Tres
El segundo tiempo acabó con un rotundo 4-0 a favor del Barça, Charles estaba más emocionado que nunca, saltando y cantando el himno culé, mientras Carlos seguía sentado en las escaleras, mirando al vacío como si le hubieran quitado su lugar en Ferrari.
—Bueno, Charles, ¿Ya acabaste?—Preguntó Carlos, intentando levantarse mientras se sobaba el trasero.
—¡Ñop! Ahora vamos por los autógrafos.
—Ay no...—Carlos lo miró con incredulidad.
—Sí, de los azulitos, me lo prometiste, Calos.
—¿Los azulitos? Se llaman jugadores del Barcelona, y no, Charles, no voy a ir, ve tú yo te voy a ver desde la esquinita.
—Oh vamos, ¿Quién es el monito bonito que me apoya en todo? No dejarias que vaya yo solito, ¿Y si me pierdo Calos?—Charles le puso ojitos, y Carlos sabía que perdería esa pelea.
Diez minutos después, ahí estaba Carlos Sainz, vestido con la camiseta del Real Madrid, parado frente a la entrada de los vestuarios del Barcelona.... Matenlo ya por favor.
—Esto es una pésima idea... ¿Qué pasa si alguien me reconoce? Mi reputación se irá al caño, será peor que la noticia de Lando y su embarazo.
—¿Quién te va a reconocer, Calos? Estamos en un Clásico, nadie notara que Calos Sainz y Charles Leclerc, los bad boys de Ferrari estan aquí.
—Dilo más fuerte, Charles, creo que en el Camp Nou no te escucharon.
Antes de que pudieran continuar discutiendo, un encargado del club apareció y les permitió pasar, Charles prácticamente arrastró a Carlos dentro, emocionado como un niño.
Carlos solo rogaba para que la humillación terminara.
Cuando entraron, el vestuario estaba lleno de risas y gritos, Gavi estaba sentado en un banco, riendo mientras Fermín intentaba hacer un mal truco con una botella de agua.
Robert, por otro lado, estaba en una esquina revisando su teléfono, y Lamine parecía entretenido comiéndose una bolsa de golosinas.
—¡Hola!—Gritó Charles, llamando la atención de todos.
—Ay Dios, ay Dios; es Charles Leclerc... Gavi sostenme que me va a dar algo.—Diji Fermín dejándose caer en Gavi.
—Que te de en otro lado.—Dijo Gavi empujándolo hacia atrás.
—Eh... hola—Robert fue el primero en levantarse, saludando con una sonrisa amable.
—¡Eres tú!—Charles corrió directamente hacia él.
—¿Yo?—Robert parpadeó confundido.
—Sí, tú, Robert Lewandowski, soy Charles Leclerc, fanático tuyo desde siempre.
Carlos rodó los ojos, Charles estaba mintiendo descaradamente; hacía dos horas ni siquiera sabía qué era un fuera de juego.
—Oh, gracias, es un placer conocerte, también soy un gran fanático tuyo.—Respondió Robert, estrechándole la mano.
—Este es mi amigo, Calos.
Robert inclinó la cabeza, mirando a Carlos con incredulidad, Lamine solo mencionó a Leclerc; hoy es el mejor día de su vida.
—Oh... También soy gran fanático tuyo, de hecho no me pierdo, o mejor dicho no nos perdemos ninguna carrera y siempre los apoyamos.
—Encantado.—Carlos estrechó la mano de Robert, sonriendo educadamente.
Mientras tanto, Gavi no podía dejar de mirar la camiseta del Real Madrid que llevaba Carlos.
—¿Y este qué hace aquí? Lamine solo dijo que vendria Charles.—Murmuró el Omega, lo suficientemente alto como para que Carlos lo escuchara.
Carlos levantó una ceja.
—¿Perdón?
—Nada, solo digo que es raro ver a un madridista en nuestro vestuario, no vaya a ser que te dé por llorar también.
Charles soltó una risita nerviosa, tratando de evitar que la situación escalara.
—Supongo que vienes por un autógrafo, es el único premio que probablemente te lleves hoy...—Dijo Gavi con una sonrisa burlona, sacando un marcador de su mochila.
—¿Ah, sí?—Carlos cruzó los brazos, mirándolo con esa expresión que Charles llamaba "Hora de irse o nos vamos a la cárcel".
—Claro, ¿No quieres? Puedo firmarte la camiseta, tal vez así sí valga algo.
—Gracias, pero no acepto regalos baratos.
—¿Barato? Se te ha olvidado quién soy y que les acabo de patear el culo.
—Lo sé, niño, te he visto corriendo detrás de Modric en todos los Clásicos.
El vestuario estalló en risas, incluso Robert y Fermín no pudieron contenerse.
—Cálmate, Calos.—Charles intervino, aunque también estaba tratando de no reírse.
—Está bien, no te enfades, cachorro.—Carlos sonrió con burla, inclinándose un poco hacia Gavi.
—No me llames así.—Dijo Gavi, cruzándose de brazos.
—Ah, entonces, ¿Cómo prefieres? ¿Chiquitín?
Gavi apretó los dientes, claramente frustrado.
—¿Sabes qué? Mejor lárgate.
—Oh, tranquilo, no te pongas tan territorial, aunque entiendo... Con un Alfa como yo aquí, es difícil mantener la calma.
Robert carraspeó, claramente incómodo por lo último, no quisiera tener roses con alguien que admira, pero por su cachorrito hasta pelearia con Hansi.
—Eh, chicos, creo que deberíamos calmarnos un poco.
—Sí, claro.—Dijo Charles, tratando de suavizar el ambiente, luego se giró hacia Robert con una sonrisa coqueta.
—Por cierto, ¿Puedo tomarme una foto contigo?
—¿Conmigo? Claro, por supuesto.—Robert sonrió nervioso, ay mierda, ay mierda esta tan cerca.
Tiene un olor suavecito, bonito como él, Robert ya tenía una sonrisa boba.
—Ah, ¿Y conmigo no?—Interrumpió Fermín, ofendidisimo, ¿Por qué todos lo ignoraban? Ya veran; cuando conquiste el mundo, no va a invitar a nadie a su fiesta de "Viva el rey Fermín" ni aunque le hagan ojitos.
—No te pongas celoso, Fer.—Se burló Gavi.
Carlos, por su parte, decidió aprovechar el momento para vengarse un poco más.
—Gavi, ¿Quieres tomarte una foto conmigo?—Preguntó con una sonrisa provocativa.
—¿Contigo? Ni loco.
—Oh, vamos, podría ser una gran foto para tu colección de cosas baratas.
Gavi lanzó el marcador que tenía en la mano hacia Carlos, pero este lo atrapó con una sonrisa arrogante.
—Tienes buena puntería, cachorro, quizás algún día te deje firmarme algo.
Gavi estaba a punto de responder cuando Charles se acercó con su teléfono.
—¡Foto grupal! Vamos, chicos, sonrían.
El vestuario se reunió para la foto, y aunque Gavi intentaba mantener su distancia, Carlos se aseguró de pararse justo a su lado, colocando una mano en su cintura de manera deliberada.
—Di whisky.—Murmuró Carlos en el oído de Gavi, haciendo que este se sonrojara.
—Eres un idiota.—Respondió Gavi entre dientes.
Carlos simplemente sonrió, satisfecho consigo mismo.
Esto iba a ser divertido.
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