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❄️ FINAL ❄️

(Narrador Omnisciente)

El frío pero al mismo tiempo cálido invierno eterno de Daegu, siempre será el eterno hogar de Jimin y Yoongi.

El hielo congelado es un símbolo de amor para la hermosa pareja. Gracias a una pista de hielo frente aquella cálida y bonita cabaña es que nació el amor verdadero entre la pareja de destinados más dulce y amorosa que la madre luna pudo crear.

Jimin logró superar sus miedos, su pasado y a pesar de todos los incontables obstáculos que se presentaron a lo largo de su vida después de que perdió a sus padres, él siguió luchando por lo que más amaba hacer, que era patinar y aunque todo ello no hubiese sucedido de no ser porque conoció al hombre que lo impulso a seguir adelante, Jimin es consciente que su vida mejoro mucho y ahora los días le sonríen con cariño cada mañana al despertar junto al Alfa de su vida.

El hermoso Omega de cabellera rubia sonrió al pensar en su Alfa. ¿Cómo no amar a Min Yoongi si gracias a él ahora puede sonreír sin miedo a nada?

Soltó un suspiro amoroso que de inmediato llamo la atención de sus amigos. Quiénes se voltearon a ver y sonrieron al saber quién era el único que siempre hacía suspirar de esa forma a su dulce amigo.

- ¿Pensando otra vez en Yoongi Hyung? - Pregunto Tae mientras se llevaba una palomita hasta su boca.

- Tú sabes que él siempre será la razón TaeTae - Aseguró Seokjin.

- Si bueno, creo que no se debe preguntar por lo obvio - Asintió el peliazul.

- Chicos..., Necesito un nuevo look para mi boda - La bonita sonrisa de Jimin mostró su dientito chueco que siempre hacían derretir de ternura a sus amigos.

- Estaba pensando lo mismo - Dijo Tae y se puso de pie para ir por unas bolsas que había traído consigo.

Al tomarlas, regreso a su asiento y saco lo que llevaba dentro. De ella saco un tinte de un bonito castaño, un tono rubio y uno negro.

- Bien. Haremos un juego - Anuncio Tae y los Omegas se voltearon a ver entre ellos - Cada quien tomara un tinte que esté dentro de esta bolsa negra y el que le salga, ese será su nuevo color, ¿Qué dicen?

- Me gusta la idea - Asintió Jimin.

- A mi también. Quiero cambiar mi color también.

- Bien, entonces comencemos.

Los Omegas hicieron lo indicado por el menor de los tres. Jin saco el tinte rubio, Tae saco el tinte negro y Jimin saco el tinte castaño. Este último regresaría a su principal tono natural, pero algo le decía que le haría verse mucho mejor.

Y claro que no se equivocó. Cuando los tres después de largas horas tintando sus cabellos, terminaron, se vieron al espejo y de cierta forma, les asombro y les encantó lo que veían.

- Vaya Jin Hyung, debo admitir que el rubio es tu color - Dijo Tae.

- Te queda hermoso el negro osito - Afirmó Jimin - Sobre todo por esos risos que se forman en tu cabello.

- Jimin, tú harás morir de un infarto a Yoongi Hyung. Sabía que tú cabello estaba más largo de lo normal, pero con esa media coleta definitivamente te ves muy atractivo, el castaño es un color que te asienta muy bien por tu tono de piel.

El nombrado se sonrojo levemente y le encantó saber que se veía muy bien.

- Gracias chicos, me siento bien sabiendo que puede gustarle mucho a Yoon este color.

- Gustarle será poco, le dará un ataque de amor en plena boda - Río Tae y Jimin se sonrojó una vez más.

El día de la boda estaba a escasas horas y los nervios era más que evidentes en Jimin. Por fin podría unirse en matrimonio al amor de su vida, ansiaba con todo su corazón poder ser uno solo de todas las maneras posibles y por su lazo sabía perfectamente que Yoongi estaba realmente feliz al igual que él.

Jimin por fin podría ser un Min y le encantaba saberlo.

Por otro lado. Los Alfas se encontraban tomando un poco de whisky en casa de Jungkook.

Yoongi tenía muchos nervios, en menos de 24 horas se uniría en matrimonio a su hermoso cachorro. El Alfa sonrió al recordar cuando conoció a Jimin y sin dudar comenzó a llamarlo su cachorro, su ángel, su pequeño y adorable Minnie.

De pronto una duda surgió en ahora el rubio Alfa. Volteó su mirada hacía Namjoon quien comía gustoso unas frituras mientras reía con Jungkook.

- Oye Nam - Llamo y este volteó a verlo - ¿Por qué fue que te enamoraste de Minnie?

Namjoon sintió que se atragantó con una de las frituras y Jungkook abrió sus ojitos sorprendido por aquella repentina pregunta de parte de su Hyung. Si bien él sabía acerca de un enamoramiento que hubo de parte de Nam hacía Jimin, no sabía mucho al respecto.

- ¿Qué sucede hermano?, ¿Por qué de pronto esa pregunta? - Namjoon estaba asustado o más bien sorprendido.

- Simple curiosidad. Se que Jimin siempre a sido muy lindo, amoroso y dulce, pero, tengo esa duda, ¿Por qué llegaste a enamorarte de él?

Namjoon pensó muy bien en su palabras. Recuerda que cuando conoció a Yoongi, quiso matarlo por haberle “arrebatado” el amor de Jimin. Pero en ese momento y con un poco de dificultad comprendió el lazo tan fuerte que existía entre ellos dos. El lazo de un destinado.

- Podría decir que fue por la vulnerabilidad de Jiminie - Inicio Namjoon - Pero también podría decirte que fue por lo mismo que tú has dicho. Jimin siempre ha sido un Omega dulce, tierno y amoroso, él en ese momento le tenía miedo a todo, al amor, a la vida, a salir adelante y yo quería hacer algo por él. Todos los días lo visitaba, salíamos al porche de la casa y veíamos el atardecer juntos, poco a poco me fui enamorando de él o quizá lo estaba y no me daba cuenta. Quizá... No fue amor, más bien no lo fue. Solo era un instinto de protección y cariño, un cariño tan fuerte que lo confundí con amor. Jimin siempre te dará esa vibra de querer protegerlo con tu vida, porque aunque sea un hombre adulto, parece un chiquillo delicado el cuál siempre necesitará de protección y que lo llenes de amor. No fue obsesión, no fue amor, solo fue cariño.

Yoongi sonrió y asintió. Él entendía perfectamente las palabras de su mayor. Entendía muy bien lo que Namjoon le explicaba y se sentía bien, sentía felicidad de saber que su pequeño ángel siempre tuvo alguien que lo cuidará y protegiera de cualquier forma.

- Yo entendí - Dijo Namjoon - Qué tú eras la persona indicada para Jimin. Porque desde el inicio, desde el primer instante comprendí, que su lazo era más fuerte que cualquier otra cosa, porque su lazo es el de destinados y ese jamás nadie lo romperá aunque lo intente todo en la vida.

- Así como tú lo sentiste con Jin Hyung - Dijo Jungkook.

- Y como el que tú sentiste por Tae - Completo Yoongi.

Los tres rieron y asintiron. Ellos entendieron todo desde el inicio, ellos sabían que sin importar nada en la vida, sus lazos jamás serían rotos, porque el amor que existe entre ellos y sus parejas es más fuerte que todo y que nada en la vida.

Muchas veces creemos saber lo que queremos, pero lo llegamos a confundir con lo irreal, con lo inalcanzable. Pero cuando nuestro momento llega, no habrá fuerza humana sobre la tierra que logré quitarnos lo que es nuestro.

Yoongi sabía que su amor por Jimin es tan grande que no cabe completamente en su corazón y sin importar nada en la vida, siempre luchará por ellos.

Porque Jimin es su fuente de felicidad y es al único que necesita para sentirse siempre completo.

El gran día había llegado.

Por fin, Park Jimin y Min Yoongi se unirían en eterno matrimonio.

Sin importar que los invitados eran pocos, que la decoración era sencilla, pero delicada y fina, sin importar nada, ese era el día de esta bella pareja.

Jimin le expresó a su amado Alfa que soñaba con que su boda fuese en la pista de hielo frente a su hogar, ¿Por qué razón?, Pues aquella pista de hielo fue la principal razón de que ellos dos se conocieran y un disco de hockey golpeando la frente de Jimin también, claro está.

Justo como Jimin lo deseó, así se realizaría. Mina se encargó de organizar todo. Hizo todo lo que su querido yerno le pidió, así que el lugar estaba bellísimo, los tonos cristalinos le daban un toque elegante a todo el lugar.

A pesar de que sería una boda íntima y más familiar. Se sentía como el día más maravilloso de todos, y así lo era, el cielo estaba de fiesta ese día y daría todo de si, para que sea perfecto de inicio a fin.

- ¿Cómo te sientes hijo? - Pregunto Mina a su pequeño Yoongi.

El Alfa estaba ansioso esperando en el altar por su hermoso Omega. Las manos le sudaban y su pie no dejaba de golpear incansable con la pequeña tarima colocada en la pista, sentía que sudaba aunque el clima estuviese perfecto.

- Nervioso mamá - Respondió el Alfa - Es obvio que Jimin no me dejaría plantado, pero..., No puedo evitar sentirme nervioso.

- Es normal - Asintió Mina - Podrás casarte con el Omega de tus sueños, con tu destinado y deseó de todo corazón que su matrimonio y felicidad sean eternos cariño - Sonrió amorosamente la mujer hacía su hijo.

- Gracias mamá - Sonrió Yoongi - Gracias por estar aquí conmigo en este día tan especial.

- No podía perderme la boda de mi único hijo - Mina había estado de viaje junto a Hoseok, pero regreso un día antes para estar con ellos.

Después de haber organizado toda la boda, se había ido de viaje con su esposo y al regresar estuvo más que lista para presenciar el eterno amor de su hijo y su lindo yerno.

Mina se fue a su lugar junto a Hoseok cuando el hermoso sonar del piano inicio, anunciando la entrada del novio. Yoongi volteó a ver hacía aquel camino tan bonito que habían hecho justo en la entrada de la cabaña.

Dicho camino tenía luces celestes adornando las cuales brillaban para iluminar el lugar donde pasaría su hermoso Omega.

La puerta de la cabaña se abrió y por ella salió Jimin, con un traje blanco que lo hacía ver tierno y angelical. Yoongi sintió que el aire se le cortó al ver a su hermoso chico ahora con cabello castaño y una media coleta atando parte de su cabello. Se veía mágico, irreal y hermoso.

El Omega ahora castaño, llevaba un hermoso ramo de flores blancas con pequeños diamantes incrustados estratégicamente para hacelo ver más delicado. El leve sonrojo del Omega en sus mejillas le daban un toque más tierno.

Sus pasos eran lentos pero seguros y sus ojitos estaban fijos en aquel sexy Alfa que esperaba por él. Jimin no podía quitar sus ojitos de aquel hombre el cuál era dueño de toda su vida. Yoongi se veía sensual, imponente y sexy. Con aquel cabello rubio peinado hacía atrás y una mullet que le daba un toque más atractivo.

Su piel pálida contrastaba perfectamente con su traje blanco y su cabello rubio, pero aquellos ojos negros e intensos, aquella mirada penetrante, pero amorosa que siempre lo hacían derretirse de amor.

Los pasos se fueron acortando, hasta que estuvieron uno frente al otro. Sus ojitos no se despegaban, y una suave sonrisa permanecía en los rostros de ambos. Instintivamente Yoongi llevó sus manos hasta sostener las pequeñas y delicadas de Jimin, las cuales ya no tenían el ramo al haber pasado a manos de su mejor amigo.

El Omega se aferró al tacto de su Alfa y sintió que pudo respirar más tranquilo. Pasar una noche sin él fue tortuoso, pero ahora que estaban uno frente al otro, era como conectar sus almas y sentirse completos.

- Te ves hermoso cariño - Susurro Yoongi solo para los oídos de su pequeño.

- Gracias mi Alfa y tú te ves tan atractivo - Sonrió el menor y Yoongi le regreso aquella dulce sonrisita coqueta.

El Alfa beso las manos de su pequeño y dulce chico. Para mantener sus ojitos fijos en él, siempre ambos manteniendo sus miradas puestas en el contrario, sin intenciones de voltear a su alrededor que en ese momento era irrelevante, porque solo existian ellos dos en ese momento y nadie más.

Ellos sabían que el juez había comenzado hablar, ellos sabían que tenían más personas a su alrededor. Pero dejaron de escuchar y dejaron de tomar importancia a todo o nada.

En ese momento, una lluvia de imágenes inundó las mentes de ambos. Desde el momento en que se conocieron, cómo supieron desde el primer instante que eran destinados, hasta sus momentos de cortejó, el día en que Yoongi por fin le pidió oficialmente ser su novio, su pareja, su Omega, el día en que se unieron en cuerpo y alma, cuando Yoongi marco aquel hermoso y delicado cuello, dejando claro que ese hermoso ser le pertenece, tanto como él le pertenece a su dulce Omega.

Sus suaves sonrisas se mantenían en sus rostros y sus ojitos conectados decían más que mil palabras lo mucho que se aman.

El momento de dar el llegó. Los anillos fueron llevados por Tae, quien quedó encantado con los diseños de estos, pues habían sido mandados hacer específicamente por la pareja.

- Mi hermoso y dulce Jimin, te prometo que día a día te haré feliz, día a día haré que esa hermosa sonrisa permanezca en tu delicado rostro. Mi hermoso chico, gracias por darme toda la felicidad del mundo y completar mi alma con la tuya. Prometo hacerte feliz y serte fiel de todas las maneras posibles hasta la eternidad, amarte y atesorarte hasta después de esta vida. Tú mi hermoso chico de ojitos lindos, ¿Aceptas ser mi esposo por la eternidad?

- Sí. Aceptó - Respondió el Omega con sus ojitos brillantes en lágrimas.

El Alfa colocó el anillo en forma de patin de hielo en la pequeña y delicada manito del Omega y luego depósito un dulce y casto beso.


- Mi hermoso Alfa de ojitos tiernos - Yoongi río bajito y Jimin igual - Te prometo que te seré fiel, te amaré por la eternidad, te prometo cuidarte, respetarte y atesorarte hasta después de esta vida. Gracias por ser el Alfa perfecto para mí, gracias por sacarme del agujero sin fondo en el que me encontraba, gracias por hacerme feliz desde el primer instante en que nuestras miradas se encontraron, hasta este momento. Mi hermoso y lindo gatito, ¿Aceptas ser mi esposo por la eternidad?

- Sí. Aceptó - Respondió Min con sus ojitos también vidriosos por las prontas lágrimas.

El Omega colocó aquel hermoso anillo en forma de palo de hockey en la blanquesina mano del Alfa. Para después dejar un delicado beso en esta misma.


- Por el poder que me otorga la ley. Yo los declaro esposo - Anuncio el juez - Pueden besarse.

La pareja sonrió una vez más y pronto sus labios se encontraron en una danza delicada, tierna y amorosa. Sus labios se movían con amor, aquel beso sellaba por fin su unión como esposos.

Se separaron lentamente y fueron conscientes de los gritos y aplausos de felicidad de sus amigos y familia. Jimin río bajito y se escondió en el cuello de su Alfa, quien lo abrazo por la cintura con ternura.

- Te amo mi hermoso Min Jimin - Dijo Yoongi y Jimin suspiro encantado por como sonaba su nombre con el apellido Min.

- Te amo mi hermoso esposo - Respondió el Omega y pronto sus labios se encontraron una vez más.

Por fin, legalmente eran esposos y que bien se sentía saber que ahora son la familia Min, pequeña, pero que con el pasar del tiempo tendrían posibilidades de crecer.

Durante la pequeña fiesta que se organizó. La nueva pareja de esposos recibió muchas felicitaciones, disfrutaron del baile, de la exquisita comida, de todo en general, e incluso del momento en que Jimin lanzó el ramo de flores que tenía.

Taehyung en ese momento fue el afortunado y volteó a ver a su Alfa, quien simplemente le guiño el ojo y le lanzo un beso, haciéndolo sonrojar.

Hasta que el momento en que la pareja debía partir a su luna de miel llegó.

- Mi querido y tierno Minnie. No sabes cuan orgulloso me siento de ti - Dijo Tae mientras abrazaba a su mejor amigo - Siempre supe que encontrarías tu felicidad. Se, que tus padres deben sentirse muy felices y orgullosos de ti, de todos tus logros Minnie y se que siempre cuidarán de ti, desde donde sea que estén, al igual que de Yoongi Hyung.

- Me harás llorar osito - Puchereo Jimin y ambos rieron después de ello - Gracias a ti, al señor Kim y a Nam por siempre cuidar de mi Tae. Cuando mis padres faltaron, ustedes no me dejaron y aunque viajaste por un largo tiempo hasta Canadá, siempre estuviste pendiente de mí y no sabes cuánto te lo agradezco. Gracias por ser mi mejor amigo y hermano del alma mi TaeTae.

- Siempre lo seremos Minnie. Ahora es tu momento de ser feliz, de disfrutar tu vida de casado junto a tu esposo. Qué hermoso se escucha eso, ¿No crees?

Jimin asintió y después de despedirse de su mejor amigo se dirigió hasta donde estaba su Alfa, quien hablaba con Mina.

- ¿Listo cariño? - Pregunto Yoongi a su Omega.

- Listo Yoon.

La pareja de esposos se despidió de sus amigos y familia. Para luego subir al auto que Mina preparo para que se fueran directo al aeropuerto.

Después de casi una hora de recorrido para el aeropuerto. La pareja pudo subir tranquilamente al jet privado de Mina. Esa mujer siempre estaba preparada con todo, no olvidó ni un solo detalle.

- ¿Me dirás hacía donde vamos amor? - Pregunto Jimin muy emocionado por saber.

- Aunque supiera no te lo diría mi amor, porque se supone que es sorpresa. Pero no lo sé, mi madre es la que organizó todo - Se encogió de hombros el mayor.

Jimin bufó, pero aún así aceptó que su Alfa no sabía el lugar al que se dirigían para su luna de miel. El Omega quitó su cinturón de seguridad cuando ya habían despegado y se levantó para luego sentarse en el regazo de su Alfa.

- Abrázame Yoonnie - Suspiro Jimin con tanta calma.

- Siempre mi vida - Susurro el Alfa abrazando protectoramente a su dulce Minnie.

Durante el trayecto, juntos vieron una película. Se llenaron de muchos besos y palabras dulces, discutieron por la última bolsa de frituras y sabemos que Jimin terminó ganando. El Alfa siempre le concedía todos sus deseos. Durmieron un corto tiempo y cuando llegaron quedaron maravillados al saber dónde se encontraban.

- Suiza - Murmuró Yoongi.

- Esto... Es el paraíso - Chillo Jimin de emoción al ver los colores vivos de dicho país. Todo tan maravilloso, brillante y colorido.

La pareja fue llevada hasta la cabaña en dónde se estarían quedando durante aquellas dos semanas de su luna de miel.

Al llegar, Jimin no pudo evitar correr por todo el verde pasto y dejarse caer sobre este. Se sentía tan bien poder estar en un ambiente más cálido y con más colores. Es muchísima la diferencia de los colores vivos de Suiza con los colores fríos de Daegu. No había punto de comparación.

Aunque ellos saben que no cambiarían su vida por nada del mundo, conocer diferentes países no estaba nada mal.

- ¿Qué dices amor, te encanta? - Llegó Min al lado de su chico, quien admiraba las montañas verdes y casitas bonitas desde donde estaba.

- Me fascina Yoon. Esto es un verdadero paraíso de colores - Se volteó hasta su Alfa y se lanzó a sus brazos - Si sabías dónde vendriamos, ¿No es así?

- Algo así - Río el Alfa y Jimin le dejo ir un leve golpe - Debía mantener el secreto para que fuera una sorpresa mi cielo.

- Lo aceptó porque ame está sorpresa Yoon.

- Ven, hay que conocer la cabaña - Se pusieron de pie.

- ¿Conocer la cabaña o la habitación? - Dijo con diversión el castaño.

- Ambos - Río Min seguido del Omega.

Al entrar a la cabaña, no pudieron evitar sorprenderse. Era tan colorida, cálida y hogareña y aunque su casita es mucho mejor, siempre quedaban maravillados con lo nuevo que sus ojitos veían.

Jimin camino lentamente conociendo cada rincón de la casa. Subió las escaleras y abrió la primera puerta, dándose cuenta que se trataba de la habitación, con una cama amplia y en la cual habían muchos pétalos de rosa formando un corazón, velas aromáticas y un vino esperando por ellos.

- ¿Esto también era una sorpresa preparada por Mina? - Pregunto Jimin cuando sintió los brazos de su Alfa alrededor de su cintura y los labios de este mismo posarse en su marca de unión.

- No, está sorpresa es mía - Susurro el mayor sobre el oído de su esposo.

- Me encanta - La voz de Jimin se volvió más bajita y su respiración comenzó a ponerse irregular.

Yoongi camino un poco y cerro la puerta detrás de él. Llevó a su chico hasta los pies de la cama y comenzó acariciar su delicado cuerpo por debajo de la ropa. Los suspiros temblorosos que soltaba Jimin lo ponían duro poco a poco y ansioso de poder estrenar aquella cama.

- Amor - La voz gruesa de Yoongi erizo todos los vellos de la piel del castaño - No sabes cuánto te necesito en este momento - Gruñó cuando sintió el prominente trasero de su esposo chocar contra su bulto.

- Lo sé mi cielo - Suspiro Jimin - Y te complacere todo lo que desees.

Jimin se volteó y tomo el rostro de su Alfa entre sus manos para luego deborar sus labios con esmero y pasión. Su beso si era delicado y dulce al inicio, pero pronto se volvió uno fogoso, ansioso y apasionado. Sus pieles calientes les exigían unirse y ser uno solo en ese instante.

Las manos de Min fueron bajando lentamente hasta por la espalda fina de su esposo, hasta que pronto se encontraban tomando completamente los prominentes y bien dotados glúteos de su chico. Jimin gimió bajito sobre los labios de su Alfa, le encantaba cuando Yoongi lo tomaba de esa forma.

- Vamos Min, no me hagas esperar mucho por favor - Rogó el Omega sobre los labios de su esposo.

- Cómo ordené mi rey.

Min llevó sus manos hasta los muslos de su Omega y lo alzó. Jimin enrrollo sus piernas alrededor de su Alfa y pronto sintió como fue depositado bruscamente en la cama, para después sentir como sus piernas eran abiertas y el fuerte cuerpo de su esposo ponerse entre ellas.

Un vaivén de caderas inicio entre ambos cuerpos aún con sus vestimentas de por medio. Jimin gemía y disfrutaba de aquella danza provocada por su Alfa. Yoongi soltaba constantes gruñidos satisfactorios cada que su erección chocaba contra sus ropas.

La ropa poco a poco comenzó a desaparecer de sus cuerpos, hasta que ambos se encontraban completamente desnudos. Jimin aprovecho un momento en dónde Yoongi se levantó para admirarlo. El Omega se levantó mientras era obsevando por su esposo quien alzo una ceja al verlo moverse y eliminar su exitante imagen.

- ¿Qué crees que haces mi amor? - Pregunto Min.

Pero su pregunta fue resuelta cuando Jimin lo recostó en la cama y abrió sus piernas. Las manos de Jimin se deslizaron por las piernas de su esposo y luego estás mismas apresaron el prominente y bien dotado miembro de su Alfa. Jimin se relamio los labios al ver tan exquisita imagen.

Yoongi gimió y gruñó cuando sintió los gruesos labios de su esposo apoderarse por completo de su pene erecto y con líquido preseminal. El Alfa tenía un increíble espectáculo frente a él. Su adorable esposo ahora era una fiera en la cama, comiéndole la polla con esmeró. Lo chupaba como si de una paleta se tratase.

- ¡Oh Jimin! - Gimió fuerte cuando su chico succionó todo su pene.

No pude evitar tomar el cabello de su esposo entre sus manos y apretarlo un poco ante la exquisitez abrumadora que su cuerpo entero estaba experimentando. La maldita mamada que Jimin le estaba otorgando era la mismísima gloria.

El Omega succionó todo el pene dentro de él mientras sus manos se entretenían con el pecho y testículos de su Alfa. Su trasero escurría lubricante natural a montones, su rosado agujero le pedía a gritos ser atendido y llenado por aquel pene dentro de su boca, pero quería que su esposo también disfrutará y así era.

El fuerte gruñido de Yoongi fue el detonante para que una capa entera de semen saliera a montones de su miembro, el cuál Jimin se trago sin dudar. El Omega soltó el aún erecto pene de su esposo con un obseno sonido que a oídos de su Alfa, fue un sonido glorioso.

- Sabes delicioso Alfa - Se relamio los labios.

- Omega travieso - Dijo con su respiración irregular el Alfa y Jimin limpio un poco la comisura de sus labios.

Yoongi se levantó, tomo las caderas de su Omega y pronto lo volteó poniéndolo boca abajo y con su trasero respingón en lo alto. Jimin gimió gustoso y movió su trasero provocador.

Min dejo ir una nalgada y de relamio los labios. Jimin jadeó al sentir la lengua de su Alfa entrar sin rodeos a su trasero, se sintió tan malditamente bien que movió su trasero para profundizar más.

El Alfa lamía, chupaba y movía su lengua en el agujero de su esposo, degustando la delicia de su lubricante natural el cuál caía a montones. Sabía que su chico estaba listo, así que no espero más.

- Te haré sentir muy bien mi amor - Dichas las palabras, Yoongi se introdujo en el agujero rosa de su Omega.

Jimin gimió alto y Yoongi gruño satisfecho por enterrarse en aquel rosa agujero hasta lo profundo. Tanto así que desde el inicio toco su punto dulce.

Los movimientos de caderas no se hicieron esperar. Las manos del Alfa apretaban las caderas del castaño y Jimin jadeaba sin control apretando fuertemente la almohada. Min embestía sin parar, la cama comenzó a rechinar y moverse al son de sus movimientos.

Yoongi salía y volvía a entrar de golpe en el interior de su esposo, luego salía y volvía a entrar con una lentitud tortuosa. Acercó sus labios hasta el oído de su chico y mordía la oreja de este para después susurrarle lo delicioso que es.

Pronto el Alfa salió de su esposo y lo volteó. Elevó las piernas de este y las llevó hasta sus hombros, para una vez más entrar de golpe en el interior de su sensual y exquisito esposo. Tomo las manos de Jimin y las entrelazó con las suyas, mientras sus miradas se conectan y disfrutaban de sus embestidas y movimientos pélvicos.

El choque de los testículos del Alfa golpeando constantemente con el trasero del Omega era un sonido delirante. El chapoteo de sus pieles era obseno, pero alucinante.

El Alfa tomo las piernas de su esposo y las llevó hasta sus caderas. Jimin las enrrollo y Yoongi llevó sus brazos a cada lado de la cabeza de su chico para luego unir sus labios y aumentar sus embestidas.

Yoongi y Jimin amaban terminar todos sus encuentros amorosos con sus cuerpos y labios unidos. Pronto Jimin sintió un cosquilleo atacar su vientre bajo, para un par segundos después correrse completamente en los abdomenes de ambos.

El Alfa soltó los labios de su esposo y llevó sus colmillos hasta la tersa y delicada piel de este mismo. Justo en el momento en que su semilla salió y comenzó a formarse el nudo en el interior de su Omega, encajo sus comillas en aquella brillante piel. Escuchó el leve quejido de Jimin acompañado de un suspiro placentero.

Ambos habían terminado solo el primer encuentro amoroso de muchos que vendrían durante aquella luna de miel.

- Cada vez... Hacer el amor contigo se vuelve más fascinante cariño - Murmuró Jimin mientras acariciaba la cabellera rubia de su Alfa.

- Es que tú enciendes todo en mi amor mío - Respondió Min dejando suaves besos en la reciente renovada marca.

- Yoonnie - Llamo Jimin con sus ojitos cerrados.

- Dime cariño.

- ¿Estás listo para seguir consumando nuestro matrimonio? - Pregunto y seguido de ello ambos rieron.

Min ni siquiera respondió con palabras, simplemente inicio un nuevo vaivén cuando el nudo se deshizo.

Una nueva ronda inició y después de ella le siguieron muchas más. Ellos tenían las energías y las ganas de seguir haciéndo el amor apasionadamente.

Son jóvenes, son recie casados. Nada ni nadie puede impedir que disfruten de su eterno amor.


~ cinco años después ~

Solamente habían pasado cinco años desde que Jimin y Yoongi contrajeron matrimonio.

Actualmente Jimin tenía 26 años y Yoongi 27 años. Ambos siempre han mantenido un matrimonio feliz, con pequeños tropiezos, cortas peleas que solucionaban en cuánto el problema aparecía.

Ellos eran el sinónimo ideal de matrimonio perfecto.

Actualmente la pareja había decidido dejar sus carreras por un corto periodo de tiempo. Pues ambos deseaban con todo su corazón poder tener un cachorrito. Se sentían listos y anhelaban poder cargar un pequeño entre sus brazos.

- ¿Crees que ya sea momento de ver Yoon? - Pregunto un nervioso Jimin.

- Supongo que sí amor. Las indicaciones decían tres minutos de espera, ya pasaron cinco.

- Cierto. Hay que ver.

El Omega tomo la prueba que había dejado en la mesita de noche y contó hasta tres con su Alfa, para luego voltearla y...

- Dos... Rayitas - Dijo Yoongi con el corazón en la mano.

- Es... Positiva Yoon - Murmuró Jimin con lágrimas en sus ojitos.

La pareja de esposos se volteó a ver y no pudieron evitar soltar sus lágrimas de felicidad y abrazarse con mucho amor y cariño.

- ¡Seremos padres mi amor! - Gritó con euforia y felicidad el Alfa.

- Lo seremos Yoon. Seremos padres - Decía entre hipidos de felicidad el Omega.

Después de muchos años esperando el momento ideal, cuidandose y protegiéndose para no tener cachorros en el momento menos indicado, por fin habían decidido dejar sus carreras por un tiempo para conocer el mundo de la paternidad.

Tuvieron que esperar más de tres meses para que los efectos del implante pasarán, para que el cuerpo de Jimin se adaptará a no consumir más ningún medicamento anticonceptivo. Aunque la mejor parte fue el intentar procrear, no negaban que todas las veces que vieron un negativo les rompía el corazón.

Pero con paciencia y mucho esmeró, por fin habían logrado quedar embarazados y estaban felices por ello. Ahora su pequeña familia de dos, crecería y esperan ansiosos la llegada de su cachorrito.

Sus amigos se pusieron felices por ellos. Ansiaban mucho poder conocer un pequeño MiniMin.

~ Tres meses de embarazo ~

Jimin tenía una pancita que parecía de cinco meses. Sus pucheros constantes y sus pequeños berrinches por no soportar las náuseas le parecían tiernos a Yoongi.

- ¿Qué sucede amor de mi vida? - Pregunto el Alfa a su mal humorado esposo.

- Tengo náuseas Yoonnie, pero quiero chocolate y tú no me dejas comer - Los ojitos de Jimin se llenaron de lágrimas y el corazón del Alfa se rompió.

- Ven aquí mi amor. Te daré mimitos para que esas feas náuseas desaparezcan y te daré solo un poco de chocolate, ¿Si mi cielo? - Jimin asintió muy entusiasmado.

Los primeros meses siempre fueron una verdadera tortura para Jimin. Debía soportar los constantes vomitos y náuseas, los mareos y desmayos que le sacaban un susto horrible a Yoongi.

El embarazo de Jimin era delicado, pues cuando recién cumplía el tercer mes, sufrió una amenaza de aborto, algo que les rompía el alma y los mantenía en constante miedo y cuidados. Jimin dejó de salir de casa por las bajas temperaturas, por la nieve resbaladiza.

El Omega vivía con miedo de perder a su cachorro. Lloraba cuando Yoongi salía por la despensa, se deprimía de solo pensar que algo malo podría pasarle a su pequeño. Pero cuando su esposo regresaba, este lo consolaba y le recordaba que no estaba solo, que pronto todo pasaría y podrían tener a su pequeño en brazos.

Jimin comenzó a tener confianza y más cuidado. Siempre anhelando pronto tener a su cachorro entre sus brazos.

~ seis meses de embarazo ~

En esta etapa del embarazo, Jimin era más seguro de si mismo. El riesgo había pasado y aunque aún debía tener cuidado para que no ocurriera algún accidente, podía salir al menos hasta la casa de Mina, caminar un poco alrededor de su hogar.

Pero lo que más predominaba eran sus constantes antojos hasta por la comida más extraña. Le encantaban los aderezos, incluso hacía comer a Yoongi y el Alfa debía admitir que sabían bien.

Jimin se dió cuenta que sus antojos no le pertenecían solo a él. Un día se percató que su Alfa también los tenía y disfruto mucho de ello.

- ¿Qué haces amor? - Pregunto Jimin al ver a su Alfa sacar una porción de pastel de chocolate del refrigerador.

- Tenía ganas de chocolate, ¿Quieres cielo? - Pregunto y Jimin asintió.

El Omega río bajito al ver cómo su esposo sacaba una porción para él, se la entrego y luego añadió una porción más a su plato.

- ¿Sabés una cosa cielo? - Dijo Jimin mientras comía de su pastel.

- ¿Qué cosa amor?

- Tú compartes los antojos conmigo - Señaló.

Min frunció el ceño, vió su plato con dos porciones de pastel. Desvió su mirada a su abdomen y noto que efectivamente tenía una pequeña pancita por tanto dulce, dejó el plato a un lado, se puso de pie y saco dos mandarinas del refrigerador. Jimin no sé resistió la carcajada que lanzo.

- Tienes razón. Debo ponerme a dieta - Dijo firme.

Pero contrario a eso, se comió todas las mandarinas que habían en el refrigerador y le dió solo una a su dulce esposo.

El segundo trimestre del embarazo fue divertido para Jimin. Le encantaba saber que sus antojos eran compartidos y quisiera que pronto sus dolores de parto lo fueran también, aunque sabe que es imposible, solo puede soñar.

~ Día del parto ~

Los nueve meses habían llegado a su final.

Durante este tiempo. Jimin había aumentado mucho de peso, no solo era por sus constantes antojos, tampoco porque llevará un cachorro en el vientre, pues su vientre en realidad era enorme.

- Estoy seguro que no es solo uno. Mi instinto paterno me lo dice - Refunfuñaba el Omega mientras tomaba de su juguito de zanahoria con naranja.

Yoongi lo volteó a ver y río bajito. Él también pensaba lo mismo.

La pareja en ningún momento quiso saber el sexo de su bebé, ni saber si era uno, dos o tres. Para ellos todo sería perfecto si lo supieran hasta el día del parto. Serían felices con lo que sea que fuese su bebé.

El Alfa amaba ver a su hermoso Omega con aquel enorme vientre. Sus mejillas estaban más abultadas, sus labios rellenitos eran una ternura, sus manitas gorditas pero delicadas y aunque su hermoso esposo se quejaba del constante dolor en sus pies hinchados, también amaba verlos.

- Yoonnie, ¿Me ayudas a ir al baño por favor? - Pidió el Omega.

- Claro. Vamos amor - Yoongi se levantó y ayudó a su esposo a ponerse de pie.

Solo dieron tres pasos cuando Jimin se detuvo abruptamente.

- Amor - Llamo con preocupación.

- ¿Qué sucede cariño? - Pregunto Min al ver como su esposo se detenía.

- Creo que me hice pipí - Puchereo y sus ojitos se llenaron de lágrimas.

Yoongi bajo su mirada y se dió cuenta que un gran charco cubría las piernas de su esposo y debajo de sus piesitos.

- Minnie, no te hiciste pipí cielo - Corrigió y Jimin lo vió confuso - Acabas de romper fuente.

El Omega abrió enorme sus ojitos y se asustó un poco. ¿Cómo era posible si aún faltan dos días para su fecha de parto?

Cuándo el Omega estaba por negar, los dolores iniciaron, las contracciones eran el mismísimo infierno.

- ¡Ah! - Grito Jimin cuando sintió una fuerte punzada en su vientre bajo.

Él encontraba extraño que su cachorro no se haya movido desde la mañana. Qué desde que despertó agudos dolores le atravesaban fugazmente. Ahora todo tenía sentido.

Yoongi no dudo en ir por la pañalera y la maleta que siempre tenían lista en la que sería la habitación de su cachorro.

- Vamos cariño. Debo llevarte al hospital ahora - Tomo con cuidado a su esposo y con un poco de dificultad lo llevó a pasos lentos hasta el auto.

Emprendió camino con rapidez pero cuidado de no sufrir ningún accidente. Pues lo menos que quería era perder a sus dos amores.

Al llegar al hospital. La doctora que había llevado su control todos esos meses ya esperaba por él, Yoongi lo bajo con cuidado del auto y lo subió a la silla de ruedas.

En todo momento, no sé despegó de Jimin. Así como logro llamar a la doctora del parto de Jimin, logro llamar solo a su madre, para que le avisará a sus amigos que Jimin había entrado en labor de parto.

El Omega fue preparado, así como Yoongi también se preparó para recibir a su pequeño cachorrito. Él estaría con su familia y por nada del mundo se perdería el nacimiento de su pequeño angelito.

- Vamos cariño. Respira profundo, se que tú puedes amor - Decía Yoongi mientras sostenía fuertemente la mano de su esposo.

- Y-oon... - Gritaba Jimin con dolor - No... Puedo - Lloraba.

- Si puedes amor. Eres fuerte Jimin, un poco más de fuerza cariño.

Jimin pujaba cómo la doctora le indicaba. Intentaba ser fuerte, por él, por su Alfa y sobre todo por la vida de su cachorrito.

- Una vez más Minnie. Vamos amor - Motivaba el Alfa.

Jimin pujó con todas sus fuerzas y pronto un estruendoso llanto se dejó escuchar por aquella sala de parto. Su corazón se sintió feliz, completo al igual que el de Yoongi.

- ¿Escuchas eso mi amor? - Decía Min mientras dejaba besos en el rostro de su esposo - Es nuestro cachorrito mi cielo.

La pequeña familia estaba feliz. Jimin se sentía cansado, muy agotado, pero él no sabía, que eso no era todo. Hasta que sintió un fuerte dolor atravesarle el cuerpo como si lo estuviesen partiendo en dos por segunda vez.

- ¡¿Qué sucede?! - Pregunto un asustado Yoongi.

- ¡Vamos Jimin puja! - Indicó la doctora y Jimin así lo hizo.

Hasta ese momento, la pareja de esposos confirmo lo que ambos sospechaban.

Que tendrían dos cachorros y no solo uno. Sus corazones se llenaron de alegría, así como de preocupación, pues Jimin apenas y soporto el primer parto, su cuerpo estaba débil, adolorido, pero todo sea por ver a sus pequeños.

Yoongi volvió a tomar su mano y darle nuevas palabras de aliento. Lo motivo y lo ánimo a seguir pujando con todas las fuerzas que tuviera. Su lazo a través de los años se había vuelto más fuerte y sólido, tanto que ahora Min podría transmitirle todas sus fuerzas a su esposo sin mucho esfuerzo.

Jimin pujó una vez más y un segundo llanto se escuchó. Uno hermoso y delicado como el primero.

- Eso mi amor - Yoongi beso los labios de su esposo y acaricio su cabello húmedo por el sudor.

Jimin se sentía casi muerto en vida, su cuerpo dolía horrores, se sentía débil, pero ansiaba conocer a sus pequeños amores.

Dos enfermeros se acercaron a ellos después de unos pocos minutos. Cada quien le entregó un cachorrito a la pareja.

- Son dos hermosas niñas - Anunció la doctora.

Jimin y Yoongi se voltearon a ver y sus sonrisas fueron brillantes. Vieron con tanto amor a sus pequeñas cachorras.

- Son dos pequeñas princesas Yoon - Dijo con emoción el Omega.

- Así es mi cielo - Sonrió el Alfa.

Sus pequeñas eran hermosas, tan pequeñitas, delicadas y unos angelitos. La pareja de esposos las admiraban con tanto amor que aún no podían creer que ellos hayan procreado aquellos dos pequeños seres de luz y amor.

Yoongi se acercó a su Omega aún con su pequeña en brazos. Jimin lo observo y le sonrió.

- Gracias mi dulce Omega, por darme una familia perfecta. Te amo mi amor.

- Gracias a ti mi hermoso Alfa, por regalarme tanta felicidad y estas dos pequeñitas. Te amo cariño.

El Alfa unió sus labios con los de su Omega en un dulce y delicado beso. Uno que siempre sellaría sus promesas y palabras de amor eterno.

Su historia inicio siendo perfecta y terminaría siendo perfecta.

Un Omega que sufría por la perdida de sus padres.

Un Alfa que sufría por perder lo que más amaba hacer.

Un Alfa y un Omega que cruzaron sus caminos gracias a su amor por el hielo.

Juntos encontraron la felicidad y se complementaron uno con el otro, para que su historia fuera eterna y siempre... Un amor sobre hielo.

❄️ FIN ❄️

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¡Hola amigos!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció el final?

Hemos llegado al final de esta maravillosa historia. Espero de todo corazón que la hayan disfrutado mucho de inicio a fin. Aunque aún falta el epílogo, no está de más darles las gracias por su apoyo incondicional.

Lamento mucho el tiempo que demore en escribir está historia, muchas veces era por mi trabajo y estudio, en otras ocasiones por qué me enfermaba o diferentes razones. Pero mi intención nunca fue dejarla.

Aquí está el final y de verdad solo deseo que hayan amado está historia desde sus inicios.

Quizá esperaban algo más o no sé. Pero di lo mejor de mi en cada capítulo.

Una vez más, gracias por haber estado conmigo en esta maravillosa historia de amor, en dónde aunque haya existido un poco de drama, no podemosnegar que el Yoonmin de esta historia es un sueño para cualquiera, dónde nunca existieron problemas entre ellos, dónde solo hubo amor, confianza, comunicación y cariño. Que aunque hubo uno que otro bache en el camino, siempre estuvieron uno para el otro.

Denle mucho amor a esta historia mis chiquillos.

Sin más que decir..., ¡Nos leemos en el epílogo!

Los amo❄️

No olviden dejar su estrellita si les gustó el final ⭐

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