Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. Dolorosa Confrontación


El día anterior, después de que Iguro volvió del hospital y cuando por fin todos se habían reunido, Kanae comenzó a explicarles de forma detallada su plan para confrontar a Sanemi.

- ¿En serio crees que el vendrá a pelear con nosotros? - dijo un poco asustada Kanroji - Shinazugawa-senpai es muy aterrador cuando está enfadado.

- No te preocupes Mitsuri-san - dijo Kanae - haremos esto evitando la violencia... - Intentó decir Kanae, cuando Rengoku tomó la palabra.

- Lo siento Kanae-san, eso será imposible, creo que lo que pasará será todo lo contrario.

- ¿A qué te refieres Rengoku-san? - preguntó Kanae preocupada.

- Tu plan es casi perfecto, pero tiene una gran falla, cuando Sanemi se entere que no solo Tengen y yo hemos contado su secreto a ustedes, si no que también hemos llevado medicinas y dinero a sus hermanos, lo tomará como una traición, como una ofensa personal, cuando él llegue aquí, lo más probable es que tendremos que pelear contra él.

En ese momento el silencio se apoderó del grupo de amigos.

- El no va a hablar con nosotros Kanae-san, por lo menos no hasta que se haya desahogado - continuo Rengoku - ¿recuerdas cómo reaccionó el primer día en la escuela cuando creyó que estabas juzgándolo?

- Si recuerdo... pero entonces debemos encontrar otra forma... - dijo asustada Kanae - Shinazugawa-san no está en condiciones de pelear con nadie.

- Lo sé - dijo Rengoku preocupado - es por eso que, en caso de que él quiera pelear, junto con Tengen trataremos de que solo nos golpee a nosotros y no nos defenderemos, y para esto también necesito tu colaboración Iguro-san, te encomiendo que mantengas a Kanroji y Kanae fuera de esto, esperemos que cuando se haya calmado, Sanemi esté dispuesto a hablar.

- ¿Qué estás diciendo Rengoku-san?, esto es una locura!!! - dijo Kanae preocupada - lo que dices no tiene el más mínimo sentido.

- No te preocupes tanto presidenta, los amigos suelen pelear todo el tiempo, pero eso no quiere decir que la amistad se acabe, si es por el bien de ese idiota estoy dispuesto a dejar que me de una paliza - respondió alegremente Uzui flexionando sus brazos en símbolo de fuerza.


- ¿QUÉ DEMONIOS HAN HECHO? - gritó un iracundo Sanemi, hacia las personas que estaban reunidas en aquel lugar donde habían compartido tantas cosas durante los últimos seis meses.

- Tengen!!, Iguro!! - dijo fuertemente Rengoku, a lo que junto con Uzui rápidamente se pusieron delante de los demás, mientras que Iguro retrocedía con Kanroji y Kanae.

En ese momento, Sanemi se dirigió rápidamente hacia Uzui y le propinó un golpe de lleno en la mejilla derecha, haciendo que este último diera un par de pasos hacia atrás cayendo sobre su rodilla izquierda, pero solo se limitó a retomar su postura sin decir nada. Inmediatamente Sanemi cambio su atención hacia Rengoku, al cual le dio un puñetazo en el estomago, haciendo que se encorvara por el dolor, pero sin darle tiempo para reaccionar, Sanemi lo tomó por el cuello del suéter del uniforme, volviéndolo a levantar.

- Ustedes malditos!!!, yo les confié lo más sagrado para mí, les di mi confianza!!!... .como se atreven a entrometerse en mi vida y la de mi familia!!! - gritó Sanemi fuertemente, pero tenía un semblante pesado, como si aquellos dos movimientos lo hubieran dejado agotado, Rengoku pudo notar que un fuerte jadeo provenía de él, como cuando uno corre una gran distancia en poco tiempo.

- Espero que estén preparados...... para lo que se viene..... - dijo Sanemi tomando aire pesadamente con cada frase.

- Así es Sanemi, te dijimos que no iríamos a ninguna parte, sé que viniste a desahogarte, así que adelante!!! - respondió Rengoku mirando a Sanemi determinadamente.

- Es verdad, fuimos nosotros y nadie más!!! - agregó fuertemente Uzui - que esperas idiota.....ven por nosotros!!!

Así comenzó la pelea entre los tres, mientras todo esto pasaba, Iguro, Kanae y Kanroji miraban quietos a unos cinco pasos de donde estaban pasando los hechos. Los tres eran conscientes de que todo hacía parte del plan, pero ciertamente era más fácil decir que hacer, especialmente para Kanae, que en su mente no dejaba de pensar una y otra vez que todo esto era su responsabilidad, inconscientemente comenzó a dar varios pasos hacia adelante, pero fue detenida por Iguro.

- Aún es muy pronto... - dijo Iguro mirando a Kanae.

- Esto es una locura, no me importa si es parte del plan pero no puedo seguir viendo esto sin quedarme quieta - respondió Kanae, pero inmediatamente fue sujeta por Kanroji, lo que la dejó completamente atónita.

- Lo siento mucho Kanae-senpai, nosotros entendemos de todo corazón cómo te sientes, esto tampoco es fácil para nosotros - dijo nerviosa con los ojos cerrados, aunque un momento después los abrió y continuó - yo me alegré mucho cuando supe que tú también te preocupas tanto por Shinazugawa-senpai como Rengoku-san... ayer cuando nos mostraste tu plan para ayudarlo, me sentí realmente asombrada y orgullosa de ti senpai, es por eso que debes confiar también en Rengoku-san y Uzui-san.....por favor!!! - Kanae, ya con los ojos aguados, la escuchaba en silencio.

- Es cierto Kocho-senpai - agregó Iguro - por favor mira más de cerca a Sanemi, sus movimientos son lentos y torpes, es obvio que su cuerpo aún no se recupera del todo... esto acabará pronto y cuando eso pase, esperemos que nos escuche - en ese momento su atención fue atraída de nuevo hacia la pelea por culpa de un grito de Sanemi.

- YO QUERÍA QUE NUESTRA AMISTAD ACABARA DESPUÉS DEL FESTIVAL ESCOLAR, QUERÍA PODER AGRADECERLES POR TODO LO QUE HICIERON POR MI E IRME EN PAZ, PERO USTEDES ME TRAICIONARON!!!

Tanto Uzui como Rengoku se encontraban sangrando por su nariz y boca, al igual que ya se podían vislumbrar varios morados por sus rostros ya hinchados, pero a pesar de esto, los dos miraban a Sanemi en silencio y con tristeza.

- Suéltame por favor Kanroji-san - dijo suavemente Kanae - yo confío en Rengoku-san y Uzui-san, pero... - en ese momento las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, ésto hizo que Kanroji la soltara inmediatamente - verlos así simplemente me parte el corazón, ¿no pueden verlo?, Sanemi está sufriendo mucho más haciendo esto, pero es demasiado tonto para parar... su orgullo no lo deja...

Entretanto Sanemi agotadamente comenzaba a acercarse nuevamente a Rengoku para continuar con la paliza, pero súbitamente vieron como la figura de Kocho Kanae se paraba entre los tres. Lo siguiente que se pudo escuchar fue el sonido de una fuerte bofetada que retumbó por todo el lugar.

El rostro de Sanemi fue forzado a girar hacia un lado, dejándolo completamente aturdido, no podía creer lo que acababa de pasar.

- Basta Shinazugawa!!! fui yo!!! - grito Kanae ya entre lágrimas.

- No!!! Kanae, no lo hagas!!! - intento decir Rengoku, pero Kanae continuó.

- Fui yo la que consiguió tu expediente y averiguó toda la verdad sobre ti y tu pasado.... fui yo quien los convenció de ir a donde Genya y darle las medicinas para Sumi... no es justo que este castigo sea solo para Rengoku-san y Uzui-san!!!

- Tu....... pero....... ¿por qué? - aquellas palabras de esa chica se habían sentido como si lo hubiesen apuñalado en el corazón, en la cabeza de Sanemi, cada vez era más difícil poder procesar tantas cosas, aquella noticia hizo que el ya pesado cuerpo de Sanemi se pusiera aún peor......por alguna razón, escuchar aquellas palabras habían puesto una carga que ya no podía seguir soportando, ocasionando que sus jadeos comenzaran a ser más y más fuertes.

- ¿Por qué?... porque sabía que era la única forma de poder ayudarte... sabía que incluso si terminabas odiándome... yo... tenía que apoyarte... - decía Kanae mientras su llanto se hacía cada vez más fuerte - ¿Cómo te atreves a hacer esa locura en el festival escolar!!!?, ¿Cómo pudiste arriesgar tu vida de esa forma!!!? - en ese momento Kanae tomó el rostro de Sanemi con sus dos manos he hizo que la mirara.

- ¿No entiendes que te estabas haciendo daño?, ¿qué hubiera pasado si te hubieras muerto Sanemi-san?, ¿acaso crees que tu familia, tus amigos o yo hubiéramos seguido normal con nuestras vidas como si nada hubiera pasado?, ¿actuando como si nunca nos hubiéramos conocido?, ¿nunca pensaste que todos habríamos estado tristes para siempre?, por favor Sanemi-san... te lo ruego... para... esto no puede seguir así... déjanos ayudarte... por favor...

Después de todos esos gritos, golpes y sangre, ahora el silencio estaba reinando, como si las palabras de Kanae hubieran parado en el tiempo a todos a su alrededor, durante aproximadamente un minuto, los ojos de Kanae y Sanemi estuvieron observándose fijamente, Sanemi por un momento sintió como si estuvieran solo los dos en aquel lugar.

En ese instante, un fuerte dolor en el pecho hizo que Sanemi reaccionara, haciendo que cayera de rodillas y comenzara a sentir que se estaba ahogando, por más que se esforzaba en respirar, sentía que el aire no entraba en sus pulmones.

- Sanemi!!! - grito Kanae, arrodillándose lentamente, al ritmo en que Sanemi caía al suelo mientras sostenía su pecho. Ésto levantó la alarma entre los demás, que se acercaron rápidamente.

- Mierda, debe ser su corazón, debemos llamar a una ambulancia. - dijo Uzui mientras se tocaba sus costillas con su mano derecha.

- No, no es un infarto - dijo Iguro, haciendo que todos voltean a verlo.

- ¿Có...cómo sabes? - preguntó adolorido Rengoku, mientras Kanroji pasaba el brazo de éste por encima de su cuello, para que pudiera apoyarse.

- Se está hiperventilando - decía mientras se agachaba y ponía una mano sobre la espalda de Sanemi - está respirando muy rápido, todo esto lo está superando, Sanemi, tienes que calmarte y respirar profundamente!!! - dijo Iguro preocupado.

- HA..........no........HA.........puedo.......... - Intentaba decir Sanemi entre fuertes jadeos mientras se apretaba el pecho, y varias lágrimas comenzaban a caer al suelo.

- Dios... - dijo Uzui - debemos hacer algo.

- No!! - Interrumpió Iguro - por favor no hablen, tenemos que calmar a Sanemi y hacer que respire más despacio o de verdad le va a dar un infarto.

Los segundos comenzaron a pasar lentamente y todos estaban en shock, nadie decía nada, todo estaba pasando tan rápido y así mismo, parecía que el tiempo estaba detenido en aquel solitario lugar dentro de la Kimetsu School.

Entonces, en ese instante, todos vieron en cámara lenta, como Kanae suavemente levantaba a Sanemi por sus brazos y lo abrazaba, haciendo que sus pechos quedaran juntos, mientras sus cabezas quedaban recostadas sobre los hombros del otro respectivamente, por último cruzó sus brazos sobre la espalda de éste.

- Sanemi... tienes que calmarte... sólo concéntrate en respirar, yo te guiaré, respira conmigo, uno...... dos...... - decía Kanae mientras inhalaba y exhalaba suavemente.

Al notar que todos la estaban viendo boquiabiertos, sonriendo tímidamente dijo:

- La condición de mi padre hace que tenga ataques de pánico y se hiperventile, entra en crisis realmente fuertes y mi madre nos enseñó esta forma para calmarlo, nunca pensé que la usaría en otra persona... es un poco vergonzoso jejeje.

Aquella particular escena prosiguió por al menos cinco minutos más, en donde solo se podía escuchar la voz de Kanae guiando a Sanemi en su respiración y poco a poco ésta pasó de ser errática a un ritmo más o menos normal.

Dentro de toda esa oscuridad y desesperación, el dulce aroma de Kocho hacía que Sanemi poco a poco se recuperara, no pudo evitar recordar cuando su madre solía arrullarlo y cantarle antes de ir a dormir. Era un recuerdo hermoso que había enterrado en lo más profundo de su ser, todo por el dolor y la culpa. "Todo es tu culpa", "No mereces mas que dolor y castigo", "Ellos jamás te perdonarán", aquellos pensamientos que se repetían todos los días a toda hora, empezaron a desvanecerse poco a poco, llevados por el ritmo de la respiración de Kocho, como si ella se los estuviera llevando a un lugar lejano donde no podrían atormentarlo más. De pronto, un suave susurro, proveniente de ella llegó con la frase que quizás, en el fondo de su ser Sanemi había querido escuchar todos estos años.

- No fue tu culpa Sanemi.......... No fue tu culpa........

Esa frase, esa maldita frase que siempre había creído que moriría sin escucharla, hizo que las lágrimas comenzarán a salir de los ojos de Sanemi y un quejido de dolor pero que expresaba alivio se pudo escuchar, estremeciendo a todos los presentes, menos a aquella chica que lo estaba abrazando, que suave pero sin pausa, seguía guiándolo en su respiración mientras repetía aquella frase. Así se quedaron un rato más, mientras el llanto de Sanemi salía, todos sus amigos, comenzaron a sonreír, sabiendo que habían conseguido su cometido, por fin habían logrado que sacara un poco de todo eso que había estado guardando por tantos años dentro de su ser.

Cuando por fin toda la locura se había calmado, y Sanemi estaba un poco más tranquilo, suavemente puso sus manos sobre los hombros de kanae y comenzó a separarse de ella, no sin antes voltear a mirarla. En aquel instante sus rostros estaban muy cerca, apenas unos centímetros entre nariz y nariz, y sus ojos se cruzaron de nuevo, observándose en silencio por varios segundos, ignorando completamente a las otras cuatro personas que los estaban mirando, pero al darse cuenta de lo cerca que estaban, Kanae se puso completamente roja.

- Gracias - dijo suavemente Sanemi.

- N..No hay problema - respondió Kanae agachando la cabeza inmediatamente y soltando a Sanemi del todo - m...me alegra que hayas podido calmarte un poco.

En ese momento Sanemi se sentó de golpe y cruzó las piernas, estuvo un momento con la cabeza gacha, todos los demás hicieron lo mismo a su alrededor, toda esa locura apenas si había tomado 30 minutos o menos, pero para los involucrados, se había sentido como una eternidad, todos necesitaban un respiro.

Aunque el llanto de Kanroji volvió a romper la poca tranquilidad y silencio que se había formado.

- GUAAAAA, Shinazugawa-senpai...... Kyojuro........ Tengen-senpai!!! - decía entre quejidos Kanroji mientras con sus puños cerrados cubría sus ojos, entretanto Rengoku la consolaba acariciándole la cabeza suavemente, sonriendo.

- Demonios.....va a ser a mi al que le va a dar un infarto si seguimos haciendo este tipo de cosas - decía Iguro a la vez que ayudaba a sostenerse a Uzui, que solo reía alegremente, a pesar de estar sangrando y de que su rostro estaba ya inflamado. Mientras tanto Kanae aunque completamente roja, siendo consciente de todo lo que había hecho con Shinazugawa, no paraba de mirarlo, aún con preocupación, a pesar de todo lo que había pasado, aún no sabía si él estaría dispuesto a aceptar su ayuda, temía que él simplemente se levantara y se fuera para no volver.

- No importa lo que hayan hablado con Genya, estoy seguro que no les contó toda la verdad, ya que si lo hubiera hecho, ustedes no estarían dispuestos a ayudarme - dijo Sanemi, aún sin levantar la cabeza, haciendo que todos los demás se callaran inmediatamente y voltearan a mirarlo, completamente estupefactos.

- ¿A qué te refieres? - dijo Kanae preocupada mientras de nuevo inconscientemente, cruzaba sus manos sobre su pecho.

- Yo no les he causado más que dolor a mis hermanos, por mi culpa pasan hambre, no tienen un espacio digno para vivir, ahora ni siquiera puedo proveer las medicinas que necesita mi hermana menor......soy un fracaso - las lágrimas comenzaban a caer sobre las piernas y manos de Sanemi - si tan solo no me hubiera enfermado aquella noche, nada de esto habría pasado.

- Fue un accidente, ¿cómo puedes echarte la culpa de algo así? - respondió Kanae.

- Es cierto, eras solo un niño, además hiciste lo que un hermano mayor debía hacer, los cuidaste, los protegiste y les diste lo que necesitaban, los mantuviste juntos - agregó Rengoku.

- Pero lo que le hice a Genya no tiene perdón!!! ....... Kocho, Rengoku, ¿ustedes lo vieron verdad? - esto hizo que los dos se quedaran callados.

- ¿Te refieres a la cicatriz que tiene Genya en el rostro Sanemi? - preguntó Rengoku.

- Después de que nuestros padres murieron, esos malditos vinieron a decirme que me iban a separar de ellos, que iban a mandarlos a un orfanato....... malditos....... simplemente no iba a permitirlo, así que los traje a la ciudad, la pasamos realmente mal, al verlos dormir en la calle mientras yo hacía guardia solo pensaba en que podía hacer para ponerlos a salvo....... se nos estaba acabando el dinero, realmente no sabia que hacer, tuve que robar varias veces comida para ellos, pase días enteros sin comer, pero mientras que ellos estuvieran bien, podría soportarlo....... o eso me decía. Poco después la anciana Chiyo nos acogió, y las cosas mejoraron un poco, me dio tiempo para comenzar a trabajar, pero apenas si conseguía para nuestra sustentación, ni siquiera pude inscribirlos al colegio ese año...... soy un bastardo.....

Sanemi se quedó en silencio un tiempo, haciendo que los demás se pusieran un poco incómodos, no sabían que decir. Al cabo de un rato, continuó.

- Una noche........... cuando regresé de uno de mis trabajos........... - todos observaron como la voz de Sanemi se desgarraba y quebraba, mostrando lo doloroso que era para él contarles eso - vi que todos estaban en la sala menos Genya, les pregunté que dónde estaba él y mis hermanos me dijeron que llevaba mucho tiempo encerrado en el baño. Pensé que de nuevo estaba intentando desahogarse y que estaba evitando que los demás lo vieran, así que fui a verlo............. entonces............ al entrar lo vi.......... la sangre por todo el suelo.......... el cuchillo.......... él mismo se había hecho esa herida en el rostro, yo no sabía qué hacer o decir, solo me quede allí...... como un idiota........... cuando él me vio, sólo sonrió y me dijo "Ahora no vas a ser el único con una cicatriz onii-san, no te dejaré solo" - Sanemi se encorvó al punto de que quedó postrado en el suelo, y su llanto lleno el lugar de nuevo.

"Así que por eso no soportaste más y te fuiste", pensó Rengoku haciendo una mueca de tristeza.

En ese momento Sanemi sitió como varias manos lo ayudaban a levantarse, a recobrar su postura, y cuando pudo levantar de nuevo la mirada, noto como todas esas personas que consideraba sus amigos, a los que también les había causado tantos problemas, a los que había tratado de una manera tan horrible, a los que había incluso golpeado e insultado, ahora estaban abrazándolo, ellos lo seguían sosteniendo a pesar de todo. Se sintió abrumado por tales personas, y como no hacerlo.

- ¿Por qué...? a pesar de todo lo que les he hecho... - preguntó suavemente Sanemi.

- ¿Te lo dije verdad?, eso es lo que hacen los amigos - respondió Rengoku

- Será mejor que te acostumbres... idiota - dijo entre lágrimas Uzui y todos se abrazaron más fuerte.

- Siii idiota!!!! - dijeron Iguro y Kanroji casi al unísono.

- Jamás volverás a enfrentarte a esto solo Sanemi, te lo prometo - esa última frase provenía de la presidenta, a la cual no podía ver de nuevo, ya que estaba abrazándolo, aquella persona que lo tuvo en sus brazos hace menos de 10 minutos, ayudándolo una vez más, ya había perdido la cuenta de cuántas veces ella le había extendido su mano.

Así se quedarían un largo rato, hasta que Sanemi, ya retomando un poco la calma....continuó hablando, haciendo que ellos se separaran.

- ¿Ahora lo entienden?, ¿ahora entienden porque no puedo volver con ellos?, no puedo regresar, no después de todo lo que he hecho... simplemente no podría soportar su odio, todo lo que puedo hacer es ofrecerles mi vida, y sacarlos adelante.....nada más importa - decía tímidamente.

Ciertamente esta faceta de Sanemi era nueva para todos los demás, haciendo que se sintieran cada vez más conmovidos.

- Solo hay una forma de comprobarlo Shinazugawa.....no, Sanemi-san, ¿No crees? - respondió Kanae, haciendo que Sanemi levantara la cabeza de nuevo, haciendo una expresión de completo terror, ya no podía seguir fingiendo ser el chico rudo que no sentía nada por nadie, su mayor miedo había sido expuesto - creo que es hora de que enfrentes tus miedos Sanemi-san... y vayas a verlos.

- No puedo!!! - respondió con un tono de desesperación - no tengo la fuerza...

En ese momento, una fuerte palmada en su espalda, lo hizo gruñir de dolor, haciendo que se sentara derecho inmediatamente, y ahora la voz del representante de la clase volvía a su abrumador tono habitual.

- Mi testarudo amigo, cuántas veces vamos a tener que decírtelo hasta que entiendas el mensaje... ya no estas solo JAJAJAJA ahora nosotros estamos contigo, te acompañaremos a hacerlo... o más puntualmente, la presidenta y reina de esta escuela será quien te acompañe a cumplir con este gran reto!!!! JAJAJA

- AH??? - dijeron todos al unísono, sin entender las intenciones de su extraño líder.

Kanae sólo pudo voltear a ver a Rengoku sorprendida y avergonzada, realmente no podía entender a donde iba con todo esto.

- El momento para que veas a tus hermanos es ahora, no podemos esperar más tiempo, tienes que ser un hombre y enfrentar tus miedos amigo mío, y como tus amigos, es nuestro deber acompañarte JAJAJA, pero después de la paliza que nos diste a Tengen y a mí, me temo que no podremos ir contigo, debemos ir a la enfermería a que nos atiendan y requiero que Iguro-san acompañe a Tengen a su casa, mientras que la hermosa Mitsuri-chan me llevará a la mía JAJAJA, por lo tanto, es responsabilidad de Kanae-chan acompañarte en esta ocasión - explicó alegremente Rengoku mientras todos los demás lo miraban con la boca abierta e Iguro chasqueaba los dientes.

- Además - continuó - fue Kanae-san quien nos organizó para ayudarte, sin lugar a dudas, el crédito de esta operación es enteramente de ella, creo que ella es más que merecedora de ser la que te acompañe, mi problemático compañero de clase.

Mientras escuchaba esas palabras, un completamente aterrado Sanemi, comenzaba a temblar, agachando de nuevo la cabeza y quedando en silencio, pensando que con estas personas, simplemente sus planes no pasaban como él quería, había venido tan lleno de ira, con la intención de decir adiós y terminar con esta etapa de su vida, y allí estaba, de nuevo completamente derrotado y ahora sus planes habían cambiado abruptamente. Ahora, el momento que más temía estaba por llegar, el momento de ir a ver a Genya y a sus hermanos a la cara, de enfrentar su más grande miedo.

Sanemi comenzó de nuevo a levantar la mirada, y allí estaba ella, mirándolo con su deslumbrante sonrisa, y con su característica elegancia le ofreció su mano para que pudiera ponerse de pie mientras le decía.

- Para mí sería un honor si me dejas acompañarte Shinazugawa-san, yo seré tu soporte, te prometo que pase lo que pase, estaré allí contigo.

Así fue como él tomó su mano y se levantó poco a poco, el resto del grupo, le dió su apoyo y le dijo que estarían esperándolo con ansias en la escuela. Sanemi no dijo nada.

Mientras Kanae y Sanemi se iban caminando en dirección a la casa de sus hermanos, los demás se quedaron un momento viéndolos irse, a lo que Uzui solo dijo

- espero que todo salga bien.

- Todo saldrá bien - dijo Iguro ayudando a sostener a su compañero - ahora es hora de llevarlos a ustedes a que los vea la enfermera, ¿Que demonios les vamos a decir?

- JAJA creo que eso es el menor de nuestros problemas en este momento - dijo alegremente Rengoku apoyándose en Mitsuri, mientras miraba a Tengen, el cual lo miró con cara de saber exactamente cuáles fueron sus intenciones de dejar a esos dos solos, pero ninguno de los dos dijo una sola palabra al respecto y se fueron.


Mientas Sanemi caminaba en completo silencio, no podía apartar la mirada de su mano derecha, que era sostenida por Kanae, ella era quien lo estaba llevando como si fuera un niño pequeño, pero no podía hacer nada al respecto, sabía que simplemente no podría hacerlo solo, así que sencillamente dejaba que ella lo guiara. Por otro lado Kanae, estaba completamente avergonzada, ahora que todo el problema mayor había pasado, era completamente consciente de todas las cosas que había dicho y hecho, eso sin mencionar que llevaba a Shinazugawa-san de la mano, como si fueran una pareja, el hecho de que caminara delante de él era principalmente porque no quería que él la viera completamente roja. No podía parar de pensar en la forma como estuvieron abrazados, del aroma de Shinazugawa, de su respiración y los latidos de su corazón, sin mencionar que se quedaron viéndose fijamente a los ojos durante una eternidad. Además estaba el hecho de haberlo llamado por su nombre sin su permiso, simplemente era demasiado para ella. Sin embargo, a pesar de todo, también se sentía llena de dicha, en general su plan había funcionado incluso mejor de lo que ella había pensado en un principio, no solo habían logrado que Shinazugawa hablara con ellos, si no que ahora estaba dispuesto a hablar con Genya-chan, era una oportunidad de oro. Kanae recordó las palabras de Rengoku, y era cierto que si Shinazugawa no iba en ese instante, después simplemente se acobardaría, por lo que era su deber como su amiga... como la presidenta del consejo estudiantil, ayudarlo a cumplir tan complicada tarea.

Mientras ella seguía repasando dichos pensamientos una y otra vez, la voz de Shinazugawa la hizo voltear a verlo.

- Kocho, yo realmente siento todo lo que les hice, quería aprovechar para disculparme por lo del festival escolar... por todo... - dijo Sanemi.

- Shinazugawa-san, después de todo lo que ha pasado, deberás trabajar muy duro para compensar lo que hiciste - Kanae decía esto de nuevo apartándole la mirada, pero al mismo tiempo apretaba su mano - quiero que me prometas que dejarás que te ayudemos siempre que lo necesites y quiero que renuncies a esa tonta idea de abandonar la escuela, quiero que me prometas que terminarás tu año escolar, no aceptaré menos que eso.

Los dos siguieron caminando un tiempo en silencio, solo el paso firme de Kanae guiando a Sanemi se podía escuchar.

- Está bien Kocho, lo intentaré - respondió Sanemi haciendo que Kanae, aún sin mirarlo, sonriera mientras intentaba contener sus lágrimas, "Ubuyashiki-sama, lo logre!!" pensó.


Después de un corto viaje en tren, allí estaban frente al conjunto de apartamentos, aquel que Sanemi había visto un centenar de veces, pero al que temía tanto, recordó aquella sensación que sentía siempre que venía a entregar el dinero a Chiyo-obaasan, esa sensación de que quizá bajaría la guardia y se dejaría ver por Genya, que él lo buscaría para golpearlo y maldecirlo por todo lo que les había hecho. Aunque esta vez había algo diferente, esta vez él sería quien tocaría la puerta y hablaría con ellos, un millón de escenarios diferentes pasaban por su mente una y otra vez, y en casi todos, la conclusión era la misma, el recibiría el odio de sus hermanos, lo maldecirían y lo insultarían, le dirían que no quieren volver a verlo nunca más.

Inconscientemente Sanemi comenzó a respirar de nuevo fuertemente y a temblar un poco, aunque inmediatamente la mano de Kanae, que no lo había soltado desde que lo ayudó a levantarse en la escuela, volvió a apretarlo mientras lo llamaba para que saliera de su trance.

- Shinazugawa-san, Shinazugawa-san!!! - Cuando él volteó a verla, ella volvió a darle aquella gran y cálida sonrisa - Vamos Shinazugawa Sanemi!! te enfrentaste a unos matones sólo y a punto de colapsar para protegerme a mí y a las chicas del café, eres un chico valiente, que nunca se ha rendido sin importar lo difícil de la situación - Sanemi pensó para sí mismo que realmente echaba de menos aquella sonrisa y que ésta siempre lograba tranquilizarlo.

- Kocho-san, quiero pedirte un favor, quiero que me prometas que pase lo que pase, veas lo que veas, no interferirás - Sanemi le decía esto mientras la miraba con miedo y determinación - por favor, prométemelo.

Kanae lo miró un poco extrañada durante un momento, pero entendió que había un límite hasta dónde ella podría acompañarlo, entendió que hay cosas que solo él podría hacer.

- Lo prometo - respondió sin dejar de sonreír.

- Gracias... - dijo Sanemi, acto seguido, soltó la mano de Kanae y comenzó a caminar hacia aquella puerta con aquel número que había dicho y pensado en tantas ocasiones, no podía evitar sudar y temblar, pero con paso firme caminó hasta que quedó frente a la puerta y lentamente fue levantando su mano, hasta que su dedo índice quedó sobre aquel timbre, en el cual había un papel con el apellido "Shinazugawa" escrito en él, y allí se quedó un rato, completamente quieto, mirándolo fijamente, hasta que por fin reunió toda sus fuerzas y casi soltando un grito, lo oprimió. El sonido del timbre paso a través de su cuerpo como una corriente eléctrica. Al fondo, dentro del pequeño apartamento, solo se pudo escuchar la voz de un joven diciendo "ya voy!!".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro