(Narrador Omnisciente)

- ¿Crees que gane la medalla de oro mamá? - Preguntó un nervioso y ansioso Omega de cabellera platinada.

- Claro que ganarás cariño, eres el mejor patinador artístico que existe en Daegu, te aseguro que esa medalla es tuya - Aseguró la señora Park, muy orgullosa de su lindo hijo.

Park Jimin era un joven Omega de solo 18 años, que había ganado tres medallas de oro los años anteriores, más dos de plata. Desde que era un niño, se interesó por el patinaje artístico, un deporte que requería de esfuerzo, arduo entrenamiento, destreza y pasión. El Omega tenía todo lo que él deporte necesitaba y más que deporte, era lo que más apasionaba al Omega, lo que llenaba su corazón realmente.

Jimin amaba patinar sobre hielo.

Aquel día era demasiado nublado, por todas las calles de Daegu se podía apreciar la abundancia de nieve y sobre todo que probablemente en un par de horas caería demasiada nieve nuevamente.

Ese día era uno de los más esperados por Jimin, ya que era el primer año que competiría con grandes patinadores de muchos países. Era el día en que demostraría que Corea y la ciudad de Daegu tenía el ganador merecedor de esa medalla en su país.

Claro que el platinado se sentía ansioso, emocionado, pero sobre todo, nervioso, ya que quería que todo saliera bien, tenía unos grandes entrenadores, sus padres le habían enseñado todo lo que él sabía y confiaban ciegamente en sus habilidades natas.

Daegu era una de las ciudades en las cuales solía nevar el 90% del año, razón por al cual habían muchas pistas de hielo, en donde el hockey y el patinaje artístico eran unos de los deportes más sobresalientes de aquella ciudad.

Era el primer año en que una competencia de patinaje artístico se llevaría a cabo en Corea del Sur, por lo cual sería transmitido en vivo por todo el país. Claro que Jimin tenía razones para sentirse realmente nervioso y ansioso, le mostraría a su país lo increíble que es en el hielo.

Todo saldría bien, ¿Verdad?

- ¿En verdad deben ir a la empresa antes de mi competencia? - Preguntó el chico con cierta tristeza en su mirada.

El señor Park volteó a ver a su esposa y sonriendo se acercó a su pequeño Mochi, besando la frente de este y abrazándolo.

- Estaremos ahí, antes de que empieces Mochi, mamá y yo jamás nos perderíamos el día más importante de tu vida cachorro, solo confía en nosotros y sobre todo, confía en ti, ¿De acuerdo?, Se que ganarás.

El Omega sonrió y abrazo a su padre, sintiendo todas las buenas energías de este y sintiendo más confianza en sí mismo. Ese día Park Jimin marcaría historia y ganaría el campeonato a como de lugar.

- Gracias papá, mamá. Les prometo que les dedicaré mi presentación y después traeré a casa esa medalla - Dijo con toda la confianza del mundo el Omega.

Y no es que Park Jimin fuese un Omega engreído o con demasiado ego, al contrario, siempre se caracterizó por ser un Omega tímido, pero apasionado con lo que ama, él siempre ha demostrado su seguridad gracias a sus padres, ha mostrado lo dedicado que es en el patinaje artístico por tener siempre consigo a sus padres y el eterno apoyo y amor de estos.

- ¿Vamos cachorro?, Te dejaremos en el complejo deportivo y después llegaremos a verte, ¿Bien? - El Omega asintió y salió con sus padres.

Los tres subieron a la camioneta y emprendieron camino hacia la pista de hielo, que se encontraba muy cerca de la casa de los Park. Una vez llegaron, el Omega se bajó y se despidió de sus padres.

- Los veo pronto - Se despidió el menor con una gran sonrisa en su rostro.

- Aquí estaremos cariño, te amamos - Dijo la señora Park.

- Te amamos cachorro, vendremos pronto - Se despidió el señor Park.

Los Park condujeron hasta su destino, ansiando terminar pronto lo que tenían pendiente y después regresar al complejo para estar para su pequeño Mochi y darle todos los ánimos del mundo, pues además de ser sus padres, eran sus entrenadores y debían estar para él.

Mientras tanto, Jimin entró al completo, respiró profundo y sintiendo los nervios a flor de piel, entró hasta donde se encontraba su área, para poder prepararse para un calentamiento, antes de la competencia.

Mientras se colocaba sus patines, observó que estos ya estaban un poco desgastados por el tiempo que estuvo usándolos, pero que para él, eran sus patines de la suerte, ya que se los dio su mamá, el primer año que ganó su medalla de oro, sonrió y pensó en que después de ese día, compraría unos nuevos con sus ahorros, pues los patines de hielo, suelen ser demasiado costosos.

- ¿Ahora no trajiste a mamita y papito? - Se escuchó la fastidiosa de Rachel, una Beta que jamás alcanzó ni el tercer lugar, pero que siempre envidio la delicadeza y destreza de Jimin en la pista de hielo.

El platinado al escucharla, rodo los ojos, pero decidió ignorarla y caminar hasta la entrada de la pista, quitó los protectores de sus patines y después de dejarlos a uno de los ayudantes de la pista, entró, para poder calentar un poco.

Jimin se sintió en paz, pleno y feliz mientras sentía como la delicadeza del hielo lo movía por su alrededor, sintió tanta plenitud al realizar su calentamiento, que incluso con simples movimientos, cautivó a todo aquel que se encontraba en la misma pista o fuera de esta.

No se podía negar que el Omega es una belleza, tan delicado, tierno y dulce, pero con un cuerpo realmente envidiable.

Los patinadores artísticos suelen tener un cuerpo delgado, pues incluso llegan a practicar ballet contemporáneo para formar su cuerpo y que al momento de empezar con el patinaje artístico, no se les dificulte mucho. Por esa razón, muchos de los patinadores son delgados y sin muchas curvas, pero ese no era el caso de Park Jimin.

El Omega tenía un cuerpo espectacular, sus curvas lo habían ver sexy todo el tiempo y opacaba su lado dulce y tierno. Siempre tuvo muchos pretendientes, tanto mujeres como hombres Alfas y Betas, siendo también la envidia de las y los Omegas.

Al terminar con el entrenamiento, el Omega salió del hielo, para dirigirse hasta los vestidores, dónde saco su maleta de su casillero, tomo un rápido baño y comenzó a prepararse, pues en una hora daría inicio la competencia.

Jimin se colocó su traje, el cual consistía de unos pantalones un poco acampanados en satín negro el cual marcaba perfectamente sus curvas y sobre todo su voluminoso trasero. Más una hermosa camisa en tonos blancos, rosa y platinado, con perlas y lentejuelas en tonos grises, rosas y blancos, con unos vuelos muy bonitos en la parte baja.

El cabello se lo acomodo de lado, muy bien peinado y con un poco de maquillaje, sutil, pero perfecto para el momento, pues aunque deseé llamar la atención, no es que quiera pasarse de ella. Solo usaba lo justo y necesario.

La vestimenta de las mujeres suele ser mucho más llamativa y extravagante, pues ellas muestran más piel, pero nadie jamás negaría que la presencia de Jimin, llegaba a opacar toda la belleza femenina, cada que él pasaba por los pasillos, por muy distraído que se encontrará, siempre obtenía la atención de todos.

El Omega iba muy ensimismado en su teléfono, mientras caminaba con sus patines en mano hasta donde se encontraba la pista de hielo. Trataba de llamar a sus padres, les enviaba mensajes y estos no respondían ni uno de estos llamados.

La preocupación en el Omega, comenzó a crecer y el nerviosismo que se había calmado con anterioridad, volvía acrecentarse en su interior.

Llegó a la pista de hielo y tomo asiento, ansioso por el gran momento. Justo cinco minutos después, anunciaron el inicio del campeonato de patinadores artísticos.

Mientras anunciaban a los participantes de cada país e iniciaba el campeonato, Jimin se mantuvo atento a su teléfono, esperando ansioso un llamado de sus padres. Solo debía confiar en ellos como lo prometieron, sus padres jamás le fallarían en uno de los días más importantes de su vida.

Justo cuando faltaban dos participantes antes de que su turno llegará, su teléfono comenzó a sonar y este atendió la llamada sin esperar tanto.

Jimin jamás creyó que el mejor día de su vida, se convertiría en el peor día de su vida. Jamás creyó que sus sueños, su mundo y todo, se viniera abajo en un abrir y cerrar de ojos.

¿Es que el destino y la madre luna jamás se cansaría de abrir grietas en su camino?

Quizá la madre luna, tenía algo diferente para él, aún a costa de lo que el Omega más amaba en la vida.

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¿Qué les pareció el primer capítulo?

En verdad esperó que les haya gustado. Empezamos bastante fuerte y como les dije, los primeros capítulos serán bastante tristes, pero después amaran mucho más cada capítulo.

Antes que nada, quiero aclarar chiquillos, yo sé que en Corea ni mucho menos en Daegu, neva la mayor parte del año, pero esto es ficción y decidí tomar la ciudad de Daegu, como un lugar en que la nieve se mantiene la mayor parte del año y así poder crear mucho mejor está historia, espero que comprendan.

Les dejaré la ficha de los personajes principales❄️

❄️ JIMIN ❄️

• Nombre: Park Jimin
• Edad: 18 años - 20 años
• Rango: Omega
• Aroma: Chocolate blanco y caramelo
• Cabello: Platinado - Rubio
• Bailarín de patinaje artístico.

❄️ YOONGI ❄️

• Nombre: Min Yoongi
• Edad: 19 años - 21 años
• Rango: Alfa
• Aroma: Chocolate amargo y madera
• Cabello: Azabache - platinado
• Jugador de hockey.

❄️❄️❄️

Quiero aclarar chiquillos, que en la ficha, menciona dos edades, la primera es la que tendrán al inicio de la obra y la segunda, será la que tendrán cuando se conozcan. Por eso aparecen ambas edades, porque las dos son importantes en la trama.

Más adelante mostraré la ficha de los personajes secundarios.

Espero que esté primer capítulo les haya gustado mucho🥰

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐