❄️ TRECE ❄️
(Narrador Omnisciente)
Quizá la llegada del celo había hecho que el Omega actuará de forma impulsiva.
Quizá era el deseo que tenía de estar más cerca del Alfa.
Quizá, simplemente, era lo que realmente el corazón de Jimin quería.
El abrazo delicado y dulce en el que se encontraba Alfa y Omega, era tan intenso y sentimental, que ninguno de los dos se daba cuenta del tiempo, del ambiente o mucho menos de lo que pudiera suceder a su alrededor. Ellos estaban en un mundo creado por ellos mismos, uno en el que nadie más, jamás podría entrar.
Ni siquiera el frió clima los interrumpía, sus cuerpos mantenían cálidos uno al otro.
No fue hasta que la nieve decidió caer poco a poco, que ambos se dieron cuenta que habían permanecido entre los brazos del otro por largos minutos.
Entonces las mejillas de Jimin se sonrojaron furiosamente y claro que el Alfa no se quedaba atrás, sus mejillas tomaron un suave color rosa, demostrando la vergüenza en ambos.
Aún así, no se alejaron demasiado, sus manos siguieron unidas, acompañados de tiernas sonrisas que encantaban a ambos.
- Jiminie - Llamo dulcemente el Alfa - Se que... Aún estás en celo, lo puedo sentir, es mejor que entres a casa, te recuestes, tomes dos supresores con un te y no salgas de la cama, hasta que te sientas mejor, ¿Bien?
Tan dulce como sonaba, así era el tierno Alfa que tenía Jimin frente a él. El cual no podía dejar de ver con sus ojitos ilusionados.
- Tú..., ¿No te quedarás conmigo? - Pregunto Jimin, sintiendo mucho más calor en sus mejillas.
- ¿Quieres que me quedé? - Sonrió el Alfa.
- ¡Si! - Jimin estaba casi seguro que desfalleceria de la vergüenza - Digo..., Si tu quieres - Bajo la mirada.
La nieve parecía caer con más intensidad, poco a poco se estaba convirtiendo en una tormenta de nieve y cuando estás iniciaban no paraban durante largas horas, las cuales dejaban atascados a los ciudadanos, hasta que está se detuviera o bien, bajará su intensidad.
Yoongi y Jimin elevaron la vista al cielo, cuando sintieron como la humedad comenzaba a impregnarse en sus ropas, así que sabían, que debían tomar una decisión.
- Quédate Yoongi - Fueron las palabras del Omega, antes de jalar al mayor hasta su casa.
El menor abrió y entro junto al Alfa, quien no pudo articular palabra alguna ante el pedido del Omega. Claramente no se negaría a una carita tan tierna y linda como la de Jimin.
Claro que existían más razones para no irse, como la tormenta de nieve, que es la principal, pero a Yoongi aquello era lo que menos le interesaba, él se quedaría junto al tierno Omega, para cuidarlo y protegerlo.
Jimin sintió nuevas punzadas dolorosas en su vientre bajo, intento disimular lo más que pudo, pero le fue difícil. Se reclinó un poco y se sostuvo de un sofá, mientras se quejaba del molesto dolor. Yoongi no dudó un segundo en acercarse rápidamente al menor y sostenerlo entre sus brazos.
- ¿Te encuentras bien cachorro? - Pregunto con preocupación el Alfa.
El Omega intenso asentir y no preocupar más al Alfa, pero la verdad era, que Jimin no soportaba el dolor y tener tan pegado a él, al Alfa estaba haciendo que sus sentidos se descontrolaran. No resistiría mucho tiempo si seguía tan cerca del Alfa y saber que no puede hacer nada, su fuerza de voluntad se iría al demonio en cualquier segundo.
Jimin no resistió mucho tiempo realmente. Se aferró al pecho del Alfa y aspiro profundamente el aroma de este, mientras intentaba restregarse en este mismo. El poco control que Jimin había logrado obtener, se había perdido en pocos segundos.
Yoongi por su parte se alarmó en un momento, pero pronto entendió todo y sabía que debía actuar correctamente, sin cometer un solo error, así que trato de pensar serenamente, con su cabeza, de arriba claro
Suspiró tembloroso y después se armó de muchas más fuerzas que ni él mismo sabía de donde estaban saliendo. Cargo a Jimin entre sus brazos y camino con él hasta donde creyó que se encontraban las habitaciones.
En ese momento, Jimin ya no era consciente de lo que hacía, su mismo instinto le estaba jugando en contra, su lobo lo dominaba, con otro tipo de intenciones, mientras que Yoongi, trataba de mantenerse cuerdo, por ambos.
El Alfa entró a un pasillo, en el cual intento abrir la primer puerta y está parecía estar bajo llave, llegó a la segunda y ocurrió exactamente lo mismo. Se extrañó por aquella situación, pero decidió intentar con la última habitación que estaba al fondo. La última abrió y Min sonrió, al reconocer que aquella habitación si es de Jimin, por el aroma impregnando y por la cantidad de medallas, fotografías y la decoración de la habitación.
Cuando entro, recostó al Omega sobre la cama, quien ya comenzaba a gemir bajo y el lubricante natural de su cuerpo, parecía querer salir, pues Yoongi podía sentir perfectamente el aroma del pequeño Omega.
Min creía que jamás había tenido un reto tan grande en su vida, como el tener que resistir al no comenter un error con su destinado, al cual, apenas acaba de conocer.
El Alfa intento alejarse un poco y buscar la bañera, prepararla y buscar supresores para Jimin, pero ocurrió algo inesperado para él.
- ¡No! - Grito Jimin con un puchero en sus labios cuando vio el intento del Alfa por irse.
En un solo movimiento, el menor jalo del suéter el Alfa y lo lanzó a la cama. Yoongi cayó encima de Jimin, quedando entre las piernas de este y vaya que Min no pudo ocultar más, el problema bajo sus pantalones y mucho menos ignorar el que se encontraba bajo los pantalones de Jimin también.
Yoongi sintió una gran vergüenza apoderarse de su rostro, sobre todo cuando Jimin lo apego más a su cuerpo, hasta hundir su rostro en su cuello. El Omega paso de solo aspirar el aroma, a dejar suaves besos que poco a poco iban siendo acompañados por una lamida.
Min no resistiría mucho.
El Alfa no supo en que momento se permitió disfrutar del momento, no se dio cuenta, cuando su lobo poco a poco se iba apoderando de su poca fuerza de voluntad. Yoongi llevo su rostro al cuello de Jimin y disfruto del delicioso aroma de este, dejando tiernos y cariñosos besos en la zona, las manos de Jimin jugaban en su espalda baja y Min, no se daba cuenta de lo que estaban a punto de hacer.
- Mgh~ - Aquel gemido por parte de Jimin encendieron las alarmas en los sentidos del Alfa.
Yoongi rápidamente se levantó y se alejó del Omega. Quien triste observó la acción de quién sabe, es su Alfa. En el momento y situación en que se encontraba Jimin, al estar en medio de su celo, con su propio Alfa y que este se aleje, solo podía significar una sola cosa para el Omega.
Su Alfa lo estaba rechazando.
Aunque claramente no era así. Yoongi no quería cometer un error, del cual después los dos se arrepientan, Min quiere hacer las cosas bien, iniciar como una pareja de principiantes, no tirarse a los últimos pasos desde el primer día. Él no es así.
Yoongi estaba tomando aire y tratando de controlarse mientras le daba la espalda al menor, sin darse cuenta de lo que sucedía con este mismo.
No fue, hasta que escuchó en lastimero chillido de Jimin, que se volteó y pudo ver qué el pequeño y tierno Omega, era un mar de llanto y tristeza.
Tanta fue la preocupación de Yoongi, que se acercó rápidamente al menor e intento abrazarlo y consolarlo, para saber que tenía. Sin embargo, no se espero que el mismo Jimin se levantará y se alejará bruscamente de él.
Y es que el que actuaba un 90% no era Jimin, era su lobo quien lo tenía completamente controlado. El otro 10% mantenía a Jimin con malestares y sin energías o fuerzas de detener sus deseos.
- ¡No!, ¡Vete! - Grito un Jimin muerto en llanto.
Yoongi no creyó que el día en que conocería a su predestinado sucederían miles de situaciones, desde las más dulces y tiernas, hasta las más dramáticas y tristes.
- Jiminie... - Intento acercarse una vez más - Escúchame pequeño...
- ¡Vete de mi casa! - Grito nuevamente - Alfa no quiere a su Omega, lo acaba de... Rechazar y... D-uele... - Decía en medio de llanto y dolor el menor.
El Alfa había comprendido la situación desde el inicio, así que sabía que hacer y cómo actuar. Y no es que tenga experiencia con ese tipo de situaciones, jamás le había pasado, pero le gustaba leer, así que todos aquellos libros, sobre cómo entender a los Omegas, los pondría en práctica en ese momento.
- Te daré tu espacio pequeño - Se levantó de la cama, donde se había quedado cuando intento acercarse al menor.
Yoongi con cuidado y soltando feromonas, se acercó una vez más al Omega y cuando lo logró, coloco sus manos sobre las mejillas de este y dejó un beso sobre su frente, envolviéndolo en su aroma y tratando de relajarlo.
Una vez que creyó lograrlo, fue bajando sus manos hasta la cintura de este y lo fue abrazando poco a poco, sonriendo suavemente al notar menos tensó a Jimin, más relajado y casi podía jurar que lo escuchaba ronronear como un tierno mínimo.
Cuando tuvo a Jimin entre sus brazos y este se recostó sobre su pecho, comenzó a balancearse suavemente, tarareando una dulce melodía.
Jimin se había tranquilizado por completo, tanto que su lobo se fue tranquilizando y dejando el paso casi completo a su humano. Fue cuando Jimin pudo darse cuenta de todo lo que había sucedido anteriormente.
Sintió su rostro arder ante la vergüenza, por eso decidió quedarse entre los brazos del mayor y no salir de ahí, porque de lo contrario, explotaría de pena con solo recordar cómo casi se restregaba en Yoongi, descaradamente.
- No quiero que sientas vergüenza Jiminie - Susurró con dulzura el Alfa - Esto es algo muy normal entre Alfa y Omega en sus celos. Solo debemos saber controlar a nuestros lobos - Se escuchó tan tierno, que Jimin sintió enamorarse más - ¿Te sientes un poco mejor?
Jimin asintió y soltó un tembloroso suspiró. ¿Cómo pagarle a la madre luna por poner en su camino a un Alfa tan tierno y dulce como Yoongi?
- Prepararé un baño para ti, ¿Bien? - Jimin solo se dejó ser. Esta vez, tratando de controlarse lo mejor posible.
Yoongi se separó del menor y dejó un suave beso más sobre la frente de este, hasta dirigirse hasta lo que supuso era el baño. Entro y comenzó a preparar la tina para Jimin, mientras que este se recostó sobre la cama y se envolvió en sus sábanas.
Jimin juraba que en cualquier momento explotaría de la vergüenza o de ternura, pues no sabía con que cara ver al Alfa que es su destinado, pero al cual acaba de conocer y ya armó un show total. El Omega jamás creyó que conocería a un ser tan dulce como Yoongi, pero tampoco creyó llegar tan lejos el primer día.
Mientras el Omega divagaba entre morir de vergüenza o vivir encerrado bajo sus sábanas. El Alfa salió del baño y sonrió por milésima vez al ver la tierna escena que montana el tierno Omega bajo las sábanas. Yoongi disfruto ver a Jimin moverse de un lado a otro y escucharlo chillar mientras soltaba sus feromonas inconscientemente.
Con cuidado, Yoongi se acercó y dejó salir una vez más su aroma, para atrapar a Jimin en este, claro que sin ninguna intención de alborotar el instinto de este por segunda vez.
- Jiminie - Susurró el Alfa - La bañera está lista.
- Yoongi - Se escuchó la apenada voz del menor.
- Dime cachorro - Jimin en cualquier momento moriría de ternura.
- ¿Puedo pedirte... Un favor? - El Alfa sonrió.
- El que tú quieras pequeño.
- ¿Puedes... Salir de la habitación? - Claro que Yoongi sabía que el menor le pediría aquello - Moriré de vergüenza si te veo al rostro sabiendo que... Hice lo que hice - Puchereo el menor, algo que el azabache no vio.
Sin embargo, Yoongi pudo imaginarlo, sentía que lo conocía de toda la vida, cuando apenas tenían un par de horas de conocerse.
- Claro Jiminie, yo entiendo. Estaré en la sala esperando, ¿Bien?, No olvides tomar dos supresores y abrigarte muy bien.
Min acarició el poco cabello del menor que sobre salía de la sábana y después de ello salió de la habitación, dejando a un tomatillo Jimin apunto de morir.
Cuando escucho que la puerta de su habitación se cerró, bajo la sábana y soltó el aire que no sabía que tenía retenido al no ver a Yoongi por ningún lado.
- Madre luna... ¿Por qué me pones estás pruebas tan grandes? - Suspiró.
Se levantó de su cama y con cierto dolor en su vientre bajo, entró al baño. Chillo de emoción y dulzura al ver su bañera con espuma y aromatizante a chocolate, más unas velas aromáticas a madera que le encantaban, pudo ver los supresores sobre el lavado y el agua estaba calidad, tal como le gustaba.
¿Acaso aquel hermoso Alfa lo conoce tan bien que sabe lo que le gusta?
Aquello parecía no tener lógica para Jimin, pero le encantó pensar que él y Min tienen muchísima más conexión de la que se imagina.
Se desvistió, siempre quejándose por los roces en su cuerpo, pues aunque no quiera, sabe que su instinto es más fuerte de lo que quisiera. Solo espera que los supresores funcionen. Se metió a la bañera y se relajó al instante, sonrió al saber que aquel ambiente tan cálido lo había creado Yoongi, el Alfa que apenas ese día conoció.
- Y pensar que casi te saco a patadas de mi propiedad - Susurró en medio de risas bajas.
Pasaron largos minutos en donde Jimin disfruto del agua hasta que está comenzó a enfriar. Una vez se sintió mejor, salió y se envolvió en su bata. Tomo las dos pastillas y después salió, para poder colocarse pijama abrigada. En todo ese tiempo se estuvo preguntando, ¿Qué estará haciendo Yoongi afuera?
Espero unos minutos más, hasta que sintió que las pastillas hicieron efecto y salió. Al salir hasta la sala de su casa, vio a Yoongi de pie frente a la chimenea, observando las fotografías que se encontraban en la repisa de esta.
El Alfa volteó al sentir la presencia del menor y sonrió, mostrando una dulce gummy smile, que encantó a Jimin.
- ¿Te sientes mejor? - Pregunto, mientras se acercaba al Omega.
- Si - Dijo un tímido Jimin.
- Me alegra saberlo - Se acercó el Alfa - Me tome el atrevimiento de meterme a tu cocina Jimin y no es que tengas mucho en la alacena - Puchereo el Alfa, atacando el corazón del Omega una vez más - Pero hice lo que pude, espero no te moleste.
Jimin abrió sus ojitos totalmente sorprendido al ver la cena sobre la isla de la cocina. Es verdad que no había mucho en la alacena, hace días no iba de compras, pero el Alfa había hecho magia en su cocina.
- Eres jugador de hockey, un Alfa dulce y tierno, caballeroso y sexy, además sabes cocinar, dime, ¿Hay algo más que sepas hacer? - Dijo Jimin.
Yoongi sonrió y sus mejillas se sonrojaron levemente.
- Me halaga saber que te parezca sexy - Y Jimin se sonrojo por milésima vez - Quizá tú tienes muchas más habilidades que yo - Aseguro el Alfa.
- No lo creo - Respondió Jimin - Pero gracias Yoongi, esto se ve espectacular.
- Ven, come un poco - Ambos tomaron asiento y Jimin dio un sorbo al chocolate caliente.
- Me encanta - Sonrió hermosamente el Omega, atacando el corazón del Alfa.
- Apenas ahora te conocí - Comenzó hablar el Alfa, al lado del menor - No puede darte un regalo significativo como ese - Señaló la pulsera sobre la muñeca de Jimin - Pero quise hacerte una cena especial. Feliz cumpleaños cachorro - Se acercó el Alfa, depositando un cálido y dulce beso sobre la mejilla del menor.
Jimin sonrió, hasta ocultar sus tiernos ojitos en una media luna. Sin duda alguna el mejor cumpleaños que ha tenido en años.
- Creo que ya me diste el mejor regalo - Susurró Jimin, manteniendo sus ojitos fijos en los hermosos gatunos.
- ¿Si? - Ladeó la cabeza el azabache - ¿Cuál?
- Tú - Se acercó el Omega al rostro del Alfa y dejó un inesperado pero dulce beso sobre la comisura de los labios del mayor.
El corazón de Yoongi bombeo desenfrenado, su lobo movía la cola de lado a lado, al sentir que su tierno Omega les ha correspondido desde el primer segundo en que cruzaron miradas.
- Prometo estar en este y en todos tus próximos cumpleaños cachorro, claro, si tú me lo permites - Dijo un ansioso Yoongi.
- Es lo que más deseo Yoongi - Susurró Jimin.
Sus miradas eran intensas, pero dulces y con un brillo que jamás nadie podrá superar y nadie más logrará en ninguno de los dos.
Ellos son el complemento del otro. Juntos crearán un amor más fuerte e intenso que el que tienen por el hielo.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que les haya encantado mucho, desde hace unos días lo tenía en borradores, pero no había tenido tiempo de editar y actualizar.
Seguiré demorando un poquito en las actualizaciones, estoy en trabajos finales de ciclo en mi Universidad y me tiene totalmente atrapada😭
En fin, ¿Quién creyó que habría Lemon?😏
Recuerden que la personalidad de Yoongi en esta historia es diferente, él será siempre muy dulce y caballeroso con Jimin. Crearán un romance tierno y como debe ser.
Estoy segura que Jimin y Yoongi del Omega de la mafia estarían decepcionados🥲😂
Sin más que decir....
¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐
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