Para evan encontrar a nico era prioridad.

Aunque eso le tomara horas de sueño y falta de alimentación.

¿Eso lo hacía terco? Sí.

¿Le importaba serlo? No.

No le importaba recibir miradas de extrañeza de los demás campistas. Al fin y al cabo ya se había acostumbrado a recibirlas.

Tampoco las miradas de preocupación de Quirón y de su mejor amigo. Incluso las del Percy Jackson y la de Annabeth Chase.

Evan probó con su olfato de hombre lobo y trato de sacarle información a los muertos. Incluso probo con un pequeño hechizo de rastreó, pero nada daba resultado.

Estaba frustrado y cansado, y su apariencia lo demostraba. Su cabello estaba más desordenado de lo normal y sus ojos estaban adornados por grandes ojeras, también estába seguro que habia bajado un poco de peso por saltarse la comida.

Ahora evan se acercaba refunfuñando a su cabaña por otro día sin suerte. Se dispuso a abri la puerta con la esperanza de dormir, pero vio como la puerta se encontraba medio abierta por lo que inmediatamente invoco su lanza. Sin embargo cuando entró, se confundió al ver a una mujer castaña dándole a espalda

La mujer se volvió hacia el y lo desconcertó ver como su rostro parecía cambiar. Su cabello castaño cambio a ser de color negro y su cara parecía tener varios rasgos de personas que conocía.

Su madre. Su mejor amigo. Y...

-¿Nico?-murmurro.

Las mejillas de la mujer se tornaron rosadas-A veces me avergüenzo de mi propio poder.

Evan sacudió su cabeza para salir de la impresión.

-Disculpa... ¿Quien eres tu?-pregunto evan levantando su lanza.

La mujer levanto las manos buscando calmar al semidiós— Me han llamado con distintos nombres, cariño. Pero puedes llamarme Afrodita.

Okey, eso lo tomo por sorpresa.

¿Que hacía una diosa esperándolo?

¿Y porque tenía que ser precisamente en su habitación?

Como si Afrodita leyera su mente, respondió-Para darte respuesta, querido-exclamo-Pero antes deja que te arreglé, sin ofender pero dejas mucho que desear.

Evan retrocedió cuando la diosa se acercó a él con la mano alzada-Sin ofende mi lady, pero no necesitó ser "arreglado", solamente dígame en qué la puedo ayudar.

Afrodita lentamente bajo la mano-Mestizos-nego con la cabeza-No saben aprovechar las oportunidades. En fin te daré tus respuestas, sin embargo no esperas que sea tan sencillo ¿Verdad?

Evan maldijo internamente, claro que no sería sencillo. Nada con los dioses lo era.

-Digame, que se le ofrece-hablo lo más cortes que pudo, podría haberla mandado al Hades pero lo ultimo que quería era ser maldecido por Afrodita.

Afrodita dio un chillido que hizo sobresaltar a evan. La diosa le dio la espalda a evan y camino hasta el espejo que estaba pegado cerca de su cama.

—Lo que te pido no es algo de otro mundo, cariño—exclamo mirando su reflejo—De hecho es muy sencillo.

Nada que pedian los dioses era sencillo. Pero se guardo ese comentario.

—¿Que sería eso, lady afrodita?

—Una buena historia de amor—fue lo que salió de su boca.

Evan alzó una ceja con confundido. Vio a la diosa esperando que dijera que era una broma pero eso no pasó.

—¿Una buena historia de amor?—pregunto aún tratando de procesar el pedido—Tengo la historia de romeo y julieta ¿Quiere que se la preste?

La diosa se soltó una carcajada.

—Adoro la inocencia que tienes cariño, me recuerdas a tu amigo percy. Cuando intentaba salvar a tu otra amiga, la hija de Atenea.

—No son mis amigos—aclaro evan. Eso era verdad, solo a compartido algunas palabras con ellos.

—De cualquier forma. Me refiero otra historia de amor querido evan, más específicamente tu historia de amor.

Eso último habia logrado freír el cerebro de evan. ¿A qué se refería?

La diosa siguió—Veras querido, como ya sabrás soy la diosa del amor—empezo—Y si hay algo que me gusta es ver una excelente historia entre dos enamorados hacer hasta lo imposible para estar juntos. Se que tengo la fama de ser la "diosa más debil" por representar el amor—exclamo soltando un suspiró—Pero no tienen en cuenta que el amor puede hacerte cometer locuras. Helena y París es un gran ejemplo de ello.

—¿Pero eso no inicio el guerra de troya?—pregunto evan.

Afrodita hizo un gesto de desdén con las manos—A lo que refiero, es que siempre es un placer ver a dos enamorados haciendo hasta lo imposible por estar juntos.

—Disculpe mi lady. Pero el problema es que en este momento no estoy enamorado de alguien. Estoy mas preocupado por encontrar a Nico que otra cosa—explico evan.

—¿Primero el hijo de poseidón y ahora tu? ¿Que les pasas a los semidioses de hoy en día?—exclama la diosa negando con su cabeza—Como ya te dije, querido. Si hay algo que me gusta mucho es una buena historia de amor. Ver como dos o más enamorados hacen lo posible por estar el uno con el otro, es algo que apreció.

La diosa camino hasta quedar cerca de evan—Lo que tengo previsto para ustedes no será sencillo. El camino entre ustedes estará lleno de obstáculos y luego de algun momento podrás pensar que el destino los odia.

La diosa levanto una mano y la coloco suavemente en la mejilla de evan.

—Hay almas que están destinadas a estar juntas, pero eso no significa que siempre logren estar el uno con el otro, pero te aseguro que cuando estén finalmente juntos, su historia será recordada de generación en generación.

Afrodita se acerco a la cara de evan y planto un beso en su frente—En el bosque empezará tu aventura, solo tienes que encontrar la entrada—susurro.

Antes de que evan pudiera decir algo, la diosa emitió un brillo rosado que obligó a evan a cerrar sus ojos y al abrirlos Evan se dio cuenta que la diosa ya no estaba. Dejando a Evan con un extraño sentimiento en su estómago.

••••

Así que, ya me digne en actualizar, enserio perdón por tardar.

Deben saber qué tengo planeado hacer de esta historia una montaña rusa de emociones. Habrá tanto angustia como momentos fluff.

Espero les haya gustado.

Estaré leyendo sus opiniones (por si desean escribirlos).

Nos leemos.