Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4 - Fresco Otoño.

Mis padres habían salido, Fernanda y yo estábamos conversando en uno de los sillones de la sala, ella me miraba con una atenta y sumisa mirada, me colocó su mano derecha y le dije:

—Me sigo sintiendo mal.

—¿Por qué? —Me preguntó ella—.

Le dije:

—Porque ¡Sé que esto no es correcto! Y eso me tensa los nervios.

Ella rió y me dijo:

—¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Tranquilízate ternurita, de momento nadie sospecha nada. Ten confianza.

—Lo haré.

 Le dije y la besé. El  beso fue intenso, lleno de  pasión,  de amor, de todo ...

Le dije: 

—¡Besas demasiado bien para ser mi prima!.

Sujetándome la camisa me dijo:

—¡Je! ¡Je! Ven para acá.

Comenzamos a besarnos con gran atrevimiento, le acariciaba el pelo y le besaba todo el cuello, ella se quitaba el sostén frente a mí sabiendo que sólo con el roce de sus caderas me ponía al límite, le empezaba a tocar los senos tan duros y suaves que estaba seguro que toda su anatomía se prendía, ella me comenzaba a desnudar aventando la camisa y quitándome la mezclilla, una ves desnudos me dijo:

—Omar, penétrame.

Sin dejarla de besar le dije:

—¿Ahora?.

—¡Si, ahora mismo! Al fin que estamos solos en tu casa. ¡Anda, vamos! Solo colócate un condón, no quiero salir embarazada. ¡Ja,Ja!. 

—Entendido.  

Tomé la iniciativa, me puse preservativo  y comenzamos con esta aventura.

Penetré su bello y hermoso pubis y al sentirlo adentro le pregunté:

—¿Cómo te sientes amor?.

—¡Ah! ¡Hmm! ¡Arg! ¡ Ahh!¡Me encanta! ¡Lléname toda. Gemía y gemía, la besaba mientras ella con sus movimientos de cadera dirigía la penetración. 

 Ella me dijo:

—¡Me encanta tener sexo contigo! ¿A ti no te gusta besarme y penetrarme?.

Mirándola dulcemente le dije:

—¡Me encanta Fernanda! Te amo.

 Mirándome directamente a los ojos y acariciándome la cabeza mientras gemía me dijo:

 —Yo te amo más Omar, ¡Ahh! ¡Sí carajo! ¡Sí! ¡Esto es delicioso! ¡Sigue! ¡Acaricia mi clítoris, estoy a punto de venirme! Siento que ... ¡Ahh! ¡Ohh!.

—¿Qué es esto Fernanda?. 

—¡Ahh! ¡Omar!.

Ella expulsó un liquido transparente, yo al verlo expulsé una cantidad enorme de semen que ella se rio y me dijo:

—¡Omar! ¿Acaso eso te excitó tanto?.

 —Creo que sí.

Nos besamos. 

Acabando el acto sexual, ella me preguntó:

—¿Cariño te colocaste condón a la hora de penetrarme?.

Preocupado le dije:

—Creo que no pequeña ¿Por qué?.

Ella preocupada me dijo:

 —¡Mierda! ¿No te lo colocaste?.

—No, Fernanda se me olvidó por completo, ¿Acaso estás con el mes?.

No, pero para estar precavida compraré más condones y un espermicida. Y me daré una ducha, así que no te preocupes que no estoy en tiempo de ovulación. 

Ella se vistió delante de mí, pude ver su esbelta figura y esos senos que solo de recordar la suavidad al agarrarlos y besarlos sentía que regresaba mi enorme erección. Fernanda me levantó del sillón en donde tuvimos acción, ella vestida y yo medio vestido me dijo:

—Ven Omar, acompáñame a tú recámara y espérame ahí, en lo que te terminas de vestir me daré una ducha, si quieres bañarte después de mi adelante, pero, ¿Si quieres masturbarte mientras salgo de bañarme? Como quieras cariño.

Le dije:

—No Fernanda, no te preocupes.

Guiñándome un ojo y besando mis labios me dijo:

—Como quieras.


Estábamos en la sala mirando una película en Netflix mis padres aún no llegaban, era Otoño y comenzaba a sentirse una corriente helada, ella y yo comíamos palomitas de maíz acurrucados en un sillón con una manta a cuadros muy calentitos cubriéndonos del frío riéndonos a placer con las locuras y ocurrencias de los personajes de la película. Su risa y sonrisa era lo que más me agradaba de ella.

Cuando de pronto tocaron el timbre del departamento y al no escuchar respuesta, se oí una llave entrar en la cerradura de la puerta principal, escuché el sonido y nos soltamos rápidamente de las manos (ni tiempo me dio de darle un beso en la boca) actuamos con total naturalidad al ver que era mi tía Martha con mi madre, una de ellas había comprado el pastel para celebrar su cumpleaños. 

Ella al escuchar tanto alboroto me preguntó:

—¿Qué pasa Omar?.

Cuando mi prima vio su pastel se emocionó mucho, casi hasta llegar a las lágrimas.

Escuché llegar a mi Papá junto con mi tío Mario cantándole las mañanitas a mi prima junto con sus regalos en la mano. 

🎶Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, a la bonita Fernanda se las cantamos aquí. Despierta Fernanda despierta, mira que ya amaneció, ya los pajarillos cantan la luna ya se metió🎶 🎂🎉.

Mi prima corrió a abrazar a mis tíos y a mis padres, ella no aguantó la emoción y hecho llorar, mientras mi tía y mi madre la consolaban a mí me mandaron a ordenar la mesa para partir su pastel de cumpleaños.

¡Y sí, era cierto! Olvidé felicitar a mi amorcito... Digo a mi prima por su cumpleaños ¡Qué idiota soy!.

La mesa estaba ya ordenada, todos nos sentamos en las sillas obviamente Fernanda se sentó en la silla principal con su corona de reina que le había comprado mi tío, con las velas encendidas toda la familia reunida  le cantamos las mañanitas, ella mas tranquila aunque aún llorando de la emoción se le veía muy feliz de saber que la familia la quería mucho.

Abrazó a todos y cuando se dirigió a abrazarme le dijo a mi oído: 

—¡Te amo pequeño!.

Después del clásico pastelazo en la cara, se fue a limpiar y yo la acompañé al baño, por suerte no escucharon lo que Fernanda me dijo al oído antes de quitarse lo que tenía embarrado de pastel.

Ella cerró la puerta del baño y me embarró la cara con  crema batida y dándome un apasionado beso me dijo:

—Omar, te noto preocupado  ¿Aún desconfías de mí?.

Embrutecido por esos ojos azules le dije:

—No estoy preocupado Fernanda ¡Yo jamás desconfiaría de ti pequeña!.

Acariciándome suavemente la mejilla me besa amorosamente y me dice: 

—¿Entonces por qué esa cara chiquito?.

 Me agarra del mentón  y tiernamente me vuelve a dedicar amorosamente esa mirada llena de cariño y confianza no sin antes sostener mi brazo y decirme un te quiero.

Le dije:

—Realmente no lo sé. 

Antes de salir del sanitario ella me come los labios muy sensualmente un par de segundos, con ese beso que me dio me sentía con total seguridad y  confianza que repentinamente se me quitó el miedo que tenía. Salimos del baño y actuamos con total naturalidad.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro