SI ESA ES TU DECISIÓN YO TOMARE LA MÍA
- ¿a Asgard? ¿Y por qué tendrías que ir tú a ese lugar?
- recién me entere que algunos dioses guerreros no murieron, así que...
Camus guardo silencio, mientras observaba a Milo, este lo miraba con gran enojo mordiendo su labio tanto que casi lo hacía sangrar.
- vas con Surt...
Camus le miró con frialdad escondiendo todo tipo de emociones y le contestó
- si Milo, en efecto iré a Asgard por Surt.
- claro... claro por quien mas irías
Dijo el escorpión posando su mano tras su cuello masajeando ligeramente este en un intento de controlarse.
- Milo, estoy saliendo con Surt...
Pronunció Camus con gran frialdad.
- woo vaya que no pierdes el tiempo Camus, te felicito completamente... Espero sean muy felices juntos...
Decía el griego con sarcasmo.
- Milo, yo... -suspira- perdón Milo, pensé que no te importaría.
- ¡ ja! Camus.. pero por que piensas que eso me podría llegarme a importar...
- Milo yo...
Intento decir Camus más fue interrumpido por milo
- porque claro, para que me importe me tendrías que importar tu, y pues lo que tu y tu culo y lo que te metan en el... me da igual... Aún que sabía que pasiva y pasiva solo se pintan las uñas aún que eso es cosa tuya.
Un silencio incomodo inundo la habitación
Camus por fin se notaba sumamente molesto ante el comentario de milo, se cruzó de brazos y sin responder las ofensas del escorpión dijo seriamente.
- ¿a qué has venido Milo?
Milo apretó con gran fuerza sus puños contestándole
- venia a...vine a.... a nada... Camus, no vine nada... solo olvídalo... y de corazón te deseo que seas muy feliz...
Violentamente Milo salió por la puerta golpeando su hombro con el de Camus en el camino, baja los escalones de los templos con gran rapidez, tomándole poca importancia si sus demás compañeros notaban su gran molestia, pasaba por la casa de sagitario cuando topo con el hermano menor del guardián de este, chocando bruscamente con este, no le dijo nada, ni siquiera se disculpo, solo continuo su camino rumbo a su casa encerándose en su habitación caminaba de un lado a otro intentando calmarse, tomaba todo aquello que se interpusiera a su paso y lo aventaba con gran violencia rumbo a la pared, en poco tiempo su cuarto era un caos aun mas grande de lo normal, todo se encontraba roto en el piso,
lo toquidos de su puerta lograron que se detuviera por un momento de lo que hacía, pero el simplemente lo ignoro, la puerta seguía sonando pero seguía ignorando, asta que sin permiso alguno la puerta de su habitación se abrió por completo dejando entrar a Aioria por esta.
-Milo, hace rato.... Pero que demonios ha pasado aquí.
Decía el de la quinta casa al ver el desastre que era el cuarto de Milo.
-¡no pasa nada! Aioria así que por favor vete.
Contesto fríamente el peli azul
Aioria suspiro profundamente no eres normal para el o más bien para nadie ver al escorpión así.
- Milo ¿Qué paso? ¿Estás bien?
Le pregunto preocupado al escorpión a lo que este molesto y con voz alta le contesto
-Aioria estoy bien, ¿a qué has venido?
- Milo, tranquilo...
- estoy tranquilo Aioria, pero por favor retírate no estoy de humor.
Aioria no dijo nada solo se adentro aun mas a la habitación de Milo, sentándose en la cama, este ultimo solo lo miro confundido Aioria era casi tan orgulloso como él y nunca se quedaría en un lugar donde le hayan alzado la voz, Aioria le sonreía como si la escena de la habitación de Milo le divirtiera.
- lo repetiré, una vez más milo ¿Qué paso?
Milo guardo silencio total, solo se dedicaba a observar a Aioria. El cual volvió a decir
-sabes que te conozco más tiempo incluso del que Camus te conoce y tu me conoces a mi y sabes entonces que no me iré verdad y más si se trata de ti...
Milo suspiro profundamente sabía de mas que si al alzarle la voz a Aioria esto no hizo que se fuera nada lo haría, se tumbo en la cama alado de leo intentando tranquilizarse, él silencio invadió la habitación por largos minutos pero ninguno de los dos se movía de su posición fue entonces cuando por fin con profunda tristeza el escorpión dijo
-Camus esta saliendo con Surt y en estos momentos esta preparando sus cosas para ir con el a Asgard.
-Milo yo ...
Dijo el de Leo al tiempo que posaba sus mano en la espalda de milo intentando reconfortarlo
-¿y sabes que es lo mejor?, -continuo milo con su voz comenzando a quebrarse- aun me dijo que pensó que no me importaría..¿puedes creerlo?
-¿y tu que hiciste?
Pregunto preocupado Aioria
-que más podría hacer, le dije una o dos cosas y me fui de ahí... pero...
El escorpión intentaba hablar pero sus voz quebrándose cada vez más se lo impedía, no tardó, mucho Para que aquellas lágrimas que tanto estaba evitando comenzarán a salir, Aioria no dijo nada únicamente lo abrazo fuertemente.
- Milo déjalo ya, si se quiere largar que se largue y listo... no es fácil pero que se joda.. tu no te mereces a ese maldito el cual te juro que cuando se de cuenta de su error vendrá a rogarte... pero por el momento quiero que sepas que yo estoy aquí, siempre estaré aquí para ti.
Para Milo las palabras como el abrazo que el león le brindaba le eran reconfortadles, sin embargo se separo un poco de Aioria mirándolo con sus ojos cristalinos, el castaño limpio tiernamente el rastro de aquellas lagrimas que había escapado de los hermosos ojos azules de Milo.
- gracias Aioria, gracias por ser un gran amigo y estar conmigo.
Aioria bajo la mirada e hiso una ligera mueca
- ¿amigo?... si Claro soy tu amigo y por eso estoy contigo. –dijo con melancolía en su voz.- pero bueno Milo, me he escapado de mi hermano, me pidió que le ayudara ha hacer algunas cosas, pero creo que prefiero quedarme aquí, solo deja voy a decir que no me espere y regreso.
- no es necesario Aioria, ve con tu hermano, no quiero que el se enoje contigo, además yo pienso dormir un poco, nos veremos después.
Milo intento fingir una sonrisa a Aioria.
- esta bien , duerme un poco, vendré contigo en la mañana y si quieres iremos a rodorio a desayunar yo invito.
Dijo el león a lo que Milo asintió con la cabeza, acto seguido el primero se despidió y comenzó su camino rumbo el templo de su hermano, dejando a Milo nuevamente en soledad, este únicamente se recostó en su cama dejando de lado el campo de batalla que parecía su cuarto, intentaba cerrar sus ojos mas cada vez que lo hacia la imagen de Camus y sus días junto ha el se hacían presentes.
Paso un par de horas intentando dormir mas el sueño no acudía a su lado se levanto un poco sentándose al borde de la cama, la oscuridad reinaba en la habitación, su corazón aun parecía querer escapar de su pecho para huir del dolor, se levanto de la cama para mirarse en el espejo, viendo su demacrada imagen.
- ¿ así era como querías tenerme Camus?
Pronuncio en voz baja y decaída mirando sus ojos rojos he hinchados. Había llorado bastante, no recordaba ni siquiera de niño haber vertido tantas lágrimas mas no le importaba en lo absoluto, el dolor que sentía era real y cruel.
Suspiro con fuerza intentando recobrar el orgullo, limpiando el rastro de lagrimas.
sintiendo como una presencia familiar invadía su templo, reconoció aquella presencia de inmediato.
- Camus
Murmuro al escuchar ha este pasar llevando con pasos lentos arrastrando una pequeña maleta, aun que no le creyera el dolor en su pecho se fortaleció, mas esta vez se mantuvo firme quieto por algunos momentos, los suficientes para Camus ya estar lejos del templo.
Y como un niño jugando alas escondidas salió con sigilo de su cuarto, escondiéndose tras el pilar de la entra de su templo para asi observar como el amor de su vida bajaba hasta Aries, marchándose rumbo ha Asgard.
Se mantuvo asi algunos minutos hasta perderle por completo, inerte en sus recuerdo, tanto que no noto que alguien se le acercaba por la espalda
- buenas noches Milo.
Escucho decir volteando con rapidez para ver de quien se trataba.
- buenas noches Kanon
Contesto cortésmente el escorpión al ver a este, no dijo mas únicamente comenzó a caminar rumbo ha su habitación, desviando la mirada Kanon no quería que el viera , queria un conservar el poco orgullo que le quedaba.
- es un idiota, ¿sabes? pero se dara cuenta de su error y será tarde, mas que tarde creo yo, no entiendo como pudo hacerte eso.... yo primero elegiría la muerte antes que lastimarte
Dijo Kanon logrando que Milo detuviera sus pasos.
- ¿perdón? – cuestiono el griego volteando a ver ligeramente a Kanon.
- nada...olvídalo. Oye Milo ¿hoy no tienes guardia verdad?... vayamos a tomar algo a rodorio... Yo quiero un trago y tu tienes que distraerte un poco.. asi ¿ que opinas? Vienes conmigo... esta noche yo pago.
Milo escucho atento al gemelo menor, volteando por completo mirándole a la cara.
- gracias pero no, quiero dormir... es lo único que necesito, pero muchas gracias.
Sentencio Milo retomando su camino, mas fue detenido por Kanon quien le tomo por la mano.
- por favor, no quiero verte mal y menos por el.
- yo no – interrumpió Milo volteando por completo hacia el mayor- estoy mal Kanon, ni estaré mal ni por el ni por nadie.
Intento excusarse pero ni la oscuridad de su templo podían esconder el dolor y la tristeza que trasmitía su mirada.
- no le mientas a un mentiroso Milo, por favor déjame estar contigo esta noche, si no te gusta o no te diviertes te dejare irte en paz, pero no quiero que te encierres en tu alcoba alejándote de todos... lejos de mi.. donde no puedo ayudarte.
Milo bajo la mirada sin soltarse del agarre del mayor.
- tu – continuo el gemelo con una sonrisa – tu eres Milo de escorpión no.. el gran y orgulloso caballero Milo de escorpión, nada ni nadie puede doblegarte... y también eres aquel a quien le debo mucho y quiero pagárselo ... por favor ven conmigo... distraigámonos un poco...
El griego menor bajo la cabeza soltando un profundo suspiro de resignación.
Aun tengo un poco de orgullo y una imagen que debo conservar
Pensó antes de responderle al mayor que ira con el, solo iría por una chaqueta.
Entro a su alcoba, tomando lo primero que encontró en ese campo de batalla, tirando al tomar la chaqueta una fotografía que tomo hace muchos años sin que Camus lo notara, como siempre estaba entretenido en sus libros absorto en su lectura.
Acaricio aquella fotografía con la yema de su dedo, para después de un momento ha otro prepararse ha romperla, se mantuvo en esa posición algunos segundos mas no pudo hacerlo, no podía romper aquello que podía ser lo ultimo que le quedaría de Camus.
Nuevamente soltó un profundo suspiro guardado aquella foto en su cartera, para asi regresar con Kanon quien le esperaba con una gran sonrisa en los labios.
Habían pasado ya algunas horas desde que había salido con Kanon, casi no se divertía se encontraba en la barra, terminándose media botella de vodka el solo.
Estaba mareado ya, observando como Kanon se acercaba a el, sentándose a lado suyo.
- ¿quieres irte? Puedes hacerlo, creo que traerte a beber no fue tan gran idea.
Decia preocupado Kanon intentando retirar la botella de manos de Milo, quien la sujeto con fuerza.
- esta bien Kanon, da igual ahora que me pierda en alcohol, no tengo a nadie esperándome en casa, el se ha ido y no regresara, lo demás ya no importa.
Contesto Milo con dificultad con su el típico acento que de una persona en estado de ebriedad.
- Milo yo...
Intento decir el mayor mas al notar que tímidas lagrimas brotaban de los ojos de menor lo hicieron callar.
- ven bailemos un poco, te traje para distraerte no para hacerte recordar mas, no te dejare caer ni hoy ni nunca.
Milo limpio sus lagrimas al escuchar las palabras de compañero.
- somos hombres Kanon, la gente se extrañara al vernos bailar juntos y no tengo ganas.
Kanon lo levanto de su asiento llevándole cerca de donde los demás bailaban.
- crees que me importa lo que puedan decir los demás, ¡ja! primero me importas tu y lo demás se pueden ir al infierno...
Milo sonrió ligeramente, Camus nunca le había dicho algo similar, para el primero eran las apariencias.
- Kanon gracias en verdad, pero no quiero, no puedo... quiero irme.
Estaba a punto de retirarse mas el mayor le tomo por la espalda envolviéndolo en sus brazos.
- por favor, inténtalo por mí... no por mi no... por ti... me gustas mas cuando sonríes. Tu sonrisa es única
El abrazo de Kanon le envolvió por completo, mas ya no sabia si era por el alcohol consumido o por las situación, soltó un profundo suspiro lleno de melancolía, mas termino aceptando la propuesta de Kanon.
- esta bien, lo hare solo por ti.
Sentenció antes dejarse llevar por la música.
La noche sigua su curso y entre baile y mas alcohol olvido por completo que el amor de su vida se había marchado ha manos del pelirrojo asgardiano.
Tardo un poco en darse cuenta que el sol comenzaba a salir, era hora de regresar al santuario, caminaron rumbo al santuario sin prisas entre risas y platicas sin sentido... Recordando únicamente los buenos momentos las buenas batallas.
Entrando con sigilo hasta su templo para evitar ser regañado por alguno de sus compañeros o por el mismo saga quien no vería nada bien que Milo haya escapado con su hermano por unos tragos...
El alcohol en su sistema había disminuido notablemente y los recuerdos de Camus volvían a su cabeza, mas tenia que mostrar compostura, no quería perder mas orgullo o no almeno ante los demás y mucho menos frente a Kanon.
- bueno bichito...me la he pasado mas que bien pero es hora de que descanses, no te preocupes sobre el entrenamiento de hoy yo hablare con el patriarca, veré que inventare para que no tengas problemas por faltar.
Le decía con alegría Kanon al escorpión, notándolo mas relajado, su mirada aun lucia triste pero era consiente que el camino para volver regresar la alegría en estos no seria fácil ni menos rápido.
- Milo... ¿Dónde estabas? Te esperaba para desayunar.
Se escucho decir a una persona acercándose.
- Aioria, perdona , no lo olvide pero no pensé llegar tan tarde.. lo que pasa es que Salí con Kanon y perdí la noción del tiempo.
Milo se excuso avergonzado, mientras Aioria miraba posaba su mirada en Kanon mirándolo de forma retadora.
- no te preocupes – contesto- me alegra que hayas querido distraerte , bueno puedo imaginarme que estas cansado, mejor ve ha dormir un poco, vendré mas tarde para que salgamos a comer algo.. .
Ni un segundo a parto la mirada de Kanon como la de un león estudiando al enemigo antes de atacar, el mayor únicamente sonrió con descaro enfureciendo al león mas guardo compostura.
- no Aioria, quede contigo que iríamos a desayunar y así será, voy cambiar mi ropa y nos marchamos ¿esta bien?
Milo no se percato de las pequeñas acciones de sus compañeros, ni tampoco espero respuesta por parte del león, solo se dio media vuelta entrando en su alcoba con el fin de cambiar su ropa, dejando a sus compañeros solos.
- huele a alcohol, como pudiste creer que era buena idea llevarlo a tomar... fue lo mas estúpido que pudiste hacer..
Kanon rio ante lo que escuchaba sin responder al león, enderezando su cuerpo como si se prepara para una pelea.
- ahora que la hielera desaparece de mi camino apareces tu... ¡ja! dime que estas bromeando... Milo merece estar con alguien que de verdad le ama por eso yo estoy aquí..
Ahora era Aioria quien enderezaba su cuerpo por completo sacando pecho.
- tu no tienes derecho ha eso, yo estuve con el desde niños y aun después de la primera muerte de Camus respete su luto y no confesé mis sentimientos... me mostré como su amigo en todo momento apoyándole en todo momento, pero ya es hora de dar el primer paso y ni tu ni nadie me quitaran el privilegio de enamorarlo.
Kanon rio frente Aioria burlándose de sus palabras, mirándolo con ironía, respiro profundamente cruzándose de brazos, pensando cada palabra que respondería.
- mira leoncito... no pierdas tu tiempo, el será mío y peleare por el, como te dije el merece estar con alguien que si lo entienda, que borre de su piel y mente la porquería de relación que tenia con Camus, peor que todos conocemos que la hiela era más que frio y cruel en ocasiones con Milo... y ese alguien soy solo yo... quieres intentarlo adelante... tu no eres competencia para mi cachorro.
Aioria apretó con fuerza su puño mostrando su enojo, dispuesto a soltar el primer golpe mas el sonido de la puerta abrirse lo obligo a tranquilizase y mas al ver a Milo regresar luciendo mas tranquilo aun que con una sonrisa mas que fingida...
Por su bien no debo pelear.
Pensó mientras relaja su cuerpo para que Milo no notara lo que pasara.
- bueno, vayámonos, ¿Kanon quieres venir con nosotros?
Pregunto Milo con inocencia a lo que el nombrado solo le brindo una sonrisa quitando su atención de Aioria por completo.
- no puedo Milo, tengo que estar con saga para que no note que salimos anoche, no te preocupes ve con Aioria, yo te estaré esperando hasta que regreses... te esperare lo que sea necesario.
Eso ultimo lo dijo abrazando al escorpión mirando nuevamente al león como si le retara con la mirada.
- gracias Kanon.
Fue lo único que contesto Milo, mas fue con una sonrisa y un poco de alegría.
- cuida bien de el Aioria... te lo encargo mucho...
Sentencio Kanon tocando el hombro del castaño para asi comenzar a retirarse del templo.
- es hora de irnos.
Aioria fingió una sonrisa tras esas palabras tragándose su enojo por completo...
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El frio era infernal pero nada de lo que no estuviera acostumbrado, caminada por las calles de un pequeño pueblo, mirando a su alrededor en busca del pelirrojo, mas no lo encontraba.
Tampoco era que quisiera encontrarlo tan rápido, se sentó en una pequeña banca en medio del pueblo recargándose por completo en esta mirando el cielo y la nieve caer, respirando el aire frio.
Cerro sus ojos un momento recordando que se veía ese pueblo cuando el árbol ...... esta en Asgard... mas no pudo recordarlo, el único recuerdo que se presento en su mente fue el luchando con Milo, para asi recordar las ultimas palabras que se dijeron antes de irse del santuario.
- no tiene que importarte... tu debes odiarme y yo olvidarte es lo mejor....
Murmuro sin dejar de tener la imagen de Milo en la mente.
- perdón Camus ¿ te he hecho esperar mucho? Tenia que areglar algunas cosas antes de venir por ti... ya sabes cosas del entrenamiento y esas cosas.
Aquellas palabras le hicieron levantarse de su lugar mirando a Surt frente suyo.
Milo hubiera dejado eso en segundo plano para venir primero por mi.
Pensó con ironía, mas elimino inmediatamente ese pensamiento de su cabeza, ya no podía seguir pensando en Milo.
- esta bien, solo vayámonos ya.
Contesto de forma cortante al dios guerrero quien solo le brindo una ligera sonrisa, tomándolo de la mano para así llevarlo a el, robándole un beso al francés.
- vayámonos.
Sentencio adelantando paso frente a Camus, quien le miraba con cierto desconcertó limpiando disimuladamente aquel beso de sus labios.
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