Empacábamos todo para ir de regreso a casa, Fernanda me miró y me dijo:

—¡Amor estuviste realmente genial en el bosque!  ¡Me hiciste sentir una mujer plena, mi pequeño rey de la selva! —Me sonrojé—.

Abrazándome fuertemente me dijo:

—Te amo pequeño. 

 Sonreí y le dije:

—Yo más mi reina.  Ella rio por el halago que le hice.

Antes de cargar las cosas e irnos del bosque, me dio un gran beso en los labios y me dijo:

—¡Estoy feliz de que hayas eyaculado dentro de mí, porque ahora nos hemos convertido en uno sólo, mi amor!, Le sonreí.

Llegamos a casa de mi tía Martha y ¡Oh sorpresa! Al abrir la perilla de la puerta encontré a mis padres en casa de mi prima muy preocupados y enojados conmigo una vez que me vieron entrar con ella. Mi tío Mario no me quitaba la vista de encima, Fernanda miró a los cuatro con cara de preocupación y preguntó:

—¿Qué pasa? ¿Porqué tan serios?.

Mi tía la miró e importándole una mierda comenzó a regañarla enfrente de todos diciéndole:

—¡Porqué no me avisaste por celular que te ibas con tú primo, Fernanda! ¡Te estuve marcando más de una vez a tu celular y no contestabas! ¡Realmente estoy furiosa contigo! ¡Te importa una mierda lo que te diga! ¡Vete a tú habitación! ¡Estás castigada!.

Fernanda dijo:

—¡Pero mamá! ¡Yo no tengo la culpa de qué no hayas leído la nota que les dejé a ti y a papá!. 

Mi tía le preguntó:

—¿Cuál nota?.

De repente vi que ella sube corriendo a su habitación por la nota que había escrito, cuando bajó las escaleras le entregó la nota a mis tíos en la que se leía que habíamos ido de excursión  lo que me sorprendió mucho, ella volvió a su habitación y yo la acompañé aunque me quedé en el pasillo de su habitación, pero me entró la curiosidad y me acerqué a ver cómo estaba entré, vi como se le aguaron sus ojos y comenzó a llorar, toqué la puerta y aún llorando  limpiándose las lágrimas con su mano izquierda me dijo:

—Entra y ponle seguro a la puerta.

 Así lo hice.

Me acerqué y la abracé, ella comenzó a llorar de nuevo; mientras la abrazaba le pregunté:

—¿Qué te pasa cariño?.

Ella me dijo llorando:

—Amor, quiero que nunca te separes de mí. 

 La abracé con más fuerza y le dije:

—¡Jamás te abandonaré Fernanda! Te amo. Pero dime una cosa, ¿Cuándo escribiste esa nota que le entregaste a mi tía?. 

Me miro con esos ojos de tristeza y me dijo: 

 —Sólo a ti te lo diré. Escribí otra nota diciendo que me ibas a acompañar con Kasumi y Kiyoshi  de excursión al bosque pero como tenía prisa se me olvidó escribir la fecha de regreso. 

Confundido le pregunté:

—¿Cómo? ¿O sea que le mentiste a mis tíos y a mis padres?.

 Ella aún con los ojos llorosos me dijo:

—¡Sí, les mentí!, ¡Y lo hice sólo por nosotros! ¡En serio tú me haces la mujer más feliz del mundo Omar! ¡Te quiero junto a mí siempre! Yo te amo.

Le dije directo a los ojos:

—Y tú me haces el hombre más feliz y afortunado "primita".

Le besé una de sus mejillas y le dije:

—Ahora cálmate y respira profundo, porque esto apenas es el comienzo de una gran aventura, ¡Que digo aventura! Esto es el comienzo de un gran romance entre nosotros dos. 

Ella me miró con esos bellísimos ojos azules como el mar y me dijo:

—Tienes toda la razón, amor. 

 Juntos nos besamos apasionadamente a pesar de que mis padres y mis tíos estuvieran en la sala.