Observo detenidamente al escritor Lee dormir profundamente, desde que el médico lo revisó ha estado durmiendo; En un par de horas el desfile se llevará a cabo y en mi mente solamente podía pensar en el escritor.

Estaba preocupado si pero me confundía está enorme preocupación. Creo que nunca antes me había sentido tan angustiado al ver a alguien que usualmente tiene una careta de frialdad y dureza tan vulnerable.

— ¿Por qué eres así? — le pregunto sabiendo que no me responderá. Pero realmente me encantaría saber, quizás ser un poco más cercano de lo que ya hemos conseguido ser.

Cómo un mejor amigo que te cuenta todo, yo sería capaz de decirle todo sobre mí pero, ¿Él?. El escritor no podría porque es parte de su sombría personalidad y aún así me sonríe de vez en cuando hablándome de cosas que le gustan ver o escribir. Eso me hace sentir especial de algún modo.

De pronto siento una mano sobre mi hombro y reacciono dándome cuenta de que me quedé dormido.

— Hey Felix.

Parpadeo somnoliento y encuentro la mirada de Hyunjin sobre mí, el sonríe dulcemente acariciando mi mejilla.
— ¿Qué haces en está incómoda posición?

Entonces al removerme recuerdo que mi mano sostiene con fuerza la fría mano del escritor Lee. Avergonzado deslizo fuera mis dedos de los suyos ante la atenta mirada de Hyunjin y termino por despertarme completamente.

— Buenos días — le digo. Totalmente apenado porque me ha visto hacer algo cómo eso aunque no tenga nada de malo pero la mirada que tiene justo ahora me hace entender que se da cuenta de algo que ni siquiera yo mismo entiendo.

— Ya veo — murmura estirándose y observa el reloj de su muñeca. — Es tarde pecoso y debes ir a dormir un poco antes de irte a tu desfile.

— Ya dormí lo suficiente — le respondo aliviado de que no dijera extraño. — Y más aún por el desfile no creo que pueda dormir.

Hyunjin se encoge de hombros palmeando mi cabeza. — Todo saldrá bien, eres un excelente modelo y no te lo digo solamente porque seas mi amigo.

Sonrío asintiendo y me levanto tomando mi abrigo. — Si llegase a despertar el escritor podrías avisarme por favor.

— Claro. Y trata de no pensar mucho en esto, él estará bien — Hyunjin me lleva hasta la puerta de la habitación y al salir respiro profundo tratando de hacerlo lo que me ha dicho pero desde anoche todo lo que hay en mi mente es el escritor.

El desfile fue genial en todos los aspectos, me sentí tan confiado que realmente lo hice bien y tener los consejos de Changbin también me ayudaron. Quizás el señor Kim no pudo conseguir citas con las grandes marcas pero confiabamos en que pronto llegarían las buenas ofertas.
Pero realmente me sentía tan confundido con mis sentimientos porque cuando terminó el desfile lo que único en lo que estaba pensando era en saber si el escritor había despertado o no y no había recibido ningún mensaje de Hyunjin así que eso me hacía sentir incertidumbre y solamente quería salir corriendo al hospital.

Era la primera vez en la cuál una persona ocupaba absolutamente todos mis pensamientos.

Finalmente pude llegar al hospital y ocupar el lugar de Hyunjin al parecer el escritor seguía descansando de pronto lo veo abrir los ojos lentamente hasta que su mirada se encuentra con la mía en su totalidad.

— Me alegra tanto que esté bien, cuándo lo ví inconsciente en el suelo entre en pánico — le digo sinceramente dejando salir mi aflicción. — Llamé a una ambulancia y aquí estás.

— Gracias por ayudarme — me responde y cuando su mano busca la mía me quedo inmóvil mirándolo fijamente pero dejo que tome mi mano sintiéndome ansioso. — Felix...

Es tan extraño, no es común para el escritor buscar el contacto físico pero de alguna manera me emociona que lo haga conmigo así que me quedo callado disfrutando de este momento pensando que no entiendo nada pero que me agrada la manera en la que mi calidez contrasta su frialdad.

En los siguientes días me mantuve a su lado, debido a que mi manager me había permitido unos días de descanso decidí aprovecharlos estando con él y a él parecía no molestarle mi presencia, reía conmigo y escuchaba todas las anécdotas que tenía para contarle. A pesar de que había sido la semana más agradable lamentablemente se había terminado así que solamente regresaba por las tardes a realizar mi trabajo y cuando terminaba antes de irme me detenía a mirarlo escribir, ya no tenía un libro que acabar pero decía que le gustaba seguir escribiendo por placer aunque ya no hiciera una historia en concreto.

— ¿Podría ser una historia de fantasía? — le pregunto mirándolo apoyándome en la puerta.

Minho niega con la cabeza. — Está vez sólo son algunos versos, intentos de poemas nada más.

— ¿Puedo leerlos? — le pregunto curioso.

Él asiente apartándose y me acerco a la pantalla, “Si tú fueras la lluvia, nunca abriría un paraguas, en su lugar, me acostaría sobre la fría calle. Disfrutaría de  cada gota que cae en mi piel seca, estaría allí, incluso si eso significará que podría ahogarme en ti”

Me quedo callado mirando las letras escritas ahí sintiendo que no son unas simples palabras y que hay algo que en realidad sigue hiriendo al escritor Lee para ser de la manera en la que es.

— ¿Tan mal está? — me pregunta aclarando su garganta.

— No, para nada. No es eso — sonrío apartandome y cuando estoy por alejarme para ir hacía la puerta el me detiene jalando la punta de mi suéter.
— ¿Pasa algo?

Su mirada pasa de la mía a dónde está sujetando con fuerza y me suelta de inmediato. — Lo siento, no quería. No, no es nada.

— Entonces por hoy me iré pero mañana estaré de vuelta cómo siempre — tomo perilla de la puerta para cerrarla y sonrío. — No olvides dormir tus ocho horas o mañana me daré cuenta.

— ¡Felix espera! — Minho se pone de pie rápidamente y parpadeo confundido.
— En realidad si, si pasa algo.

Me detengo asintiendo. — ¿Algo malo?, ¿Te sientes mal de nuevo?.

Pero Minho sonríe, me alegra que ahora lo haga más a menudo. — No es eso, no te preocupes Felix. Lo que pasa es que Seungmin quiere conocerte formalmente y si no estás ocupado podrías ir con nosotros a la playa este fin de semana.

— ¿A la playa? — pregunto emocionado, hacía un tiempo que no visitaba un lugar tan hermoso cómo lo es la playa. — Le preguntaré al señor Kim si no tengo nada agendado para ese día, esto de no ser un modelo reconocido y malo no es tan malo si puedo salir contigo.

De pronto reacciono ante mis palabras y parpadeo repetidas veces dándome cuenta de que él podría malinterpretarme, y mi rostro se vuelve rojo de inmediato al mirarlo a los ojos. Él está mirándome fijamente hasta que es el primero en apartar sus ojos de los míos y niega con la cabeza.

— No digas que eres un modelo malo, yo sé que pronto tu rostro estará dando vueltas por todo el mundo — Minho se rasca la nuca. — Aunque para mí ya eres lo suficientemente genial cuando te miro en momentos cómo este. Además soy tu mayor fan con tu primer trabajo.

Trago en seco bajando la mirada y sonrío internamente, quizás demasiado pero tengo que hacerlo así o pensará raro sobre mí. — Entonces preguntaré y te diré. Aunque yo creo que es un hecho.

— Muy bien, nos vemos mañana — él levanta la mano despidiéndome. Y me marcho con una tonta sonrisa en el rostro incapaz de borrar en toda la noche.

Y es que pensar en como a él si le gusta la horrible pasta dental en dónde aparece mi rostro y que la mira todos los días cuando se cepilla me hace sentir tontamente especial y feliz.
También me alegra que me invite a pasad tiempo con él y sus amigos pero saber que ese chico llamado Seungmin es su ex pareja me sigue haciendo sentir frustrado e incómodo.

Pero aún, estoy tan confundido respecto a todo lo que me hace sentir Minho que me asusta y al mismo tiempo mi estómago se revuelve a tal punto de querer vomitar porque todo esto es nuevo, completamente nuevo para mí.
Mi pecho punza y me siento agobiado porque probablemente podría estarme enamorándome de él.

Y amar es tan peligroso porque soy un total novato en este campo además el escritor Lee parece ya haber amado más veces antes que yo y eso me da aún más miedo de exponer mis sentimientos.