Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

una pérdida y un reencuentro (listo)

Dar paseos sin rumbo por el bosque es algo usual en mi rutina. Me gustaría decir que tengo un propósito firme y claro en mis acciones, pero lamentablemente, de hacerlo, no sería cierto.

Han pasado unos cuantos años desde el incidente con mi familia, No olvido el día en el que tallé en mi blanquecino rostro la sonrisa que perduraría hasta el día de mi muerte. Así como tampoco olvido aquellas desagradables reacciones. Ah, el solo pensar en esos días hace que frunza el ceño y quiera ocultar mi rostro en mi larga cabellera.

Es curioso, pero no recuerdo que mi hermano mayor, Liu, haya tenido una reacción negativa.

Así fue como, en algún momento durante mi lento pero firme andar empecé a sentir un poco de nostalgia, de repente vinieron a mi mente algunos recuerdos de cómo era mi vida con mi familia, a pesar de todo lo ocurrido en sus últimos momentos con vida, me puse a pensar en esos momentos felices añejos. Diría que que secretamente, añoraba a todos mis recuerdos por igual, de no ser por los de mi hermano; cómo jugábamos juntos... jugabamos al caballito, jugabamos al remolino; nos tomabamos de las manos y dábamos vueltas hasta quedar completamente mareados, el que se cayera primero perdía. A la vez que el que quedaba en pie lo sostenía para que no se lastimara, algo cobárde de nuestra parte. Pero era, cuanto menos, muy divertido. O al menos, eso es lo que yo recuerdo. Eso sin mencionar al resto de juegos de nuestra infancia.

Quizás jamás me di cuenta de que la posesión más valiosa que tengo no son mis memorias en general, sino puntualmente esas. O más bien, la más valiosa memoria probablemente sea mi hermano en sí.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

El tiempo pasaba y el dolor incrementaba. Aquél deprimido chico de pelo azabache solo podía caer más y más produndo en ese frío y oscuro mar de pesares, felices pero deprimentes memorias en las que escarbando hallabas risas, abrazos, caricias y... en el fondo de aquél polvoriento pozo de recuerdos, amor.

Cada paso que daba lo llevaba más hacia la matriz de sus dolores de cabeza, es decir, su fallecido hermano mayor. No importaba qué tan fuerte soplara el helado frío en su contra, el chico avanzaba. No importaba qué tan profundo se hundieran sus zapatos en la nieve, ni qué tan molesto fuera sentir la humedad en su ropa casi congelada, pues todo eso no se comparaba al profundo sentimiento de soledad y culpa que lo atormentaba cada vez que la luna se asomaba en el horizonte. Desgarradores sentimientos que cortaban más que un cuchillo que roza tu pecho y que obligaban al muchacho a buscar nuevas víctimas que aliviaran el dolor.

"Liu".

Ese nombre... ese corto, hermoso y dulce nombre. Un nombre que Jeff no pudo borrar de su mente ni con el alcohol o los años. ¿Es que acaso su corazón no estaba preparado para ser un asesino?

No, no es eso. Pero si esa no es la respuesta, ¿Entonces cuál es? ¿por qué la única muerte que nunca lo dejó en paz fue la de su hermano?

El de tez blanca sabe muy bien que lo quería bastante, sin importar qué. Pero nunca imaginó qué tanto. El cariño era tanto que le resultaba imposible quitarse el recuerdo de su divertida risa, sonido sus palabras, sus consejos y... además... sus delicadas caricias, calurosos abrazos y... aunque no tan frecuentes, sus dulces besos.

Mientras nuestro asesino se adentraba cada vez más en ese bosque, más pensamientos de los cuales no se había percatado llegaron para atacarlo por la espalda con la guardia baja; En un instante le llegaron recuerdos que le hicieron pensar sobre lo guapo que le parecía su hermano, voces que lo acusaban de haberse quitado a sí mismo lo más valioso de este mundo, ocurrencias y alegatos por partes iguales. La bola de nieve que crecía mientras caía por la pendiente lo llevaron al punto de tener pensamientos obscenos con su propio hermano. Grotesca mentalidad que era juzgada por él mismo, pensando en cómo además de sádico, sínico asesino que calentaba su sangre con los recuerdos de un difunto familiar.

En cuanto puso los pies en la tierra y se dio cuenta de lo que pensaba y en el por qué, notó que la conclusión lógica era evidente; estaba enamorado de su propio hermano. Y sí, era tan desagradable e incestuoso como parecía. Tenía un amor sexual reprimido hacia un miembro de su propia familia y acababa de asumirlo. Esto provocó que se gritara desesperado a sí mismo en medio bosque. Como haría de costumbre cuando alguna de las voces en su cabeza lo torturan más tiempo del necesario. La diferencia es que en este caso, él sabía muy bien que ahora solo se trataba de él mismo y sus pendamientos. Sin voces ni susurros que interfieran con su sentido común.

-¿¡En qué rayos estoy pensando!? No.
no es posible que sienta algo por mi hermano muerto, eso es... simplemente horrible, incluso para alguien como yo. Además, tengo a Slenderman ahora. Supongo que sí lamento el haber matado a mi hermano, pero eso no implica nada más que mera culpa. Yo... no lo amo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Me perdí tanto en los profundos pasillos de mi sesera ensuciada con nostálgia que no me percaté de cuán profundo me aventuré en este oscuro bosque. Estaba perdido. Me comían los nervios, pero por suerte, tras caminar un poco más encontré una casa; Salía humo por la chimenea. Sé que quizás no lo parezca, pero en realidad, suelo ser bastante afortunado.

Casi por costumbre, al verla ahí, me puse a analizar la situación en voz alta para mí mismo.

-La casa se ve bien. Después de todo, necesito refugio. Tengo hambre y... bueno, si es que hubiera alguien viviendo ahí, pues... simplemente me deshago de él o ellos y asunto arreglado.

Me dispuse a entrar. En el primer piso pude distinguir un hermoso comedor y un gran candelabro de cristal, la casa no era especialmente moderna o lujosa. De hecho, diría que faltaba algo más que mantenimiento. Aún así, por la decoración aparentemente cara, consideré que era evidente que el lugar como mínimo, era de gente bien acomodada, así que de inmediato pensé: "Si hay buen comedor hay buena cocina... y en buena cocina no puede faltar la comida."

Entonces, luego de unos minutos buscando la cocina y ansioso por saber qué tipo de comida me esperaba... finalmente encontré una puerta cerrada por la cual salían diversas fragancias delicioas, como si se horneara algo. Pero también se escuchaban ruidos bajos. Fue entonces que dije en voz muy baja, hablando para mí mismo...

-Oh, alguien en casa.

Saqué mi afilado cuchillo del bolsillo en mi sudadera, tiré la puerta de un golpe y corrí hacia la persona para matarla. Pero, un instante antes de que mi cuchillo tocara el cuello del individuo escuché una voz que exclamó con extraña calma:

-¿Me matarás de nuevo, hermano?

Mi corazón se paralizó de unnmomento a otro. Instintivamente de un salto me alejé y me puse a la defensiva para luego preguntar con evidente nerviosismo:

- ¿L-liu?

El muchacho se dio la vuelta, tenía unas hermosas esmeraldas brillantes por ojos, varias suturas por todo su rostro y una deslumbrante cabellera castaña con toques rojizos oscuros.

Luego de mirarlo unos segundos sin poder espabilar, el chico replicó;

Liu- ¿Qué? ¿acaso ya te olvidaste de mí, querido hermano?

Fui incapaz de procesarlo todo. El asombro y el susto me llevaron a perder la conciencia, así que caí desmayado al suelo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Me encontraba cocinando la cena, mientras que de vez en cuando hacía mi ya usual ritual de pasar mis dedos por aquellas heridas que me hizo el travieso de Jeff...

Espera, ¿qué? ¡No!, No. No cedas a esa estúpida mentalidad compasiva, no. Yo tengo las cosas claras. Me vengaré por lo que me hizo y lo que le hizo a nuestra familia.

O al menos... Eso era lo que me decía a mí mismo hasta que... De repente, lo vi. Vi a Jeff a través de la fina línea que dejaban mis cortinas cerradas entre medio de ambas.

En realidad no le prestaba especial atención al exterior de mi casa por atender a lo que hacía, ya que nunca fui especialmente bueno cocinando. No estaba seguro de si llamarlo mera casualidad o... una especie de destino.

Me acerqué más a la ventana para observar mejor y ahora estaba seguro. Sí, era mi Jeff.

En ese momento todo se me fue de la cabeza. Estaba claro que jamás pude superarlo, ni a él ni a lo que dejó grabado en mi corazón. Es gracioso pensar en cómo a pesar de todo el daño que me causó, aún sonrío de forma involuntaria al verlo. Solo quería que entrara a casa. Y por fortuna para mí, eso hizo. Asumo que no tenía un sitio mejor a dónde ir en medio de esta fuerte nevada.

Traté de contener el aliento, la emoción y los nervios para después. Debía mantenerme firme para su llegada. Es evidente que su intención no sería buscar asilo y pedir ayuda en el caso de descubir que hay gente en la casa.

En cuanto sentí sus pasos ya detrás mío, me preparé para el ataque sin parecer estar a la defensiva, aunque algo en mi interior me indicaba que esta vez no sería capaz de atacar.
Finalmente le hablé en un tono sereno al sentir cómo se abalanzaba sobre mí.

- ¿Me matarás de nuevo, hermano?

- ¿L-liu?

Fué más que evidente que el menor se había emocionado. Yo ya lo conocía, no pude evitar sentirme infinitamente superior a él, pues pude detener un ataque mortal con tan solo un par de palabras.

Afilé mi mirada mientras mi boca esbozaba una pícara sonrisa. Me fue inevitable el no jugar con él un poco. Así que volteé, me acerqué un poco al aturdido jovencito y lo miré directamente a los ojos.

Liu- ¿Qué? ¿acaso ya te olvidaste de mí, querido hermano?

Y sin que dijera nada más, Jeff se desmayó. Fue entonces cuando mi lado compasivo reaccionó de manera abrupta. Al verlo desvanecerse sentí que mi corazón se detendría, pero por suerte aún así  pude reaccionar y detener su caída a tiempo.

Llámale "práctica", si quieres. Pues estaba ya bastante acostumbrado a los desmayos gracias a Susan, una especie de antiguo amor.

Poco después lo salpiqué con un poco de agua seguido de unos "Jeff, despierta". Pero no reaccinó. Allí fue cuando supuse que todo esto no era solo por la conmoción, sino también por su estado físico, así que apoyé mi mano sobre su frente y, al parecer, por más extraño que sonara, tenía la temperatura bastante elevada. Sin pensarlo dos veces, lo llevé al piso de arriba y le saqué toda la ropa, exceptuando su bóxer.

Abrí el grifo de la bañera y cuando esta se llenó puse al jóven asesino dentro. El agua estaba fría para que recobre su temperatura normal, inevitablemente pensé en todo el tiempo que había pasado desde la última vez que pude cargarlo. Estaba mucho más pesado ahora.

Tras recostarlo, me acerqué al lavamanos para verme directamente al espejo. ¿Qué rayos estaba haciendo? ¿Él es el causante de todos mis problemas y yo me preocupo por su salud?

Esto no tenía sentido, pero ya había tenido esta conversación conmigo antes. Simplemente era incapaz de odiarlo. Pude apuñalarlo o llamar a la policía en cuanto se desmayó, ¿por qué no hacerlo?

En mi caso, la respuesta era simple. Él era... demasiado para mí.

Intenté evadir mis pensamientos y querer regresar a un punto de vista objetivo, abrí el grifo y empapé mi rostro con agua helada, intentando calmarme. ¿Pero cómo hacerlo? Parece que no importa lo que haga, ya sea intentar olvidarlo por mi cuenta, intentar enamorarme de alguien más o llenar me cabeza con veneno contra él, parece que simplemente, es imposible huir de lo amado.

Yo bien sabía que mi tipo de amor por Jeff jamás fue precisamente el más convencional. Quizás él jamás se haya dado cuenta, pero lo que tuvimos desde siempre, fue algo distinto, pero... ¿cómo evitarlo? Si todo lo que era y hacía lo convertía en una persona deseable. Cualquier camino que no lo involucrara no tenía sentido para mí y en su momento, habría dado mi vida por él, cosa que probé entregándome en su lugar. Odio admitirlo pero quizás incluso ahora, haría lo mismo.

Si lo pienso con más cuidado, no puedo obviar la posibilidad de que él lo haya notado y por eso mismo, me detestara en secreto. Quizás yo no era el único que sabía sobre mi enfermiza obsesión, aún odiada por mí mismo. Si yo me odio, ¿cómo esperar que él no?

Quizás el que me matara habría estado justificado. De haberse enterado de la forma en la que lo veía ¿cómo siquiera querer mantenerme con vida? Quien se supone que es tu guía y protector es el primero en querer rebuscar en su pantalón. Claro, es obvio que me tema, que me deteste por ser el tipo de monstruo que soy. Un asqueroso depredador que quizás, culpa a su víctima. De haber tenido un hermano mayor que quisiera aprovecharse de mí, probablemente también lo habría querido muerto.

Volteé en mi necesidad de verlo me apoyé mis manos contra la encimera. Me sorprendía el cómo incluso en esta situación, mis ojos deseaban explorar todo su ser, mi piel me suplicaba sentirlo junto a mí y mi corazón me pedía confesar.

Para mi fortuna, jeff no tardó mucho más en despertar. Me acerqué casi de inmediato y yo fui lo primero que vio.

Jeff- ¿L-liu?

El chico empezó a bizquear los ojos, creí que se desmayaría nuevamente. Entonces le grité para que reaccione:

- ¡MÁS TE VALE QUE NO TE DESMAYES DE NUEVO, JEFF!

- Lo... lo siento.

Aún con esa pálida piel, pudo notarse con plena claridad cómo Jeff se sonrojaba y miró abajo, avergonzado y sin saber qué decir. Como si hubiese hecho algo malo y él fuera un pequeño niño regañado. Se sentía casi como en los viejos tiempos.

Admito que en ese momento tuve un muy fuerte impulso de humillarlo, hacer que notara cómo ahora él se veía ridiculizado y vulnerable ante mí. Tal vez algo del resentimiento que le tengo sí cambió la forma que tengo de amarlo y la forma que tenía de querer imponerme ante él, pero al final solo contesté sin ánimo de darle énfasis al tema.

- ... Como sea, da igual. Debes tener hambre. Por cierto, te quité la ropa para poder meterte a la bañera y obviamente no mojar aún más tu ropa, la dejé secando por ahí.

- Eh... gracias, supongo. Liu, debo preguntarte algo; ¿cómo es que sobreviviste?

El jóven muchacho de pelo chamuscado me miró extrañado. La verdad es que es lógico. ¿Quién trataría así a su propio atacante y asesino de sus padres?

CONTINUARÁ...

Y bueno, este fue mi primer capítulo. Ya sé, ya sé, no hay lemon en este pero tranquilos, que ya viene lo shido (no, probablemente no. Zjskzj).

[Si recuerdas esta historia porque ya la leíste antes y notas algunos cambios, es por la edición y mejoras. Creo que ya era tiempo. (Y de hecho, solo edité este y 2 capítulos más. Obviamente voy a editar el resto después)]

con cariño, su Demeter ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro