Capítulo 2: Magia
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La magia puede
estar en todos lados,
si sabes buscar.
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Habían transcurrido años desde aquel incidente de la varita de su padre, el cual la pequeña no recordaba ni un poco.
Era una mañana armoniosa, el susurro de algunas personas transitando fuera de su hogar se lograba escuchar a través de la ventana de la habitación de la pequeña Black mientras era acompañado de un sol abrasador colándose entre las cortinas que, seguramente, comenzaría a derretir la nieve que aún caía con frecuencia. Calynn se levantó con el brillo del astro sobre su rostro mientras emitía un bostezo, agradeció que fuera fin de semana pues así podría verse con Lily en un par de horas. A pesar de que sabía que conocía a Thana, Lily y Severus por un largo tiempo, no podía recordar el día exacto en que los había conocido, probablemente fue cuando era mucho más pequeña y esa es la razón por la que no podía recordarlo.
Se alistó y bajó bastante emotiva a desayunar, estaba llena de energía y alegría, sabía que Lily no asistiría a la escuela y podría encontrarse con ella si es que Druella y Cygnus le permitían salir.
—Buenos días —saludó la pequeña llegando al lugar donde se encontraba su padre sentado, con su desayuno a su lado mientras leía un periódico que guardó al instante al escuchar la voz de la pequeña Black.
—Hasta que despiertas —agregó la voz de su madre antes de dejar un plato en el lavavajillas y volverse a sentar en la mesa para terminar lo poco que le quedaba de un jugo que no se veía para nada apetitoso.
—Es sábado —replicó la pequeña reprimiendo una entonación de alegría—. Quiero saludar a Lilianne, hoy no asiste a la escuela —comentó Calynn esperanzada.
—Eso no significa que tú no tengas cosas que hacer —contestó la mujer levantándose de la mesa una vez más.
—Pero yo no voy a la escuela —respondió confundida la pequeña Black—. ¿Por qué nunca me has dicho la razón de que no vaya a la escuela si solo tengo diez años? —cuestionó ligeramente molesta y confundida.
—Ya te he dicho que la escuela no es algo que necesites, todo lo que sabes lo has aprendido gracias a tu padre —comentó Druella rodando los ojos—, no necesitas instruirte de temas que no tienen la mayor relevancia —terminó con seriedad.
—Pero, cuando crezca, ¿qué voy a estudiar? —preguntó la pequeña angustiada.
—No necesitas cursar la escuela para que puedas salir adelante, no es imprescindible si sabes dónde buscar —respondió la mujer perdiendo la paciencia—. Ya basta de preguntas.
Calynn solo bajó la mirada y comenzó a comer las tostadas preparadas por su propia madre en silencio. Sabía que cada vez que ella preguntaba sobre algo relacionado con el estudio siempre conseguía la misma respuesta y no era sorpresa que su madre evadiera sus dudas y decidiera cambiar de tema. Después de tantos años no lograba conseguir una respuesta verídica sobre su inasistencia escolar y sus deseos de conocer el colegio persistían ya que, según lo que contaba Lily, la escuela era increíble.
Después del tema hablado, su padre únicamente se limitaba a sonreír, pareciera que él no supiera la razón de que todos los días se quedara en casa.
Se apresuró a lavar los trastes para poder salir al jardín y alcanzar a sus amigos intentando evadir los comentarios de su madre, al parecer había algo en ellos que Druella no aceptaba.
Calynn se despidió de su padre de un abrazo y se dispuso a salir por la puerta de la casa, bajó los escalones del pórtico con sumo cuidado ya que el miedo de que se quebrasen en cualquier momento siempre lo tenía presente. Caminó por el mismo camino de acera por el que había caminado casi diariamente durante toda su vida, o al menos eso suponía, solo que ahora estaba cubierto de nieve copiosa y después dio una ligera vuelta hacia la izquierda en dirección del árbol majestuoso que, aunque se encontraba ligeramente seco, este nunca dejaba de existir, la nieve sobre de él solo lograba convertirlo en uno más especial.
Ya iba ir a saludar a Lily y Severus que se encontraban en el jardín, sentados al pie del árbol mientras su ropa se tornaba blanca por la nieve adherida a ellos.
Calynn se escondió lo mejor que pudo detrás de un pilar circular perteneciente a una de las casas de la calle y, con curiosidad, observó las manos de ambos, desde donde estaba parecía que se encontraban más juntas de lo que hubiera imaginado.
La pequeña Black se acomodó junto a la columna y recargó su espalda en ella mientras agudizaba el oído, sabía que, si intentaba acercarse un poco más, sus amigos se separarían al instante. Una vez que estuvo lo más cerca que logró sin ser vista comenzó a escuchar.
—¿Hogwarts es como el colegio? —interrogó la pelirroja con dulzura.
—¿Te refieres al colegio muggle? —interrogó Severus confundido.
—Yo hablo sobre la escuela, el lugar donde aprendemos y tenemos otros compañeros —contestó Lily tratando de explicarse—. ¿Pero que es "muggle"?
—La palabra muggle se refiere a las personas que no tienen magia, es decir los que no son como nosotros —explicó el niño de pelo grasiento.
—Pero Severus, la magia no existe —replicó la pelirroja casi soltando una carcajada—. La magia solo existe en los cuentos de hadas —argumentó Lily mirando de una manera confundida al niño que se ruborizaba.
—¿Qué no me has dicho que has logrado hacer cosas sin que tú sepas cómo suceden cuando estás demasiado molesta? —reafirmó Severus.
—Sí, a veces con Tunney —respondió mientras intentaba analizar a dónde quería llegar el chico.
—Eso es magia, Lily —exclamó Severus con seriedad. Calynn creyó haber escuchado erróneamente las palabras del chico, pero confirmó lo que acababa de escuchar cuando Severus repitió sus palabras—. Cuando somos pequeños no podemos controlar nuestros poderes mágicos. —Hizo una ligera pausa y después continuó—. Verás que cuando entremos a Hogwarts podremos desarrollarlos correctamente, ¡tendremos una varita! —exclamó el chico con entusiasmo, mirando los ojos de su amiga.
—No lo creo Severus, es algo demasiado irreal para ser verdad —mencionó Lily mientras negaba con la cabeza, era evidente que la niña no le había creído.
—¿Cuándo es tu cumpleaños? —preguntó Severus intentando recordar una fecha en específico antes de que su compañera contestara, pero le fue imposible.
—Dentro de menos de veinte días, el treinta de enero —contestó la pelirroja con indiferencia—, pero ¿qué tiene que ver con Hogwarts? —terminó lentamente, el nombre de aquel colegio, al parecer ficticio, era bastante complejo.
—Ese día llegará tu carta de aceptación al colegio —expresó Severus con bastante emoción en sus palabras.
—¿Cómo es que estás tan seguro? —añadió Lily frunciendo el ceño. Con cada palabra que el niño agregaba, las explicaciones de la supuesta magia y el colegio se volvían aún más confusas.
—Porque yo ya tengo la mía —reveló el chico mientras el sonido del movimiento de papel llegaba hasta los oídos de la pequeña Black.
Calynn se moría de curiosidad de poder ver aquella carta desde cerca para poder deducir si lo que tanto había contado Severus realmente era totalmente cierto, intentó asomar ligeramente el rostro a través del pilar, pero le fue imposible observar algún detalle desde tanta distancia. Con la curiosidad carcomiéndola decidió levantarse de ahí y salir de su escondite con la mayor naturalidad posible.
—Lily, Severus —exclamó Calynn con una sonrisa en el rostro mientras se acercaba a ambos a paso veloz.
En el momento en que Severus volvió la mirada hacia la pequeña, este guardó el sobre de aquella carta lo más rápido que pudo y después le dirigió una sonrisa, con Lily imitándolo unos segundos después.
—Calynn, ¿qué tal? —saludó el niño lentamente como acostumbraba.
—¿Qué leían? —dijo Calynn yendo directamente al grano, esperando una respuesta honesta de parte de alguno de sus dos amigos.
—Solo un trozo de pergamino que encontramos entre la hierba —mintió Severus con indiferencia—, nada que tenga alguna relevancia.
—Está bien —respondió la pequeña Black sin remordimientos, una simple carta no iba a alterar el estado de humor de la pequeña, tal vez Lily le contara la verdad después de un tiempo—. ¿Jugamos?
Severus y Lily se miraron por un momento interpretando sus miradas para después dirigirse a la pequeña Black y asentir con la cabeza.
Se entretuvieron con juegos de niños pequeños como era de costumbre, desde que habían conocido a Severus aquella noche en el jardín lo habían incluido sin preámbulos y desde entonces las seguía a todas partes, o al menos eso es lo que pensaba Calynn. Por alguna razón no podía recordarlo del todo bien. Sin embargo, a pesar de que Severus conocía a las tres amigas durante tanto tiempo, eso no le quitaba su timidez hacia Calynn y Thana, cosa que no les molestaba, sino que únicamente catalogaban como extraño.
Después de un gran rato de juego y diversión, el grupo de amigos se sentó a charlar mientras las niñas sacudían su cabello para dejar caer todos los copos de nieve que habían capturado mientras jugaban su pelea de bolas de nieve.
A pesar de que ambas amaban los climas fríos, no podían evitar temblar un poco gracias a la cantidad de nieve a su alrededor, sus abrigos voluminosos de ambas no eran suficientes para aminorar el pase del clima de su alrededor. Solo en esas fechas Severus observaba a sus amigas con suéteres y abrigos tan corpulentos, mientras que a él le gustaba portar todo tipo de suéteres y sacos durante todo el año, incluyendo durante el verano que es cuando las chicas se preguntaban más sobre aquella costumbre de Severus, algo más que clasificaron como raro.
—Mi madre me ha dicho que la escuela no es tan genial como parece —comentó Calynn a Lily mientras se colocaba la gorra del abrigo—. Ha dicho que el estudiar allí es en vano.
—¿Por qué diría semejante comentario? —mencionó Lily—. Yo amo la escuela, es el único lugar donde me enseñan de todo un poco, me encantan las materias y los profesores. —Siguió hablando Lily con entusiasmo mientras enumeraba todo lo que le gustaba con los dedos de la mano—. Lo único que la haría mejor es que tú, Severus o Thana estuvieran en ella —terminó Lily con melancolía.
—¿Thana tampoco asiste a la escuela? —preguntó Calynn incrédula, cada mañana que no la veía justificaba que se encontraba en clases, pero se dio cuenta que no era así.
—Ella me ha dicho que sí —contó Lily, reflexionando—. No recuerdo el nombre, pero es una escuela un poco lejos de aquí —terminó encogiéndose de hombros.
—Por cierto, ¿dónde está ahora? —consultó esta vez Calynn, extrañada.
—Me ha dicho que hoy tenía una reunión con su familia y que no estaría hasta entrada la noche, supongo que no tenía la opción de no acompañarlos —mencionó la pelirroja mientras miraba a Severus en busca de su opinión, a lo que este solo le correspondió con una leve sonrisa.
Charlaron un poco más hasta que la tarde los alcanzó, era hora de que Calynn volviera para comer en casa, posiblemente la regañarían si no llegaba a tiempo. Los tres se levantaron y se despidieron primeramente de Severus ya que su hogar era el más alejado de los tres, quedándose las niñas totalmente solas.
—Severus es un gran chico —comentó Lily mientras andaban. El camino a casa no era demasiado largo, por lo que Calynn decidió preguntar lo que tanto le daba curiosidad antes de que fuera demasiado tarde.
—¿Qué era lo que estaban observando con tanta curiosidad antes de que los alcanzara en el jardín? —Calynn miraba a Lily sin pestañar, quería que le contara la verdad o, al menos, parte de ella.
—Es algo que quería enseñarme Severus, alguna tontería que había leído por ahí —dijo Lily con el ceño fruncido—. Dudo que tenga mucha importancia.
—¿Qué es lo que te hace creer que sean tonterías? —preguntó Calynn intentando que Lily se explayara un poco más o que al menos le mencionara un poco sobre lo que habían hablado sobre Hogwarts.
—No lo sé, simplemente no le creí —mencionó Lily mientras se detenía—. Tengo que ir a casa, nos vemos mañana, espero Thana pueda venir esta vez —se despidió para después doblar en una esquina y dirigirse a una de las casas más próximas cruzando la calle.
Calynn se quedó un momento mirando a Lily para después solo dar un suspiro y desviar la mirada para volver a casa, esperando no escuchar aquel apodo de su madre.
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"¿Acaso eres tú
el que viene al árbol?
Al lugar donde te dije que huyeras,
para que ambos fuéramos libres".
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⌞ The Hanging Tree - Adriana Figueroa ⌟
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