Capítulo Único
Sinopsis
Alice y Arthur comparten el mismo circulo social. Ella se enamora de él, a él le atrae ella.
Alice se entera de que el padre de Arthur forzará a su hijo a un compromiso matrimonial sin su consentimiento.
Alice conociendo el hecho, socializa con Arthur, hasta que Artur fue cautivado por la chica, nueve años menor.
Ambos se enfrascan en una relación ilícita. Pero al llegar el cumplimiento del compromiso ella planea dejarse un recuerdo permanente de él.
¿Qué será ese recuerdo?
Alice POV
Mientras Arthur me desviste, guardo cada movimiento en mi memoria, esta será la última noche que pasaremos juntos, después de un año de amarnos, tendremos que separarnos. Arthur por ser el único hijo varón de su familia tendrá que tomar el puesto de su padre frente a sus empresas y con ello casarse con una mujer que no ama y con la que está obligado desde su infancia, Janice es una mujer fría e interesada, incapaz de dar amor. Cuando me termina de desvestirme sonríe.
-Perfecta- me dice.
Lo dice tan bajo que apenas puedo escucharlo, como si alguien pudiera oírnos, estamos en una cabaña que Arthur alquila para nuestros encuentros, está muy alejado de la ciudad.
-No vine a que me miraras, Arthur- Le digo haciéndome la ofendida.
-Quiero guardarte en mi memoria, Alice-
Me doy una pequeña vuelta para que me vea en todos mis ángulos. Sus manos recorren todo mis cuerpo y eso me excita más. Tomo su camisa y empiezo a subirla por su cuerpo me cuesta un poco puesto que él es mucho más alto que yo, pero aun así lo logro. Me agacho y le quito sus zapatillas deportivas, voy por su pantalón, el cual suelto sus botones dejándome ver sus impecables bóxer blancos, bajo ambas prendas dejándolas hechas un montón a sus pies. Me levanto y retrocedo un par de pasos dejándole espacio para que salga de ellos y así lo hace.
Me llamo los labios al ver su hombría en su gloria, Arthur mide metro noventa contra metro sesenta cinco que es mi altura. Se sienta en el borde de la cama con las piernas un poco abiertas.
-Ven- Me dice.
Yo me siento a horcajadas sobre él, con cada una de mis piernas al lado de sus muslos, busco su boca y nuestras lenguas se encuentran comenzando una danza erótica, pero tenemos que parar por aire. Nos miramos a los ojos, perdiéndonos en nuestras miradas. Con mi mano izquierda busco su miembro ya duro, con la mano derecha me sujeto de su hombro. Con mi mano busco mi entrada, mi amor están grande que su miembro casi rosa mi sexo, bajo un poco para acomodarlo y roso mi clítoris con su glande, lo que me provoca una oleada de placer. Vuelvo a acomodar su glande en mi entrada y comienzo a bajar lentamente. A pesar de que tenemos un año de tener relaciones sexuales mi cuerpo tarda unos minutos en adaptarse a su pene.
Cuando lo tengo totalmente en fundado tengo que tomar todo mi auto control para no correrme de inmediato, ese es el efecto que él tiene en mí. Mientras mi cuerpo se adapta nos besamos desesperadamente.
-Me encanta tenerte así- Me dice.
-Yo siempre lo anhelo-
-Te extrañaré amor- Me dice en mi oído.
-Yo también lo haré-
Comienzo por moverme, inicialmente lento, pero el deseo me embarga y mis movimientos empiezan a acelerarse en busca de mi alivio, pero el me detiene agarrando mis caderas.
-No, preciosa, lo quiero despacio tenemos toda la noche, quiero grabarme a fuego este momento-
Tomando mis caderas empieza a marcar el ritmo de las penetraciones, son tan deliciosas que me pierdo en todas las sensaciones que me embargan, lo que hace que me olvide de todo desde la primera vez que me hizo suya ha sido así. Mis diecisiete años no han sido impedimento para disfrute de los placeres del sexo. Arthur me ha enseñado todo lo que sé y con él descubrí como disfrutarlo. No sé qué haré a partir de mañana, porque será duro para ambos vernos y no tocarnos.
Hemos tenido que mantener nuestro amor oculto de la vista de todos, no sólo porque Arthur tiene veinticinco años y yo menor, sino porque nuestros padres son socios en los negocios y esto causaría ruptura en la sociedad que ambos padres han creado.
Sus embestidas empiezan a acelerarse, causando que yo también acelere los míos, un cosquilleo empieza en mi bajo vientre y recorre mis caderas hasta mi columna vertebral a mi cerebro, Arthur suelta mi cadera, toma uno de mis senos llevándoselo a la boca con la otra masajea mi clítoris llevándome al desenfreno llevándome a mi orgasmo, para que luego de unos segundos llegar él al suyo, nos quedamos así mientras su semilla llena mi interior. Hace unos días decidí dejar de cuidarme; sé que no será justo para él; pero he decidido embarazarme, cuando lo confirme le diré a mi padre que he decidido aceptar la beca en Oxford. Así no tendré que ver a Arthur casado con Janice y tendré algo suyo por que vivir.
-Ha sido fantástico, Alice. Sabes que te amo, ¿Verdad?-
-Si lo sé y yo también te amo. Sólo me duele que tengas que casarte con ella. La vida no es justa, Arthur-
-Amor, si tuviera un hermano que tomara mi lugar, mandaría todo a la mierda y desaparecería contigo. No iríamos al lugar más apartado del mundo y viviríamos ahí-
-Lo sé. Mi padre está pensando casarme con el Demian el hermano de Janice- Le cuento lo planes de mi padre.
-No, no lo permitiré, Alice. Tu padre no puede casarte con ese animal de Demian-
Demian es un mujeriego golpeador de mujeres, que disfruta golpearlas mientras tienen sexo.
-Estoy igual que tú, Arthur. Soy hija única lo sabes y él cree que no seré capaz de llegar los negocios familiares-
-Yo lo haré cambiar de opinión, ya lo veras- Afirma.
Claro que lo hará cambiar de opinión, si hoy me deja embarazada Demian no me querrá con el hijo de otro.
Pasamos la noche haciendo el amor, follando o cogiendo rudo en todas las posiciones posibles e imaginables, tenía que asegurar mi plan, es la única oportunidad que tendré puesto que a partir de mañana Arthur tomará puesto en la junta directiva de las empresas de su padre, para ponerse luego en la organización de su boda. Esto es doloroso para mí ya que tendré que verlo con ella su brazo. Por eso ruego a la providencia haber quedado embarazada para irme lejos.
****
Hoy es la boda de Arthur desde aquel día no he vuelto a verlo y de eso ha pasado un mes sus padres estaban tan locos por casarlos que sólo acordaron un mes para la organización de todo. Hace unos días me siento mal, creo que, si estoy embarazada, lo bueno es que mi padre cree que estoy enferma y me ha ordenado quedarme a guardar reposo, eso es bueno porque podré ir por una prueba de embarazo sin que ellos se enteren y poder decirle a mi padre que he decidido aceptar irme a estudiar a Inglaterra.
Cuando ha pasado una hora después de la partida de mis padres, llamo a mi chofer para que me lleve a la farmacia, pagaré en efectivo para que no quede rastro de la compra y me he vestido con unos jeans y una sudadera con capucha para que las cámaras de seguridad no me capten. Compro lo que necesito y regreso al auto.
-Alfred a casa, por favor-
-Si, señorita Conor-
Llegamos a la casa y entro a mi habitación directo al sanitario tengo rato de aguantar las ganas de ir al baño .
Abro la caja y leo las instrucciones, hago lo que me indican y espero los tres minutos más largos de mi vida, al pasar el tiempo veo y mi corazón brinca de alegría, la prueba da positivo. En secreto preparo mis maletas ya que no se si mi padre apruebe que me valla a estudiar lejos. El ajetreo me deja cansada por lo que tomo un baño, luego de salir del baño me visto con la ropa de dormir y me acuesto, pidiendo a Dios que mi padre acepte dejarme ir.
Unos golpes en mi puerta me despiertan, veo el reloj en la mesita de noche y son las nueve de la mañana, ¡Como he dormido! Al no obtener respuesta la puerta se abre dejándome ver a mis padres.
-Hija, ¿Cómo te sientes?- Pregunta mi madre preocupada.
-Como no bajaste para el desayuno, decidimos subir- Dice papá.
- Muy cansada madre- Y en verdad me siento cansada.
-Deberíamos llamar al médico- Sugiere mamá.
-No creo que sea necesario, madre-
-Pienso lo mismo que tu madre, Alice. Tú no te pierdes ningún evento social y ayer no asististe a la boda de Arthur y Janice. Cualquiera m ataría por haber estado ahí- Me mira sin quitarme los ojos de encima, seguro evaluando mi reacción, porque es cierto no hay evento social al que no asista, pero era para después fugarme con Arthur.
-Pues yo no estaba bien ayer, padre. Me dolía el estómago –
-Pero ya te sientes mejor- Asegura.
-Si y tengo hambre, voy a ducharme para ir a comer algo-
-Hija en la noche cuando regrese hay algo de lo que debo hablarte, así que no salgas a ningún lado-
-Padre antes de que se vallan. He recibido una certificación de Oxford. Me han aceptado en la carrera que elegí-
-Minerva, ¿Tu sabías algo de esto?-
-Si, nuestra hija es muy inteligente y los dos últimos años de instituto los ha hecho en uno. Es por lo que hizo la solicitud de admisión para Oxford- Informa mi madre.
-Pero debieron de decírmelo. A noche hable con el padre de Janice y Demian y hemos acordado que tú y Demian se casaran dos meses después que termines el Instituto-
-Pues eso tendrá que aplazarse, porque Alice irá a la Universidad- Dice muy seria mi madre.
-No seré la esposa florero padre. Siempre has sabido de mi intenciones de estudiar medicina- Le digo para que se dé cuenta que no voy a aceptar otra cosa que no sé lo que le estoy proponiendo.
-Bueno tendré que hablar con McKenzie. ¿Cuándo tendrás que irte?-
-Las clases empiezan en tres meses, pero quiero irme cuanto antes para buscar un apartamento o una casa pequeña cerca de la universidad así poder acomodarme y ambientarme-
-Deberías de hacer el propósito de conocer a Demian. Él es un buen partido-
-Ya lo conozco padre, y no quiero hacer lazos con él. En mi mente por ahora solamente tienen cabida mis estudios- Por unos meses mientras llega mi bebe, pero mi padre no tiene que saberlo por ahora.
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Han pasado seis meses desde la boda de Arthur y siete meses des de la última vez que nos vimos. Estos tres mes de universidad han sido magníficos, los profesores se sorprendieron de mi embarazo, pero no todos los profesores lo saben, he disimulado mi vientre hinchado con sweaters y sudaderas flojas, es bastante difícil esconder un embrazo de siete meses, pero me las he jugado bastante bien, mi bebe es grande para su tiempo de gestación, pero se ha acomodado muy bien para que no se note.
Mis compañeros al saber de qué familia provengo han tratado ser amables y sociables conmigo, pero me he negado a hacer amistad con cualquiera, lo que me interesa es tener a mi hijo y dedicarme a mis estudios. Arthur ha tratado de contactarme, pero me he negado a atender sus llamadas, responder sus mensajes de texto y correos electrónicos.
En uno de sus mensajes me reclamó el hecho de haberme venido al otro lado del mundo, él sabe que para mí es muy difícil verle con otra mujer, no es que no lo supiera cuando empezamos a tener sexo, peor no contábamos con que nos enamoraríamos. Pero el sí le cumplió su palabra a su padre, más yo me he negado a tener cualquier relación con Demian.
Mi móvil suena en mi mochila voy de regreso a casa después de un día muy pesado de clases, lo saco y miro el identificador, número desconocido. Me debato en responder o no, pero como soy curiosa respondo.
-Diga-
-Al fin respondes- La voz de un Arthur enojado apuñala mi herido corazón. Mi voz ha desaparecido, de mi boca sale un sollozo.
-No llores amor. Solamente quería saber si estas bien- No pregunta lo da por un hecho puesto que nunca he tratado de contactarle.
-A dios- Le digo con la voz quebrada, el móvil suena de nuevo pero esta vez lo apago, sé que si lo atiendo terminaré contándole que seremos padres.
Al llegar a mi casa aquí en Londres me encuentro que hay una Limosina en el área de parqueo, mi cuerpo se pone regido al pensar que puede ser Arthur, pero al entrar a mi casa me encuentro con que es mi madre. Mi contacto con mis padres desde que me vine ha sido muy escaso, lo decidí así por mi padre.
-Hija, has llegado- Pero al intentar abrazarme retrocedo si me abraza se dará cuenta de que hay algo en mí.
-¿A qué has venido madre?- Le pregunto molesta.
-Acaso no puedo visitar a mi única hija, la cual decidió venir a estudiar al otro lado del mundo y ocultarme el hecho de que estas embarazada- ¡Mierda y más mierda! ¿Quién le habrá dicho? ¿Lo sabrá mi padre?
-¿Te comió la lengua el ratón, Alice?-
-Eso no es cierto madre- Trato de mentir, pero a mi madre nunca la he podido engañar.
-Hija, he estado esperando durante seis meses que me contaras. No sabes esconder las evidencias. Estabas tan desesperada por que tu padre no lo descubriera que no te deshiciste la prueba de embrazo que te hiciste en casa-
-¿Papá lo sabe?-
-No hija, si le cuento es capaz de hacer una tontería. Esta tan seguro que te casaras con Demian y sobre todo que no serás capas de terminar tu carrera-
-Mamá, yo no pienso casarme con Demian. No me importa que mi padre me quite de su testamento-
-No te preocupes hija, yo me encargaré que no les falte nada. Pero sabes que no puedes ocultarte de tu padre para toda la vida, él bebe nacerá en algún momento. Tu padre no ha venido porque te está dando tu espacio, pero no tardará en venir a visitarte-
-Madre, no pienso dar en adopción a mi hijo. Se que papá no lo aceptará-
-Bueno, cuando él quiera venir ya veremos que inventamos. Ahora, ¿Quién es el padre? ¿Sabe que esperas un hijo suyo?-
-Madre es mejor que no sepas quien es él y no, él no lo sabe; es mejor que siga así-
-Pero hija-
-Madre, estoy cansada. Deseo cambiarme y descansar un poco ya que tengo exámenes la próxima semana, necesito estudiar. Veo que trajiste equipaje, eso me dice que estarás unos días aquí-
-Si, una semana- Me informa
-Bueno estas de suerte, mañana es mi control prenatal y con suerte mañana sabremos si será niño o niña. No ha querido dejar verse-
Me ducho, hago una siesta de dos horas, para levantarme y ponerme a estudiar; después de varias horas de estudio me doy cuenta de que es hora de la cena. Mi madre y yo cenamos en silencio, sé que se muere por saber quién me embarazó, pero el infierno se congelará primero antes de que yo le cuente quien es el padre.
Ahora vamos de camino al llegar a la clínica privada donde llevo mi control, pasamos directo a ginecología, donde esperamos por quince minutos hasta que me llaman para mi revisión, mi madre entra conmigo y saluda a la doctora Rosalyn, quien me pide que me cambie para hacer la ecografía.
-Súbete la bata Alice, por favor- Y lo hago. Ella enciende el aparato y el sonido del corazón de mi bebe se deja oír en el consultorio.
-¡Oh, por Dios! Es mi nieto- Dice mi madre con lágrimas en los ojos.
-Si señora Conor, un saludable y hermoso varoncito- Nos informa la doctora.
-Hoy si se dejó ver- Digo asombrada.
-Tal vez porque esta su abuela- Dice la doctora con una sonrisa. Mi madre toma mi mano y la besa.
-Gracias mi vida, me has hecho la abuela más feliz de este mundo-
-No, madre gracias a ti, por estar aquí conmigo- Me visto de nuevo para que la doctora me de los resultados de las muestras de sangre que me hice días atrás.
-Alice, tus pruebas de sangre no salieron tan bien esta vez, tienes la hemoglobina un poco baja. Recuerda que no puedes tener anemia en estos últimos meses-
-Ella mejorara su alimentación, doctora, me encargaré de eso- Inquiere mi madre, sin derecho a réplica.
Mi teléfono, vuelve a sonar en mi bolso mientras vamos a la farmacia por las vitaminas de este mes, lo miro y nuevamente número desconocido, mi madre me mira esperando que conteste, pero yo corto la llamada asumiendo que es Arthur. Y así sigue hasta llegar a la farmacia entrego la receta y espero que me entreguen las vitaminas.
-Ya regreso- Me informa mi madre. Antes de que ella regrese me entregan las pastillas y cancelo con efectivo. Así mi padre no se entera de mis visitas al médico. Se que vigila mis estados de cuenta.
Al llegar a la recepción veo a mi madre con lo que creo que es la factura de los gastos médicos.
-Ya he cancelado la consulta, Alice. No te preocupes-
-Madre, ¿Cómo pagaste?- Le pregunto preocupada.
-Con esto, hija. Sabes que no uso efectivo-
-Madre ¿Sabías que papá lleva un control de nuestros gastos? Él se enterará de todo- Digo al borde del llanto.
-Tranquila hija, yo me encargaré de resolverlo, si se entera- Me abrasa y me besa en la mejilla. El maldito teléfono vuelve a sonar, pero esta vez ni lo saco me mi bolso.
-¿No piensas en responderle a quien te está llamando? Debe ser muy importante-
Niego con mi cabeza, ella debe de suponer que es el padre del bebe, pero no pregunta. En el auto mientras Alfred conduce, mamá recibe la llamada de mi padre preguntando como he estado, ellos hablan y él le hace preguntas sobre mí. Se despide de mamá informándole que tiene una reunión de negocios con Arthur y su padre. Mi madre estudia mis gestos cuando me cuenta lo que le dijo papá. No sé qué expresión se dibujó en mi rostro al mencionar a Arthur porque mi madre me mira extraña, pero guarda silencio. Llego a casa y al ir a mi habitación mi madre habla.
-¿Es Arthur verdad?- Me volteo a mirarla.
-¿Qué has dicho?- Pregunto.
-Es Arthur el padre de mi nieto. Por eso no fuiste a su boda. Por eso te viniste a vivir tan lejos de casa- Ya no son preguntas las que hace son afirmaciones.
La dejo con las palabras en la boca y me encierro en mi habitación, por el resto del día no salgo ni para comer. Mi madre ha intentado entrar, pero le he puesto seguro a la puerta, ni el personal de servicio puede entrar. Lloro y lloro dejando salir le tristeza que siento al no tener a Arthur conmigo, también por la preocupación de que mi madre cometa una imprudencia y llame a Arthur ocasionándole problemas, de tanto llorar me duermo, no sé cuánto tiempo pasa, pero un estruendo me despierta de golpe, mi madre rompió el llavín de la puerta y ahora está dentro de mi habitación.
-¿Cundo piensas en decirle lo del bebe, Alice?- Me interroga.
-Nunca, madre. El niño es sólo mío. Él nunca lo planeo yo sí, siempre supe que se casaría con Janice. No compliques las cosas para él, papá lo mataría y si él no lo hace, lo hará el padre de ella-
-¿Cuánto tiempo seguirás callando tu estado?-
-Todo el que sea necesario. Pero soy consciente que esto depende de ti, mamá. Pero si te digo algo mamá si papá se entera quien es el padre Raymond no nos volverás a ver nunca. Ahora déjame que debo de estudiar.
Los siguientes días pasan con un poco de tensión entre mi madre y yo, pero siempre compartimos el desayuno y la cena, el tema de Arthur no se vuelve a tocar en el resto de su estancia, ni incluso el día de su partida, lo que si prometió fue en llamarme más seguido y en estar el día que naciera su nieto.
Los días han pasado muy tranquilos para mi gusto, para que Arthur no me volviera a llamar hace unos días cambié mi número telefónico, no se lo di a mi papá, solamente a mamá, no había razón sobre este mundo para que no se lo diera, días después de su regreso, por extraño que sea mi madre se disculpó por insistir con lo de Arthur, me dejo claro que aceptaba mis razones pero que no las compartía. Me informo que llegaría mañana por la noche, ella estaría conmigo cuando entre en labor de parto.
Pero al tomar mi móvil mientras voy camino a casa por accidente contesto una llamada por accidente, sin saber quién llama.
-¿Madre eres tú?-
-No, no soy tu madre-
-Papi-
-¡Nada de papi!, Cuanto tiempo más iba a pasar para que me lo dijeras, ¿Cuándo mi nieto fuese a la universidad? Ahora entiendo tu negativa a relacionarte con Demian y salir casi corrido del país. Tu madre va de camino. A penas estén en condiciones de viajar los dos regresaran. Sin excusas Alice- Y con eso cuelga.
Mi cabeza duele, mi respiración se acelera, la ansiedad me mata, ¿Qué haré? Si mi padre no vino es porque esta lo demasiado molesto para no hacerlo, él le debe haber dicho a mamá que nos quiere de vuelta por lo que ella no se marchará sin nosotros. Por lo que al llegar a casa subo a mi habitación tomo el pequeño bolso que preparado para él bebe, empiezo a sacar mi ropa y a meterla en maletas junto a mis libros todo lo de la universidad, ya había previsto este momento por eso compre un pequeño apartamento, nada ostentoso como esta casa, pero me permitirá vivir. El dinero que mi padre me ha enviado para mi colegiatura lo he guardado bajo una identidad falsa, no lo he necesitado ya que tengo una beca por excelencia académica. Cuando tengo todo listo llamo a Alfred.
-Alfred, plan B- Le digo él siempre me ha cuidado pese que mi padre le paga, él ha sido mi cómplice en todo lo que hago.
-De acuerdo- Responde y toma mis maletas, las saca mientras la ama de llaves está ocupada en la cocina, salimos rápido y en silencio. No sé cómo no le ha dicho a mi papá de mi estado. Pero puedo suponer que es porque seguro cree que él fue quien me envió aquí para esconderme por vergüenza.
-Señorita Alice. Su madre vendrá mañana. Preguntará por usted-
-Dile, que me marche sin decirles nada-
-La ubicará en el hospital-
-No, ya he concertado la cirugía en otro centro médico- El móvil de Alfred suena, lo que provoca que el estaciones a la orilla de la calle.
-¡Halo!- Responde Alfred. Se queda en silencio escuchando a su interlocutor.
-Señorita Alice, es para usted- Y me pasa el móvil y lo tomo por si es mi padre, creyendo que no le responderé.
-¿Cuándo me lo dirías Alice?- ¿Cómo mierda se enteró? no creo que mi padre le haya dicho.
-¿Cómo te enteraste?-
-Escuche a tu padre exigirte que regresaran cuando estuvieran en condiciones de hacerlo-
-Nunca, nunca lo sabrías. No he pensado en volver, aunque mi padre exija que lo haga-
-Alice, sé dónde vives. Te lo advierto, no huyas. Voy en camino a Londres-
-¡Mierda, esto duele!- Lanzo el móvil en algún lugar, el dolor es tan fuerte que me sujeto el vientre con mis dos manos. Otra contracción y a la tercera mi fuente se rompe.
-Alfred al hospital, Raymond decidió nacer hoy. He roto fuente- El pobre hombre acelera rumbo al hospital, de camino llamo para informar que el parto se adelantó para que preparen la sala de partos.
Arthur POV
Casi tres meses de no saber de Alice aquel día que dijimos adiós nunca imaginé que se lo tomaría en serio, no fue a mi boda, eso sería masoquista de parte de ella si lo hubiese hecho, muchas veces me he cuestionado mi obediencia hacia mi padre, debí anteponer mi felicidad ante cualquier cosa, no amaba a Janice y sigo sin amarla. Claro está que tuve que consumar nuestro matrimonio muy a mi pesar mi padre y mi disque amigos me emborracharon tanto que ni siquiera estoy seguro de haber tenido relaciones con mi esposa, lo bueno de todo esto es que preví algo parecido y me practique una vasectomía, así que si queda embarazada no será mío y así tendré motivos para mi divorcio.
Estos meces de matrimonio han sido una tortura, he tratado de comunicarle con mi niña y ella no me devuelve los mensajes ni las llamadas, sé que se fue a estudiar a Oxford, medicina y le va muy bien. Me he contenido de tomar un avión e ir a verla, pero mi queridísimo suegro sabe que no quiero a su hija por lo que me tiene vigilado, él y mi padre esperan un nieto pronto, pero se harán de piedra esperando a que eso suceda. La puerta de mi oficina se abre de golpe dejando ver a una muy sonriente Janice.
-¿Qué haces aquí Janice?-
-Te traigo una noticia- Pone unos documentos en mi escritorio, los tomo y los leo. ¡Bingo! lo que había estado esperando.
-¿Qué es esto, Janice?- Me hago el idiota, quiero que ella tenga el descaro de decírmelo.
-¿Que seremos padres, Arthur? Eso es lo que esos documentos dicen- Lo dice con todo el cinismo del mundo.
-¿Y qué me dice que ese niño es mío? No hemos tenido intimidad todo este tiempo salvo el día de la boda- Le digo totalmente serio y su sonrisa cambia por un ceño fruncido.
-Si, es cierto que no tenemos intimidad, pero quedé el día de nuestra boda- Insiste en mi paternidad.
-Bueno, nos haremos una prueba de ADN, porque te puedo asegurar que si estas embarazada ese niño no es mío- Termino de decir esas palabras cuando su palma se estrella en mi rostro dándome una fuerte bofetada.
-Eres un hijo de puta, sabes-
-Si lo sé yo también soy un cobarde por casarme con una mujer que no amo-
-No me haré tal prueba- Me reta.
-Bueno si no lo haces voluntariamente, interpondré la demanda de divorcio por adulterio y así podré demostrar que él bebe no es mío y por defecto me darán el divorcio, aunque tu no estés de acuerdo. Tú decides por la buenas o por las malas-
-Está bien, lo acepto no es tuyo. Mi padre me obligo a hacerme una inseminación, pero esperemos unos meses al menos después que nazca la criatura-
-No Janice, así no funciona. Primero le dirás a tu padre que sé la verdad y que me darás el divorcio. Segundo no habrá ruptura en las sociedades compartidas entre las dos familias, si tu padre decide hacerlo ejecutaré el resarcitorio y los dejaré en la calle y por último me iré de la casa-
-¿Qué haré yo?-
-Al salir el divorcio te daré una pequeña compensación, pero si y sólo si tu padre me deja vivir una vida tranquila-
Se queda unos minutos sopesando lo que le he dicho y se retira. Al final de la tarde recibo a su padre y al mío. Quienes me reclaman mi actuar los dejo a que hablen, hasta que me permiten hablar a mí.
-Ya le dije a Janice lo que se haría ella acepto y por mi seguridad todo fue grabado. Padre sabías que no amaba a Janice y aun así me case con ella, McKenzie tú también estabas al tanto de todo así que no te hagas el ofendido. Si la hago la prueba de ADN, se demostrará que el niño no es mío y la reputación de tu hija que dará por los suelos. No digo que la criatura llevará mi apellido porque no es mío. ¿Lo entiende?-
Mi suegro sale hecho una furia, pero me vale, nunca debió intentar engañarme, por otro lado, mi padre no le quedo más que aceptar mis demandas y no aceptar al bebe como mío, él jamás amaría una criatura que no lleve su sangre.
*****
Después de miles de intentos de contactar a Alice ideo llamarla de un numero privado como era de esperar me corta la llamada, me doy por vencido, sé que cambiará de número, no sé cómo contactar con ella, sé que, si se lo pido a su padre, Manson hará preguntas que no sé cómo contestaría.
Su recuerdo me invade todas las noches, Alice para ser una mujer tan joven tiene la madures de una mujer adulta, ello fue lo que me llamó la atención y su cuerpo cuando lo probe se convirtió en mi droga. Si su padre se entera que tome la virtud de su única hija a la corta edad de dieciséis años me mandaría a la cárcel y lo tendría bien merecido, pero después de la primera vez fue casi imposible dejarla, hasta ese día que estuvimos juntos por última vez.
Hoy tendré una reunión con Mason, aprovecharé que estaré reunido con él para tocar el tema de la partid de Alice, para saber de ella, llego al piso de presidencia, me acerco a la recepción, presentándome con las jóvenes ahí presentes.
-Arthur Dawson, tengo una reunión con el señor Conor- La chicas me quedan viendo.
-Si, señor pase, le está esperando- Me informa una de ellas.
Al llegar a la puerta esta esta entreabierta y escucho a un Mason, muy enojado. Al escuchar el nombre de Alice presto más atención en lo que dice. Al reaccionar después shock de la noticia, de una Alice con casi nueve meses de embarazo me hace sacar cuentas, coincidiendo con el último días que pasamos juntos, salgo del área. Paso por le recepción don les miento a las chicas que se me presento una emergencia para que le informen a Mason.
Llego a mi departamento donde he vivido desde que me separe de cuerpo de Janice, su padre al no lograr hacerme recapacitar en solicitud de divorcio logro encontrar una brecha en uno de los contratos de nuestra sociedad lo que le ha permitido extender mi matrimonio con su hija, pero igual lo solicité, por adulterio y el tribunal acepto mi solicitud de pruebas de ADN, sólo que debo esperar a que la criatura nazca para poder hacerla, sin embargo eso no evito que desalojara nuestra casa, ha intentado acercarse a mí pero no lo he permitido. Mi madre me ha pedido que la acompañe en sus controles mensuales, para que se sienta acompañada a lo que yo le respondí que buscara al donador de esperma que ligio ella para que la acompañe. También sé que lo hacen para terminar con los chismes de la prensa.
Llego a mi departamento para organizar todo mi ama de llaves me prepara una maleta grande que suficiente ropa, no sé cuánto tiempo estaré en Londres, organizo mi agenda desde mi despacho en mi casa, el avión privado que compre hace unos meses estará listo, este no está ligado a la compañía ni a mi familia, por lo que muy difícilmente sabrán que viajo en él. De camino al aeropuerto logro que mi jefe de seguridad averigüe el número de móvil de Alfred.
Estoy en la pista para subir el avión cunado Alfred responde a mi llamado.
-Ponme a Alice- Lo piensa pienso yo cuando le dice <<es para usted , señorita Alice>>
-¿Cuándo me lo dirías Alice?- Le reclamo
-¿Cómo te enteraste?- Pregunta preocupada.
-Escuche a tu padre exigirte que regresaran cuando estuvieran en condiciones de hacerlo-
-Nunca, nunca lo sabrías. No he pensado en volver, aunque mi padre exija que lo haga-
-Alice, sé dónde vives. Te lo advierto, no huyas. Voy en camino a Londres-
-¡Mierda, esto duele!- La oigo quejarse, pero ya no habla conmigo le exige a Alfred que la lleve al hospital que Raymond se adelantó. Eso me hace concluir que vamos a tener un niño. Es curioso cómo se dan las cosas Alice le dará a mi padre el nieto que está buscando. Como no sé dónde tendrá al niño le dejo de tarea a mi seguridad que la localicen que a mi llegada esperaré por la información que pedí, mientras camino y subo al avión, algo me dice que al encontrarla ya mi hijo estará en sus manos y así podré tenerlos a los dos.
Durante el vuelo me siento inquieto, recibo la llamada de mi madre preguntándome como me siento, ella nunca aprobó mi matrimonio con Janice, ella se esperaba todo lo sucedido, le conté que iba tras la mujer que si amo omití el hecho de que sería padre, no se callaría y es algo que quiero mantener fuera del radar.
Al llegar a Londres horas después el cansancio me golpea, no he podido dormir ni cinco minutos, pensando en in mi chica y nuestro bebe; miedo, ansiedad, ira, amor todos esos sentimientos me golpean por partes iguales, no sé si enojarme con ella o seguirla amando como lo he hecho todos este tiempo. Recibo el informe de mi seguridad en el auto, el informe dice que Alice abandonó la casa que Mason le compró cerca de Oxford. ¿Entonces donde viviría? Mi mente analiza la información; ella escapará de nuevo. No, no lo puedo aceptar ella tiene que volver conmigo ya pronto estaré libre y podremos estar juntos.
Primero debo de encontrarlos. Marco en repetidas ocasiones el número de Alfred, pero este me manda al buzo de inmediato, ha apagado su móvil. Mi teléfono suena el número que aparece en mi identificador no está en mi agenda, ¿Será, Alice?
-Alice, déjate de juegos y ¿Dime dónde están?-
-No, no soy Alice. ¿Pero esperaba que tú me dijeras dónde están?- La voz de Minerva se oye al otro lado de la línea. Pero se equivoca, no sé dónde están. ¿Cómo se habrá enterado de mi relación con su hija?-
-No sé de qué hablas Minerva- Inquiero serio.
-No nos hagamos los tontos Arthur, sé que eres el padre de Raymond. Vine porque estaré en el parto del niño, pero me encuentro con que mi hija huyo de su casa- Me informa. Ya no vale mentirle a ella, la pongo al tanto de la llamada de Mason.
-Mason, se ha enterado, pero no sabe que soy el padre, le dijo que te quedarías después del parto y cuando fuera conveniente regresarían a Estados Unidos-
-Debe haber sido por los estados de cuenta. Yo pague una de sus consultas. Debe haber investigado-
-¿Qué haremos, Arthur?-
-He llamado a Alfred, su móvil me envía a buzón. Llámalo tu tal vez a ti si te responda. Para que te enteres para esta hora Raymond ya debe haber nacido-
-Te mando la dirección del hospital-
-No, no está en ese. Debe haber ido a otro- Le informo.
Después de dos días de búsqueda no hemos encontrado rastro de Alice, Minerva se ha quedado en la casa de Alice, sin encontrar rastro de ella, según me informo Minerva, Alice sería sometida a una cesárea, ya que mi hijo es muy grande para el fino cuerpo de su madre, lo que significa que ella pasará unos días más en el hospital. Mi móvil suena en mi bolsillo.
-Diga- Respondo sin ver el remitente.
-Arthur, he esperado por una reprogramación de nuestra reunión. Pero me sorprendió saber que estas en Londres, solo espero que hayas sido tú el que embarazó a mi hija y el que la ayudó a desaparecer- Me dice, por lo menos no está seguro de que tengo que ver con su hija.
-Ni idea, Mason. No sabía que Alice vive aquí en Londres- Miento.
-Si, lo mencioné varias veces- Mi seguridad me hace señas hacia su móvil.
-Te dejo, tengo otra llamada que atender- Y cuelgo si esperar palabras de él, sino hubiese amenazado a Alice, ella no habría desaparecido.
-Señor, los han hallado. Los muchachos los han visto salir de un hospital-
-Que los sigan, sin ser visto- Ordeno.
-Los seguimos, señor- Pregunta mi chofer.
-No vamos al hotel por mi equipaje, ustedes pueden quedarse ahí-
Mientras recojo mis cosas recibo un mensaje de mis hombres con la ubicación de la casa, apuro todo cuando tengo todo listo bajo y entrego la llave y dejo claro que las otras habitaciones se usaran.
De camino pienso en lo que le diré, ella tendrá que saber que me estoy divorciando, por lo que podremos estar juntos. Alice es mayor de edad por lo que su padre no tiene ningún poder sobre ella. Yo podría venirme a vivir a Londres si ella me lo pide.
Llegamos a una pequeña casa de dos plantas, donde está el auto de Alfred estacionado, solamente hay dos luces encendidas, la oscuridad de la noche ha sido su cómplice, salgo del auto y me dirijo a la casa toco suavemente, mi hijo debe de estar dormido. De pronto se abre la puerta dejando ver a Alfred.
-Buenas noches, Alfred- Lo empujo para entrar, sin esperar invitación, mi seguridad se queda afuera para resguardar la entrada. Camino hacia la habitación de donde se mostraba la luz. El llanto fuerte de mi hijo se deja oír antes de llegar a la habitación, debe de estar enfermo o algo así porque son muy fuertes, pero de un pronto a otro se hace el silencio, por un espacio de la puerta entreabierta miro a la mujer de mi vida alimentando a nuestro hijo, quien esta prendado de su pecho y tomado de la mano de su madre, rápidamente se queda dormido y su madre también. Debe de estar cansada.
Me quito los zapatos dejándolos fuera de la habitación, entro en silencio, me acuesto detrás de Alice en posición de cuchara, paso mi brazo por su cintura y toco la pequeña mano de mi hijo, él muestra una pequeña sonrisa a mi tacto, lo que hace que mi corazón crezca de alegría, Alice no se ha percatado de que estoy con ellos, debe de estar muy cansada.
Unas horas más tarde, mi hijo vuelve a llorar, ha soltado el pezón de su madre y los busca desesperadamente, tomo su cabecita alineando su pequeñita boca con su mamá y se prende de ella. Siento el cuerpo de Alice ponerse rígido contra mi cuerpo.
-No temas- ,Y beso sien.
Froto sus brazos con mis manos ya que lo ciento frio, me pego más a ella para que reciba mi calor, ella vuelve a tensarse y beso su nuca, su piel se eriza con mi tacto, la oigo sollozar.
-No llores, no es bueno para él bebe. Por la mañana hablaremos, Ahora duerme. Mi amor-
Un mal olor me despierta, ya está empezando amanecer y en ese momento mi hijo se remueve haciéndose notar con su llanto, me levanto y lo tomo, en ese momento Alice despierta.
-Hijo algo anda mal en tu pañal-
-Es por lo que llora. No le gusta estar sucio- Me informa su madre.
-Quiero bañarlo- Le pido mirándola. Analiza mis palabras.
-Bien, vamos al baño- Me guía con nuestro hijo en mis brazos.
Hay todo un baño para bebe que contiene todo lo necesario para su aseo personal. Minutos después Raymond esta bañado y vestido, lo veo meterse la mano a su boca.
-No, no hijo tú no te chuparás el dedo-
-Déjalo. Tomaré una ducha mientras tú lo distraes- Y se marcha.
-Hijo, necesito hablar unas cosas con mamá podrías esperar unos minutos y luego podrás comer todo lo que tú quieras- El mete su mano en su boquita, al verlo que se queda quieto lo acomodo en su cuna y voy en busca de su madre.
La escucho en la ducha, me quito mi ropa, corro la puerta de la ducha y ahí está ella con su cabeza pegada a la pared de azulejos, mirando hacia el suelo. Sus hombros suben y bajas en señal de llanto, ¿Qué tan malo es que este aquí? .
-No llores mi Reyna- Bezo su nuca y la abrazo para hacerla sentir segura.
-¿Por qué has venido, Arthur?-
-Porque los amo- Respondo de corazón. Ella se voltea para mirarme.
-Tú no puedes amarnos, vas a ser padre con Janice, ya tienes un hogar. Raymond es sólo mío, yo lo plane aquella última noche, Arthur. Tienes que cumplir como esposo-
-¿Quién te lo dijo?-
-Mi padre me envió una foto de Janice embarazada. Él no está seguro de que tu seas el padre sólo lo sospecha, pero mi...- La interrumpo.
-Tu madre sí, me lo hizo saber días atrás- Me hinco quedando su vientre en mi rostro, poso mis manos en su delicioso culo para que no se aparte, miro la herida de la cesárea y beso la herida, por ahí sacaron a mi hijo y luego otro en el centro de su vientre.
-Esa niña no es mía- Asevero con contundencia.
-Pero ella es tu esposa- Dice en un hilo de voz.
-Mira terminemos la ducha no sé cuánto aguantará Raymond con hambre-
Nos terminamos de duchar, para luego vestirnos, al llegar al comedor hay una mujer en la cocina en qué momento llego sí mis hombres están fuera.
-Buen día, Martha él es Arthur, el padre de Ray- Me presenta Alice.
-Buen día señor. ¿Desean algo en especial para el desayuno?- Pregunta la mujer.
-La señora aquí necesita alimentarse bien por ella y nuestro hijo, prepárele un desayuno completo. A mi café sin azúcar, huevos fritos, jamón, queso blanco y tostadas-
-Ya me pongo en ello, señor-
-Sabes, que eso es demasiado para mí-
-Alice, sé que eres alérgica a comer, pero ahora se trata de tu recuperación y la alimentación de nuestro hijo- Me mira arqueando sus cejas, Pero no dice nada.
Luego del desayuno ella, mientras Alice saca los gases de mi hijo, la pongo al día con mi vida y ella me cuenta la de ella. Le propongo regresar a casa de donde nunca debió salir, todavía tengo la cabaña donde nos citábamos cada vez que podíamos ver, pero ella se niega a regresar aduciendo de que desea terminar su carrera de médico y así demostrarle a su padre que ella puede lograrlo sin él. Después de discutirlo llegamos a un acuerdo el cual nos satisface a ambos.
Epílogo
Alice POV
Han pasado seis años y por fin he terminado mi carrera universitaria, tarde un año más por que decidí llevar una especialización en neurología infantil. Mi hijo y yo vamos de camino a la que será a partir de hoy nuestra casa. Se preguntarán que ha sucedido todo este tiempo, bueno Arthur y yo acordamos, que nos quedaríamos en Londres durante mi carrera universitaria, él no me tocaría hasta que lograse divorciarse de Janice, fue muy difícil para ambos cumplir con ese acuerdo, pero yo no está de acuerdo en que me llamaran rompe hogares.
Janice y su padre lograron extender su matrimonio con Arthur hasta hace ocho meses que Arthur pudo obtener pruebas de su adulterio, cuando fue fotografiada por un periodista saliendo de un hotel con un socio de su padre. El divorcio no había podido salir porque John Mackenzie le pagaba a un funcionario de la corte para que desapareciera las pruebas que Arthur presentaba, incluso de prueba de ADN de la hija de Janice. Era más que evidente que la niña no era hija de Arthur.
Cuando Arthur quedo libre, mando a Raymond con mi madre, encerrándome por una semana en mi casa de Londres, donde tuvimos sexo sin descanso. Resulta que el señor Dawson quería recuperar los años de abstinencia y asegurarse de embarazarme nuevamente, bueno, su deseo se cumplió por partida doble, dos meses después de esa semana estaba embarazada y al hacer la primera ecografía nos dieron la noticia de que serían dos y el mes pasado nos informaron que serán niñas gemelas, Raymond no lo recibió bien porque él quería hermanos que jugaran con él, pero su padre le prometió que le próximo será un hermano, claro me molesté porque nuestras niñas no han nacido y él le promete a nuestro hijo que tendrá en algún momento le hermano que desea.
Con respecto a mi padre me quitó la herencia, por mi lado me da igual, cuando salga de este embrazo ya tengo trabajo en el Memoria Hospital de New York, demás esta decir que Arthur cubre todas nuestras necesidades luego del nacimiento de Ray. Al fin y al cabo, él es el que se ha perdido de ser feliz con su nieto, mi madre por otro lado recientemente se divorció de mi padre, sus constantes discusiones por mi fracturaron su matrimonio, no puedes poner a escoger entre sus hijos o parejas menos una pareja como él, ella si ha disfrutado de su nieto como lo han hecho los padres de Arthur.
-¿En qué piensas?- Me pregunta curioso Arthur.
-En lo bella que es mi vida, amor-
-¿Sólo en la vida, mi Reyna?-
-No en nuestros hijos, tu y mamá-
-¿Tu padre no está en ellos?- Pregunta estudiando mi reacción.
-A ratos. Recuerda que él fue el que renunció a nosotros-
-¿Si le permites conocer a Ray?-
-Él no ha querido conocerlo, Arthur- Inquiero.
Llegamos al edificio de la empresa de Arthur, Raymond quería conocer donde trabaja su padre. Al entrar en el piso de presidencia todos me miran con pesar al verme con semejante vientre y Ray es mirado con asombro por su parecido con su padre.
-Señor, Dawson. Buen día- La mujer del mostrador nos mira a Raymond y a mí con asombro. Debe de saber quiénes somos.
-Señorita Kendall, le presento a mi mujer y a mi hijo. Ellos no tienen que ser anunciados y pueden interrumpirme cuando lo deseen-
-Si, señor dijo la mujer. Por cierto, hay alguien esperando en su despacho. Me dijo que no causaría problemas.- Arthur asiente con la cabeza, toma a nuestro hijo con una mano y con la otra toma mi mano. Caminamos por el pasillo, entramos a su oficina y encontramos a mi padre en uno de los sillones de la estancia, se levanta de donde está.
-Alice, hija-
-Yo no soy tu hija. Fueron tus palabras no las mías-
-Yo, yo lo siento-
-Creo que es un poco tarde, señor Conor-
Tomo a Raymond y me dispongo a salir cuando una fuerte contracción hace que me doble por el dolor.
-¡Ay! -
-Amor, ¿Qué pasa?-
-Es una contracción- Respondo a su pregunta.
-¡AY!- Otra contracción. Mi entrepierna se moja y vuelvo a ver hacia mis pies y veo mis pantalones mojados.
-Arthur, tus hijas ya van a nacer. Entre el labor de parto-
-Llamaré a tu madre para que venga por Ray-
-Por favor, que venga rápido-
Ocho horas más tarde Jazmín y Alexia habían nacido unas semanas antes por lo que pasarían el tiempo restante en una incubadora. Mientras descansaba la puerta de mi habitación se abrió dejando ver a Arthur y a mi padre.
Con dificultad me di la vuelta para darles la espalda, me enojé con Arthur porque él había planeado nuestra reunión, sin mi consentimiento.
-Los dejo para que hablen- Dice oigo que cierra la puerta.
-Sé que estas exhausta, pero tenía que aprovechar este momento para que me escuches y no huyas como siempre haces. Me equivoqué, me arrepiento de alejarme de tu vida, he perdido tiempo maravilloso con mi nieto, no quiero que pase lo mismo con las niñas.
-Lo pensaré, ahora quiero dormir- Le digo.
Un mes después estamos saliendo con Alexia y Jazmín en brazos, mis hijas son muy fuertes lograron recuperar sus peso en menos de un mes. Mi padre estuvo visitando a las nenas y en ese tiempo acepté perdonarlo, estuvo muy feliz por perdonarlo. Entramos a nuestra casa y llevamos a la niñas a su habitación, en la nuestra luego de ducharme y dormir un rato mientras las niñas duermen, me levanto y veo desde el balcón el mar que cambia de color mientras se intensifican los colores del atardecer.
-En que piensas mi Reyna- Pregunta Arthur.
-En el día que fui tuya por primera vez-
-Así-
-Si, ya te había visto antes con mi padre en muchos eventos y si querer me había enamorado de ti. Y supe que mi amor era un Amor sin tiempo.-
-¿Por qué lo dices?-
-¿Por qué antes que tú me enteré de los planes de tu padre con McKenzie, por eso me entregue a ti ese día-
-Eso amor queda en el pasado, porque ahora nuestro amor tendrá todo el tiempo del mundo...-
F I N.
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