Capítulo 2
Bellota
—¿Sí? Era un partido fácil. —oigo un tipo de voz grave y con nada de sutileza. Me muevo en la cama molesta. Es domingo y aún temprano. —Por supuesto que no estaba vagueando —me giro ahora más gruñona que nunca. Trato de abrir los ojos pero la luz de la habitación es letal para mis retinas.
—Ya cierra el hocico ¿quieres? —murmuro. Esto debería ser ilegal. La proxima vez le preguntaré a los tíos cuál es su horario para despertarse antes de acostarme con ellos.
—Ava, te hablo después. Tengo un problema de faldas. —luego hay un silencio precioso que solo me pide que siga durmiendo. —Bella durmiente. —frunzo el ceño molesta. ¿Que acaso no puede callarse? Abro los ojos y es como si mi peor pesadilla se hiciese realidad. Los ojos verde Butch me miran fijamente. Me siento en la cama sorprendida.
—¿Qué?, ¿cómo? —bajo la mirada y veo mis tetas al descubierto. Lo vuelvo a mirar. —¡Gírate! —le ordeno. Él se ríe y me hace caso. Lleva puesto unos pantalones grises y el torso completamente desnudo. Su espalda es ancha y grande. Hay unos cuantos arrañazos en ella. Me tapo con las sábanas justo a tiempo. —Nunca te dije que te voltearas.
—No te preocupes bella durmiente, ayer las pude disfrutar más.
—Oh Dios. ¡Me acosté contigo! —digo violentamente cayendo a la cama de nuevo. ¿Cuándo?, ¿cómo? y ¿por qué tenía que ser justo Butch? Me tomo la cabeza molesta.
—Ten— me ofrece una botella de agua junto con dos pastillas. —Te ayudará con la resaca. —las agarro sin discusión. Como las pastillas y destapo la botella para beber un poco.
—No estaba contigo ayer. Los perdí a ti y a Bommer apenas entré a la casa. —una pequeña mueca aparece en su rostro.
—Sí y luego viniste borracha hacia nosostros... ¿quieres que continue? —le golpeo en el hombro. Encima se está burlando.
—Por Dios dime que Brick no nos vio. —no solo moriría de la verguenza sino que ¡sabría que falté a mi palabra! No salgo ni me acuesto con jugadores de hockey. —¡Ni nadie! —alza los brazos en señal de rendición.
—No, así que tranquila. —suspiro aliviada. —Tampoco diré que nos acostamos si a la bella durmiente le aprece.
—¿Por qué estás siendo bueno conmigo? —me hago la sorprendida. —No volveremos a follar y menos me manipularas para hacerlo.
—Wow, wow chica ¿con qué tíos has salido?
—Gillipollas sobretodo.
—No soy cómo ellos. —se cruza de brazos, notablemente molesto. —Nunca me acuesto dos veces con la misma chica y tú afortunadamente no eres la excepción. —parte de su afirmación me molesta como si fuera taaan fea para no acostarse de nuevo conmigo. Pero solo es una parte que ignoro. —Por cierto, Boomer no llega pero lo hará en cualquier momento, así que es el momento para fugarte. —me sonríe. Se aleja del cuarto y luego lo abandona dejándome con las palabras en la boca.
Es la primera vez que un hombre huye de mí. Wow.
Me pongo la ropa que está tirada por el suelo. Aprovecho y voy al baño rápidamente. Me lavo la cara y los dientes con mi dedo índice. Asqueroso pero necesario. Tengo un aliento a muerto y no puedo esperar hasta llegar a casa. Busco mi móvil que no tiene batería y mi cartera con mis documentos y dinero. Bajo las escaleras con velocidad pero cuando me doy cuenta escucho la voz de Boomer en el pasillo. Me oculto detrás de una pared. Mierda. Estaba segura que no había tardado tanto.
—Bro pensaba que nunca llegarías. —escucho unas palmadas. —Iba a llamar a la policía. —la voz del rubio no se muestra tan entusiasta como siempre.
—Yo de verdad que lo estaba apunto de hacer. —sonidos de cojines suenan después. —Estoy seguro de que esa tía me puso algo en la bebida. Nunca me quedo a dormir con nadie, ni siquiera si pago la habitación del motel. —Brick me había mencionado algo sobre eso. Boomer puede ser un hombre de lo más tierno y adorable pero cuando se trata del sexo es bastante frío al respecto.
—Entonces ¿crees que te drogó? —no oigo una voz de respuesta. —Ve a denunciarla joder. —se puede sentir claramente la frustración de Butch.
—¿Con qué pruebas?, ¿con pruebas de que siempre después de follar desaparezco? —chista. —Como sea, no nos volveremos a enrrollar así que da lo mismo. —veo la sombra de Boomer venir hacia aquí. Instintivamente me acerco más hacia la esquina en la que estoy.
—Espera. —la voz ronca de Butch lo detiene. —Gatita arriba y es tímida.
¿Me acaba de llamar gatita?
—Oh. —el tono vacilón de Boomer no se hace esperar. —¿Por qué no me lo dijiste antes? Habría tardado más. —la sombra se aleja. —¡Voy a estar en la cocina primor! —grita para advertirme lo que me da un poco de gracia hasta escuchar el «primor». Butch avanza hacia mi lado y me sonríe. Me acerco y le tomo el brazo con fuerza. Sus músculos se tensan y de repente imágenes borrosas de esos brazos a lados de mi rostros me abruman.
—No soy una de tus gatita. —le digo en susurros.
—¿Hubieras preferido que dijese Bellota? —punto a su favor. Le frunzo el ceño. ¡Es tan irritante! Ahora tendré que agregar otra regla personal: no follar con Butch Sanders.
Burbuja
—Pediré el risotto con champiñones por favor Luca. —pido como todos los domingos en el restaurante italiano. Luca, el hijo del dueño, dice su típica frase en italiano, que aún no distingo qué significa, antes de irse a la cocina para ordenar nuestro pedido.
Hace más de cinco años que hacemos esta tradición con mi familia. Seguramente no habría sido así si me hubiera ido a otro estado a estudiar, afortunadamente no fue así. Este lugar es uno de los más antiguos por Boston. Nos encanta la comida y los dueños son muy amigables. Se podría decir que casi somos de la familia a pesar de no hablar una pizca de italiano. Desde que empecé a salir con Jason, mis padres lo invitan a venir a estas comidas. Lamentablemente hoy no pudo. Recuerdo la primera vez que lo presenté. Mi madre estaba emocionada y mi padre sorpresivamente también. Pensé que se pondría a la defensiva con él pero es todo lo contrario.
—¿Todo bien mi niña? —las manos ásperas de mi padre rodean las mis por encima de la mesa. Últimamente he estado ansiosa por las prácticas. Estoy en segundo año de la carrera de maestra de primaria. En este año los mejores promedios tienen la oportunidad de hacer prácticas. Tengo experiencia con niños pero no es lo mismo cuidar de ellos o entretenerlos que enseñarles. Lamentablemente no soy el mejor promedio, solo espero un milagro para que haya un puesto más. No me quiero hacer ilusiones pero ya me las hice.
—Nada de otro mundo, solo ese cupo que te mencioné el otro día. —las cejas canosas de mi padre se relajan mientras se acaricia los nudillos.
—La obtendrás, de eso no hay duda. —ante aquella frase llena de esperanza veo el rostro de mi madre que parece indiferente al tema. Su cabellera rubia se mueve cuando mi progenitor estira uno de sus brazos sobre sus hombres y tira de ella terminando el gesto con un beso en la frente. Me hacen sonreír.
Ese es el tipo de amor que quiero; honesto y leal. Siempre quise vivir el amor verdadero, casarme con esa persona y formar una familia. No soy como los de mi generación. Está claro que el haber crecido en un hogar con mucho amor fue la clave para tener dicho sueño. Solo espero que Jason sea esa persona con la que pasé el resto de mi vida. No somos la pareja perfecta pero estoy segura de que hay potencial. Jason es muy dulce conmigo y desde el minuto uno ha mostrado interés en mí. Siempre hace lo posible pasar hacerme sentir cómoda. Me encantaría verle todos los días y el hecho de que estudie en otra uni es una mierda. Mis amigos no le quieren, excepción Bellota, y tampoco coincidimos con los horarios. Un buen ejemplo es la situación de hoy. Tenía que estudiar con su grupo de estudio.
Aprovechando la curiosidad, cojo el móvil y me envió un mensaje rápido.
Yo: ¿va todo bn amor? Te deseo mucha suerte <3
¿t parece vernos después?
Miro la pantalla esperando su respuesta rápida pero no llega. Puff pues es obvio. Debe tener su celular en silencio.
La conversación con mis padres es de lo más tranquila. Marcus, mi padre, es bombero de la ciudad de Boston desde muy joven. Recuerdo que siempre venía con el rostro lleno de tierra por los incendios. Ahora no está mucho en la acción por ser más grande. Mi madre se llama Emily, es ama de casa pero en su momento fue una buena enfermera. Cuando me lastimaba venía rápido como ambulancia. Es más estricta que mi padre de eso no hay duda alguna.
Luca nos interrumpe cuando pone los platos con nuestras comidas. Huele delicioso. Le agradecemos antes de empezar a almorzar. Amo este platillo. Es uno de mis favoritos.
Al terminar compartirnos un postre: tiramisú. También estaba rico a pesar de que no es una de mis primeras elecciones para algo dulce. Pagamos y nos despedimos de Luca para después irnos. Al llegar a casa reviso los mensajes pero todavía nada. No quiero insistirle pero la mayoría de veces me responde rápido. Voy a mi habitación a ordenar un poco mis apuntes de la semana. Por suerte no tengo ningún trabajo que hacer, así que puedo relajarme. Le envío un mensaje a Bellota para ver si quiere hacer algo a la tarde. Le prometí que usaría mi tarde de hoy para festejar su "ascenso". Me llama la atención que no siguiera haya recibido el mensaje. Me asomo a la ventana para ver si su auto está en su casa.
Somos vecinos así que a Bellota y Brick los conozco desde que nací prácticamente. Aunque Bellota es un año más grande que yo, ha sido mi mejor amiga desde siempre. Brick es como un hermano mayor y eso que tenemos la misma edad. Estudiamos en el mismo instituto y desde allí y antes han estado obsesionados con el hockey sobre hielo. Recuerdo a Brick siendo uno de los mejores patinadores que he visto, eso seguro. En cuando al hockey... supongo que también porque obtuvo una excelente beca en nuestra uni. Jason ha intentado que entienda el juego pero no hay caso. Ellos lo ven como su vida literalmente y para mí es un juego que parece divertido. No le quito valor a sus deseos de ser los mejores jugadores del mundo solo es una perspectiva diferente.
Al ver que no recibe mensajes, le llamo. La contestadora salta diciendo que tiene el móvil apagado o que está fuera de servicio. Me llama la atención por lo que busco el número de su hermano para tener respuestas. Bellota nunca dejaría su celular apagado creo que es por su fase de periodista pero realmente nunca lo haría.
Él: ha llegado tarde, está dormida.
Es la respuesta que recibo de Brick. Suspiro aliviada. Me hago una nota mental para bombardearla con preguntas sobre su... amante. Si llega tarde y quiere dormir es porque ha sido muy bueno con ella.
Ya cerca de una hora me llega una notificación de mi novio. Me hace una videollamada y yo encantada la acepto. Le sonrío apenas verlo. Es tan guapo. Sus ojos me sonríen. Lleva puesto un gorro de lana que cubre su cabello rapado.
—¿Cómo te fue con la sesión de estudio? —pregunto. Noto sus labios de un color rojo intenso. —Tienes los labios muy rojos. —le señalo.
—Sí, el café está que arde. —me muestra el vaso de cartón descartable con la bebida. —Por suerte el estudio estuvo bien. Es una mierda que sean los domingos pero sabes cómo es esto.
Tiene razón. Los grupo de estudios de algunas materias tienen los horarios más extraños.
—Sí. Mis padres te mandan saludos. Habría estado genial si venías a almorzar con nosotros.
—Lo sé cari, la próxima iré.
Bombón
—Te lo juro. Fue lo más caliente que he vivido nunca. —la convenzo a mi amiga por teléfono.
—¿Segura?, ¿más que tu primer beso con Chad? —la voz de Maddison no se muestra ni un pelo convencida de lo que digo.
—¡Qué sí! Fue el mejor sexo oral de mi vida. —digo recordando cómo me abrió las piernas con sus manos grandes y absolutamente perfectas. mi vientre se contrae.
—Ya, ya, ya. Te puedo llegar a creer. Cuando saben mover la lengua te garantizo que puedes tener la experiencia más caliente de tu vida. —escucho voces de fondo.
—¿Te estoy molestando? —Maddison es manicurista allá en casa. Pensaba que no trabajaba los domingos.
—Nah, mi turno terminó al mediodía. Estoy en el súper. —oigo cómo toma paquetes de no sé qué y los tira a su carrito. —¿Y cómo se llama este súper hombre mister orgasmos femeninos?
—Ya te he mostrado una foto. Es Brick. —voy a mi pequeña cocina para hacerme un té de manzanilla.
—Oh sí. El tío que te mola desde primero.
—Yep, yep. —pongo el agua a calentar mientras busco mi taza favorita de color rosa. —¿Entiendes que encima de guapo, buen jugador, es un experto en el sexo? Es perfecto.
—No puede ser que solo te encapriches con un hombre tía.
—No me encapricho con un hombre. Me encapricho con el hombre de en sueño de cualquier mujer. —replico ofendida. Sé que tiene razón. Cuando me gusta alguien no hago nada más que pensar en él.
—Ya claro. De todas formas ¡te comió la cuca! Ahora a otra cosa mariposa. —escucho un silencio lo que me da risa. De seguro una señora le ha dicho algo por usar esos términos sexuales en público. Cuando la tetera eléctrica pita, tomo el agua y la sirvo en mi taza esperando que el té se termine de hacer.
—Por supuesto que no. —no puede terminar en eso. No quiero. —Debemos hacer otras cosas.
—Bombón ¿tu acaso no me dijiste que era el mejor jugador, más atractivo y bastante popular?
—Sí.
—Pues olvídalo. Es un deportistas y tiene puré de mierda en vez de cerebro. Va a estar con mil tías todas las demás noches. —suena hostil pero es porque está preocupada por mí. Siempre me termino colgando por los hombres equivocados y la mayoría deportistas. Y aunque duela admitir tiene razón. Tengo pruebas de que los hombres que hacen deporte son unos imbeciles. Pero Brick no es así. Me ha hecho sentir especial... no como una gatita más. ¿Acaso está tan mal volver a repetir? —No te arriesgues una vez más Bombón. Saldrás lastimada.
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Uy uy uy vinieron fuertes declaraciones
Espero que les haya gustado <3
Cómo siempre leo sus comentariosss
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