Capitulo 5: Hogsmade
Después del desayuno nos encaminamos a Hogsmade, Fred y yo fuimos juntos todo el dia. Fuimos a HoneyDucks a por unos dulces puesto que la comida del comedor no era, lo que se dice, un manjar. Después fuimos a Zonko, ya que los gemelos eran los mejores bromistas de todo Hogwarts; y por ultimo a Las Tres Escobas a tomar unas cervezas de mantequilla. Habiamos estado todo el dia fuera, los dos solos; riendo, hablando sobre nada en general, Fred de vez en cuando cogiéndome de diferentes maneras ya que yo no le llegaba ni a la barbilla, En conclusión, el mejor dia de mi vida. Se hizo tarde y tuvimos que volver a Hogwarts. Cuando llegamos me despedi de Fred con un beso y subi a mi cuarto a cambiarme, allí estaban Octavia y Clarke. Ya suponía lo que me iban a pedir asi que...
-He quedado con Fred para ir a cenar- dije sin mirarlas asi que supuse que se quedaron con cara sorprendida- Luego os cuento todo-.
Eso fue lo ultimo que dije antes de salir del cuarto para ir al GC, cuando llegue no vi a Fred por ningún lado y me desilusione. Antes de poder darme la vuelta para ir a mi dormitorio unas manos me taparon los ojos.
-¿Quien soy?- dijo la voz que me tapaba los ojos, la cual reconoci al instante.
-¡Freddie!- dije quitándome sus ojos de los ojos y dándome la vuelta para abrazarle.
-Tengo una sorpresa- dijo cogiéndome de la mano- Vamos-.
Caminamos hasta el Lago Negro y cuando llegamos a la orilla nos sentamos. El Lago en calma de noche era precioso. La luna y las estrellas se reflejaban en este haciendo que brillara en nuestros rostros. Cuando me gire para ver a Fred, no estaba. Me di la vuelta completamente y ahí estaba. Sentado sobre un mantel de cuadros rojo y blanco, sobre este había muchos tipos de comida, todos me gustaban.
-¿Que es esto?- dije acercándome.
-Esto, amor mio, es nuestra primera cita- dijo levantándose para ayudarme a sentarme a su lado.
-Fred,- dije mirando a mi alrededor, todo estaba preciosa- no tenias porqué-.
-Por ti lo que sea- dijo sellando la noche con un beso.
Cenamos tranquilamente y estuvimos casi toda la noche observando el cielo estrellado. Note como mis párpados vencían y los cerraba lentamente.
-Gracias Freddie- susurré antes de quedar dormida.
-No hay de que enana- dijo para cogerme y llevarme a la habitación.
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