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❄️ CUARENTA Y TRES ❄️

(Narrador Omnisciente)


Jimin se encontraba viendo la noche brillante a través de la ventana. Durante la noche la imagen del bosque era algo aterradora, pero el Omega había encontrado una fascinación por ver las estrellas, había permanecido horas viéndolas y en su mente se creaba la idea que su adorado Alfa estaba protegiéndolo a través de ellas.

El rubio Omega soltó un sonoro suspiró. Hace aproximadamente una hora había escuchado una fuerte discusión entre Eun-woo y el señor Cha. A pesar de estar encerrado en aquella habitación, había logrado escuchar todo, claramente el centro de la pelea era él.

Jimin se había sentido verdaderamente mal por el señor Cha, al tener que estar soportando a un temperamental Eun-woo con la misma tonta idea que son destinados y Yoongi no morirá si lo llegaba a marcar. El Omega estaba aterrado por tan absurda idea de parte del Alfa.

Aquella discusión había sido tan fuerte que incluso escuchó jarrones romperse, muebles u objetos ser lanzados por parte de Eun-woo que parecía no querer controlarse.

Pero todo quedó en completo silencio después de aquella hora. Jimin no escuchaba nada más que los grillos y la fresca ventisca. El señor Cha no había regresado desde que le llevó la jarra con agua y la merienda. El rubio suspiró y se abrigo bien, con la esperanza que el señor Cha regresé y traiga algún plan para poder salir de ahí.

Sin embargo, algo inesperado ocurrió, cuando las luces de toda la cabaña se fueron. Jimin se aterró y se abrazó a si mismo, retrocedió unos pasos y pronto escuchó unos sonoros pasos por el pasillo de la cabaña. La mente de Jimin reaccionó rápido y con sigilo se encerró en el clóset donde se colocó una sudadera que aún portaba el aroma de Yoongi y se ocultó justamente en el armario.

No emitía ruido alguno, se tapaba la boca para evitar respirar agitadamente. Sus lágrimas comenzaban a descecer, el Omega no era ningún tonto y había entendido que probablemente Eun-wo le había hecho algo al señor Cha y ahora el Alfa iría en busca de él, marcarlo, obligarlo a estar con él y romper el lazo con su Alfa.

Jimin se encontraba aterrado.

Escuchó la llave ser introducida en la puerta de la habitación y pronto unos pasos demasiado sonoros para su gusto avanzar con lentitud.

- ¿Dónde estás pequeña ovejita asustadiza? - La voz de Eun-woo se dejó escuchar y con ello los pasos adentrarse cada vez más a la habitación.

El rubio Omega sentía que su corazón se saldría de su pecho en cualquier momento, no podía creer lo que estaba ocurriendo. ¿Que había pasado con el señor Cha?, ¿Por qué no había regresado él?

- Es imposible que te ocultes en esta pequeña habitación Jimin. Tú aroma está impregnado en cada rincón y no sabes cuánto lo disfruto - Hablaba el Alfa - Ven mi pequeño Jiminie, es hora de hacerte mío y demostrarte lo que nadie a querido creer... Qué eres mío, mi Omega, yo soy tu Alfa destinado y nadie podrá cambiarlo jamás.

La seguridad en las palabras del Alfa era una de las cosas que más tenía aterrorizado a Jimin, ¿Cuán grande era la obsesión de Eun-woo por su persona, que tenía el descaro de afirmar tal infamia?

Deseó gritarle y decirle que dejará de decir tanta estupidez junta, que él no es su Alfa. Qué no dejará que lo marqué y que su único Alfa es Min Yoongi. Pero el terror lo tenían silenciado y su sensatez era mayor, no enfrentaría a un Alfa con una locura inmensa y mucho menos si éste al parecer tiene mucha más fuerza.

Jimin se encogió en su lugar cuando una escasa luz se dejó ver en la rajadura del armario, los pasos de Eun-woo se dejaron escuchar dentro y Jimin sintió que su alma se iba al piso cuando lo percibido de pie frente al armario.

Un teléfono comenzó a sonar y eso exaltó a Jimin, haciéndolo derramar gruesas lágrimas y tratando con dificultad de no emitir ruido alguno.

Eun-woo gruñó al ver el remitente y con toda la rabia del momento, contesto.

- Diga señor Min - Hablo.

- ¿Dónde mierda está el imbécil de tu padre que no atiende mi llamada? - Jimin había escuchado claramente la voz del señor Min al otro lado.

- No lo sé. Debió salir a intentar arreglar los  fusibles - Mintió.

- ¿Los fusibles?, ¿A qué te refieres con eso?, Dime qué está ocurriendo Eun-woo, por qué mi paciencia se está agotando.

- Al parecer hubo un fallo en los fusibles señor Min y la luz se fue en toda la cabaña. Mi padre salió a intentar repararlos - Siguió mintiendo.

- Bien, dile que traiga a Jimin a la mansión y apresurense - Ordenó el Alfa.

- Me temo que eso no será posible señor Min - Sonrió ladino el Alfa, al mismo tiempo que abría el armario y sonreía ladino a ver a Jimin hecho un ovillo y llorando a mares.

- Deja... De jugar con mi puta paciencia mocoso de mierda, ¡Obedece! - Gruñó.

- No hasta que mi querido Jiminie... - Acarició la mejilla húmeda del Omega - Sea mío...

- ¡N-o..., Por favor!, ¡Auxilio! - Grito Jimin antes de que Eun-woo cortará la llamada y destruyera el teléfono.

- Te atrape mi linda ovejita asustadiza...


- ¿Eun-woo? - Hablo Min Do-Jae - Mierda - Gruñó entre dientes cuando no obtuvo respuesta. Intento marcar el número pero aparecía desconectado o fuera del área de servicio.

- ¿Qué sucede Do-Jae? - Pregunto Yoongi de brazos cruzados - ¿Ya traen a mi Omega?, Te aseguró que no firmaré nada hasta que lo tenga frente a mi.

Do-Jae maldecía por dentro a Eun-woo. Sabía que el mocoso no sería de fiar desde que noto la obsesión que tenía por Jimin, ahora todo se saldría de control. Entre sus planes no estaba dejarle a Jimin, él cumpliría y se lo regresaría a Yoongi, solo lo necesitaba como carnada para sus planes, al inicio no imagino que el idiota de Eun-woo le jugaría en contra.

- Firma Yoongi y lo traerán - Intento negociar una última vez.

Si hacía que Yoongi firmara, le haría creer que ya traían a Jimin. Él se iría con toda la fortuna de madre e hijo y le importaría una mierda que suceda con Jimin, sin embargo, sabía perfectamente que nada saldría bien desde ese momento.

Mientras tanto, Yoongi sentía una incómoda sensación en su pecho. Aunque permanecía firme ante Do-Jae, algo le impedía sentirse bien. Mina había sido consciente de ello, había notado la incomodidad de su hijo y eso no era nada bueno, así que decidió adelantar sus planes.

Mientras Yoongi le seguía exigiendo a Do-Jae el traer a Jimin para firmar. Mina se tomó el corto tiempo de cruzar sus brazos y hacerles creer que observaba las fotografías y decoración de la casa, haciendo tontos cumplidos a cada cosa.

Sin embargo, su mente no estaba analizando ni un 1% la absurda decoración. Con un solo golpeteo en su reloj inteligente, le dio la señal que el detective Lee necesitaba para entrar con todos los oficiales a la mansión.

Se dejarían de juegos. Mina fue consciente que algo no andaba bien desde que noto lo tenso que Do-Jae se puso y como maldijo entre dientes. Eso solo le daba a entender a la Omega que Jimin no estaba bien y algo muy grave ocurriría, según su tiempo calculado, Taehyung con el detective Kim debían estar llegando en menos de 15 minutos a la cabaña. Solo esperaba que estos pudieran recuperar a Jimin a tiempo.

Solo unos pocos segundos bastaron para que la puerta principal sea derribaba por oficiales armados y rodearán toda la casa.

- Maldición - Gruñó Do-Jae e intento escapar. Sin embargo, su plan no se llevó a cabo cuando otros oficiales lo interceptaron por detrás.

- Señor Min Do-Jae, se le acusa de lavado de dinero, malversación de fondos. Tráfico ilegal de un Omega llamado Park Jimin, de secuestro de este mismo, el asesinado de la señora Renata Stewart y la lista me temo que sigue señor Min. Tiene derecho a un abogado...

- ¿Mataste... A mi nana? - Hablo Yoongi, obteniendo la atención de Do-Jae, quien se había encontrado en una enorme encrucijada.

- Esa maldita anciana sabía mucho - Gruñó el hombre - Pero te aseguro que esto no se quedará así... Saldré y obtendré todo lo que quiero, ese Omega morirá lentamente, ¡Al igual que tú Min Yoongi!, Como tu padre... Como a ese imbécil, el cual no me fue difícil matar.

Mina se volteó y derramó lágrimas al confirmar sus sospechas. Siempre supo que Do-Jae había sido el responsable de la muerte de su esposo, pero escucharlo de la misma boca del mismo Do-Jae era mucho más doloroso que antes.

- Dime dónde tienes a Jimin - Dijo Yoongi al borde de la ira.

- Lo sabes muy bien querido Yoongi - Sonrió ladino el hombre - Pero me temo que será demasiado tarde para cuando vayas hasta él.

- Andando - Lo jalaron los oficiales hasta un camión donde lo esposaron de manos, pies y torso, pues Min Do-Jae había sido catalogado como un hombre de alto riesgo al obtener todas las evidencias en su contra.

Quizá el final de Min Do-Jae había acabado desde el segundo en que fue esposado y aunque su plan fue todo un desastre y no se llevó acabó, los planes de alguien más, tal vez si se logren.

- Mamá, debemos irnos, ¡Ahora! - Corrió Yoongi hasta un auto que esperaba por ellos y ser llevados hasta el bosque.

Intentaron llamar a Taehyung, pero este no atendía la llamada, ni tampoco el detective Lee. Aquello comenzaba a desesperarlos el doble y aunque sabían que varios policías preparados habían tomado rumbo hacia el bosque desde que se les dio la evidencia, nada les aseguraba que estuvieran en el lugar en ese momento.

Todo se estaba complicando y la sensación de dolor en el pecho de Yoongi, aumentaba con cada segundo que transcurría.


- Ven aquí mi querido Jiminie - Eun-woo sacó a Jimin del armario y lo lanzó al piso  - Conmigo no se juega Jimin y eso lo sabes muy bien, ¿No?

- Y-a..., Por favor Eun-woo, tú... N-o eres así - Sollozaba el Omega.

- ¿Ah no?, ¿Y según tu, como soy? - Se agachó y jaloneo los cabellos rubios del Omega, haciéndolo chillar de dolor ante los bruscos jalones.

- Ya... B-asta por favor, d-uele - Rogaba Jimin, con dolor mientras inútilmente intentaba alejar a Eun-woo de su cabello.

- Eres demasiado ingenuo para no darte cuenta de la verdad mi querido Jiminie. Pero yo te haré verla, te aseguro que te encantará - Sonrió el Alfa.

Eun-woo se puso de pie y con brusquedad levantó a Jimin y lo siguió jaloneando. Lo llevó hasta la habitación y en un rápido movimiento lo lanzó a la cama, importandole poco que este se haya golpeado la cabeza con el respaldo en el proceso.

- N-o..., Aléjate por favor - Sollozaba con dolor y terror el Omega.

- No sabes cuánto ansío el poder hacerte mío mi querido Jiminie - Se iba acercando amenazador el Alfa - Marcarte - Se relamió los labios - Arrancarte esa ropa, deslumbrarme con tu sensual cuerpo, tomarte, besarte en cada rincón y que pronto... Lleves mi aroma en ti y de paso, a mis cachorros en tu vientre, ¿No te parece una fabulosa idea?

Se iba acercando como un depredador a su presa. Jimin se intentaba alejar y hacerse un ovillo, el aroma tan intenso de Eun-woo lo intimidaba y no le permitía defenderse como quisiera.

El Alfa se acercó demasiado al indefenso Omega, comenzó a olfatearlo y seguir diciendo una y otra vez cuánto deseaba hacerlo suyo.

Jimin cerró sus ojitos fuertemente, colocó sus manitas sobre su cuello, intentando ocultar su marca, mientras soltaba incontables sollozos de miedo.

- Vamos Jiminie... Deja que tu Alfa disfrute el momento, ¿Si?

- T-ú... No eres mi Alfa... - El Omega sintió un fuerte ardor en su mejilla y como su rostro era volteado por una fuerte bofetada que el Alfa le dejo ir, logrando hacerlo sangrar del labio en el proceso.

- Repites una vez más esa mierda y me asegúrare de enseñarte a las malas que debes reportarme y aceptarme como tú Alfa...

- N-o... Lo eres... - Repitió el Omega, sin permitirse aceptar jamás que aquel Alfa sería llamado suyo, pues él tiene a su amoroso Alfa y no permitiría que este los separe.

- ¡Callate mierda! - Está vez un golpe fue estampado en las rojizas mejillas del Omega, quien se quejó ante el dolor y las gruesas lágrimas bañaban su rostro.

Eun-woo se lanzó hacia el Omega y lo obligó a a mantenerse quieto. Jimin intentaba removerse, pero todo parecía ser en vano.

Eun-woo, le arrancó la sudadera, le desabrochó los pantalones, sin quitárselos pero se los mantuvo desabrochados, como la fiera desatada que parecía ser, el Alfa comenzó a destrozar la camisa del menor y a besar su clavícula y cuello. Jimin se encontraba destrozado tanto física como emocionalmente.

No podía creer que aquel lindo chico que conoció cuando aún eran niños, este a punto de abusar de él. No podía creer todo lo que estaba ocurriendo por obsesión, avaricia y poder de más.

Su mirada fue volteaba a fuerza. Jimin lloraba y robaga que lo soltarán, el Alfa soltó sus manos para intentar deshacerse de los pantalones de Jimin, sin embargo. El Omega pudo visualizar la jarra que el señor Cha le había traído hacía unas horas, y la mente del rubio comenzó a funcionar.

En un rápido movimiento la jarra estaba siendo destrozada en la cabeza del Alfa, el cual quedó noqueado sobre la cama. Jimin se vio las manos aterrorizado por lo que había hecho, empujó el cuerpo de Eun-woo a un lado y con el temblor de sus manos y su cuerpo se levantó y retrocedió.

Su corazón palpitaba a mil por hora, pero no podía perder tiempo, no sabía si había matado a Eun-woo y si lo encarcelan por ello, lo prefería mil veces al haber sido casi abusado sexualmente por este. Aunque en su mente existía la asquerosa idea, que con solo un toque involuntario, el Alfa había abusado de él.

El Omega corrió fuera de la habitación, y estuvo a punto de salir por la puerta y correr por el bosque. Pero fue como si algo hizo click en su mente y recordó al señor Cha. No sabía dónde estaría y le aterró pensar que Eun-woo podía despertar, aún así, el señor Cha fue el único que lo protegió desde que despertó en la mansión.

- Señor Cha... - Susurró y regreso sus pasos, comenzó a buscarlo por toda la casa, pero parecía que la tierra se lo había tragado.

Paso alrededor de 5 minutos buscando y parecía nada tener resultados, sobre todo porque la nula luz de la cabaña no ayudaba en nada, solo llevaba un viejo farol que encontró en la cocina y el cual no iluminaba nada bien.

- ¡Ayuda! - Logró escuchar a lo lejos. Detuvo sus pasos y presto más atención - ¡Eun-wo!, ¡Sácame de aquí! - Jimin abrió sus ojitos al escuchar la voz del señor Cha justo debajo de él.

Bajo la mirada y vio una pequeña puerta que no dudó en abrir, pronto visualizo unas escaleras y bajo con mucho cuidado, una escasa luz comenzaba a verse mediante iba bajando aquel horrible y asqueroso sótano.

- ¿Eres tú Eun-woo? - La voz del Beta se escuchaba asustadiza.

- ¿Señor Cha? - Pregunto Jimin con temor.

- ¿Jimin?, Oh por la madre luna, ¡Eres tú! - La emoción comenzó a inundar a ambos. Jimin se aterró al verlo con múltiples golpes en el rostro, sangre seca y amarrado con una cuerda a una silla.

- Oh santo cielo, señor Cha - Jimin corrió hasta el hombre mayor e intento desatarlo, pero era difícil, Eun-woo lo había atado demasiado bien.

- ¿Cómo...? ¿Cómo es que te libraste de Eun-woo? - Pregunto un desconcertado y emocionado señor Cha.

- Yo..., Es que - Las manos de Jimin estaban temblorosas, ansioso porque no lograba desatarlo bien - Él... Intento abusar de mi y yo tomé la jarra, la rompí en su cabeza y...., Y entonces él... Se desmayó o no sé si murió, no lo sé... - Sollozaba el Omega con nerviosismo.

- Tranquilo Jimin, calmate, ¿Bien?, Saldremos de aquí, estoy seguro de ello - El Omega asintió con sus ojitos bañados en lágrimas.

Intento deshacerse de las molestas lágrimas que le impedían ver bien y siguió desatando al Beta. Cuando lo logro, ambos se asustaron al escuchar un disparo. Jimin se tapó la boca cuando un sollozo amenazó con salir.

- Guardemos silencio Jimin. Ven, escóndete aquí, ¿Si? - Susurró bajo el Beta, mientras encaminaba a Jimin detrás de unas cajas.

- N-o..., Por favor, él... Si tiene un arma podría matarlo y no..., No vaya por favor - Rogó en susurros el Omega.

- Tranquilo, todo estará bien, te lo prometo - El Beta intento caminar hasta las escaleras y averiguar qué ocurría.

Sin embargo, no necesito llegar muy lejos, visualizo los zapatos de Eun-woo y como este bajaba con la mirada inyectada en irá, furia y deseos de venganza. El Alfa apuntaba sin titubear al beta, quien retrocedía en el proceso.

- ¿Dónde... Mierda lo escondes? - Gruñó el Alfa a su padre.

- No se de qué hablas. Hijo, por favor... Baja esa arma - Intento sonar calmado el Beta.

- ¿De verdad cree que soy tan idiota padre? - Río con ironía el chico - ¡Su aroma de siente aquí!, El miedo.... - Aspiro - ¿De verdad crees que no es obvio quien te desató?, No me hagas reír por favor.

- Eun-woo, hijo... Tú no eres así. No dejes que la obsesión...

- ¿Obsesión? - Gruñó - ¡¿Por qué todos creen que es una maldita obsesión?!, ¡Deja de llamarme hijo!, Si realmente fueras mi padre me apoyarías y entenderías que él..., ¡Es mío! - Disparó al techo, haciendo que Jimin gimiera del susto ante el impacto y el Beta retrocediera aún más.

- ¡Basta Eun-woo! - Grito el viejo beta.

- Mi querido Jiminie - Llamo - Si no sales en este mismo instante de donde sea que estés..., Me asegúrare de matar a este maldito viejo, ¿Entiendes?

El Beta rogó en sus adentros que Jimin no saliera. Sin embargo, sus plegarias no fueron escuchadas, pues unos pocos segundos después el Omega salió detrás de las cajas, logrando una enorme sonrisa de psicópata en el rostro del Alfa.

- Vaya que eres muy obediente pequeño Jiminie - Mantuvo su siniestra sonrisa - Ahora, vendrás conmigo, nos iremos de aquí y si te atreves a negarte, sabes muy bien lo que ocurrirá, ¿Entendido?

- S-i... - Susurró el Omega con temor.

- No Jimin, por favor - Pidió el Beta, sintiendo malestar en su pecho al ver lo que creo en su hijo y como Jimin lo observaba con miedo.

- Tu callate maldito viejo decrépito - Gruñó el Alfa.

Jimin se acercaba con lentitud al Alfa, estaba pasando al lado del Beta. Cuando se escuchó la puerta principal siendo derribada, el Alfa gruñó molesto e hizo lo que su descolocada cabeza le dejo pensar.

- No permitiré que regreses con Min Yoongi. Si no eres mío Jimin..., No permitiré que seas de nadie más - Gruñó con rabia el Alfa.

Apuntó directo hasta el Omega y sin esperar un segundo más disparó el arma. Un aterrado grito se dejó escuchar, junto a ello, un cuerpo caer y balbucear incoherencias.

- ¡Señor Cha! - Grito un horrorizado Jimin.

El Omega se dejó caer al suelo y tomo la cabeza del Beta entre sus manos, quien eventualmente escupió sangre al estar muriendo por la bala que recibió en su pecho por defender al Omega.

- N-o..., Por favor no... - Rogaba el Omega - No se vaya, señor Cha - Sollozaba el menor.

- ¡Suelte el arma! - Se escuchó al detective Kim gritar.

El Alfa se encontraba en shock, volteó a ver al detective quien lo apuntaba y luego al Omega quien lloraba a mares mientras sostenía el cuerpo de su padre, al que acababa de matar. El detective Kim al ver al Alfa sin reaccionar, se apresuró a quitarle el arma y eventualmente a esposarlo.

Taehyung que había seguido las indicaciones del detective, se había quedado atrás, esperando alguna señal de este. El Omega peliazul entró cuando el detective se lo permitió y corrió hasta su mejor amigo, quien lloraba con el cuerpo del Beta ya muerto entre sus brazos.

- Jimin... - Llamo con miedo y dolor el Omega por ver a su mejor amigo totalmente destrozado.

- Él..., Murió Tae, m-urio por defenderme - Sollozaba el Omega rubio.

Taehyung no podía entender a su mejor amigo en ese momento. Sobre todo porque no conocía al señor que estaba inerte entre los brazos de su Mochi, pero le dolía saber que posiblemente aquel señor se convirtió en alguien importante para su amigo y verlo morir fue algo doloroso, sobre todo, porque Jimin ya había vivido la experiencia de haber perdido a un ser querido.

Unos minutos después, la policía llegó al lugar. Junto a paramédicos. Los fusibles fueron arreglados y la luz regreso. Para Jimin fue mucho más doloroso ver con más claridad al señor Cha sin vida, sobre todo porque no se pudieron despedir uno del otro.

El cuerpo del Beta fue llevado fuera del sótano. Taehyung se encargó de colocar una frazada sobre su mejor amigo y lo saco de aquel horrible lugar.

Jimin se encontraba fuera de sí, no fue consciente cuando fue llevado fuera de aquel bosque y lo subieron a una ambulancia, menos cuando un policía intento interrogarlo. El impacto de ver morir al viejo beta fue tan duro para él, que nada ni nadie lograba hacerlo entrar en sí.

Un auto se acercó a toda velocidad, pronto se detuvo y de el bajo un angustiado Yoongi. El Alfa al visualizar a su Omega, corrió hasta él y lo atrajo hacia su cuerpo, abrazándolo y dejando besos por todo su rostro.

- Mi amor, oh por la madre luna, ¿Estás bien cariño?, Minnie... - El Alfa solo fue consciente de cómo su Omega se lanzó a sus brazos y soltó un mar de llanto sobre su pecho.

- Y-oon... - Sollozaba con inmenso dolor.

- Estoy aquí cariño, estoy contigo. Perdóname por haberte dejado solo mi cielo, es mi culpa que hayas pasado por tanto. Estás conmigo ahora mi amor y prometo protegerte con mi vida cariño mío - Susurraba el Alfa mientras acariciaba la espalda de su Omega, quien hipeaba del llanto.

Se mantuvieron en aquella posición durante largos minutos y nadie se atrevió a irrumpirla. Todos eran conscientes que el Omega necesitaba de aquella cercanía después de haber presenciado y vivido todo lo sucedido.

El Alfa se alejó un poco para acariciar el cabello de su Omega y limpiar sus lágrimas. Pero se aterró al ver caer la frazada de sus hombros y visualizar aquella camisa medio rota y sangre por toda esta. Fue más consciente de los hematomas en las mejillas de su pequeño y la herida en su labio.

- ¿De quien... Es esta sangre Minnie? - Pregunto con horror el Alfa, acariciando la mejilla amoratadas de su pequeño y no queriendo imaginar lo que sufrió.

- Es..., Del señor Cha... El padre de Eun-woo - Susurró el Omega, con su mente recordando cuando el Alfa lo mato.

- Mi pequeño - Abrazo una vez más a su Omega. Aunque tenía mil preguntas, no haría ninguna, no cuando entiende lo que su pequeño sufrió en todo aquel suceso.

Ahora estaban juntos y eso era lo importante. Yoongi se encargo de no alejarse de su pequeño en ningún momento, fue él quien personalmente curo la herida del labio de su pequeño cuando fue llevado a un hospital y fue analizado con múltiples exámenes, cuando fue descartada alguna anomalía. Se encaró de llevarlo a un hotel y bañarlo él mismo, lo cambio y no pegó el ojo durante toda la noche por cuidar el sueño de su pequeño.

Jimin tuvo que tomar pastillas para dormir, pues el miedo de ser secuestrado una vez más y vivir nuevamente toda la misma escena lo carcomía por dentro. Tanto el Omega como el Alfa estaban conscientes que Jimin debía volver a terapias psicológicas y aprender a superar el trauma vivido con la muerte del señor Cha.

Yoongi comprendió lo importante que aquel hombre fue para su Omega durante aquellos días. Así que ordenó que lo sepultaran de manera correcta en Corea.

Cuando regresaron a Corea, no todo siguió como antes. Jimin pasaba días enteros encerrado en la habitación, sin poder dormir y teniendo pesadillas, reviviendo una y otra vez la noche en que Eun-woo mató al señor Cha frente a sus asustadizos ojitos.

Tanto Mina como Yoongi, se sentían culpables de haber atraído a Jimin a sus absurdos problemas familiares. El Omega no tenía la culpa de lo que Min Do-Jae quería hacerles a ellos y fue quien terminó pagando.

Las cosas serían difíciles, pero no imposibles de superar. Jimin es un Omega fuerte y ahora que está junto a su Alfa, todo, podía mejorar.


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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

El drama se puede decir que ha llegado a su fin mis chiquillos y aunque aún queda la parte de Jimin superando sus traumas, no los haré esperar mucho para eso.

Pronto también traeré especiales de los demás shipps, díganme..., ¿Cómo quisieran que iniciará el orden de los especiales?

Sin más que decir...

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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