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❄️ VEINTIDÓS ❄️

Maratón por día (2/5)

(Narrador Omnisciente)

Después del suceso tan desagradable. Jimin y Yoongi siguieron con su recorrido por las demás áreas del festival.

Su siguiente parada... El laberinto congelado.


El laberinto de caracterizaba por ser un punto de alto entretenimiento por los ciudadanos de Daegu, todo aquel que entraba, quedaba con la increíble necesidad de volver a entrar y pasar por el mismo largo recorrido, aunque claro, no era algo para claustrofóbicos.

- ¿Listo Minnie? - Preguntó un sonriente Yoongi mientras sostenía firmemente la manito de su Mochi y en la otra aferraba muy bien al gatito de felpa.

- ¡Listo! - Chilló un entusiasmado Jimin.

La pareja emprendió su camino por el largo laberinto, reían a carcajadas cada que llegaban a un pasillo sellado, se encontraban con algunas personas, pero internamente ambos agradecían que en ese momento no estuvieran muchas personas dentro, pues el torneo amistoso entre jugadores de Hockey estaba por dar inicio.

- ¿Si pudieras jugar hockey en este momento lo harías Yoonnie? - Pregunto Jimin sutilmente.

Ambos seguían caminando por el primer pasillo que se les atravesará y aunque algunos caminos tenían pistas que te daban indicios de cual pasillo tomar. Ellos solo seguían el que querían, con la única intención de entretenerse y platicar un poco.

- No - Dijo sin dudar el Alfa - Estoy contigo Minnie y no necesitó jugar Hockey justo ahora cuando se que puedo disfrutar de este día a tu lado sin dejarte solo.

Jimin sonrió y debía aceptar que le encantó escuchar la respuesta del mayor. Sabía que las palabras del Alfa eran ciertas, pues por más que Yoongi ame el hockey, no es como que conozca a alguien entre aquellos equipos y sabe también que la pista de hielo puede llegar a incomodarlo, si no es la que está frente a su casa.

- Gracias Yoonnie - Se sincero el menor.

- ¿Gracias porque pequeño?

- Por quedarte a mi lado - Sonrió - Por defenderme de Taemin y protegerme.

- Sabes que siempre estaré para ti sin importar que Minnie - Sonrió Yoongi - Tú ahora eres mi única prioridad.

- Y tu la mía Yoon - Afirmó el Omega platinado.

Siguieron su recorrido, está vez acatando las pistas que los diferentes pasillos les daban, hasta que ya les quedaba muy poco por encontrar la salida.

- ¿No has pensado en unirte algún equipo de hockey aquí en Daegu Yoongi?, ¿O también estás sancionado aquí? - Pregunto con curiosidad el menor.

- No se si la sanción también era válida en Corea, pero llegué a pensar en unirme algún equipo de hockey, pero después de saber que ese tal Lee Taemin es uno de los líderes de equipo, se me quitaron las ganas.

- Hay otro equipo - Recordó Jimin - Son bastante buenos, aunque... La última vez que supe de ellos fue antes de que dejará el patinaje, según recuerdo estuvieron en busca de algún buen jugador que los hiciera mejorar.

- ¿No supiste más de ellos? - Por alguna razón a Yoongi le llamó la atención aquel equipo.

- No, solo se que su equipo solía tener el uniforme negro con algunas franjas blancas, el entrenador se apellida... - Lo pensó unos segundos él Omega - Oh sí, Jung. Se llama Jung Hoseok - Sonrió Jimin al lograr recordar el nombre de aquel entrenador con bonita sonrisa de corazón.

- Bueno, quizá un día de estos me animé a buscarlos, pero antes debo verificar que mi sanción sea solo en Canadá.

- Hazlo Yoon - Sonrió Jimin.

- Lo haré, pero si prometes que el próximo lunes iniciaras conmigo terapias psicológicas - Condicionó el mayor.

Jimin puchereo, pero sabía que su bonito Alfa solo quería lo mejor para él y también quería poner de su parte, así que sonrió y asintió, estando de acuerdo.

- Está bien Yoongi - Afirmó.

Juntos lograron salir del laberinto, recibiendo una bonita pulsera con perlitas en tonos morados por haber recorrido el laberinto interminable.

Una vez que Jimin logró pasar por una de las atracciones que más le encantaba junto al Alfa, decidieron ir a comer, pues ambos morían de hambre y aunque en aquel lugar habían innumerables puestos de comida, casi todos estaban a reventar, así que a Yoongi se le ocurrió una grandiosa idea.

- ¿Qué dices de ir por hamburguesas y comer en el teleférico? - Propuso su descabellada idea.

- ¿Estás loco Yoon? - Río el Omega - Está prohibido comer allá arriba, ¿Qué pasa si nos descubren?

- Podemos meter las hamburguesas en tu abrigo y fingir que estás en espera y las bebidas fácilmente las podemos meter en esas botellas con agua.

El Alfa señaló unos bonitos termos de colores en donde fácilmente cabría una vaso con bebida y se podía hacer pasar por agua simplemente.

- ¿Qué estoy en espera? - Preguntó confundo Jimin - ¿En espera de que?

- Minnie... Amo tu inocencia cariño, quédate así siempre, ¿Si? - Río el Alfa al recibir el suave golpe del menor sobre su brazo.

- No seas tonto Yoon, mejor vamos a comer algún puesto y...

- Bien, vamos y arriesguemonos a pasar rodeados de un montón de personas sudorosas y mal olientes por pasar saltando de emoción, esperando a que su equipo favorito en hockey gane - Min Yoongi tenía una habilidad increíble de manipular y Jimin lo noto.

- Bien, tu ganas - Río el Omega al darse cuenta de que el Alfa no cambiaría fácilmente de idea.

Fueron por aquellos vasos que llamaron la atención del Alfa, después fueron hasta un restaurante fuera de la feria, compraron sus hamburguesas y una vez las tuvieron, no dudaron en colocarlas bajo el abrigo de Jimin, el Omega se veía adorable antes y ahora con un bulto de hamburguesas se veía mucho más tierno que antes. Jimin se moría de la vergüenza.

- Si nos descubren juro que voy a matarte Yoongi - Refunfuñó el Omega mientras caminaba con cuidado hasta donde se encontraban los teleféricos.

- Tranquilo Minnie. Si eso ocurre dejaré que hagas conmigo lo que quieras - Una vez más las mejillas ocultas bajo la bufanda de Jimin, se sonrojaron efusivamente.

Al llegar al área, Min pagó la entrada y lo bueno era que pagaban por tiempo y Yoongi pidió alrededor de 30 minutos, o sea que el teleférico no iría demasiado rápido, iría a su tiempo y con calma.

Hasta que se encontraron dentro, Jimin pudo soltar el aire que no sabía tenía retenido. Jamás en su vida había hecho algo como eso y sin duda alguna estaba viviendo diferentes aventuras interesantes con su bonito y atractivo Alfa.

- ¿Ves que todo salió bien Minnie? - Río Yoongi ante la posición de Jimin.

Y es que el Omega se encontraba desparramado en el asiento y aún con sus manitas sosteniendo el bulto de hamburguesas bajo su abrigo.

- Pudiste haberme dicho que fuéramos a comer a la montaña o que se yo, pero solo a ti se te ocurre mencionar el teleférico como un lugar ideal para comer Min - Refunfuñó el Omega.

Mientras esté no paraba de recriminar al Alfa por su grandiosa idea, se disponía a sacar las hamburguesas mientras el teleférico iniciaba su recorrido y tomaba una de las hamburguesas para llevarla a su boca y calmar su hambre. Todo bajo la atenta y divertida mirada del Alfa.

- Estaba seguro que la disfrutarías - Dijo el Alfa disfrutando ver comer a su pequeño Mochi.

Jimin se sonrojo efusivamente y tomo de su bebida para calmar su sonrojo. Aún así, juntos iniciaron a comer tranquilamente. Pronto caería la noche, pues el atardecer se veía espectacular desde aquella maravillosa vista, la cual tenía cautivada a la pareja.

Alrededor de 15 minutos habían pasando y ellos habían comido tranquilamente dentro de aquel teleférico, el recorrido era lento y relajante. Se mantenían abrazados y viendo como el sol estaba cada vez más oculto tras aquellas lejanas montañas, dando paso a la oscura noche.

De pronto el teleférico se detuvo abruptamente, dejándolos dentro de aquel lugar. Ambos se alarmaron, pues no sabían que estaba ocurriendo, hasta que el intercomunicador dentro de la cabina comenzó a sonar.

- Lamentamos el inconveniente, les pedimos guarden la calma y les aseguramos que en menos de 10 minutos el recorrido tomara su curso nuevamente.

La pareja se volteó a ver y suspiraron. Se habían detenido inesperadamente y aunque prometían reparar el daño pronto, ellos no estaban seguros de ello.

- ¿Crees que pasemos la noche aquí? - Pregunto con tono divertido el Omega.

- Espero que no Minnie, moriremos de frío si es así - Abrazó más al menor.

- Al menos ya comimos, de hambre no moriremos Yoon - Bromeó el Omega.

- Solo debemos esperar un poco, de algún modo deben reparar el daño.

Esperaron alrededor de 15 minutos, en donde ambos tuvieron una tranquila plática de sus vidas. Jimin aprendía cada día más de Yoongi, conocía más de su vida y entendía que tuvo una infancia y adolescencia solitaria y que lo único que lo mantenía de pie era el hockey, pero el que creía su padre se lo arrebató de una forma cruel y despiadada.

- ¿No has vuelto a tener contacto con tu nana? - Pregunto Jimin.

- No - Suspiró el Alfa - Y es mejor así, ¿Sabes?, No quiero que él imbécil de Do-Jae de alguna forma se entere y la lastimé. Mamá me dijo que ella está bien, tiene sus contactos así que confío en su palabra.

- Tu madre es una persona dulce - Sonrió Jimin - A pesar de tener poco de haberte reencontrado con ella, se nota que la quieres mucho.

- Por muchos años creí que ella me había abandonado como Do-Jae me hizo creer, pero al enterarme de la verdad, me prometí amarla sin importar que. Ella es mi madre y a pesar de las circunstancias la amo, porque jamás me abandonó y aunque quiso buscarme, muchas cosas le impidieron traerme de vuelta.

- Ella sabía que tenías algo que amabas mucho estando allá. Si se aparecía de pronto cuando tú no sabías la verdad, muy probablemente la hubieses rechazado.

- Es lo más probable - Asintió Min - Por eso creo que de alguna forma... Do-Jae hizo bien en obligarme abandonar lo que más me gusta hacer. Llegué aquí, la conocí a ella, te conocí a ti - Sonrió el Alfa abrazando más protectoramente al menor.

- Entonces deberíamos agradecerle - Ambos rieron y suspiraron enamorados.

Justo en ese momento el teleférico comenzó a moverse, avisando por el intercomunicador que el daño había sido reparado. Cuando la pareja bajo, decidieron terminar su recorrido por las actividades del festival.

- Mira allá Yoonnie - Chilló de emoción el Omega cuando vio un enorme peluche en forma de un perrito amarillo muy adorable, sobre todo porque parecía tener una galletita entre sus manitos muy receloso.

- ¿Quieres que gané ese para ti Minnie? - Pregunto el Alfa.

- ¡Si! - Brinco el Omega en su lugar.

Jimin amaba que Yoongi no le cuestionará, él porque querría otro peluche si ya cargan a uno. El Alfa solo obtenía lo que él quería, lo cuidaba y lo protegía, sin importar los momentos incómodos, el día había sido increíble para ambos. Claro que aún no finalizaba.

La pareja se acercó al puesto, donde para ganar alguno de los peluches, debía lanzar unos aros y estos debían caer justo dentro de unas botellas, si lograban 10 tiros, se llevaban el peluche que los clientes pedían, si entraban 8 tiros, el vendedor seleccionaba uno de menor tamaño y si eran 5, era uno pequeño. Si era inferior a 5, debían volver a intentar.

Min Yoongi estaba decidido a meter los 10 aros con tal de obtener el peluche que Jimin quería.

El Alfa se preparó. Jimin se mantenía expectante, pensaba que si Yoongi era bueno en el hockey, no debía ser tan malo con la puntería y no estaba equivocado. El Alfa había logrado 5 tiros a la primera, aún le faltaban 5 más.

Jimin volteó a otro lado al percibir un delicioso aroma algodón de azúcar y sintió su boquita hacerse agua al ver aquella maravilla a pocos pasos de ellos. Pero debía contenerse un poco y esperar a que el Alfa terminará para ir juntos.

Sin embargo, vio a un emocionado Taehyung acercarse aquel puesto y sonriendo se volteó hasta Yoongi quien ya tenía 7 aros dentro.

Pensó que sin duda su Alfa ganaría aquel peluche para él. No quería desconcentrarlo, así que muy sigiloso camino los pocos pasos hasta su amigo y lo abrazo por detrás.

- TaeTae - Llamo un meloso Jimin - ¿Me compras un algodón de azúcar? - Pidió.

El Omega peliazul río bajo al sentir a su amigo pegado como cliché detrás de él. Pidió otro y se volteó.

- Mi pequeño Mochi - Tomo de las mejillas a su mejor amigo - ¿No andas dinero?, ¿Dónde está Yoongi Hyung? - Pregunto mientras apretujaba sus pomposas mejillas.

- Yoongi me obligó a no traer mi billetera, dijo que el compraría todo por mi - Puchereo y Tae se sintió morir de ternura.

- ¿Y donde está ahora?

- Allá - Señaló Jimin. El peliazul volteó a ver y río divertido al ver a Alfa obtener el enorme peluche de perrito.

Jimin pudo presenciar la escena también y chillo de emoción, corrió hasta el Alfa y se lazo a sus brazos, bueno, algo así. Ya que este tenía sus manos muy ocupadas con ambos peluches en manos.

Juntos regresaron hasta el puesto de algodón de azúcar. Done Taehyung muy sonriente le dio uno a su mejor amigo y veía entretenido ambos ositos de felpa.

- Yo quiero uno - Puchereo el peliazul - Nammie Hyung intento conseguir uno por mi...

- ¿Y qué pasó? - Pregunto Jimin intuyendo la respuesta.

- Rompió el arma de juguete y le tocó pagarla - Los tres rieron ante la adorable torpeza del Alfa mayor - ¿Ya irán a casa? - Pregunto está vez el Omega menor.

- No - Dijo Yoongi viendo el ceño fruncido de Jimin - Aún quiero ir a ver los iglú, claro, si quieres Minnie.

- ¡Si!, Además que en una hora iniciarán los juegos artificiales - Se emocionó.

- ¿Saben algo? - Dijo Tae - Verlos a ustedes tan juntitos y melosos me da un poco de diabetes - Río ante el rostro de la pareja - Pero... Quisiera encontrar mi Alfa y que sea tan amoroso como Yoongi Hyung y me cuide - Puchereo.

Jimin volteó a ver al Alfa y sonrió, después se acercó a su amigo y lo abrazó dulcemente dejando un suave y dulzón besito sobre su mejilla.

- Tienes algodón en los labios Mimi - Se rió Tae escuchando la risa de su mejor amigo.

- Estoy seguro que tú otra mitad aparecerá pronto mi TaeTae - Asintió Jimin muy de acuerdo con sus propias palabras.

- ¿Puedo ser su mal tercio un rato? - Pidió con ojitos aguados el peliazul - Perdí a Nammie Hyung desde que se volvió a encontrar con el señor Kim y no sé dónde se metió.

- No serás un mal tercio Tae - Dijo Yoongi - Eres el mejor amigo de Jimin, así que también eres mi amigo.

Jimin no podía estar más enamorado de su Alfa de lo dulce y tierno que es. Para muchos otros Alfas el que otro se pegué a él y tu pareja es de muy mal gusto, según ellos les quita privacidad, pero Yoongi no es así. El Alfa comprende perfectamente la amistad de ellos y eso le encanta mucho al Omega platinado.

- Oye Minnie, ¿No has pensado en cambiar el color de tu cabello?, Hace años sigues tindandolo de platinado.

Jimin lo pensó unos segundos y era cierto. Se lo había tintado de ese color unos días antes de su último campeonato y de alguna forma inconsciente llegó a sentir que mantenerlo de ese color lo mantenía cerca de sus padres. Pero ahora de alguna forma llegó a comprender que sus padres quieren que él siga adelante, no estaría mal hacer un pequeño cambio.

- Quizá... ¿Qué color me sugieren? - Pregunto a su Alfa y a su amigo mientras se encaminaban a ver alguna otra actividad.

- Negro - Dijo Tae.

- Rubio - Dijo Yoongi.

El Alfa y el peliazul se voltearon a ver ante sus opiniones tan diferentes y Jimin río por ello.

- Jueguen piedra papel o tijera, quien gane a la primera de ustedes, ese será el color ganador - Sugirió Jimin.

De pronto sus pasos se detuvieron, Yoongi frente a Tae con una mirada intensa que demostraba que ambos querían ganar. Jimin los veía divertido con ambos peluches entre sus manitos.

- Piedra, papel o tijera... ¡Ya! - Dijo Jimin.

Tae y Yoongi sacaron al mismo tiempo. Las risas no hicieron falta ante sus juegos infantiles pero divertidos. Ahora Jimin sabía que color sería el próximo a usar en su cabello.

- Bien - Asintió el Omega mayor - Rubio será.

- Igual te verás hermoso - Asintió Tae aceptando que la idea de Yoongi era mejor - Jamás te he visto de rubio.

Llegaron hasta donde estaba el área de las casitas de iglú, muy increíbles y hermosas. Tae tenía la necesidad de meterse a una y dormir dentro, mientras que Yoongi y Jimin solo querían admirar lo bonitas que estaban.

- Los dejó chicos - Escucharon a Taehyung - Ver esto me causó mucho sueño - Bostezó - Los veo pronto - Se despidió de la pareja y se fue, rumbo a su casa.

Jimin y Yoongi lo vieron irse. El Alfa decidió que era un buen momento para buscar un buen lugar y ver los juegos artificiales desde un mejor punto.

- ¿A dónde vamos Yoon? - Preguntó Jimin al ver que poco a poco se alejaban del resto y del centro de la feria.

- Busco un buen lugar para ver los juegos artificiales, en pocos minutos dará inicio - Respondió el Alfa.

Jimin sonrió y siguió el camino junto al Alfa. Pronto se encontraron en la punta de una colina, en donde se podía ver a lo lejos las luces de la ciudad de Daegu, pero sobre todo lo brillante e increíble de todo el festival, desde ese punto pudieron ver el laberinto el cual aún muchas personas intentaban cruzar, los juegos en la pista de hielo, las casitas de iglú, el teleférico. El ski al cual no pudieron ir, el área de muñecos de nieve, al lado estaba un juego de castillos de nieve. Todo se veía realmente espectacular.

- Desde aquí todo se ver hermoso - Dijo dulcemente el Omega.

Dejaron los peluches a un lado y esperaron un poco antes de que los juegos artificiales dieran inicio.

- Mi pequeño y dulce Minnie - Llamo el Alfa tomando las manitas del mencionado y quedando frente a frente - Tu sabes... Qué yo jamás he tenido pareja, ¿Cierto? - Jimin asintió - Te conocí una semana después de haber llegado aquí y desde entonces pasamos la mayor parte del tiempo juntos, ambos sabemos que somos pareja destinada, que nuestros lobos se reconocen, pero... - Aquella última palabra asustó un poco al Omega.

- Cuando viene la palabra “pero” me suelo asustar Yoongi - Puchereo - ¿Qué me quieres decir en verdad?

El Alfa sonrió y se acercó al Omega. Bajo un poco la bufanda y dejó un beso sobre la pomposa mejilla de este. Después se alejó un poco y de su abrigo saco una cajita. Jimin lo vió curioso y levantó la vista hasta el Alfa, aún sin comprender del todo.

- No había tenido la oportunidad de pedírtelo formalmente Minnie - Habló el Alfa, para después abrir la cajita.

Jimin sintió que el aire se le cortó al ver tan bonito collar con dos pequeños y hermosos dijes, uno era un patín de hielo y el otro un copo de nieve. El Omega mostró su eyesmile al ver tan bonito collar.


- Mi pequeño Minnie, ¿Quieres ser mi Omega? - Pregunto sonriente el Alfa.

El Omega sintió sus ojitos nublarse ante la emoción, su lobo aullaba y saltaba feliz en su interior, su corazón bombeaba desenfrenado. Eran tantas emociones que no podía retenerlas y el Alfa fue consciente de ello al sentir las feromonas de emoción de su bonito Omega.

- ¡Si! - Dijo con emoción el Omega lanzándose a los brazos del Alfa.

Yoongi lo sostuvo y sonrió feliz, elevó de la cintura al Omega y dió un par de vueltas con él en brazos. Ambos demasiado felices y emocionados, pues aunque ellos siempre dijeran que son pareja y destinados, no había existido la oportunidad de hacerlo formal y Yoongi se encargó de hacer todo maravilloso y especial durante el día y hasta ese momento.

Pues justo cuando Jimin toco la nieve nuevamente y dejó sus brazos alrededor del cuello del Alfa. Ninguno de los dos pudo resistir más el deseó y anheló de sus corazones. Sus rostros se acercaron lentamente, hasta sentir sus alientos chocar, hasta que lo tan anhelado por ambos sucedió. Sus labios se unieron en un dulce beso, un beso que hizo explotar mil emociones en sus corazones, la chispa de satisfacción se hizo presente y el dulzor de sus labios lo disfrutaron en cada segundo.

Sus labios se movían con delicadeza, sutileza, pues ambos, eran inexpertos, pero parecía que sus deseos por unir sus labios los hacían olvidar ese detalle, pues sus besos eran dulces y de cierta forma apasionados. Su labios comenzaron a moverse al compás del sonido del fondo.

Los juegos artificiales dieron inicio y ellos parecían ignorarlo, pues por fin después de semanas de conocerse, pudieron darse su primer beso, en un momento especial y único. Romántico tal cual Yoongi lo quería y lo logró.

Al cabo de unos segundos se separaron del profundo beso, sonriendo como lo que son, dos bobos enamorados uno del otro.

Voltearon a ver los brillantes y coloridos juegos artificiales, para después regresar sus miradas y conectarlas con intensidad, pero sobre todo, amor. Yoongi no evitó desviar la mirada a los rojizos y abultados labios de su pequeño Omega, sonriendo por la sutil sonrisa de Jimin, se acercó una vez más a él, hasta robarle un nuevo beso, que incluso robo un suspiro satisfactorio de este.

Parecía que habían conocido la nueva adicción de ambos y ese era. Besar sus labios con amor y necesidad. Una necesidad que jamás tendría fin.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero haya sido de su total agrado mis chiquillos. Ahora sí, el Yoonmin son una pareja oficios y por fin se dieron su primer beso🤭✨

¿Les gusta lo romántico que es Yoongi?

Yo amo a este Yoongi🥺🥰

🚫 ¡ADVERTENCIA! 🚫

En el siguiente capítulo habrán escenas explícitas sexuales, Lemon +18, si dichas escenas no son de tu agrado abstente de leer y dejar comentarios innecesarios. Puedes saltarte el capítulo.

El siguiente Lemon será muy inesperado para ustedes chiquillos. Después entenderán a qué me refiero con “Inesperado” cuando estoy dejando adverencia.

Les aseguro que les gustará mucho😏 solo les diré que lo van a disfrutar y aunque después me van a querer matar... Valdrá la pena xd

Sin más que decir...

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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