Miriam salió de la cocina con lagrimas reprimidas y un enojo descomunal acompañándola por la sala. Nash la siguió con cara de angustia y frustración. No entendía por qué Miriam no le creía si estaba claro para todos que él solo tiene ojos para ella... bueno, al parecer no lo era tanto.

--Por favor, Miriam. Yo no la besé a ella, ella me besó a mi. -- Repitió quinta vez en ese mismo rato y volvió a reducir la misma respuesta: ojos dolidos y absoluto silencio. --Anda, no me mires así. Dime por qué no me crees.

Persivio un cambio en los ojos de Miriam y una sonrisa llena de sorna desplegarse en su rostro.

--¿No la besé, ella me besó a mi? Por favor Nash, puedes sacar mejores escusas, esa ya está bastante te usada.

Esa no era la respuesta que Nash esperaba.

Soltando un suspiro cansado tomó fuerzas y lleno de decisión se acercó más a ella, a su chica, a su niña bonita.

--Te voy a decir algo. -- tomó su cara con ambas manos pese a sus intentos por voltearse, y el vio claramente como su dolor salía completamente a flote, como sus ojos se ponían acuosos y comenzaba a sollozar. --Y quiero que lo entiendas bien. -- juntó su frente con la de ella y cerró los ojos empapándose de la censacion de tener a Miriam tan cerca. --Yo no... nunca podría hacerte algo así. No se si a veces no soy muy claro o no me expreso bien, y sé que no me la paso recalcándolo cada día, pero te lo he dicho; Yo te amo. No tengo ojos ni manos, ni besos ni mucho menos corazón para alguien más. Aunque quisiera estar con alguna otra chica tengo la certeza de que no podria...

--Pero yo te vi... -- ella lo interrumpe con un susurro y ojos suplicantes antes de que el diga otra cosa. --La besaste... se besaron...

-- ¡Que yo no la besé! No hubiera podido aunque hubiera querido, que no lo entiendes?! ...

--Yo se lo que vi!!

--¡No viste un carajo! Lo que viste eran dos labios precionados, y un par contra su voluntad! ¿Quieres saber lo que es un beso?

--Nash no empie-

--Si Miriam, aunque digas que no quieres lo sabrás.

Así sin más, Nash cortó la distancia entre ellos y de manera desesperada beso a su niña bonita, enseñándoles a ambos lo que era un verdadero beso y el significado de ello.