Dos
Nada estaba bien, eso debería haberlo previsto, pero, ¿Qué más da? Que se jodan todos, ya estaba cansado, y además, la única opinión que le importaba era la de su mejor amigo.
Y Leclerc fue muy claro con él.
—Calos... You are the stupidest Alpha I have ever met... And that is why I will support you in what you think will be right for you... You are my best friend and I will miss you.
—Charles...
—Shhh shut up, it's not over yet, I don't want Lewis to take your place, he's one of the Alphas I hate the most in the world.... So I'll go with you wherever you go, if it's Williams, well we'll go take care of Colapinto together.
—Awww, ¿Te han dicho que eres el omega más bonito de todos? Carita de bebé simio prematuro.
—Calos...
—Thank you Charles... I really appreciate it.
—Ah... Y tú eres el de cara de mono.
—¡¿Qué demonios?!
Sí... Digamos que juntarse con Franco Colapinto, quien habla hasta por lo codos, te da cierta ventaja, aprendió a hablar en español más rápido con el argentino que con Duo.
Carlos decidió tomar un suspiro, un descanso de todos los problemas con Ferrari, tomó sus cosas y se fue Madrid.
Nada como ver que el Barcelona era humillado por su amado Madrid no pudiera arreglar.
Para nadie era secreto el gran amor y fanatismo que el Alfa tenía por dicho club, así que eso hizo, compro dos boletos de avión y dos entradas al Santiago Bernabéu.
¿Y por qué dos?
Porque su garrapatas bilingue iba con él, Leclerc no sabía ni qué era un fuera de juego, pero ahí estaba, con las mejillas llenas de palomitas y aplaudiendo a Dios sabe quién.
—Charles... ¿Sí sabes que estamos apoyando al Madrid verdad?
—¿Al Masbrid?—Dijo el omega con la boca llena, Charles trago todo para mirarlo con confusión.
—Sí, Madrid, el mejor equipo de todos, los de blanco.
—Ay no... Asco, yo estoy con los azulitos, los cachorros son tan lindos.
—¡Leclerc!
—Shhh, calla.
Debía ser una broma.
—¡Gooool!
Sí, esto tenía que ser una broma, vio como su amigo se iba a levantar a festejar el gol del equipo culé, lo tomó del brazo para sentarlo de nuevo.
—¿Quieres que nos maten? Estamos en las gradas del Madrid Charles.
—Pelotudos llorones.
—Pero... Agr, Colapinto....
—¿Puedo ir con los azulitos después? Vamos Calos, no seas malo, o no serás el padrino de mis futuros cachorros.
—Bien... Pero después de que acabe el primer tiempo.
—Wiiii.
No sabía qué era peor, tener a su hater personal el cual decía ser su mejor amigo festejando en su cara, o que Mbappé no sepa lo que es un fuera de juego.
El primer tiempo fue una auténtica humillación, terminó con un 3 a 0, ¡Y apenas era el primer tiempo!
Charles literalmente lo arrastró hasta las gradas del Barcelona, obviamente el Alfa no podía entrar, llevaba una camiseta del Madrid.
Entonces tuvo que sentarse en las escaleras, porque a su amigo prácticamente lo habían secuestrado en las gradas, ahora Charles se encontraba cantando el himno del Barcelona a todo pulmón.
—¡Calos! Iremos por un autógrafo del cachorro.
—¿Qué?
—Ser Charles sexy Leclerc te da ventajas.
Ay Dios...
Robert Lewandowski no era malo, era un ser de luz y paz... Pero con Jude Bellingham, era luz de una descarga eléctrica y paz, ¡Pas! De golpe.
Se la había pasado todo el encuentro queriendo llamar la atención de su cachorro, y por suerte y orgullo del Alfa polaco, Gavi lo mando al suelo como cuatro veces, amaba a ese cachorro, tanto que si no fuera ilegal y que la madre de Gavi posiblemente lo demande, ya habría puesto su apellido en el acta de nacimiento del omega.
—¿Quién es el omegita más rudo y bonito de todos?—Preguntó Fermín, recibiendo una mordida en el dedo.
—¡Ay! Y salvaje también.
—Lewaaan, Fermín me está molestando.—Se quejó Gavi.
Robert seriamente se está cuestionado cuánto tiempo le quedaba de cabello.
—Ya, ya... Lo hicieron bien ahí afuera, estoy orgulloso de ustedes dos.
Fermín le había dado la asistencia a Lamine para el primer gol, Gavi le había dado la asistencia a Robert para el segundo y luego Gavi volvió a asistir, pero esta vez para Raphinha.
—¿Viste sus caras? Amigooooo, Mbappé por poco y se echa a llorar por los 7 fueras de juego.—Dijo Fermín riendo como foca retrasada.
—Sí, y Vinicius se cayó de cara cuando Robert le quitó el balón, ame eso.—Dijo Gavi, apuntando eso en su lisa de mejores momentos de su vida.
—Gaviiiii, ¿Tienes dulces?—Lamine apareció de la nada, Robert agradece que su corazón aún funcione bien.
—¿Qué me das a cambio?—Nada era gratis eh.
—¿Una foto con el actual campeón de la fórmula 1?
—¡¿Qué?!—Los tres casi se van de espaldas, Robert era fanático loco de la F1; y por consecuencia sus dos no hijos, también.
—Síp, Chechi me dijo que alguien del personal le había pedido que me dijera que Charles Leclerc quería un autógrafo... Tuve que googlear para saber quién era.
—Te doy hasta mi casa, pero dile que queremos una foto.—Dijo Fermín para sacudirlo de acá y allá.
—Trato.
El segundo tiempo empezó, Carlos tenía el trasero entumecido por el duro suelo, fácil sería ir y sentarse en el cómodo asiento que había pagado.
Pero no podía dejar a su amigo en un lugar desconocido, sabrá Dios que clase de virus tendrían esos culés.
Goooollll.
Charles casi cae de cabeza festejando el cuarto gol del Barcelona, Carlos quería que la tierra lo tragara.
—¡Calos, Calos, también quiero el autógrafo de ellos!—Dijo Leclerc apuntando a la enorme pantalla, Robert Lewandowski junto a dos jugadores más, genial.
—¿Cómo se llaman?
Carlos bufó, pero volvió a observar la pantalla, seguía sin recordar los nombres de los otros dos.
—El Alfa es Robert Lewandowski, los otros dos no recuerdo, pero mira sus dorsales, seguramente verás sus nombres.
Dijo para volver a hundirse en su miserable vida de madridista.
—Me gusta...
—¿Qué?
—Nada.
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