Corazón de primavera
La gótica estaba en su habitación a oscuras, esta solo era iluminada por el televisor que tenía encendido con la opción de silencio activada. Tenía en sus manos aquel peluche del murciélago blanco que años atrás le habían regalado. Su mirada develaba un mar de confusión y dudas por el destino de su hermanastra. Ella sabía que la última vez que la vio fue un domingo en la noche, ya que su padre iba a llevarla a donde su madre, pero al parecer nunca llego y la excusa que dio el hombre fue que la había dejado en el centro de la ciudad de Toledo por petición de ella...
Era extraño todo eso, ¿Por qué ella pediría algo así? No es que tuviera malas mañas en su ciudad natal, ella tenía amigos igual de responsables y sanos que ella, era la mejor de su clase, con conocimientos bastante avanzados en Electrónica... Su futuro se veía brillante, entonces... ¿Qué paso? ¿De verdad ella pidió que la dejaran allí? La chica de cabellera negra tenía una extraña sensación cuando pensaba a fondo todo ese asunto, era como si algo se revolviera en su estómago... Ella lo presentía, había algo más en esta historia de lo que se cuenta, era como si la voz de su hermanastra le gritara desde donde sea que este de que le paso algo... Algo muy malo.
-"Mitchell... ¿Qué te habrá pasado?"- Pensó la chica mientras seguía viendo aquel peluche.
Ella se levanta y revisa su teléfono, tenía un mensaje de Lincoln preguntando como estaba y si había llegado bien, además de otro de Kasserine que le preguntaba cómo le fue con Lincoln y una carita guiñando. Ella sonríe y se guarda el teléfono en el bolsillo, más tarde les iba a contestar, por mientras ella traba la puerta de su habitación y saca de la mochila el arma que tomo del almacén. Sabía muy poco de ellas, pero no era totalmente ajena a un arma, ya que el hermano de Kasserine trabaja en un campo de tiro y a veces ambas van a su lugar de trabajo a hacerle una visita y en una de esas, él le enseño lo básico de un arma, como funcionaba, como se recargaba, como se le colocaba el seguro y como era la pose correcta para poder disparar.
Sabía que debía mantener esa cosa oculta si no quería problemas, así que la escondió debajo de su cama, dentro de una caja de madera que solo ella podría abrir. Solo la iría a usar en caso de que su vida estuviera verdaderamente en riesgo. Ella saca su teléfono de su bolsillo y responde los mensajes pendientes para luego mirar la galería y ver las fotos que saco.
-"La llave está en la puerta del sol... ¿Qué rayos significa eso?"- Se preguntó mientras veía la foto en su teléfono.
Ella suspira, se sentía estancada cuando intentaba pensar en un significado para eso... Digo, si es que tiene alguno, ya que pareciera que es algo que escribió en estado de ebriedad o con algunos alucinógenos encima. Ella se levanta y sale de su habitación, tenía sed así que fue a la cocina por un vaso de agua, solo esperaba que no estuvieran allí porque lo último que quería era discutir.
Ella llega a la cocina y se sirve un vaso de agua del grifo, la bebe y luego deja el vaso en el fregadero.
-¡Maggie!-Exclamo una voz masculina.
-"Me lleva la gran..."- Penso Maggie con el enojo emergiendo de su ser-. ¿Si?
-¿Por qué rayos le contestaste asi a tu madre?- Pregunto el hombre, a lo cual Maggie hace una mueca de confusión.
-¿Qué?- Pregunto la chica con disgusto en su voz-. ¡Ah! ¿Te refieres a lo de ayer?... ¡Eso fue ayer! ¿No se supone que debiste discutirlo ayer mismo en vez de esperar un día entero?
-Ayer te escondiste en tu porquería de habitación y hoy en la mañana no te vi.- Respondió el hombre con una voz que debelaba que estaba muy enojado, el fuerte olor a alcohol le hizo entender a Maggie que estaba bastante ebrio, habría que tener mucho cuidado-. ¡Respóndeme! ¡Que paso con ese respeto hacia tus padres!
-¿R-Respeto?- Pregunto Maggie con indignación-. ¿Me vienes a exigir respeto cuando vienes todo borracho a gritarme por algo que sucedió ayer? No me hagas reír... Además, lo último que ustedes merecen de mi es eso.
-No me hables así...- Dijo el hombre con una voz carrasposa, casi que reteniendo la ira.
-Entonces no vengas a exigir lo que no te mereces...- Respondió Maggie con la misma voz carrasposa, sus manos temblaban de la ira que sentía-. Ustedes solo son unos bastardos, imbéciles hijos de p...
Maggie nunca vio venir ese golpe que aquel hombre le lanzo, un fuerte derechazo que la hizo caer al suelo.
-¡No me hables así, perra estúpida!-Grito el hombre, a esto Maggie se levantó mientras se masajeaba la mandíbula, una línea de sangre emergió de su boca-. Yo soy la autoridad aquí y me debes obedecer.
-¿Autoridad? Ha, esa autoridad de la que presumes te la puedes meter bien en el cu...
Otro golpe vino del adulto, esta vez fue al abdomen de la chica, dejándola sin aire, en ese momento el hombre toma de una forma bastante violenta del brazo de la chica, la arrastra hasta la entrada trasera y la lanza hacia afuera de una patada, cayendo en el frio césped.
-¡Te quedaras allí esta noche!- Dijo el hombre-. Quizás así aprendas a respetar a tus mayores.
-Claro... Me dejan fuera de casa.- Dijo Maggie al escuchar el fuerte portazo-. Y encima junto a la casita del perro que no tenemos, que original. ¿Luego que viene? ¿Sacaran mis cosas de mi habitación? ¿Me harán vestir un traje ridículo de ardilla?... Por alguna razón siento que eso ya se ah mencionado muchas veces...
La chica se levanta con dificultad, el abdomen y la cara le dolían bastante, ella se lleva una mano a la cara al sentir algo en ella, al ver que era una línea de sangre se la limpia con el antebrazo.
-... Bueno, supongo que iré a la casa de Kasserine otra vez...- Dijo la chica en voz baja, se sentiría triste o enojada si no fuera porque esto ya ah pasado muchas veces en su pasado-. Vas a ver... Algún día les hare pagar por todo lo que me hicieron, de una u otra forma...
La chica se revisa los bolsillos y saca su teléfono, por suerte lo llevaba consigo, por un momento considero llamar a Lincoln, pero pensó que él ya había hecho mucho por ella ese día, así que desistió y llamo a Kasserine, cuando contesto la chica, ella le conto lo que paso y le dijo que si podía pasar la noche en su casa, naturalmente Kasserine accedió, así que Maggie se fue caminando hacia allá, total, ella vivía a tres cuadras de su casa.
-----
-... Y eso me trajo aquí.- término de contar Maggie mientras su amiga le terminaba de curar el corte que tenía en los labios.
-Cielos... Amiga, no sé cómo soportas todo eso.- Dijo la chica de cabellos castaño claro-. Yo ya me hubiera ido desde hace rato de allí.
-No lo entiendes, chica.-Dijo la gótica, hace un pequeño ademan de dolor cuando siente el algodón empapado en alcohol antiséptico tocar la herida-. Se que hay algo que me ocultan, y por alguna razón me da la corazonada de que todo gira en torno a mi hermanastra desaparecida.
-Pero... ¿No puedes investigar fuera de ese lugar?- Pregunto Kasserine.
-No... No puedo levantar sospechas, mientras ellos sigan pensando que tienen el control sobre mi, mucho mejor para mi.-Respondió golpe les va a doler más si viene de sorpresa.
-Bueno... Viéndolo así, pues es un plan intermedio.-Dijo la chica-. Por un lado, es bueno ya que no sospecharan nada si ven que tienen control sobre ti, pero por el otro, alimentas más sus ansias de pisotearte y golpearte.
-Y entiendo esa parte.- Dijo Maggie-. Yo también lo considere, pero, a final de cuentas. Un poco de humillación a cambio de voltear la situación hacia ellos, hundiéndoles la reputación, hundiéndolos en prisión y conociendo la verdad de lo que le paso a Mitchel... Me parece que es un buen precio. Así que es simple; averiguo que paso con mi hermanastra, y después de saber la verdad, los hundo en la miseria.
-Bueno... Es tu decisión y si eso es lo que quieres, te apoyo en esto, amiguis.- Respondió Kasserine, a lo cual Maggie le sonríe-. Listo, ya termine de curarte. Procura no tocarte mucho la herida para evitar que se abra de nuevo.
-De acuerdo, gracias.- Dijo Maggie.
-No hay nada que agradecer, lo que sea por mi mejor amiga.- Dijo la chica al darle una palmada amistosa en el hombro.
La chica sale de la habitación para devolver las cosas que saco del botiquín, Maggie sonríe, ¿Qué sería de ella sin su mejor amiga? Kasserine tiene un año menos que ella, con un cabello de color castaño claro y rizado, pecosa, tez blanca y ojos de color verde. De descendencia Chilena, Kasserine vive con su padre, un médico de reconocimiento tanto en Chile como en America, actualmente trabaja en el Hospital St. Marshton, adjunto al área de investigación médica.
Ella la conoció en el segundo año de primaria, en un evento de Halloween. Desde ese día se han vuelto bastante unidas, apoyándose la una y la otra. Cuando Kasserine supo lo que pasaba con los padres de Maggie, ella no dudo en ofrecerle una mano amiga, apoyándola y ofreciéndole su casa cuando ellos la expulsaban por desobediente o cuando las cosas estuvieran muy feas por allá.
La chica de cabellos rizado vuelve a la habitación con dos gaseosas en sus manos.
-Ten, supuse que tendrías algo de sed.- Dijo la chica al pasarle una de las gaseosas.
-Gracias.
-No es nada.- Respondió Kasserine-. Enserio, amiga. No se como puedes aguantar tanto. Yo estando en tu posición de hace rato me hubiera ido de esa casa.
-Creeme, yo te tomo la palabra.-Dijo la pelinegra al abrir la gaseosa-. Quizas este exagerando, pero vivir debajo de un puente es incluso una mejor opción que estar en esa casa... Pero ya te dije mis planes.
-Claro, eso lo entiendo, y si quieres hacerte la de Sherlock Holmes, te apoyo.- Dijo Kasserine.
-Al menos puedo contar con tu apoyo y con el de Lincoln.- Dijo la pelinegra al tomar un sorbo.
-Si, sabes, la historia de ustedes dos me parece tierna y a la vez extraña.- Dijo la chica al abrir su lata.
-¿Por qué te parece rara?- Pregunto Maggie.
-Bueno... Se que ustedes se conocen desde los trece años, pero era muy raro verlos hablar a ustedes dos. Pero desde ese día en el que...- Al ver que su amiga bajo la mirada, Kasserine decidió saltarse esta parte-. Bueno, el punto es que el te salvo, se aseguró de que llegaras al hospital y no se apartó de tu lado. Incluso hasta pago la cuenta del hospital. ¿No te parece eso muy raro?
-Pues un poco, si.- Dijo Maggie-. Pero quizás solo estaba siendo amable... Ya sabes cómo es el.
-Claro, pero... Fue mucha amabilidad para alguien con el que no se tenía mucho contacto, ¿No lo crees?- Pregunto la chica.
-Quizás tenga sus motivos.-Dijo la chica de cabellos negros-. Pero, a final de cuentas, lo que hizo el por mí fue más de lo que han hecho mis padres durante toda mi vida... Quizás es por eso que siento que le debo mucho.
-Qué bonito, enserio que ustedes son muy tiernos.-Cuando la chilena dijo esto, la chica gótica se sonrojo-. Solo ten paciencia, amiguis. Veras que algún día todo cambiara para bien.
-Solo espero que ese día llegue pronto.- Dijo la gótica al tomar otro sorbo de su lata.
------
Al día siguiente en horas de la mañana, Lincoln se hallaba en su hogar arreglando su habitación, ese día no había clases ya que el profesor con el que tenía clases en la mañana no pudo ir y además en la tarde lo tenía libre por horario. Estaba solo esa mañana ya que Luna estaba con su banda en el estudio de grabación y Lucy estaba en la escuela, aun así quería asegurarse de que su casa estuviera limpia y presentable para su hermanas y para Maggie, la cual él le dijo por mensaje que si podía pasarse por su casa para charlar, a lo cual naturalmente ella accedió sin ningún tipo de problema.
El hogar era ambientado por canciones que sonaban desde los amplificadores de sonido de su computador, estaba escuchando un poco de Evanescences mientras descargaba un mod para el GTA San Andreas desde Megaupload. Con un pañuelo limpiaba las repizas en donde descansaban varias de sus posiciones, entre esas figuraban algunas figuras de acción de Star Wars episodio tres, unas figurillas de South Park, un trofeo que gano en un campeonato de Half Life Multiplayer, algunos libros de ciencia ficción, terror, fantasía y romance y finalmente algunas fotos enmarcadas, las que más destacaban eran tres; una en la que el chico esta con su grupo de amigos, otra donde esta con casi todas sus hermanas y finalmente una en donde está besando la mejilla de una Maggie sorprendida y sonrojada.
Aunque en total eran cinco fotos en marcadas, las que más suele mirar son esas tres... Bueno, en realidad son cuatro las que siempre mira, la quinta foto era una en donde aparecía un paisaje muy pintoresco de un lago. Eso es de una excursión escolar al Lago SouthSide. Y en la cuarta foto aparecía alguien que significo mucho para la vida del joven albino.
El albino termina de limpiar las repisas y acomoda sus tesoros, al ver la cuarta foto el chico sonríe. Aquellos tiempos fueron esplendidos... Fueron... A veces se preguntaba qué hubiera pasado si no hubiera colgado el teléfono. ¿Las cosas hubieran sido diferente?
Siente algo de desánimo al recordar todo. Si tan solo...
-"... Lo siento..."- Fue lo único que pensó el chico al volver a colocar el marco en su lugar.
Sale de su trance de desánimo cuando oye que llaman a la puerta, al ver su reloj despertador se da cuenta que eran las once de la mañana. ¿Quién podría ser?
Al abrir la puerta ve que era Maggie, al parecer había salido temprano de clases ese día.
-¡Maggie!- Dijo el chico al abrazarla-. Cielos, sí que te extrañe.
-Linky, ¿Cómo estás?- Dijo la chica gótica al aceptar el abrazo que le daba su enamorado.
-Bien, mucho mejor ahora que estas aquí.- Dijo el chico al mirarla a los ojos.
-D'aww, que lindo.- Respondió la chica con una sonrisa.
-Pasa con confianza.- Dijo Lincoln al hacerse a un lado para que la gótica entre.
-Jum... Huele bien.- Dijo la chica al dejar su mochila en el sofá.
-Ah si, es que estaba limpiando un poco.-Respondió el chico al cerrar la puerta-. Ponte cómoda, ya te traigo algo para beber.
-Gracias.- Dijo Maggie al sentarse y descansar un poco.
Cuando Lincoln le trajo una gaseosa, se pusieron a hablar, Maggie le conto lo que sucedió ayer y que por ende tuvo que pasar la noche en lo de su amiga. Naturalmente Lincoln se enojó con ese hombre por haberla golpeado, a lo cual Maggie le tranquiliza diciendo que pronto recibirá lo que se merece, solo que hay que tener paciencia.
Ella le pregunto lo que había hecho en ese día, el chico le procede a contar lo sucedido ayer con la visita de sus hermanas y lo que hizo en la mañana. Mientras el albino hablaba, Maggie no pudo evitar recordar lo que dijo su amiga la noche anterior. Es cierto que antes de aquel día, ambos eran amigos pero no tan cercanos. Más bien eran conocidos. Entonces... ¿Por qué hizo eso? No es como que se quejara porque ahí fue donde se dio cuenta que era un chico maravilloso... Pero la curiosidad le comía la mente.
Al rato, ambos fueron a la cocina, pues la comida estaba lista. Era algo sencillo. Algo de arroz, unos filetes de carne asada y algo de puré de papas. Se le hizo agua la boca cuando sintió el delicioso aroma de la carne asada. Y ya que no había almorzado en el comedor de la escuela, supuso que era buen momento para comer.
-... Y hable con Lisa a eso de las nueve de la mañana.- Siguió contando Lincoln-. Ella tiene un GPS y dijo que lo podía usar y que lo iba a enviar con Luan la próxima vez que ella venga a visitarnos.
-Eso suena bien.-Respondió la chica mientras cortaba un trozo de carne-. ¿Cada cuánto ella viene?
-Pues... Normalmente se pasa los lunes y Jueves de cada semana para saber cómo estamos y para contarnos como están mama y las demás hermanas.- Dijo Lincoln.
-Y... Allá donde está tu madre y tus demás hermanas... ¿Esta Lori también?- Pregunto la chica.
-No, de hecho... Ella está en Sugar Lake City.- Dijo Lincoln-. Está en la universidad junto a Bobby estudiando lo que ella quiere.
-¿Y por qué siempre que la mencionan, te enojas?- Pregunto la chica.
-Es... Una larga historia, como dije.-Respondió el albino-. Pero, debes de saber que ella es una de las razones por la que me emancipe. No la principal, pero si cuenta como una de sus causas.
-¿Por qué...?
-... Ehm... Luego te cuento, querida.- Dijo el albino-. Ahorita no estoy de humor para contar eso.
-He, de acuerdo. Pero me tienes que contar lo que paso en tu familia, me intriga mucho tu historia.- Dijo Maggie.
-Y créeme que te lo contare... Pero todo en su debido momento. ¿Si?- Pregunto el chico, a lo cual ella asintió.
-A propósito, hoy en la escuela estaba Clyde.- Menciono la chica-. Estaba junto a Haiku en las gradas de la entrada bien abrazaditos. No lo niego, se veían adorables.
-Si, ambos están bien enamorados. Es tan obvio.-Dijo Lincoln después de tragar la comida que tenía en la boca-. Solo les hace falta dar el paso al noviazgo.
-¿Y cómo sabes que el sentimiento es mutuo?- Pregunto la gótica.
-Bueno, por parte de Clyde el me lo confirmo.- Dijo el albino-. Y con Haiku, ella me lo conto un día en que Clyde no fue a clases por que estaba en el medico siendo revisado por su problema de asma. Ella me dijo que quería formalizar una relación amorosa con él, pero que no quería apresurar las cosas y que todo tuviera un desarrollo natural.
-Pues, por como veo las cosas, ya dentro de poco no me sorprendería verlos ya como una pareja.- Dijo Maggie-. Y... ¿Tu que harias en ese caso?
-¿A que te refieres?- Pregunto el chico con una sonrisa.
-Bueno... A qué harías tú en una situación como la de Clyde y Haiku.- Reformulo su pregunta mientras se tallaba el brazo-. ¿También esperarías a que todo se desenvuelva de forma natural o...?
-Pues... Si fuera específicamente en el caso de Clyde y Haiku, esperaría.-Respondió Lincoln- Porque hay que tener en cuenta que Haiku ya tiene una historia de dolor y traición en su vida amorosa.
-¿Eso es verdad? Que curioso...
-Si... Antes de que ellos estuvieran bien enamoraditos, solo se consideraban buenos amigos.-Comenzó a relatar el albino mientras se limpiaba la boca con una servilleta de papel-. Haiku estaba de novio con otro chico de un club gótico, mientras Clyde estaba fijado en Teal, una chica rubia que académicamente estaba un año atrás de nosotros.
-Si, me parece haberla visto en varias ocasiones.-Dijo Maggie-. Así que solo eran amigos... ¿Y qué paso?
-En resumidas cuentas esto fue lo que paso.-El albino tomo un sorbo de su gaseosa-. La relación de Haiku se derribó, principalmente por que fue construida sobre mentiras, ya que el chico era un mujeriego, y a Clyde solo duro un mes su relación con Teal ya que ella lo termino dejando por otra persona.
-¿Enserio?-Pregunto la gótica. El chico asintió.
-El dolor de ambos fue inmenso, pero encontraron el confort en los brazos del otro. Conforme pasaban los días a ambos se les veía más y más juntos, más y más atraídos y embelesados.-Dijo el albino-. Ya ah pasado casi cinco meses desde aquellos eventos y parece que ya superaron todo. Se puede decir que ya están listos para otra relación.
-Vaya...
-Si... Recibieron un golpe fuerte, pero al menos parece que ya lo superaron Lincoln.
-Ya veo... Pero ¿Y si no fuera específicamente ese caso?- Pregunto Maggie.
-En ese caso primero tendría que ver si el sentimiento es mutuo y también si me siento cómodo.- Dijo el albino-. Luego tendría que esperar al momento ideal para que todo se de.
-¿Y si no se da el momento?
-Se crea.-Dijo el es tan complicado.
-Ya veo... Y en estos momentos... ¿Hay alguien especial en tu vida?-Pregunto Maggie con algo de pena, un rubor se asomó en sus blanquecinas y suaves mejillas pecosas.
El albino sonríe, ¡Claro que había alguien especial en su vida! Ella era una pieza indispensable de su corazón, la pieza que le daba color a sus días, la que le hacía querer ser una persona mejor todos los días... Y justamente la tenía enfrente suyo, un precioso ser de cabellos negros como la noche, ojos tan azules como el zafiro.
-Si, si lo hay.-Dijo Lincoln con un rubor.
Maggie sintió algo de ansiedad, quería saber más detalles, quería saber si lo que describía coincidía con ella ¡Por dios! Ojala que si.
-Y... ¿Puedes decirme quién es? O...- Pregunto ella con algo de nervios, como pudo disimulo su voz.
-Ella es una chica que tiene heridas profundas en su ser.-Empezó el chico a hablar, un rubor se presentó en sus mejillas-. Heridas de combate que han hecho que se fortalezca como persona y como mujer. Estuvo a punto de caer en la oscuridad, pero logro levantarse más fuerte e imponente que nunca... Es un ser precioso, inteligente. Ella es arte en su estado mas puro. Su hermosa carita esta adornada con unos preciosos ojos de un color azul que me hace recordar al océano. Un azul tan lindo que es imposible de replicar. Junto a esto, hay pequeñas pequitas de color café que resaltan el rostro de esa digna guerrera de la vida. Un cabello suave y lacio de color negro complementa su belleza, color que me hace recordar a la tranquilidad de la misteriosa noche y de las tenues estrellas parpadeantes que adornan el firmamento y que me hacen preguntarme si alguna vez estaremos juntos o si la sensación de besar esos labios rosaditos y perfumados solo quedaran en mis fantasías más profundas y mejor atesoradas... Ella es misteriosa, ella es la cúspide de mis ilusiones... Ella es mi fuego y mi locura, mi amor y mi locura...
-Vaya...- Dijo Maggie sorprendida y embelesada. Había entendido que hablaba de ella, cosa que la había emocionado.- Esa chica... Sí que debe de ser afortunada de tenerte.
-No...- Dijo el albino pensando en que ella no había captado que hablaba de ella-. Yo debería sentirme afortunado de que ella este en mi vida.
El corazón de Maggie latía con fuerza, quería lanzarse a los brazos de Lincoln y besarlo a mas no poder... Pero, algo dentro de sí le decía que no era el momento, que lo mejor era esperar... Así que suspiro para intentar aliviar la subida de sentimientos.
-Oye, ¿Quieres ver en lo que estoy trabajando?-Pregunto el chico.
-Claro, pero antes déjame ir al baño para lavarme las manos.- Dijo la chica.
-Sí, yo mientras lavo los trastes.- Dijo el albino al levantarse y tomar el plato vacío de la nota que tenías hambre, ¿Eh?
La chica rio tímidamente, a lo cual el albino se acercó y le dio un beso en la frente. Ella tuvo que hacer un esfuerzo grande para contener su emoción y su embelesamiento. ¡Como adoraba pasar tiempo junto a ese chico, el único que la comprende que la quiere tal como es.
------
-... Así que, ¿En esto has trabajado?- Pregunto Maggie mientras veía las filas de Pseudocodigo en la pantalla.
-Si.- Respondió el albino-. Hemos estado trabajando con una compañía Sueca para crear un videojuego de supervivencia. Esto que ves aquí es la mecánica del hambre.
-¿Ah si?
-Si, aunque aún hace falta corregir varias cosas ya que aún tiene fallos.-Respondió el albino-. Además de eso en la noche tengo que testear un juego nuevo de una compañía francesa.
-Por lo visto vas a estar ocupado hoy.-Dijo Maggie.
-Sí, un poco...-Respondió el albino-. Pero, lo bueno es que me pagan por eso, así que hasta no esta tan mal.
-¿Y cómo sabes que todo esto funciona?-Pregunto la chica.
-Simple, se hace el código y se importa al motor gráfico que use el juego.-Dijo el albino-. Luego se hace un evento con un código que llame el Script y se ejecuta el juego y se activa el evento, si todo sale bien, debería poder realizar lo que uno le programo. Si no funciona, este mismo o hace que el juego se crashee, o hace de todos menos lo que uno programo.
-¿Y eso del evento como se haría?- Pregunto ella.
-Bueno... Puede ser un objeto en el inventario o en el mapa, puede ser un NPC, puede ser el colocarse en una zona específica del mapa, activar un interruptor... Hay varias maneras.-Dijo Lincoln-. Pero, para probar este tipo de mecánicas o físicas, se hace uso de las "Salas de pruebas" que es una zona del juego apartada del todo que está destinada a ser un área de testeo para mecánicas y físicas.
-¿Enserio?
-Si.- Respondió el albino-. En todos los videojuegos existentes se hace uso de eso, algunas veces a los programadores se les olvidan eliminar estas áreas, por lo cual son accesibles mediante códigos. Como en el caso del Mario Sunshine, en el cual es posible acceder a su sala de pruebas mediante códigos.
-Vaya... No lo sabía.- Dijo la chica.
-¿Ves que cada día se aprende algo nuevo?- Dijo el albino al acercarse a ella, cosa que la hizo sonreír.
Ella mira de reojo la repisa que estaba encima de la cama del chico y ve las diversas fotos y objetos que tenía allí.
-Sabes, siempre me pregunte por que tenías tantas fotos enmarcadas.-Dijo la gótica al levantarse y ver la repisa.
-En realidad son solo cinco fotos.- Dijo el chico al levantarse.
-¿Cinco?
-Si... En ellas hay lugares y personas que significan mucho para mí.-Dijo el albino.
-Interesante...- Maggie vio varias caras conocidas en las diversas fotos, con excepción de una. ¿Quién era esa chica morena?
-Disculpa... ¿Quién es ella?- Pregunto Maggie mientras veía la cuarta foto.
-Ella...-El chico tomo el marco de la foto-. Es Ronnie Anne. Una buena amiga de infancia, antes de que empezáramos a hablar más seguido, ella y yo nos la pasábamos juntos. Éramos nosotros dos contra el mundo, era muy genial pasar tiempo con ella.
-Ya veo...- Dijo la chica de cabellos negros-. ¿Y qué sucedió con ella?
El chico se queda por un instante en silencio, realmente no era un tema con el que se sentía cómodo. Ni siquiera con su querida gótica.
-L-Lo siento, Maggie.- Respondió el chico al bajar la mirada-. No es algo de lo que me guste hablar... Solo te diré que cometí un error con ella... Uno muy grave, si me lo preguntas.
Maggie lo miro con cierta curiosidad ¿Qué había pasado entre ambos? Ella ve como el albino vuelve a poner la foto en la repisa y se sienta en la cama. Instintivamente ella también se sienta al lado de él y este suspira, Lincoln se veía algo decaído, así que Maggie, sin decir ni una sola palabra, le abraza.
-... ¿Y a qué viene este abrazo?- Pregunto el albino.
-No lo sé... Solo sentí que debía hacerlo, pero si tú quieres, ya me apar...
-No... no.-Interrumpió el albino al rodearla con sus brazos-. Esto... Me reconforta bastante.
Estando abrazados, pronto los envolvió un silencio bastante tranquilizante, se podía escuchar a las aves en el exterior, el zumbido del computador y de vez en cuando algún que otro auto que pasaba por la calle, pero más allá de eso, era un remanso de paz entre ambos, la gótica solo estaba allí abrazándolo, disfrutando del calor del chico y del suave y reconfortante aroma de su camisa, de una colonia varonil sutil y agradable. Aparte de eso, el chico estaba acariciando y jugueteando con los suaves y lacios cabellos de la chica. Tanto confort y tanto cariño la hicieron sentir embelesada y cómoda, lo suficiente como para tomarse una siesta.
Lincoln se dio cuenta de que ella se había quedado dormida, quiso moverse para dejarla durmiendo en su cama, pero al sentir que se movía, ella se aferró más. Así que el suspiro, supuso que era una almohada bastante cómoda para ella.
Estaría un buen rato ahí, pero al menos estaba junto a su chica. Han sido días estresantes, el trabajo, el estudio, pagar cuentas, comprar comida... Pero, solo con ver esa carita tierna con una linda sonrisa, todo el estrés se iba de su ser para ser reemplazado por un sentimiento de cariño y embelesamiento.
------
(Continuara...)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro