En el parque, Timmy y Vicky caminaban lado a lado, disfrutando de la brisa fresca de la tarde. Los árboles se mecían suavemente y los niños jugaban alrededor, pero para ellos, el mundo exterior parecía desvanecerse.

Timmy, un poco nervioso, miró a Vicky y sonrió. "Es bonito estar aquí, ¿no? A veces me gusta salir a caminar y despejar la mente."

Vicky lo miró de reojo y asintió. "Sí, a veces es bueno alejarse de todo. Especialmente de la escuela y de... bueno, de Vicky."

Timmy se rió, aliviado de que la conversación fluyera de manera natural. "¿Te imaginas si la escuela estuviera aquí? ¡Sería un desastre! Todos los niños corriendo y jugando, sin prestar atención a las clases."

Vicky sonrió, disfrutando de su sentido del humor. "Sí, pero al menos sería más divertido. Aunque, honestamente, no me gustaría tener que dar clases en medio de un parque."

Ambos rieron, y Timmy se sintió más relajado. "Entonces, ¿qué te parece si hacemos algo divertido? Podemos jugar a atrapar o simplemente sentarnos y observar la gente pasar."

Vicky, con una chispa de emoción, sugirió: "¡O podemos comprar un helado! Me muero de ganas de probar el nuevo sabor de mango que anunciaron."

Timmy asintió con entusiasmo. "¡Buena idea! Vamos a buscar el carrito de helados."

Mientras caminaban hacia el carrito, Timmy sintió una oleada de confianza. Quería aprovechar esta oportunidad para conocer más a Vicky. "Oye, Vicky, ¿qué haces cuando no estás en la escuela?"

Vicky, pensativa, respondió: "Bueno, a veces me gusta ver series o salir con mis amigos. Pero también me gusta dibujar. Nunca he tenido la oportunidad de mostrar mis dibujos a nadie."

Timmy se iluminó al escuchar eso. "¡Eso suena genial! Siempre he pensado que tienes un buen ojo para las cosas. Deberías mostrarme tus dibujos algún día."

Vicky se sonrojó levemente, sorprendida por su elogio. "¿De verdad lo piensas? A veces tengo miedo de que no sean lo suficientemente buenos."

Timmy la miró con sinceridad. "Vicky, lo que importa es que te guste a ti. Cada uno tiene su propio estilo. Nunca dejes que alguien más te diga lo contrario."

Vicky, sintiéndose más cómoda con Timmy, sonrió. "Gracias, Timmy. Eso significa mucho para mí."

Al llegar al carrito de helados, ambos pidieron sus sabores. Mientras disfrutaban de sus helados, el sol comenzaba a ponerse, creando un ambiente cálido y mágico a su alrededor.

Vicky miró a Timmy y, sintiendo una conexión más profunda, dijo: "Sabes, me alegra que estemos aquí juntos. Ha sido un buen día."

Timmy, sonriendo ampliamente, respondió: "A mí también me alegra. Ojalá podamos hacer esto más a menudo."

Mientras compartían risas y helados, Afrodita, observando desde un rincón del parque, sonrió satisfecha. "El amor se está formando lentamente, pero seguro. Solo necesitan un empujón más..."

En el Olimpo, Zeus estaba acomodado en su sala del trono, con una expresión divertida en su rostro. A su lado estaba Cosmo, que observaba todo con un brillo travieso en los ojos.

Zeus, con una risa profunda, dijo: "¡Mira cómo se comportan! Parece que la pequeña Vicky está comenzando a ver a Timmy de una manera diferente."

Cosmo, con una sonrisa burlona, respondió: "Sí, pero eso no significa que sea algo serio. Solo son un par de niños disfrutando del día. ¡Pero es un buen chisme!"

Zeus inclinó la cabeza, disfrutando del espectáculo. "Lo sé, pero hay algo especial en la forma en que Timmy se preocupa por ella. A veces, los mortales pueden ser más sabios de lo que pensamos."

Cosmo se rió, haciendo una mueca. "¿Sabios? La mayoría de las veces son unos completos idiotas. No sé cómo Timmy logra hacer que Vicky sonría. ¡Ella siempre está tan... Vicky!"

Zeus se cruzó de brazos y sonrió, mirando atentamente a la pareja. "Lo que pasa entre ellos es interesante. Hay más en juego aquí de lo que parece. Además, lo que se necesita es un empujón, y yo puedo ser ese empujón."

Cosmo, curioso, preguntó: "¿Qué tienes en mente, Zeus? ¿Algún plan para unirlos aún más?"

Zeus pensó por un momento y dijo: "Podría hacer que el clima cambie un poco. Un toque de magia del Olimpo siempre trae emoción. Tal vez un poco de viento, unas cuantas hojas que caen para que sientan la magia del momento."

Mientras Zeus hablaba, Afrodita estaba cerca, escuchando la conversación entre los dioses. "Zeus, no es necesario intervenir. A veces, las cosas deben fluir de manera natural."

Zeus sonrió, dándole un guiño. "Oh, Afrodita, a veces un poco de ayuda es necesaria. Pero tú tienes razón. Veremos cómo se desarrollan las cosas y si necesito hacer un pequeño ajuste."

Afrodita asintió, sintiendo que los sentimientos entre Timmy y Vicky estaban comenzando a florecer. "Eso es cierto. Deja que su conexión se desarrolle de manera natural. Pero no está de más observar."

Mientras tanto, en el parque...

Timmy y Vicky seguían disfrutando de sus helados, hablando sobre sus gustos y pasiones. La risa llenaba el aire, y una ligera brisa comenzó a soplar, haciendo que las hojas de los árboles danzaran suavemente.

Timmy se detuvo un momento y miró a Vicky. "Oye, ¿alguna vez has pensado en lo que quieres hacer cuando seas mayor?"

Vicky, pensativa, respondió: "A veces, pienso en ser artista o tal vez diseñadora de videojuegos. Siempre me ha fascinado crear historias y mundos."

Timmy, sorprendido y emocionado, dijo: "Eso suena increíble. Podrías crear un videojuego donde tú y yo seamos los héroes que salvan el mundo."

Vicky sonrió, imaginando la idea. "¡Eso sería genial! Podríamos tener aventuras épicas y salvar a todos los que necesitamos."

Ambos se miraron, la química entre ellos era innegable. Mientras la brisa se intensificaba, algunas hojas cayeron alrededor de ellos, creando un ambiente mágico.

Desde el trono, Zeus observaba con una sonrisa. "Esto se está volviendo interesante..."