Las grandes y fuertes manos de Kim Taehyung se encuentran acariciando de arriba hacia abajo y con extrema delicadeza cada centímetro de la angosta cintura de la que es dueño Kim Seokjin quien es hasta ahora su mejor deseo hecho de carne y hueso. Los semi carnosos labios de el pelirrubio de Taehyung están besando con gran fervor cada centímetro del precioso cuello de Jin quien solo se está concentrando en disfrutar cada sensación placentera que aborda su cuerpo y que es producto de su jefe.

Seokjin está sentado a horcadas de el cuerpo de Taehyung, disfrutando totalmente de cada espacio de su cuerpo que es torturado por el nombre mayor bajo él. Sintiendo uno de sus pezones ser al principio suavemente succionados por la experta boca de Taehyung, Jin tira lentamente su cabeza hacía atrás por la excitación que aquello le provoca y mientras que con sus grandes y finos dedos rasguña la espalda del mayor.

Por un momento le es inevitable a Jin pensar que el día de mañana aquello dejará una gran marca roja en la espalda del empresario pero poco le vuelve a importar cuando este mismo comienza a mutilar su otro pezón con solo la yema de sus dedos, los cuales y para su mala suerte son sumamente suaves, haciendo su tortura un tanto peor.

Taehyung podía sentir por dentro como por fuera de su cuerpo una revolución total de sensaciones que por supuesto estaba disfrutando en su totalidad o al menos así lo hacía hasta que sintió como su cuerpo comenzaba a ser movido con brusquedad. Despertando algo más que molesto, Taehyung gruñó exasperado en su cama, en la cual y para su mala suerte solo se encontraba él.

ㅡ¡Maldición!

ㅡ¿Qué rayos soñabas? ㅡpreguntó con una mirada algo traviesa su hermana menor.

Levantándose con algo más que molestia, Taehyung le dio una mala mirada a su hermana menor Sana quien en cada oportunidad que tenía iba a despertarlo, puesto que ambos vivían juntos.

Asustado, Taehyung se cubrió completamente el cuerpo con su colcha de color verde oscuro y enseguida despejo su mente de todo recuerdo de su modelo estrella con nada de ropa y encima de él.

ㅡ¿Dije algo indebido?

Se aventuro a preguntar mientras revolvía su cabello con nada más que ansiedad, y es que lo que menos quería era pervertir a su hermanita de solo diecisiete años, porque aunque pareciera tonto para Taehyung ella seguía siendo una niña pequeña; una muy inteligente que dependía enteramente de él desde que era muy joven.

ㅡ¿Por qué? ¿Qué cosas estabas soñando? ㅡinterrogó mientras se inclinaba se adelante hacia atrás sobre los talones de sus piesㅡ. No dejabas de decir un nombre ㅡmintió la más bajita, instalando un miedo inmenso en la columna vertebral del mayor.

ㅡNo es cierto.

Sonrojándose totalmente, Taehyung se levanto de su cama y fue directamente al baño a lavarse la cara pues la situación se estaba poniendo verdaderamente ridícula o al menos esa era su excusa central.

ㅡ¿No tienes clase o algo?

Intentando evadir el tema, Sana se paro en el marco de la puerta del baño y tan pronto como vio que su hermano la miraba una sonrisa perversa adorno el rostro de la menor. Ella sabia perfectamente bien como molestar a su hermano.

ㅡ¡Oh, vamos! ¿No puedes decirle a tu hermanita quien te tiene loquito?

Soltando una risa algo histérica, Taehyung tomo a su hermanita por los hombros y se encamino con ella hasta la puerta de su habitación y con un ligero empujón respondió a su pregunta, algo que ciertamente divirtió a Sana, puesto que eso le comprobaba que en efecto su hermano estaba soñando con un chico.

Sana se había enterado de la propia boca de su hermano que él era homosexual y la primer respuesta que había salido de los labios de la menor había sido que no le importaba en absoluto, que mientras él se sintiera cómodo con quien era, ella estaría feliz por él.

Ambos hermanos habían quedado huérfanos al ser apenas unos niños y es que por mucho que sus padres les hubieran dejado un buen patrimonio el dinero no le enseñaba a unos niños a sobrevivir por si solos, porque ambos chicos, ni siquiera tenían unos parientes lejanos que pudieran hacerse cargo de ellos, siempre habían sido solo sus padres y ellos y al morir sus padres, solo fueron Sana y Taehyung contra el mundo, que sin duda Taehyung pensó se lo iba a devorar al no tener nada de experiencia para manejar la empresa de modelaje que su madre y padre tenían.

Por suerte, Taehyung contó con un amigo increíble que a pesar de ser tan joven como él, pudo ayudarle en algunas pequeñas cosas en la empresa. Mismas que hicieron a la empresa de sus padres posicionarse en un lugar nunca antes obtenido y es que todos perdieron la fe en el joven presidente. Nadie creía que pudiera hacerlo, excepto su mejor amigo Park Jimin quien siempre había metido las manos al fuego con sus padres por él.

Muchos pensaban que el castaño de Jimin estaba enamorado de Taehyung porque muchas veces solían malinterpretarse sus muestras de afecto, claro que lo que nadie sabia era que Jimin estaba bastante enamorado de uno de los modelos que sin duda le robaba el aliento al joven cada que lo veía caminar por los pasillos tan seguro de sí.

ㅡHe estado pensando que la campaña que viene de verano podríamos hacerla en Daegu, ¿qué opinas? ㅡpreguntó Jimin a Taehyung quien no dejaba de ver al modelo estrella Kim Seokjin.

Suspirando, Jimin sonreía y sabía que de nueva cuenta su mejor amigo había soñado con el pelinegro a unos metros de ellos, que comía felizmente un plato de fruta picada y mientras leía el poema matutino que Taehyung le dejaba en su camerino todos los días antes de que llegará o cuando se encontraba a mitad de una sesión fotográfica.

ㅡUn día va a darse cuenta de la manera en que lo miras o se va a enterar de incluso los poemas que le dejas ㅡdijo de pronto Jimin, sacando de su sueño a Taehyung quien cada que sentía que podría confesarle sus sentimientos al menor, este le decía que no debían conocerse en persona puesto que las relaciones entre el personal estaban prohibidas.

Pero a quien rayos le importaba eso, si Taehyung era el jefe de todo eso, para él no debería aplicar esa regla, ¿o sí?

ㅡNi me lo recuerdes, ayer le volví a preguntar si podía invitarlo a comer saliendo del trabajo y volvió a decirme que no.

ㅡPienso que le estás dando mucha vuelta al asunto, simplemente ve ahí, dile que necesitas hablar y dile que te gusta. Eres el maldito jefe, actúa como tal.

ㅡ¿Y si me rechaza, y si renuncia?

ㅡ¡Por dios! ¿Has visto tu cara en el espejo? ¿Cómo rayos te va a rechazar?

ㅡPor lo que me he dado cuenta, él no solo se fija en el aspecto sino en la forma de ser y todos aquí me tienen miedo.

ㅡUna cosa es el trabajo y otra muy diferente tu forma de ser fuera del mismo. Deja de inventar excusas y ve por ese hombre. ¿Has visto como lo mira Namjoon? ㅡsonriendo malvado, Jimin le calentó un poquito más la cabeza a su mejor amigo para que por fin se animara a hacer eso que tanto miedo le dabaㅡ. Sino haces nada, él se volverá su esposo, el hombre que le hará el amor todas las noches, él que lo bañara en cada oportunidad que tenga y con quien sueñe todos los días por el resto de su vida.

ㅡNo sabes cuanto te odio.

ㅡDeja de decirme cuanto me odias y mueve tu trasero allá ahora.

ㅡLo haré pero si me rechaza, tú pagarás mi terapia con el psicólogo.

ㅡNamjoon tiene un primo que es psicólogo ㅡle recordó, colocando un poco más de sal a su herida.

ㅡ¡Cállate!

ㅡEs más vamos con Namjoon a preguntarle cuando se le va a declarar a Jin.

ㅡ¡Dios! No imaginas cuanto te odio.

ㅡSigues divagando, así que voy con Namjoon quizá él si se anime a declarársele a Jin ㅡcomentó más que malicioso Jimin y mientras se levantaba de su asiento para ir a donde Namjoon se encontraba.

ㅡ¡Siéntate! ㅡle ordenó Taehyung, no tardando mucho en tomar aire a ir donde Jin se encontraba con una hermosa y amplia sonrisa, una que lo ponía más que nervioso.