Mini maratón por día (5/5)

(Narrador Omnisciente)

Casi una semana tenía Yoongi de haber llegado a Corea.

Durante esos días, Shin Mina se había mantenido al pendiente de su hijo, lo protegía desde la distancia. Sabía de lo que Min es capaz y no dudaba que haya enviado a alguien a buscar a Yoongi, así que la Omega decidió usar el poder que tiene como empresaria y movió todas sus influencias para que la gente de Min no encontrarán a su hijo.

La Omega decidió esperar solamente un poco, hasta que toda la reciente situación de calmara. Se enteró de lo que Yoongi hizo en Canadá contra su equipo, y claro que la mujer no dudaba en que su cachorro haya sido obligado a tal bajeza y aunque no sabría decir cómo es Yoongi realmente, por nada del mundo creería en las tonterías de Min. Sabe que el Alfa es un monstruo, que por dinero es capaz de todo.

Ahora que tenía la oportunidad de tener a su hijo con ella, no dudaría en protegerlo con capa y espada. Le fueron arrebatados muchos años con su cachorro y ahora que él está en Corea, no piensa dejarlo solo.

Aunque claro, Mina tenía una larga historia que contarle a su hijo y esperaba que este no lo tomará mal, cuando el momento de estar frente a frente llegue.

Yoongi se dio cuenta que sus ahorros se estaban acabando y eso comenzaba a preocuparlo demasiado. Todavía debía pagar su estadía de los últimos dos días en el hotel y no creía que el dinero le alcance. Creyó tener suficiente, pero al parecer se equivoco en ese pequeño gran detalle.

- Tengo que dejar este lugar, si sigo aquí... Estoy seguro que me llevarán a la cárcel por no pagar - Suspirando y sabiendo que se quedaría sin un centavo, dejó la habitación, para dirigirse a recepción y pagar lo faltante.

- Buen día joven, ¿En que puedo ayudarlo? - Saludo amablemente el recepcionista.

- Debo dejar el hotel, pero, quisiera saber, ¿Cuánto debo de estos últimos dos días? - Pregunto con temor.

Su cabeza ya estaba creando un sin fin de escenas en donde lo ponían a lavar platos en la cocina o los baños y eso en su mente era realmente asqueroso. Quizá ir a la cárcel sonaba mejor opción para el azabache que tener que lavar baños.

- ¿Joven? - Llamo nuevamente el Omega recepcionista, Yoongi despertó de su traumante ensoñación y presto atención al chico.

- ¿Si? - Definitivamente, Yoongi no quería lavar los baños.

- ¿Puede darme su nombre y número de habitación por favor? - Pidió amablemente el chico.

- Oh sí, mi nombre es Min Yoongi, de la habitación 103 - Respondió.

El Omega tecleo un par de veces en su computadora, para después dirigirse nuevamente a Yoongi y sonreírle como ya es costumbre de su parte a los huéspedes.

- Su cuota ha sido cancelada justo esta mañana - Dijo el Omega y Yoongi creyó haber escuchado mal.

- ¿Esta bromeando?, ¿Cómo que cancelada si...?, ¿Seguro que no se equivocó?, Recibe nuevamente, yo no he bajado a cancelar nada.

- Pues según los datos, su estadía fue cancelada está mañana. Oh, también dejaron esto para usted en el buzón - El chico le entrego una carta a Yoongi, quien aún se encontraba anonadado por la reciente situación.

Tomo la carta entre sus manos y pensó seriamente en que quizá le estaban jugando alguna cámara escondida o realmente Corea le daría mucha buena suerte.

El Alfa salió del hotel, aún sin poder creer que su estadía haya sido pagada esa misma mañana, aún sin entender nada, abrió la carta, que no tenía remitente y claro, por la sorpresa, olvidó preguntar quién cancelo su estadía. Pero quizá era lo de menos, solo debía agradecele mentalmente al buen samaritano.

- Ni siquiera conozco a nadie en este lugar, ¿Quién habrá pagado? - Se preguntó, mientras tomaba asiento sobre una banca y comenzaba la lectura a la carta.

"Hola Yoongi...

Se que esto será realmente extraño para ti, tú probablemente no me conoces bien o sabes muy poco de mi. Lamento sí fue muy atrevido de mi padre cancelar el hotel por ti, de alguna manera quería llegar hasta ti.

Hace unos días... Te vi parado frente a mi cafetería, justo al otro lado de la calle, no pudimos cruzar miradas, pero de inmediato supe quien eras..."

Con aquellas palabras, Yoongi sintió su corazón bombear desenfrenado. Sus manos comenzaron a temblar y los nervios se apoderaron de él completamente, jamás se paso por su mente que su madre lo haya visto y mucho menos que lo haya reconocido al instante.

Con su respiración un poco irregular, decidió seguir leyendo lo que aquella carta contenía.

"No sabes mi cachorro, cuánto deseo tenerte frente a mi, poder abrazarte y decirte cuánto te amo mi pequeño. Por favor... Permíteme verte y poder hablar, se que tienes muchas preguntas y prometo responder cada una de ellas, quizá todo esto sea precipitado, pero he esperado durante 21 años para poder decirte toda la verdad y poder tener a mi pequeño cachorrito frente a mi, aunque ya no seas un pequeño Yoongi, para mí siempre lo serás. Por favor, solo te pido que me permitas verte y si después de escuchar toda mi versión decides no verme más, prometo respetar tu decisión.

Estaré esperando ansiosa, si deseas verme o escucharme, estaré esperando por ti, en mi cafetería.

Shin Mina"

En ese momento, Yoongi ya había derramado un par de lágrimas, su corazón se sentía emocionado, pero también asustado, no sabía realmente que hacer.

Su lado temeroso le decía, que podía ser una trampa, entonces surgían preguntas innecesarias en la mente de Yoongi, "¿Y si es mi padre quién está esperando por mi?", Yoongi no sabía realmente que hacer.

Se mantuvo en aquella banca durante un par de horas, pero el frió comenzaba a calar muy profundo en sus huesos, sumándole a eso, que se encontraba en plena calle con su maleta y observando fijamente aquella carta.

Al menos tenía sus pocos ahorros, podía comprar algo para comer y después buscar trabajo, necesitaba dinero para subsistir, no podía seguir esperando por más tiempo, algo debía hacer de su vida.

Pensó durante varios minutos, si ir hasta la cafetería o tomar otro camino. Suspiró frustrado, porque tenía más que claro que hacer, pero el miedo lo tenía dudando y cuestionandose, si su decisión era la correcta.

- Si lo sigo pensando mucho, terminaré congelado aquí mismo - Susurró para si mismo, mientras tiritaba de frío.

Se puso de pie y espero un par de minutos por un taxi, hasta que esté llegó. Dudo un segundo, para después tratar de encontrar valentía y subir al auto. Yoongi dio la dirección de la cafetería y el auto emprendió camino, en todo el trayecto, el Alfa sentía que moriría de nervios, de miedo, estaba por vivir un momento inesperado y sobre todo, algo que jamás pensó llegar a vivir.

Cuando el taxi llegó hasta la cafetería, Yoongi hizo todo con suma lentitud, pago y espero un minuto dentro, la maleta estaba al lado suyo, así que no tenía que bajar por ella.

El Alfa pelinegro, tomo una bocanada de aire y después se armó de valor para bajar del auto y poder enfrentar otra etapa de su vida.

Salió del auto con su equipaje y observó hacia adentro, no veía a nadie dentro, parecía que ese día no abrían, pues no sé notaba ningún cliente dentro. Yoongi camino con sus cosas hasta la entrada y vio el letrero de, "Cerrado", pensó que realmente lo estaba, así que pensó en dar media vuelta e irse del lugar, sin embargo, en ese momento, la puerta de abrió y un Alfa salió, mientras mostraba una corta reverencia al chico.

- ¿Usted es Min Yoongi? - Pregunto. Claro que el Alfa se extrañó demasiado, ¿Cómo es que aquel hombre sabía su nombre.

- Si... - Respondió con duda.

- La señora Shin lo espera dentro, pase por favor - Se hizo a un lado el mayor. Yoongi lo vio realmente extrañado, pero después sus nervios regresaron, soltando un suspiro tembloroso, entro a la cafetería.

Esta de más decir que el lugar le encantó, si por fuera era llamativo, por dentro era un paraíso. Cada detalle y el olor era realmente atrayente.

- Pase por ese pasillo, la última puerta del fondo, es la oficina de la señora Shin. Con su permiso - Se retiró el Alfa.

Yoongi lo observó irse y cerrar todo, mientras él, tomo aire y dejó la maleta a un lado, para después caminar hasta el pasillo que el Alfa le había señalado, observó la puerta del fondo y a cada paso que daba, más sentía sus piernas temblar y su corazón bombear desenfrenado, sumándole a eso, a su lobo, quien se mantenía espectante ante cada mínimo detalle.

Tomo la perilla de la puerta entre sus manos y dando un último suspiro tembloroso, abrió, para después entrar.

- Hyun-Sing, te dije que si no venías con mi hijo, que no... - La mujer de dio la vuelta al escuchar la puerta ser abierta.

Mina se quedó con las palabras a medias, al ver a su adorado cachorro frente a ella, su pequeño Yoongi, la veía con aquellos hermosos ojitos gatunos. La mujer sintió su respiración cortarse y su corazón latir desenfrenado, mientras su lobo aullaba de emoción y movía la cola sin parar, al haber reconocido a su cachorrito.

- Y-oongi... - Susurró la mujer, con lágrimas resbalando por sus mejillas y acercándose poco a poco.

El Alfa menor se quedó sin habla, pues sentía que frente a él estaba una versión femenina de él, sin dudar, era idéntico aquella mujer y al ver su reacción ante su presencia, Yoongi no dudó en creer que aquella Omega lo amo desde que supo de su existencia.

Sin embargo, eran tantas las emociones que su corazón sentía, que no podía emitir sonido alguno, quería decirle tantas cosas y abrazarla, pero su cuerpo parecía no querer reaccionar.

Mientras Mina, se acercó a él y al estar frente al Alfa, llevó sus manos hasta las mejillas de este mismo, mientras hipeaba y limpiaba las lágrimas que resbalaban silenciosas por el rostro del menor.

- ¿P-uedo... Abrazarte? - Pregunto suavemente la mujer.

Yoongi no dudó en asentir y está vez, fue él quien tomó la iniciativa, se acercó a la mujer y la abrazó fuertemente entre sus brazos, sintiendo al instante el increíble calor y amor de una madre ante sus hijos, se sintió tan reconfortado y con tantos sentimientos encontrados, que no evitó llorar entre los brazos de su progenitora.

Tanto Alfa como Omega, lloraban de felicidad al estar juntos después de muchos años, pero también eran lágrimas de dolor, por no haber podido disfrutar de su amor cómo madre e hijo por culpa del egoísmo y la maldad de otros.

- Mi... P-equeño... Mi Yoongi, no s-abes... Cuánto deseé poder darte un abrazo durante años, mi cachorro - Decía la Omega en medio del llanto.

Yoongi sentía que aún no podía articular ni una sola palabra, solo se refugió entre los brazos de su madre, como un pequeño cachorro, disfrutando de la calidez y las caricias de esta, quien con todo el amor del mundo, regalaba su amor de madre a su pequeño Yoongi.

Estuvieron en la misma posición durante largos minutos, disfrutando uno del otro, solo sintiendo la calidez que se transmitían, y como sus lobos se habían reconocido rápidamente, como madre e hijo.

- Ven, siéntate aquí - Llevo la Omega de la mano, a su hijo, hasta el sofa de su oficina.

El Alfa tomó asiento al lado de su madre y sonrió al ver como está sostenía firmemente sus manos, mientras las acariciaba.

- Creí... Por un momento que no vendrías - Hablo la mujer.

- Pensé... En no hacerlo - Respondió con sinceridad el Alfa y vaya que Mina sonrió al escuchar la voz tan firme de su hijo, real de un verdadero Alfa - Tenía miedo - Dijo Yoongi - No estaba seguro de lo que estaba haciendo y... Aún no se si esto estará bien o no...

- Te entiendo Yoongi, en verdad lo hago - Aseguro la Omega, obteniendo toda la atención del Alfa - Pensé muchas veces en como comenzaría hablar si llegabas a venir, me imaginé tantas escenas y ninguna fue como está, créeme que también llegue a pensar, ¿Qué haré si él no quiere venir?, ¿Cómo... Recuperaré el amor de mi hijo? - Sonrió con tristeza la mujer.

- No puedes recuperar un amor que jamás perdiste - Respondió Yoongi.

Entonces Mina volvió a derramar lágrimas, pero de felicidad, aún no podía creer que su pequeño este frente a ella y no parezca guardarle ningún rencor u odio.

- Solo quiero escuchar tu historia, dime... ¿Cómo sucedió realmente todo?, ¿Por qué papá decidió alejarte de mi?

Mina respiró profundamente y pensó que era momento de contarle toda la verdad a su hijo, no pensaba callar nada cuando él tenía todo el derecho del mundo a conocer cómo sucedieron realmente las cosas. Ahora Yoongi es mayor de edad, un hombre independiente, que puede decidir cómo vivir su vida y como llevarla.

- Antes que nada hijo... - Pauso brevemente Mina - Min Do-Jae no es tu padre - Claro que las palabras de la Omega desconcertaron indudablemente al Alfa menor.

- ¿De qué... Estás hablando?, ¿Qué me quieres decir con eso? - Yoongi estaba realmente desconcertado por las palabras de su madre.

- Eso... Do-Jae no es tu padre, él, en realidad es tu tío. Es el hermano gemelo de tu verdadero padre. Min Chae-Soo.

Desde ese momento, Yoongi sabía que la historia sería larga y aunque en realidad aquella noticia le alegraba mucho al saberlo, lo cierto era que tenía mucha curiosidad por la verdad, por saber sobre su verdadero padre. Necesitaba conocer toda la versión de su madre, toda su historia y poder entender, ¿Por qué Do-Jae lo alejó de su madre y le hizo creer que era su padre?, ¿Dónde está su verdadero padre realmente?

Tenía tantas preguntas y ahora sabía que solamente su madre, podía responder a cada una de ellas.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Mina y Yoongi no demoraron en conocerse. El personaje de Mina será importante, tanto en la vida de Yoongi, como de Jimin, es un personaje que amaran mucho🥰

En el siguiente capítulo de hablará un poco de toda la historia y versión de Mina, con los Min.

¿Se esperaban que el "papá" de Yoongi, realmente no sea su verdadero padre?👀

Pronto conocerán toda la historia y les puedo decir que estamos a nada, del tan esperado encuentro de nuestro amado Yoonmin, me asegúrare de que disfruten esa escena.

Sin más que decir...

¡Nos leemos pronto!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐