La noche había caído. HeeSeung y Jay se dirigían al departamento de Jungwon. Jake aún seguía ahí aunque ahora se encontraba mucho mejor.

— Quiero disculparme contigo - HeeSeung decidió romper el silencio.

— ¿Por qué? - Jay preguntó mientras seguía conduciendo.

— Durante años tuve la peor imagen de tí. Tal vez no eras tan malo como te catalogaba.

— No entiendo.

— Si decides volver a conquistar a Jungwon, te apoyaré.

— ¿Qué? - Jay ahora estaba más confundido.

— Creo que ambos ya han madurado y reflexionado lo suficiente.

— ¿Por qué de un momento a otro me estás apoyando? Siempre me odiaste por lastimar a Jungwon.

— Lo sé, hiciste varias cosas cuestionables pero a pesar de eso, también te importaba Jungwon.

— Jungwon siempre me importó.

— Y jamás pensé cuánto te importaba hasta ayer.

— ¿Ayer?

— Es un poco larga la historia. Solo prométeme que si quieres volver a intentar algo con Jungwon, está vez harás las cosas bien y no lo lastimaras como lo hiciste antes.

— No puedo prometerlo - Jay respondió.

— ¿Por qué? ¿Ya no te gusta Jungwon?

— No es eso, yo amo a Jungwon. Créeme que lo menos que quiero es volver a lastimarlo, pero no solo se trata de mí, también está mi familia y especialmente mi madre. No quiero que resulte lastimado por ellos.

— Si tú estás ahí para protegerlo de lo que quiera hacer tu madre, no lo lastimara demasiado. Además, sus amigos tampoco lo permitirán.

Jay se quedó en silencio.

⏳

El sonido del timbre llamó la atención de Jake y Jungwon.

— ¿Y si nuevamente es tu exnovio? - Jake preguntó.

— Puedes mirar por la pantalla y ver de quién se trata. Si es Sunghoon no lo dejes pasar, aún no me siento lo suficientemente bien para tener esa conversación profunda.

— Está bien.

Jake caminó hasta la puerta y miró por la pantalla. Sonrió cuando vió a HeeSeung pero se asustó al verlo junto a Jay.

¿Jungwon dejaría entrar a Jay?

Por un momento pensó en no abrir la puerta pero no podía dejar a su novio afuera así que no tuvo otra alternativa que abrir la puerta y dejar pasar a los dos chicos.

— Hola amor - HeeSeung se acercó a Jake y besó sus labios. Shim se sorprendió por esa acción. Definitivamente algo había pasado ayer en la noche y quería saber qué cosa fué.

Jay se hizo a un lado para no seguir presenciando tal escena romántica. Su mirada viajó por toda la sala del departamento hasta que vió a Jungwon sentado en el sofá mirando algo en su celular.

Yang dejó su celular a un lado y alzó su cabeza para ver a HeeSeung pero lo primero que captó su atención fué Jay.

— Hola Jungwon - Jay saludó y se acercó a él —, ¿cómo estás? ¿Ya te sientes mejor?

Jungwon estaba nervioso. Pensó haber escuchado la voz de HeeSeung. Miró nuevamente hacía la puerta y vió a HeeSeung y Jake besarse como si no hubiera un mañana. Apartó su vista de ellos y miró a Jay.

— Ya me siento mejor - Jungwon contestó.

— ¿Se te antoja algo en especial para la cena? - Jay preguntó.

— No, ¿vas a pedir comida?

— Por supuesto que no, yo mismo cocinare para tí - Jay respondió —, bueno, también para ellos - Jay miró hacía atrás y vió que la pareja seguía besándose con pasión.

— Este es mi departamento, no un hotel - Jungwon alzó el tono de su voz para que la pareja lo escuché pero simplemente lo ignoraron.

— Déjalos, ¿me acompañas a la cocina?

— Creo que eso sería lo mejor. No quiero ver cosas que no debería ver - Jungwon se puso de pie junto a Jay y entraron a la cocina.

Jay caminó hasta el refrigerador para ver qué alimentos habían.

— ¿Acabas de venir de tu trabajo? - Jungwon preguntó luego de darse cuenta que Jay vestía su traje negro.

— Sí - Jay se quitó su chaqueta y alzó las mangas de sus camisa para que no se mancharan mientras cocinaba.

— Guardaré tu chaqueta para evitar que se ensucie - Jungwon agarró la prenda de vestir y salió de la cocina para guardar la chaqueta en su habitación.

Se detuvo al ver que HeeSeung y Jake seguían besándose.

Más que enojo por ver qué se besaban como si estuvieran en una habitación privada. Le generaba un tanto de envidia. Él ahora estaba sólo y no tenía a alguien con quién besarse.

Dejó la chaqueta sobre su cama y cerró la puerta con seguro por si sus amigos intentaban meterse a su habitación.

Regresó nuevamente a la cocina.

— Jake y HeeSeung siguen besándose - Jungwon informó.

— HeeSeung ha cambiado de la noche a la mañana. Antes no era común ver ese tipo de escenas entre ellos - Jay comentó.

— ¿Cómo ha sido la relación entre ellos? - Jungwon preguntó.

— Salían a citas y compraban conjuntos de pareja. Aunque mayormente eso era porque Jake lo proponía. HeeSeung no solía mostrarse muy cariñoso con Jake. No lo sé, tal vez aún estaba aprendiendo a amar a Jake pero creo que ahora por fin aprendió a amarlo.

— Ojalá sean felices.

— Seguramente lo serán.

— Yo fracasé en el amor - Jungwon suspiró con tristeza —, terminé con Sunghoon.

— Debes haber tenido tus motivos - Jay respondió.

— Y eso justamente es lo que me cuestiono. No sé si hice lo correcto, no sé si lo hice por él, por mí o por tí. Estoy confundido. Trato de convencerme de que lo hice para no lastimarlo a él pero tengo miedo de haberlo echo para estar contigo. No sé lo que siento, no sé si amo a alguien ahora o si llegué a amarlo a él. No sé nada - Jungwon sollozó.

Jay dejó el cuchillo con el cuál estaba cortando unas verduras. Se acercó a Jungwon y vió como unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

— Lo siento por confundirte.

— ¿Por qué tuviste que cambiar? ¿Por qué ahora vienes a mí mostrando una mejor versión de tí? ¿Por qué me haces dudar? - Jungwon golpeó ligeramente el pecho de Jay —, te odio.

— Jungwon—

— Odio sentir esto, odio no poder odiarte, ¿por qué? ¿por qué no puedo odiarte como quisiera?

— Tal vez...aún sientes algo por mí - Jay agarró la mano de Jungwon que segundos antes lo había golpeado —, empecemos de cero. Volvamos a reescribir nuestra historia de amor y dejar atrás el pasado. Tú mismo lo dijiste, vine y me presenté ante tí con una nueva versión de mí. Déjame mostrarte mi nuevo yo. Dame la oportunidad de volver a enamorarte y enmendar mis errores. Déjame amarte como debí haberlo echo siempre.

— Tienes razón, no debería seguir aferrándome al pasado cuando ahora somos personas distintas - Jungwon miró su mano que era tomada por la mano de Jay —, arregla lo que dañaste de mí - Jungwon alzó su mirada para ver el rostro de Jay.

— Sanemos juntos nuestras heridas del pasado - Jay besó la mano de Jungwon.

— Sanemos juntos - Jungwon susurró y miró los ojos de Jay.

Tantos recuerdos juntos. Tantas promesas que se hicieron antes. A pesar de haber tenido una pésima relación antes, aún habían cosas que se podían rescatar. Aún habían momentos donde ellos fueron felices y sinceros con el otro.

¿Podrían reescribir su historia de amor?

Sus rostros se acercaron hasta dejar sus frentes pegadas y sus narices rozándose. Ambos tenían sus ojos cerrados. Solo querían disfrutar de esa cercanía, de esa conexión que formaban sin necesidad de decir algo.

Porque Jungwon siempre fué para Jay y Jay siempre fué para Jungwon.

Solamente que iniciaron una historia de amor en el momento inadecuado con unas versiones inmaduras de si mismos.

La puerta de la cocina se abrió pero Jake volvió a cerrarla luego de ver a Jungwon y Jay tan cerca.

— ¿Qué pasa? - HeeSeung preguntó.

— Baja la voz, parece que están en un momento muy especial - Jake respondió —, vámonos.

— ¿Sin decirles nada?

— Es mejor eso a interrumpirlos - Jake respondió —, vamos a un restaurante a cenar.

— Tengo ganas de cenar otra cosa - HeeSeung susurró.

— Insisto, algo ha pasado - Jake seguía sin procesar el cambio tan repentino en el comportamiento de HeeSeung.

— Sí pasaron muchas cosas pero lo de bueno es que eso me ha echo amarte aún más - HeeSeung agarró la mano de Jake y lo llevó hasta la puerta del departamento de Jungwon.

La pareja salió del departamento. El ruido de la puerta apartó a Jungwon y Jay.

— ¿Se fueron? - Jungwon cuestionó.

— Eso parece. Tal vez volvieron a la realidad y se dieron cuenta que no estaban solos en su casa. Será mejor que termine de preparar la cena.

JongSeong volvió a lo que estaba haciendo antes. Jungwon decidió ayudarlo con lo que pudiera para que la cena esté lista cuánto antes.

El malestar de Jungwon se había pasado. Pasar un tiempo junto a Jay cocinando y haciéndose una que otra broma era el mejor remedio.

Porque Jay fué el causante de sus tristezas pero también era su mejor medicina.

Con Sunoo.

Sunoo conducía su auto por la avenida casi desierta, sus manos apretadas alrededor del volante mientras las lágrimas se deslizaban silenciosamente por sus mejillas. El dolor en su pecho era profundo, cada suspiro una mezcla de tristeza y desesperación. Pasó su mano bruscamente para limpiarse sus lágrimas.

Había tenido una cena junto a sus padres. Pensó que tal vez se disculparían con él por haberlo forzado a acercarse a Jay.

Pero no fué así. La cena que debió llevarse con tranquilidad en dónde podría tener una conversación tranquila con sus padres, se convirtió en un espacio para reclamar y recordarle sus errores del pasado.

[— ¡Sólo tenías que hacer una cosa y fracasaste! - la mujer le gritó a Sunoo.

— ¡No podía seguir al lado de Jay! - Sunoo también gritó.

— ¿Eres consciente de todas las perdidas que hemos tenido desde que decidiste huir de la ceremonia de matrimonio? - el señor Kim le habló a Sunoo mientras golpeó con su vaso de vidrio la mesa.

— ¿Solo soy eso para ustedes? ¿Su 'salida de una crisis financiera'?  - Sunoo estaba dolido.

— ¡Maldito inútil! - la mujer se levantó de su sitio y le dió una bofetada a Sunoo —, más te vale arreglar las cosas con Jay y casarte con él.

— No voy hacerlo - Sunoo se puso de pie —, ¡No quiero seguir siendo su maldito títere!

Sunoo salió corriendo del comedor.]

No debía llorar. Sus progenitores no merecían sus lágrimas. Solo lo habían echo sufrir.

Jay tenía razón. Debía demandar a sus padres por manipularlo durante bastante tiempo.

Sunoo parpadeó rápidamente, tratando de despejar su visión nublada por las lágrimas. Los recuerdos de momentos pasados inundaban su mente, haciendo que el presente se sintiera aún más insoportable.

En un momento de debilidad, Sunoo cerró los ojos, solo por un instante, buscando un respiro de la tormenta emocional que lo consumía. Fue entonces cuando el estridente sonido de un claxon rompió el aire, arrancándolo bruscamente de sus pensamientos. Sus ojos se abrieron de golpe, y su corazón dio un vuelco al ver las luces de un auto que se acercaba peligrosamente rápido.

Instintivamente, giró el volante, intentando maniobrar su auto para evitar el choque inminente. El mundo a su alrededor se convirtió en un caos de luces y sombras, el sonido de las ruedas chirriando contra el asfalto resonando en sus oídos. Pero era demasiado tarde. Sintió el impacto con una fuerza abrumadora, el metal crujiente y los vidrios rompiéndose en una sinfonía aterradora.

El auto de Sunoo giró violentamente, y su cuerpo fue lanzado hacia adelante, detenido solo por el cinturón de seguridad y la bolsa de aire. El ruido del choque y el dolor se mezclaron en su mente. Finalmente, el auto se detuvo, dejando un silencio ensordecedor a su paso, roto solo por el sonido distante de sirenas y murmullos de personas que se acercaba.

Sunoo, se quedó inmóvil por un momento, tratando de procesar lo que acababa de suceder. Las lágrimas continuaban cayendo, mezclándose con el sabor metálico de la sangre en sus labios. Mientras la realidad comenzaba a asentarse, un pensamiento claro cruzó su mente: estaba vivo, pero todo lo demás se sentía destrozado, tanto por dentro como por fuera.

Dr13a.

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