juego con el que él le habían regalado, así que indicándole al vendedor que se lo llevaría terminó su visita por aquel quiosco.
Cuando Kanae iba volviendo a donde se encontraban los demás mientras guardaba su nueva adquisición en su bolso de mano, se asombró al ver que ninguno de ellos se encontraba allí, asustada aceleró el paso y deambulo algunos metros alrededor del puesto buscando nerviosamente con la mirada por algún miembro de su grupo, pero efectivamente Uzui, Masachika y los Shinazugawa se habían esfumado, ahora se había quedado completamente sola. La chica se recriminó el haberse separado de ellos sin haberles dicho a donde iba a ir, luego de quedarse allí meditando que hacer, al final resignada pensó que entre tanta gente sería un milagro encontrarse con alguno de los dos grupos.
- Atención, atención, se informa a todos nuestros apreciados participantes del festival de inicio de verano que en diez minutos comenzará el evento principal del despliegue de los fuegos artificiales, esperamos que lo disfruten - aquel mensaje se repitió tres veces, a lo que Kanae solo miraba atontada a uno de los parlantes, como si hubiera sido hipnotizada. Así toda la gente emocionada comenzó a movilizarse hacia los puntos que habían elegido para ver el evento principal, mientras una resignada chica concluyó que lo mejor sería ir hacia el punto de encuentro ya que probablemente todos se estaban dirigiendo hacia allí.
Al llegar a la pequeña colina en donde no hace mucho se habían sentado a comer con los Shinazugawa, ahora una más extrañada Kanae notó que absolutamente nadie había llegado aún al punto de encuentro, esto la hizo preocuparse un poco ya que la gente seguía aglomerándose a su alrededor y probablemente sería más difícil para ellos llegar allí, mientras se sentaba a esperar, la chica pensaba si había sido una buena idea que todos se separaran.
- Atención, atención, se informa a todos nuestros apreciados participantes del festival de inicio de verano que el evento principal del despliegue de los fuegos artificiales está a punto de empezar, esperamos que lo disfruten - se escuchó a lo lejos los megáfonos, seguido de un gran grito de euforia de parte de la multitud, mientras una aburrida Kanae se encontraba mirando con frustración su celular, el que para sorpresa de nadie, se encontraba sin señal, "No puedo creer que vaya a terminar viendo los fuegos artificiales completamente sola... que mala suerte", pensaba para sí mientras ahora posaba su mirada sobre la hermosa vista que se podía apreciar de la ciudad desde tan bello lugar.
De repente, con el rabillo del ojo Kanae notó como alguien se estaba acercando a ella. Como consecuencia, se paró emocionada a la expectativa de cuál de los dos grupos había podido llegar, o quizás con más suerte, pensó, que todos se habían encontrado por el camino a la colina y que por eso se habían demorado en llegar al punto acordado.
- Chicos, me alegra tanto verlos... - exclamó mientras se volteaba emocionada - Soy la única aq...
Al terminar de girar, Kanae quedó congelada al ver que la persona que se había acercado a ella era nada más y nada menos que Shinazugawa Sanemi, quien al notar el contacto visual, paró de acercarse y quedó a un par de pasos de ella.
- Buenas noches Kanae...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro