Tuyo y mío. (listo)
Extrañamente, desperté en una bañera. La verdad, a mi mente le costó reubicarse. Estaba bastante aturdido. ¿Qué pasó? ¿Había tomado demasiado de nuevo? No recuerdo haberlo hecho. Tenía hambre y bastante frio. Intenté forzar a mimente a recordar, ¿qué demonios había ocurrido?
Fue entonces cuando levanté mi vista y me topé con quien haría que volviera en sí, además de ahora poder recordar perfectamente todo lo que pasó. ¿Esto era real? Mi piel se erizaba con el pasar de los segundos y pude notar cómo el miedo se apoderaba de mí como no había sucedido en años. ¿Era él en verdad? ¿Iba a matarme?
Quizás habrían sido incógnitas que el tiempo hubiera contestado sin necesided de hablar, el problema es que, sin darme cuenta, pregunté en voz alta, y... para cuando lo noté, ya era demasiado tarde.
- ¿L-liu?
Pude sentir que me desvanecía de nuevoz quizás todo esto era demasiado para mí, toda la información en crudo y seco para procesar nublaba mi juicio y perturbaba mi lógica, haciendo que los susurros y voces en mi cabeza debatieran y gritaran como si se tratara de un juicio en el que no se puede demostrar lo que es real, si estoy en peligro y lo que me merezco.
Mi mente era un caos. Sin embargo, para mi suerte, Liu me trajo de regreso a la tierra de un grito.
Liu- ¡MÁS TE VALE QUE NO TE DESMAYES DE NUEVO, JEFF!
Sentí que mi rostro intentó igualar en color a un tomate. Soy un idiota, pensé. Mi hermano está vivo, es todo lo que necesito entender. Además, ya ha tenido bastante con tener que cargarme hasta aquí y hacer todo esto por mí después de todo lo que pasamos. Me sentía realmente tonto por todo. Toda la culpa con la que cargaba quería salir de mí en forma de lágrimas, si él quería matarme ahora me sentía preparado. ¿A qué esperaba?
No pude evitarlo, quería gritar, decir tanto, pero no podía hacer más que crear silencio, hasta que de repente, sin pensarlo mucho, la vergüenzalogró sacar unas disculpas de mis labios.
- lo... lo siento.
No supe qué más decir. Aún esperaba el remate de mi hermano, me sentía tan mal conmigo mismo que ni siquiera pude mirarlo a los ojos.
Liu- ... Como sea, es igual. Debes tener hambre. Por cierto, te quité la ropa para poder meterte a la bañera y obviamente no mojar aún más tu ropa, la dejé secando por ahí.
No puedo negar que nunca dejé depensar que Liu es, y fue siempre especialmente considerado conmigo, incluso para ser mi hermano mayor.
Me avergüenza pensar en ello pero... recuerdo que él hacía que mi corazón sienta algo especial. O, más bien, ahora me recordó que yo podía sentir, tener algún tipo de emoción más allá del desdén o la furia gracias a este momento, pero no quería a mostrarlo con tanta facilidad, pues tengo algo de dignidad aún. O al menos eso es lo que quiero creer. Además, él aún tenía preguntas mías por contestar. Así que le hablé con cierto aire apático.
Jeff- Eh... gracias, supongo.
Liu, debo preguntarte algo, ¿cómo es que sobreviviste?
El castaño, tras escucharme, sonrió sarcástico. Con un toque de burla y jugueteo. Quizás con algún otro sentimiento que no soy capaz de nombrar al no notarlo claramente, para después atajar con la misma receta, tal vez para evadir la pregunta.
Liu- Bueno... supongo que no eres tan buen asesino como tú pensabas, niño.
Qué idiota ¿de qué habla? Solo por eso debería tomar mi cuchillo y volver a decorar el suelo con su sangre, pero no lo haría, pues no se trata de cualquier estúpido. Se trata de Liu. Podría decirse que quizá no haya nada que no le perdone un día. Además, sé lo drásticas que suelen ser mis medidas ahora que puedo hacer lo que quiera con quien quiera.
Logré controlarme lo suficiente como para solo gruñir con cierto desdén y mirarlo con fastidio. Pues ya lo había decidido, no volvería a lastimar a mi hermano.
El lado malo de todo esto es que fue evidente que eso no le causó más que gracia al mayor, pues su expresión era divertida y burlona. No tardó en pasar su mano por mi cabello, despeinándolo.
Liu- Oh, vámos Jeff. No te pongas así, sabes que solo estaba bromeando.
Nuevamente, me sentía... más que tonto, inferior. Sentía que mi hermano se estaba burlando de mí. Pero al ver esa boba sonrisa dibujada en su rostro, no pude evitar comenzar a reír. Eso terminó contagiando al de ojos esmeraldados, como ya era costumbre. Y reímos juntos a carcajadas.
Liu- Bueno, basta de tonterías, ¿te parece si bajamos a la cocina?
Evidentemente, no dudé en contestar, tenía hambre. Y por el momento, si hay algo que las películas de terror y la experiencia propia me han enseñado, es que es mejor no cuestionar las cosas buenas y solo disfrutarlas hasta lo máximo que puedan durar. Tu yo del futuro se encargará de lidiar con lo malo luego.
Aunque no puedo negar que en cuanto la propuesta fue lanzada al aire mi rostro expresó inseguridad al instante. Luego analicé la situación un poco y pensé que, a pesar de lo raro que me parecía el que no me demostrara cuánto me detesta por lo que le hice, de haber querido matarme, lo habría hecho mientras estaba inconsciente.
Jeff- De acuerdo.
Liu- Muy bien, pero primero sécate y vístete. Aquí tengo una tohalla. Ya estás grande como para que yo te ayude a hacerlo, así que... te espararé abajo.
Jeff- Como digas, jefe.
Secaría primero mi torso con algo de torpeza, pues tenía prisa. Luego pasaría el trapo fugazmente por el resto de mi cuerpo y acabaría con mi pelo. Me quité el bóxer, lo exprimí con fuerza y lo dejé secando en el lavamanos. Lo siguiente fue lo típico, tomé mi ropa, la cual encontré secando en una estufa justo en el pasillo fuera del baño, me vestí y bajé corriendo para comer. Eso sí, no olvidé revisar que mi cuchillo se encontrara en el bolsillo de mi sudadera.
• • •
Ya en la cocina, me dediqué a saborear con tranquilidad la cena que Liu había preparado. Asumo que era algo para una sola persona. Aún así, no podría decir que me quedé con hambre, y en cuanto al sabor, no estaban nada mal para venir de tal cocinero. Y entre tanto, mientras comíamos, pude sentir cómo conectábamos mi hermano y yo nuevamente. Era prácticamente una metáfora hecha realidad; Él es como aquella figura mesiánica y religiosa que perdona todos tus pecados y te invita a comer en su mesa. Dándote la segunda oportunidad que ni tú mismo crees merecer. Casi como... simplemente cambiar de página y olvidar el capítulo anterior. Pero... algo en el fondo me decía que no tenía ningún sentido. Ningún tipo de cariño fraternal arregla cosas tan serias como un intento de asesinato. Siempre pensé que el compartir sangre con una persona en realidad no significa nada más que un compromiso moral que puede ser fácilmente roto con cualquier excusa.
De cualquier modo, no me sentía listo para preguntar el por qué de su perdón, temía oír que solo se tratara de una trampa o algo así. Quizás quiero creer que esa parte de su plan jamás llegará si nunca llegamos a esa pregunta. Así es cómo funciona mi lógica.
Reíamos, hablábamos de nuestra infancia y... en verdad sentía que no le importaba nada de lo que hubiese hecho puntualmente en aquel día. Lo sentía casi como si no viera algo malo en ello. O en esto. Pero supongo que... De todos modos, ¿quién soy yo para juzgar el modo de pensar de alguien?
Al final, comimos hasta el cansancio y ambos nos levantamos, casi de manera coordinada.
Liu- ¿qué te pareció? Siéndote sincero, es de las primeras veces que preparo yo mismo algo de comer que sea más complejo que una sopa instantánea.
Reímos juntos de forma casi instantánea. Yo ni siquiera sé cocinar. Es divertido pensar en cómo él se siente en la obligación de darme explicaciones con respecto a sus habilidades culinarias.
Jeff- Sí, estuvo bien. En verdad te agrdezco por haber... cuidado tan bien de mí, después de todo lo que hice. Después de todo lo que te hice a ti. Aún no puedo comprender por qué. Y... y si en realidad es algo planeado para dañarme... siento que... no me importaría. Me lo merezco de todos modos.
No me había dado cuenta, pero acababa de llegar a la pregunta intocable. Bajé la mirada y sentía a mis ojos pesados, mi vista se tornó borrosa y noté cómo en cualquier momento, terminaría derramando lágrimas sobre mis ojos. ¿Acaso esta culpa era tan fuerte? ¿De verdad tenía la fuerza de hacer que me rompa cada vez que mis pensamientos vuelven a aquel día?
Fue entonces cuando, de repente, sentí a un cuerpo que ya conocía atrapándome con sus brazos con fuerza. No entendía lo que pasaba. Fue algo demasiado repentino y... pensé por un segundo en atacar, pero terminé dejándome llevar por completo. Ya había dicho que no le temía a la muerte ahora y que me merezco lo que sea que quiera hacerme. Bueno, pues es verdad. Y es el momento de probarlo.
Muy a pesar de todo lo malo que pude pensar, nada malo pasó. El castaño simplemente tomó mi mentón, lo levantó para que yo pudiera mirarlo a los ojos. Tras esto, el mayor suspiró. Era fácil deducir que tenía algo importante para decirme.
Liu- Jeff, creo que hay algo que necesitas saber... de mí. No pensé en confesarte esto nunca. Pensé que quizás ya lo sabrías, aún así. Siento que... esperé contártelo todo este tiempo. Hay un detalle que tú no conoces de esta historia.
Pero... hasta donde hemos llegado, supongo que da igual guardarlo después de tanto tiempo. Al igual que tú, ya no le temo a la muerte.
Mi hermano nunca fue una persona dramática. Esto me generó algo de intriga, pero a la vez algo de miedo, inseguridad y preocupación. Ni siquiera podía imaginarme de qué se trataba.
Para intentar aligerar un poco el ambiente, decidí ser un poco menos serio e intentar bromear un poco.
Jeff- ¿De qué se trata? Vámos, no voy a matarte o algo por lo que sea que tengas que decirme. Digamos que en tu caso, esos hábitos quedaron en el pasado.
Aunque yo actuara de este modo, no podía disimular mi lenguaje corporal. Mis manos sudaban, temblaba un poco y... me sentía ansioso. Y todo gracias a un pensamiento fugaz y pasajero que inundó mi cabeza.
He hecho y visto suficientes cosas malas en este mundo como para no imaginarme un sin fin de cosas. Pero fue una única idea la que finalmente llamó a las puertas de la duda; "¿y qué tal si termina resultando que de lo que quiere hablar es de... amor?, ¿Amor... no fraternal?"
Sé que sonaba ridículo pero... no podía dejar de pensar en eso. Lo más probable es que lo que vaya a decirme en realidad no tenga nada que ver con eso. Pero... por algún motivo... no podía apartar la idea de mi mundo de posibilidades.
Supongo que... tal vez sea porque... en el fondo, me gustaría que así fuera. Obviamente, no quisiera que se entere de que lo veo de una manera tan repulsiva como esa. ¿Qué individuo sano ve a su hermano como algo más? Ya bastante tengo con haber intentado cubrir todos estos sentimientos del peor modo posible.
...En verdad a veces ni siquiera sé cómo es que llego a pensar en todas estas tonterías en tan poco tiempo.
Liu- Desde que te fuiste... pasaron muchas cosas, pero... De entre toda esa mierda, lo que más importó fue que jamás dejé de pensar en ti, de extrañarte a pesar de todo y de... de buscarte. No para dañarte, pues aparentemente, No importa lo que hagas. No podrías lograr que te odiara jamás. No hay cosa que hagas que yo... no podría perdonar.
Supongo que eso va más como una especie de... "maldición" que como algo bueno, pero... eso al final termina perdiendo importancia. Mira, hay algo que yo... he sentido por ti desde que éramos unos niños, y... bueno, creo que esto es demasiado precipitado como para que vayas a tomártelo bien, además, no sé si...-
Jeff- ¡Ya escúpelo, tonto. Te prometo que lo entenderé!
Entonces, de repente Liu me tomó los brazos con fuerza y me acercó a él, como si fuese a regañarme, y finalmente, confesó.
Liu- ¡Te amo, Jeff! ¡Siempre lo he hecho! Pero no como a un hermano, sino como...
En ese mismo instante, el tiempo se congeló para mí, mis mejillas ardían, mis manos temblaron como las de una colegiala al escuchar al chico guapo de la clase declarársele. Mi corazón trabajaba a doble tiempo, podía notar como cada nervio de mi cuerpo me enviaba señales extrañas y... casi sin pensarlo, terminé la frase.
Jeff- ...c-como a algo más. ¿No?
Puse mi mano sobre el brazo de mi contrario y, mucho antes de que mis adormecidos reflejos lo notaran, mis labios chocaron bruscamente con los de Liu mientras este sujetaba mi cabeza con fuerza para intensificar el beso. Mis ojos no tardaron en abrirse por aquél sorpresivo acto, estaba paralizado. En verdad no esperaba que algo así pasara.
Aunque yo tuviera algo de sentimientos de culpa al pensar en lo mal que esto estaba, las voces de mi cabeza no pararían de gritar y mencionar entre gemidos lo bien que esto se sentía, exigiéndome más. Eso sin olvidar a quienes me gritaban por la mierda de persona que era, teniendo a alguien más. Creyéndose la legión de moralistas, como si no matáramos a gente ya.
Acomodé mis manos en la espalda del mayor, mientras acariciaba esta con ansias. Era algo extraño y... me imaginé este momento diferente, pero no lo cambiaría por nada.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
No sé qué fue lo que me pasó, pero simplemente... no pude soportarlo. Tenía que hacerlo. Mi cabeza me lo pedía, mi cuerpo me lo pedía... mi corazón me lo pedía. Me aferré a mi pequeño hermanito como si él fuese a huir y yo pudiera evitarlo, uní nuestras bocas en un segundo mientras cerraba los ojos, dejando en evidencia las ganas que tuve de hacer esto desde siempre.
Grande fue mi sorpresa cuando Jeff correspondió al beso. Pude sentir sus delicadas manos pasando por mi espalda. Era un sentimiento casi utópico. Él abrió la boca lenta y tímidamente, dejando paso a mi lengua. Acariciaría su larga cabellera negra una última vez antes de recorrer cada parte de su boca, memorizando a detalle cada rincón, y repasando una y otra vez, deleitándome con ese sabor a fresa y hielo que la congelada boca cortada de mi príncipe me regalaba.
Obviamente, quien llevaba el control de la situación era yo. Y sentía que se trataba de una especie de baile en donde el inexperto era mi pequeño hermano. Yo guiaba los pasos lentamente mientras él me seguía. Uno, dos, tres. Uno, dos tres. Yo bajaba la mano un poco, nos apegábamos un poco más y tras bajar hasta donde no estaba permitido, Jeff movería mi mano nuevamente hasta su cintura.
Nos quedamos así un par de minutos más. Casi comiéndonos el uno al otro, hasta que, finalmente... nos separamos. Eso mientras un muy fino hilo de saliba intentaba aún entrelazar nuestras bocas por un par se segundos. Jeff se apartó bastante avergonzado y se limpió los labios de inmediato. Bajó la mirada en diagonal al suelo. Sus ojos brillaban. Brillaban como si estuviese a punto de llorar mientras a la vez se cubría la boca con su mano. Con la otra intentó de alguna forma cubrirse, como si estuviera desnudo o yo pudiera ver a través de la ropa. Sus mejillas ruborizadas adornaban su pálido rostro.
Luego de un par de segundos, sus ojos finalmente se dignaron a mirarme de nuevo.
Yo tuve que relamer mis labios. Todo esto se sentía demasiado bien. Lo miré fijamente sin saber realmente qué posición tomar. Lo notaba tomando aire de manera disimulada. Siento que fui un poco abusivo para ser nuestro primer beso. Pero no pude evitarlo. Era... simplemente delicioso. Y demasiado atractivo como para poder ser justo para mí. Siempre fue así. Era mi hermano... mi amar. Mi... "amor verdadero". Sin importar lo que pase.
CONTINUARÁ
Y bueno, ¡ya sé, ya sé! No hay lemon. Aún así, hay un poquito de emoción, es que quiero guardar lo mejor para el final (?
Anyway, espero que les haya gustado este capítulo, ¿qué creen que pasará con Liu y Jeff?, ¿Slenderman se pondrá celoso?, ¿Los unirá algo más grande que la hermandad o lo mandaré todo a la mierda :)?
En verdad, muchas gracias por leer esta kk de historia bbs.~ (?
Con cariño, Démeter.
[Hasta acá llega lo editado por hoy, parece que no puedo avanzar porque siempre me quedo arreglando los primeros dos episodios. Jxksjxsj]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro