033: Pasado
HeeSeung y Ni-ki se miraron mutuamente luego de ser sacados de la oficina de Jay. Él estaba devastado por la noticia y también molesto con ellos por haberle ocultado tal cosa.
— ¿Jungwon te dijo algo más? - Ni-ki preguntó.
— No me dijo nada. Le he enviado mensajes para preguntarle cómo está pero no los ha leído - HeeSeung suspiró —. Se siente como si hubiéramos viajado en el tiempo. Está ocurriendo lo mismo qué pasó cuando Jungwon se alejó de nosotros.
— Espero que Jungwon encuentre tranquilidad dónde sea que se encuentre.
— No sé cómo decirle a Jake está noticia. No debería pasar por emociones tan fuertes durante su embarazo, pero tampoco quiero mentirle. Ya lo hice con Jay al ocultarle esa noticia, no quiero repetir lo mismo con Jake.
— Debemos buscar a Jungwon.
— No, Ni-ki. Si él se fué es porque quiere estar sólo.
HeeSeung se fué mientras veía su celular y pensaba en cómo podría contarle está noticia a Jake.
Ni-ki estaba reacio a dejar sólo nuevamente a Jungwon. Necesitaba buscar una manera de saber cómo se encontraba.
¿Qué hizo Jungwon cuando se alejó de ellos después de la graduación?
Probablemente estaría haciendo lo mismo que hizo en ese entonces. Pero ni siquiera sabía adónde había huido Jungwon en ese momento.
Hasta que un nombre cruzó por su mente. Salió corriendo hacía el ascensor para bajar hasta el primer piso.
Con Sunghoon.
Haberle contado toda su historia a Ni-ki le había servido bastante. De cierta forma, había aligerado toda esa carga que sentía sobre sus hombros. Sin embargo, aún no se sentía en paz completamente.
Necesitaba cumplir el último deseo de su hermana.
— ¿Sunghoon?
El mencionado alzó su mirada y se encontró con la expresión de confusión en el rostro de Sunoo, quién se estaba asomando por la puerta.
— Lo siento por venir sin avisarte. Si estás ocupado puedo—
— No estaba haciendo nada productivo. Puedes pasar - Sunoo abrió más la puerta y se hizo a un lado para dejar pasar a Sunghoon —. ¿Te pasó algo? Te ves muy decaído y tienes ojeras debajo de tus ojos.
— Solo dormí un par de horas.
— ¿Tienes problemas de insomnio?
— No se trata de eso. Estuve hablando con Ni-ki durante toda la noche.
— ¿Hablando con Ni-ki? - Sunoo se sorprendió por tal confesión. Siempre pensó que Sunghoon y Ni-ki no se llevaban bien. Al menos Sunghoon no miraba muy amigablemente a Ni-ki.
— He estado reflexionando bastante. Creo que necesitaba contarle a alguien mi historia para darme cuenta de todo lo malo que hice y reflexionar. Kim Sunoo - Sunghoon se arrodilló en el suelo y agachó su cabeza —. Perdóname por haber sido una mala persona para tí.
— Sunghoon—
— No hay excusa, no hay justificación para lo que te hice. Te traicioné, te lastimé, y lo peor de todo, me aproveché de ti.
Sunoo permaneció en silencio, observándolo con los brazos cruzados, sin moverse. Sunghoon finalmente levantó su mirada, sus ojos reflejando el peso de su arrepentimiento.
— Sé que fui egoísta, que sólo pensaba en mí mismo, en mi necesidad de escapar de mis problemas y lo hice de la peor manera posible. Tomé lo que me ofrecieron y te dejé, sin pensar en lo que significabas para mí, en lo que significaba tu apoyo. Fui cobarde, Sunoo. No merezco que me escuches, pero por favor, déjame decirte lo mucho que lo siento.
Sunghoon tragó saliva, sintiendo un nudo en su garganta. Las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo empezaban a brotar.
— Después de que mi hermana murió, las palabras que me dijo antes de irse fueron sobre ti. E-ella sabía lo que había hecho y me pidió que viniera a verte, que te contara la verdad y te pidiera perdón. Nunca fui capaz de hacerlo antes. Pero te juro que no ha pasado un solo día en que no me arrepienta de lo que te hice.
Sunoo seguía sin moverse, pero su mirada se había suavizado. Sunghoon, aún de rodillas, extendió sus manos hacia él en un gesto desesperado.
— No quiero que me perdones por obligación, sé que no lo merezco. Pero necesitaba decirte esto. Te fallé, Sunoo. He intentado redimirme de muchas maneras, pero nada tiene sentido si no enfrento el daño que te hice. Lo siento, Kim Sunoo. De verdad lo siento, desde lo más profundo de mi corazón.
Las lágrimas corrieron libremente por su rostro. Sunghoon ya no podía contener el dolor acumulado durante años.
Sunoo lo observaba, en silencio, la confusión en su rostro dando paso a una mezcla de compasión y tristeza. Las palabras que escuchaba eran las que durante tanto tiempo había querido oír, pero ahora, frente a él, el Sunghoon que estaba de rodillas parecía un hombre roto, diferente al que conoció, pero lleno de genuino arrepentimiento.
Sunoo lo miró en silencio por unos instantes, tomando aire profundamente antes de hablar. Los años habían pasado, y aunque el dolor seguía presente en algún rincón de su corazón, había aprendido a crecer, a madurar, y a enfrentar sus propios demonios. Ya no era el adolescente vulnerable que había dejado atrás; ahora, como adulto, veía el mundo de una manera diferente.
Se agachó ligeramente, acercándose a él, colocando suavemente una mano sobre su hombro. Sunghoon levantó su vista, aún con los ojos llenos de lágrimas, incapaz de descifrar lo que Sunoo estaba pensando.
— Sunghoon, sé que lo que viviste con tu hermana fue devastador. No me puedo imaginar la desesperación que debiste sentir al ver cómo todo se desmoronaba a tu alrededor, y entiendo que eso te llevó a tomar decisiones equivocadas. Pero también sé que eso no justifica lo que hiciste.
Sunoo hizo una pausa, mientras Sunghoon lo miraba, esperando sus siguientes palabras.
— No estoy diciendo que estuvo bien lo que hiciste. No lo estuvo. Me lastimaste, y pasé mucho tiempo preguntándome qué había hecho mal o por qué había confiado en alguien que, al final, me traicionó. Pero con el tiempo me di cuenta de que no fue mi culpa, ni siquiera fue algo que tú hicieras por maldad. Fue tu manera de sobrevivir a una situación que te sobrepasaba.
Sunoo respiró profundamente y continuó hablando.
— Lo que quiero decir es que te perdono, Park Sunghoon. No porque lo que hiciste esté bien, ni porque quiero borrar el pasado. Te perdono porque he aprendido que vivir con resentimiento no me lleva a ningún lado. No quiero seguir cargando con ese peso, ni quiero que tú lo sigas haciendo.
Sunghoon bajó su cabeza, respirando con dificultad, el alivio y el dolor mezclándose en su pecho.
— Yo también he cambiado - Sunoo continuó —. Ya no soy el chico que conociste. Y entiendo que tú también has pasado por mucho desde entonces. Lo importante no es solo lo que hiciste, sino lo que has hecho después de todo eso. Espero de corazón que esta experiencia te haya enseñado algo, que te haya transformado en una mejor persona.
Sunoo sonrió ligeramente, una sonrisa triste pero sincera.
— Te deseo lo mejor, de verdad, Sunghoon. No quiero que sigas arrastrando esta culpa. Sé que, en tu manera de ser, amaste a tu hermana con todo lo que tenías, y si todo esto te ayudó a seguir adelante por ella, entonces no fue en vano. Pero ahora tienes que seguir adelante por ti mismo, y aprender a ser una mejor persona. No para los demás, sino para ti.
Sunghoon lo miró, incrédulo ante la compasión y la fortaleza de Sunoo. Sentía un peso liberarse de sus hombros, aunque la tristeza permanecía. No había forma de recuperar lo que había perdido, pero había ganado algo invaluable: la oportunidad de redimirse.
— Gracias, Sunoo - Sunghoon susurró, su voz salió quebrada pero estaba llena de sinceridad.
Sunoo asintió suavemente y extendió sus manos para que Sunghoon se apoyara en él y se pusiera nuevamente de pie.
— Ya es hora de que ambos sigamos adelante, ¿no crees? Hemos crecido, hemos cambiado. Y aunque nuestras vidas tomaron caminos distintos, deseo que encuentres paz en la tuya.
Sunghoon agarró las manos de Sunoo y se puso de pie. Ambos sonrieron. Estaban listos para cerrar ese capítulo de sus vidas con madurez y la claridad de que, a pesar de los errores, ambos merecían una oportunidad para empezar de nuevo.
Sunoo lo miró fijamente, como si estuviera debatiendo consigo mismo si debía hacer la pregunta que había guardado durante tanto tiempo. Había algo que no podía dejar ir, una duda que había rondado su mente por años, y sabía que si quería seguir adelante, necesitaba una respuesta.
— Antes de que dejemos todo esto en el pasado, quiero que me respondas una última pregunta, Sunghoon.
Sunghoon asintió ligeramente.
— ¿Alguna vez te enamoraste de mí? - Sunoo preguntó.
El corazón de Sunghoon se aceleró, y por un instante el tiempo pareció detenerse. Había sido una pregunta que él mismo había evitado hacerse durante años.
Sunghoon desvió su mirada por un segundo, dudando. Podía sentir el peso de su confesión, y el silencio en el cuarto se volvió insoportable. Respiró hondo, intentando encontrar las palabras correctas. Sabía que si querían realmente dejar el pasado atrás, no podía seguir mintiendo, ni a él ni a sí mismo.
Finalmente, volvió a mirarlo.
— Sí, Sunoo. Me enamoré de ti. No al principio, porque al principio no sabía ni siquiera lo que era el amor. Y-yo te utilicé, y lo sé. Estaba tan cegado por todo lo que pasaba a mi alrededor, tan desesperado por salir de la situación con mi familia, que te vi como una oportunidad. Fui egoísta y cruel, y eso me persiguió durante mucho tiempo. Pero a medida que pasaban los días, a medida que te conocía más, me di cuenta de que eras diferente. De que eras especial.
Sunoo lo escuchaba en silencio, sus ojos fijos en él mientras intentaba procesar lo que decía.
— Me di cuenta de que te merecías mucho más que lo que yo podía ofrecerte. Te merecías a alguien que no te lastimara, que te amara sin condiciones, y yo no fui esa persona. Incluso cuando me di cuenta de lo que sentía por ti, ya era demasiado tarde. Había causado demasiado daño. Y por eso decidí alejarme. Me dije a mí mismo que era lo mejor para ti, aunque en realidad también fue una forma de protegerme de enfrentar mis propios errores.
Sunghoon respiró hondo.
— Pero sí, Sunoo. Me enamoré de ti. Y me duele decirlo porque sé que no merecía hacerlo. Te fallé, y aún así, sentí algo tan profundo por ti que me asustó. Incluso después de todo lo que pasó, nunca pude dejar de pensar en ti. En todo lo que te hice.
Sunoo lo miraba, sus ojos brillando con una mezcla de emociones. Había esperado esta respuesta durante mucho tiempo, pero ahora que la tenía, sentía una extraña mezcla de alivio y tristeza. Se quedó en silencio por unos segundos, dejando que las palabras de Sunghoon flotaran en el aire.
— Gracias por ser honesto, Sunghoon. Supongo que eso era lo que necesitaba saber.
Sunghoon asintió, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza en su pecho. Sabía que no había vuelta atrás, que la confesión no cambiaría el pasado, pero al menos ahora ya no había secretos entre ellos.
Sunoo dio un paso hacia él, observándolo con una mirada profunda.
— No sé si alguna vez podremos olvidar lo que pasó, Sunghoon. Pero al menos ahora puedo cerrar este capítulo con la verdad. Y eso es algo importante.
Sunoo se quedó en silencio por unos momentos. Había escuchado la confesión de sus sentimientos, y aunque dolía recordar lo que pasó, sabía que era el cierre que necesitaban. Pero, a pesar de todo, había algo que no podía ocultar por más tiempo. Algo que, a lo largo de los años, nunca había desaparecido del todo.
— Sabes, Sunghoon, nunca dejé de pensar en ti. Incluso después de todo lo que pasó, mis sentimientos por ti siempre estuvieron ahí, de una forma u otra. Es raro de explicar, pero no se fueron. Pero eso no significa que quiera intentarlo de nuevo ahora. Ambos tenemos cosas que superar, heridas que sanar. Y no podemos simplemente volver a donde estábamos antes, no sería justo para ninguno de los dos.
Sunghoon asintió lentamente, procesando lo que Sunoo decía. Había algo en sus palabras que resonaba profundamente en él, pero al mismo tiempo, sentía una barrera dentro de sí mismo. Aún no había superado completamente lo que pasó con Jungwon, el dolor y la culpa seguían presentes a pesar de ya haberse disculpado. Además, el miedo de volver a lastimar a Sunoo lo atormentaba. ¿Cómo podría estar con él sabiendo que una vez ya lo había destruido?
— No sé si podría volver a enamorarme de ti, Sunoo - Sunghoon confesó Javier —. Tengo miedo. Miedo de lastimarte otra vez, de arruinarlo todo de nuevo. Ya te hice mucho daño una vez, no quiero hacerlo otra vez.
Sunoo lo miró con ternura, como si entendiera perfectamente lo que él sentía.
— Eso no volverá a suceder, Sunghoon. No porque lo diga yo o porque quiera creerlo. Sino porque esta vez lo haríamos bien. No seríamos los mismos de antes. Ya no somos esos adolescentes perdidos. Esta vez, si llegamos a intentarlo en el futuro, empezaríamos de cero, sin mentiras, sin secretos. Nos conoceríamos de verdad.
Sunghoon sintió un nudo en la garganta.
— ¿Y s-si no soy capaz de cambiar? ¿Y si vuelvo a ser el mismo que te falló?
Sunoo sonrió suavemente.
— Sunghoon, tú has cambiado bastante. Estoy seguro que fuiste un grandioso novio para Jungwon. A él no lo lastimaste, porque pensaste con mayor claridad. Nadie cambia de la noche a la mañana. Pero creo en ti. Sé que no eres el mismo de antes, y sé que tampoco lo soy yo. Y si algún día decidimos intentarlo de nuevo, lo haremos con calma, con honestidad. No tenemos que apresurarnos, ni saltar directamente a donde lo dejamos. Podemos empezar de cero, conocernos otra vez, pero esta vez sin miedos. Esta vez, sabiendo quiénes somos realmente.
— No te prometo nada, Sunoo. Pero tal vez, algún día, cuando haya dejado todo atrás, podamos intentarlo
— Eso es todo lo que pido. No más mentiras, no más secretos. Si algún día lo intentamos, será porque ambos estamos listos. Y si encontramos a otras personas, seguiremos siendo amigos. Nos tendremos el uno al otro.
Sunghoon iba abrazar a Sunoo hasta que sintió como su celular empezaba a vibrar en el bolsillo de su pantalón. Sacó su celular y se encontró varios mensajes de Ni-ki, preguntándole dónde estaba.
— ¿Sucedió algo? - Sunoo preguntó.
— Ni-ki parece que quiere verme con urgencia. Le dije que estoy aquí. Espero no te moleste eso.
— No hay problema.
⏳
Ni-ki se dirigió hasta el departamento de Sunoo. Tocó desesperadamente la puerta hasta que Sunoo abrió y lo dejó pasar.
— ¿Estás bien? - Sunoo preguntó con preocupación.
— Jungwon se fué.
— ¿Qué? - Sunghoon y Sunoo hablaron al unisono.
— No sé qué provocó que Jungwon se fuera nuevamente, pero ya no está. Ni siquiera revisa nuestros mensajes.
— ¿Jay sabe eso?
— Ya lo sabe, Sunoo. Jungwon le dejó una caja de cartón que contiene recuerdos de ellos. Jay también se enteró sobre el bebé que Jungwon perdió.
— Jay debe estar devastado - Sunghoon susurró.
— También está molesto con nosotros por ocultarle esa noticia - Ni-ki miró a Sunghoon —. Jungwon me contó que ustedes se conocieron en la universidad, ¿cierto?
— Sí.
— Jungwon despareció de nuestras vidas después de la graduación. No supimos nada de él hasta hace unos meses porque Sunoo y tú tenían una historia y resulta que tú eras novio de Jungwon. ¿Se te ocurre algún lugar dónde él pudo haber ido? HeeSeung piensa que no debemos buscar a Jungwon porque si se fué es porque quería estar sólo, pero no creo que sea lo mejor que él afronte sus problemas solo.
— No sé dónde pudo haber ido - Sunghoon respondió mientras se ponía a pensar en algo que pudiera darles una pista sobre donde se encontraba Jungwon hasta que algo vino a su mente —. Quizás otras personas sepan dónde pudo haber ido.
— ¿Otras personas? - Sunoo miró a Sunghoon —. ¿Sus padres?
— No exactamente.
Con Jay.
Esas emociones de tristeza y enojo provocaba que buscara a culpables. Obviamente HeeSeung y Ni-ki estaban entre uno de esos culpables por haberle ocultado esa noticia.
Pero también tenía a otro culpable en mente.
La servidumbre se asustó cuando él abrió con fuerza la puerta de la casa.
— ¡Mamá! - Jay gritó fuertemente —. ¿Dónde estás? Necesito hablar contigo.
— ¿Hijo? - el señor Park apareció. Se veía sorprendido por la presencia de su hijo en la casa.
— ¿Dónde está mi mamá?
— Tu mamá no se encuentra aquí.
— Quiero saber dónde está. Quiero hablar seriamente con ella.
— Jay, tu madre fué llevada de emergencia al hospital está mañana.
— ¿Qué? - la expresión de enojo en el rostro de Jay se desvaneció —. ¿Qué le pasó?
⏳
Jay corrió a través de ese pasillo de hospital hasta llegar al consultorio dónde se encontraba su madre. Abrió la puerta y se encontró con una doctora. Su madre estaba echada en una camilla.
Detrás de él, llegó su padre. Ambos entraron al consultorio y se acercaron hasta la camilla.
— No es cierto, ¿verdad? - Jay miró a la doctora quién sólo suspiró —. ¡Dígame qué no es cierto, por favor!
— Hijo, tranquilízate.
— Lo siento, no hay nada que se le pueda hacer. Ella decidió hacerse los exámenes medicos demasiado tarde. Su enfermedad ya está demasiado avanzada.
— ¿Cuándo se enteraron de la noticia? - Jay miró a su padre.
— Hace una semana llegaron los resultados médicos.
Jay tuvo que cerrar sus ojos por unos segundos y respirar profundamente.
Primero la noticia sobre Jungwon y ahora esto.
¿Por qué le habían ocultado cosas tan importantes?
— Necesito hablar con usted, señor Park - la doctora salió del consultorio junto al padre de Jay.
El consultorio se llenó de silencio hasta que la señora Park empezó a abrir lentamente sus ojos y se sorprendió al ver a su hijo.
— Jay, ¿qué haces aquí?
— ¿Por qué me ocultaron está noticia? - Jay preguntó directamente.
— No quería que sientas lastima por mí.
— Mamá, tienes cáncer en etapa avanzada. Estos podrían ser tus últimos minutos de vida y si yo no llegaba de imprevisto a la casa, jamás me hubiera enterado de tu enfermedad. ¿Por qué siempre quieres ocultarme las cosas? ¡¿Por qué?!
— ¿Para qué fuiste a la casa?
— Quería preguntarte si le habías echo algo a Jungwon porque se acaba de ir.
— No lo busques.
— ¿Qué hiciste, mamá? ¿Qué le hiciste a él?
— Él sólo tomó la decisión de irse. Incluso me dió el permiso de hacerle daño si no se alejaba de tí.
Jay llevó sus manos hasta su cabello y tiró de ellos debido a la frustración que estaba sintiendo.
— Yo solo quiero lo mejor para tí, hijo.
— ¡No! - Jay retrocedió unos pasos —. ¿Por qué sigues pensando que lo mejor para mí es que controles lo que hago? Mamá, así mates a Jungwon enfrente de mí, mis sentimientos por él no van a desaparecer. Sólo te estás ganando resentimiento y odio de mi parte. Jungwon no es una mala persona. Yo soy la mala persona. Él sufrió por mi culpa. Yo fuí quién le hizo vivir un infierno. Yo fuí quién destruyó su corazón - las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas —. Está vez, quería hacer las cosas bien. Quería demostrarle que yo había cambiado. Que era una mejor persona. Qué no volvería a lastimar su corazón. Sin embargo, todo se está repitiendo cómo antes. ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué no me dejas ser felíz?
— Hijo...
— Cumplir todas tus ordenes me ha estado asfixiando. No puedo seguir viviendo la vida que tú quieres. Quiero ser dueño de mis propias decisiones. Quiero vivir mi vida. No quiero seguir atado a tus órdenes. No quiero seguir perdiendo a personas importantes en mi vida por tu culpa. No quiero odiarte completamente, porque aún te quiero y te respeto por el hecho de ser mi madre. Por favor, déjame ser felíz. Te lo suplico, mamá.
La puerta del consultorio nuevamente se abrió. El señor Park se acercó a ellos pero Jay salió corriendo de ahí.
Toda esta situación era demasiado asfixiante. Quería paz. Quería ser feliz con las personas que él decida.
Quería ser libre.
Un mensaje llegó a su celular. Era Ni-ki.
→ Tenemos una idea de dónde puede estar Jungwon. Si quieres que no se vuelva a repetir la historia, por favor, vé a buscarlo, abrazalo y dile cuánto lo amas. No destruyas nuevamente a Jungwon ni tampoco a tí mismo.
Jay leyó una y otra vez ese mensaje. Se dirigió hasta el estacionamiento y se subió a su auto. Miró la caja de cartón que estaba en el asiento de copiloto.
Nuevamente la abrió y sacó el diario de Jungwon para empezar a leer.
Dicen que a veces es bueno recordar el pasado para ver con claridad nuestros errores y reflexionar.
Dr13a.
Este es el penúltimo capítulo de la historia, pero antes de que se publique el capítulo final, veamos unos especiales de la historia del pasado del Jaywon 😉
Gracias por leer y votar 💙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro