La claridad del día atravesó las cortinas de la habitación de Sunoo. Él se volteó al otro lado para seguir durmiendo. Estiró su brazo pero no encontró nada. Mejor dicho, no encontró a nadie.

Abrió sus ojos y se sentó sobre su cama. Estaba solo en su habitación.

¿Ni-ki se había ido sin despedirse?

Escuchó un sonido. Se bajó rápidamente de la cama y corrió hacía la puerta de su departamento. Ni-ki estaba intentando quitarle el seguro a la puerta para irse.

— ¡Ni-ki!

El chico se asustó luego de escuchar su nombre. Se giró y vió a Sunoo. No se veía muy contento.

— ¿Te ibas a ir sin despedirte? - Sunoo preguntó. Quería sonar molesto pero en su lugar sonó triste.

— Tengo que ir a trabajar. Jay no tolerará otra tardanza de mi parte - Ni-ki respondió.

— Pero ni siquiera has desayunado.

— Puedo comer algo en el camino. Tú quédate aquí y descansa.

— ¿No quieres una pastilla para la resaca?

— No es necesario.

— ¿Seguro? - Sunoo preguntó con curiosidad.

— Muy seguro. Ahora me voy - Ni-ki terminó de quitarle el seguro a la puerta y la abrió.

— No le diré a nadie quien fué tu crush.

Ni-ki se quedó estático.

— Lo siento si hablé demasiado sobre mí - Ni-ki habló en voz baja.

— Fué entretenido escucharte y eso también me hizo entenderte mejor a tí y a tus amigos. Gracias por contarme tu versión de la historia.

Ni-ki solo asintió y salió del departamento de Sunoo.

Con Jungwon.

Se había levantado para darse una ducha y preparar su desayuno. Abrió la puerta de su departamento para salir rumbo a su trabajo pero lo primero que vió al salir fué un bonito peluche de gatito naranja con un corazón entre sus brazos.

— Buenos días, Jungwon - Jay sonrió.

— Buenos días - Jungwon respondió y cerró la puerta detrás de él —. Tengo que ir a trabajar.

— Vine para llevarte a tu trabajo y también decidí comprar este lindo peluche. ¿No te parecen lindos sus ojitos marrones? - Jay señaló los ojos del peluche —. El color de sus ojos me recordaron a los tuyos.

— Gracias.

— De hecho, compré dos peluches.

— ¿Dos?

— Sí. Si tocas el corazón de este peluche, el corazón del otro peluche brillará.

Jungwon se sorprendió al escuchar ese detalle de los peluches.

— Cuando necesites compañía puedes tocar el corazón de este peluche y yo veré esa señal. Es una forma de estar conectados.

Jungwon sintió una opresión en su pecho. Jay hablaba muy emocionado sobre ese peluche.

— ¿Te gusta? - Jay preguntó luego de no recibir algún comentario de parte de Jungwon.

— S-sí. Es muy bonito - Jungwon respondió y agarró el gatito de peluche.

— Prométeme que siempre tendrás ese peluche cerca de tí.

— Lo prometo - Jungwon respondió.

— Vámonos.

Ambos bajaron por el ascensor hasta el primer piso. Jay se apresuró para abrirle la puerta a Jungwon y subiera al auto.

— HeeSeung se sorprendió porque te fuiste sin avisarle - Jay comentó lo sucedido ayer después de que Jungwon se fuera.

— Luego hablaré con él.

— Ayer me sucedió algo extraño.

— ¿Qué cosa?

— Mi madre vino a visitarme de noche. Me sorprendió su repentina visita. Me dijo que quería verme para decirme que iba dejar de insistir con comprometerme con alguien.

— ¿Enserio?

— Sí. Hace unos días me había hablado para que conozca al hijo de la familia Moon. Pensé que había venido a decirme que ya me comprometió con ese chico sin avisarme.

— Me alegro que ahora tu madre haya dejado de insistir con un compromiso que no querías.

— Me dijo que me dejaba libre para escoger a la persona que quisiera.

— Eso es sorprendente - Jungwon miró al gatito de peluche sobre su regazo —. Ahora podrás elegir a la persona que quieras.

— Jungwon—

— Espero seas felíz - Jungwon sonrió.

⏳

La mañana había sido agotadora para Jay y el 'Espero seas felíz' que le dijo Jungwon le dejaba una sensación extraña.

Algo estaba pasando y quería saber qué cosa era.

El sonido de la puerta de su oficina lo sacó de sus pensamientos. Vió a Sunoo asomarse y sonreír.

— ¿Tienes tiempo para conversar? - Sunoo preguntó.

— Creo que necesito urgentemente tener una conversación - Jay respondió.

Sunoo entró a la oficina y cerró la puerta. Se dirigió a un sofá que quedaba cerca al escritorio de Jay.

— ¿A qué se debe que vengas a visitarme? - Jay preguntó.

— Han sucedido cosas bastantes curiosas ayer y creo que algo similar te ha pasado a tí.

— Siento que algo está mal pero no sé que cosa es - Jay respondió.

— ¿Problemas en la empresa o con Jungwon?

— Siento que Jungwon me está ocultando algo. Tengo miedo. Conozco esos comportamientos de Jungwon. No quiero que se repita la misma historia de antes. No quiero que hayan nuevamente secretos entre nosotros.

— Dale tiempo. Jungwon es el tipo de persona que no suele hablar sobre sus sentimientos o las cosas que le afectan. Sólo quédate a su lado. Él estará bien si te tiene a tí.

— ¿Y tú? ¿Qué te ha pasado?

— Ayer estaba hablando con Ni-ki.

— Eso no es algo novedoso. Últimamente ustedes pasan mucho tiempo juntos y en redes sociales piensan que están saliendo.

— Ese es justamente el problema. Tengo miedo de que Ni-ki sienta algo por mí.

— ¿Por qué? ¿Ha demostrado interés romántico en tí?

— Aún no. No sé - Sunoo suspiró —. Ayer por un accidente por poco nos besamos.

— ¿Qué ustedes qué? - la expresión de Jay cambió radicalmente.

— Bebimos el vino que robe de tu departamento. Luego era demasiado noche así que le dije a Ni-ki que se podía quedar a dormir.

[— No quisiera incomodarte.

— ¡Por supuesto que no! - Sunoo agarró la mano de Ni-ki y lo guío hasta su habitación —. Este departamento consideralo tu segundo hogar.

— Gracias - Ni-ki sonrió.

De repente, mientras caminaban hacía la habitación de Sunoo, Ni-ki tropezó con una pequeña alfombra que había quedado desalineada. Todo sucedió en un instante; perdió el equilibrio y comenzó a caer hacia adelante. Sunoo, con reflejos rápidos a pesar del alcohol, soltó su mano y extendió ambos brazos para atraparlo. Sus cuerpos chocaron suavemente, y Sunoo lo sostuvo con firmeza.

El contacto inesperado hizo que ambos quedaran inmóviles por un segundo. Ni-ki, aún apoyado en los brazos de Sunoo, levantó la vista y se encontró con sus ojos, tan cercanos que podía ver cada matiz de color en ellos. Sus rostros estaban a solo centímetros de distancia, sus respiraciones mezclándose en el aire entre ellos. Sunoo, con una expresión sorprendida y preocupada, lo miró fijamente, sus ojos grandes y brillantes reflejando la luz tenue.

Ni-ki se quedó mirándolo, una sonrisa suave comenzó a formarse en sus labios. En su estado ligeramente ebrio, las palabras salieron sin filtro.

— Me gustan tus ojos. Se parecen a los de él — dijo, su voz un poco ronca pero clara.

Sunoo, todavía sosteniéndolo, sintió una sensación extraña en su pecho. Se quedó mirándolo, sorprendido por el repentino comentario.

Finalmente, Sunoo lo ayudó a enderezarse, riendo suavemente para aliviar la tensión y continuaron caminando hacia la habitación hasta acostarse sobre la cómoda cama y quedarse dormidos.]

— Y eso fué lo que pasó - Sunoo terminó de relatar ese momento.

— ¿A quién se refería Ni-ki al hacer esa comparación?

— N-no lo sé. Probablemente a algún antiguo amor platónico.

— No sabía que Ni-ki se enamoró de alguien. Nunca me dijo nada.

— Probablemente fué algo fugaz y yá - Sunoo respondió sin decir ningún nombre. Había prometido no revelarlo.

— Pero sigo sin entender porqué tienes miedo de que Ni-ki se enamore de tí.

— Tengo miedo de que piense que soy su amor platónico y se fije en mí mientras piensa en él.

— No creo que eso suceda. Aunque de todos modos no me gustaría ver a Ni-ki con el corazón roto porque es obvio que si en algún momento él se enamora de tí, tú jamás corresponderías sus sentimientos.

— ¿Crees que debería apartarme de Ni-ki?

— No creo que haga falta - Jay respondió.

— Confiaré en tus palabras pero si las cosas se complican, tú tendrás que ayudarme.

— Está bien.

— Por cierto, ¿y ese gatito negro con un corazón en sus brazos? - Sunoo señaló el peluche que estaba al costado de la laptop de Jay.

— Los compré ayer en la tarde. Son peluches de pareja. Yo me quedé con el gatito negro y le regalé a Jungwon el peluche de gatito naranja.

— Se ven muy adorables - Sunoo comentó.

— Si tocas el corazón, brillará como una linterna y el corazón el otro gatito también brillará.

— Es un bonito regalo. Ahora yo también quiero uno pero no tengo con quién compartirlo.

— No pierdas las esperanzas. Estoy seguro que pronto vivirás tu etapa de romance.

Sunoo sonrió.

— Ayer me sucedió algo más - Jay volvió al tema del principio —. Mi madre vino a visitarme.

— Eso significa problemas, ¿qué te dijo?

— Me dijo que iba dejar de insistir en comprometerme con alguien que ella quisiera.

— ¿Qué? - Sunoo se sorprendió.

— Lo sé. Suena irreal y hasta sospechoso.

— ¿Crees que tu madre esté tramando algo?

— Puede ser pero no sé qué podría estar tramando.

— Te dije que tu madre vino a buscarme para que la ayude a alejar a Jungwon de tí, ¿y si planea hacerle algo a Jungwon?

— Pero no veo la relación que tenga que me deje elegir libremente a la persona que quiera y que le haga daño a Jungwon. Creo que ella sabe perfectamente que si me deja elegir libremente, yo elegiré a Jungwon.

— Tienes razón. No hay mucha lógica.

Jay no sabía que pensar ni a quién recurrir para que le dijera qué cosas estaban pasando.

Su madre y Jungwon estaban actuando de manera muy rara y sospechosa.

Dr13a.

Por poco me olvido que hoy tocaba actualizar está historia.

Gracias por leer y votar 💙