XV
Dos meses después
Pasaron dos meses desde que salí del hospital; dos meses y todo seguía igual, Marcos en coma y yo a su lado.
Regrese a la escuela una semana después del accidente, mis padres volvieron después de un mes del accidente, cómo siempre no me preguntaron nada, solo me dijieron que estaban contentos de verme bien y siguieron con lo suyo.
Ni siquiera se preocuparon, la única que estuvo a mí la fue Rosa, ella casi llora cuando me vio con moretones, con mí corazón echo pedazos.
Entre al hospital a ver a Marcos como todas las tarde, pero hoy fue distinto.
Entre a la habitación de marcos y me senté en la silla que estaba al lado de su cama
Agarre el libro que deje en la última visita, después del accidente lo único en lo que podía llenar el vacío de no tener a mí novio conmigo, era leer.
Estaba atento a mí libro cuándo note algo inusual: Marcos estaba moviendo sus dedos.
—¿Marcos? ¿mí amor?
Salí apurado de la habitación y le grite a un enfermera
—¡Por favor, un doctor!
Entre de nuevo a la habitación marcos comenzó a abrir los ojos de a poco, acostumbrándose a la luz
Entró el doctor a la habitación a paso acelerado
—Santiago, ¿Qué pasó? —se podía notar su respiración agitada
—¡Despertó! Doctor, mí novio despertó.
Lo primero que hizo fue retirarle el tubo de la garganta para después comenzar a chequear que esté todo en orden, le alcance un vaso con agua al doctor para que le diera a Marcos.
—¿Qui...en es usted? —hablo con algo de su dificultad, luego de tomar todo el agua.
—Soy el doctor Rivero, dime ¿Sientes alguna clase de malestar o algo parecido?
—Solo estoy desorientado y tengo un pequeño dolor de cabeza ¿Qué me pasó ?
—Sufriste un accidente ¿Sabes cómo te llamas?
—Marcos Gauna.
—¿Cuántos años tienes ?
—17, acabo de cumplirlos hace unas semanas —lo mire extrañado, su cumpleaños fue a principio de año.
_¿Sabes quién es el? —Me señaló con el dedo
Marcos me miró unos segundos.
—No, doctor.
¿Qué? No, no es posible
—¿Amor? Soy Santiago.
Marcos me miró entre confundido y curioso
—No te conozco, lo lamento, seguro estás confundido.
Sentía la falta de aire en los pulmones y los llamados del doctor se le hacían lejanos.
Lo único que pude hacer fue salir de la habitación en busca de aire.
Saque el celular de mí bolsillo para marcarle a la mamá de Marcos, al segundo tono contesto
—Hola Santi ¿Cómo estás?
-Señora estoy en el hospital, vine a ver a Marcos y ...tiene que venir rápido, porfavor
-¿Porqué? ¿Le pasó algo?
—Acaba de despertar, porfavor venga rapido
Lo único que escuche fue como se colgaba la línea
«Chicos, urgencia, vengan al hospital, Marcos acaba de despertar» Escribí lo más rápido posible, para mandarles a mis amigos
Me tuve que sentar ya que no podía mantenerme parado, no me recuerda pero ¿Cómo?
Al cabo de unos minutos, sale el doctor de la habitación.
—Doctorn ¿Qué pasó? ¿cómo está? ¿ya me recuerda, verdad?
—Ya te lo explicare, ¿Llamaste a su madre?
—Si, viene en camino.
—De acuerdo, en cuanto llegue, vengan a mí oficina.
Pasaron unos minutos y llegó corriendo la mamá de Marcos.
—Santi acá estoy, ¿Cómo está mí hijo?
—Venga señora, vamos a buscar al doctor, dijo que nos explicaba cuando usted llegará.
Fuimos hasta donde estaba el doctor.
—Doctor dígame ¿Cómo está mí hijo? —dijo la madre de Marcos apenas nos dejaron pasar a su oficina
—Tomé asiento señora y usted también joven
Hicimos caso y el doctor comenzó a hablar
—Mire señora, el cerebro de marcos, a raíz del accidente se vio levemente dañado cuando choco contra el haciendo del acompañante, es parecido a lo que le pasó a Santiago, pero en el fue peor ya que trajo consecuencias.
—Y ¿Cuáles son esas consecuencias? —Interrogó, interrumpiendo al doctor
—Bueno, Marcos presenta un cuadro de amnecia, por ahora no podemos verificar si es temporal o a largo plazo.
—¿Es por eso que no me recuerda doctor? —pregunté tratando de que no se me quiebre la voz.
—Así es, Marcos, lamentablemente solo recuerda una parte de su vida, y esa es la de antes de mudarse a Buenos Aires.
—¿Usted queire decir que Marcos no recuerda nada de su vida acá en Buenos Aires?- pregunto la madre de Marcos.
—Así es, podrá pasar a verlo, ya está despierto
Fuimos hasta la habitación de marcos, y dejé que pasada la mamá primero
—Entre usted yo estoy esperando a mis amigos —Sonreí débilmente, no quería llorar adelante de ella
Me senté en una de las sillas que había en la sala de espera y me derrumbe
lágrimas salían de mis ojos sin poder retenerlas
—Amigo, ya estamos acá ¿Qué pasó? —apareció Ian por un costado y Samuel del otro
Me levanté rápido de la silla y los abrace
—Chicos, Marcos el... Tiene amanecía —dije entre sollozos
—¿Que? ¿No recuerda nada? —pregunto Samuel
Negué con la cabeza separandome
—No, solo no recuerda su vida aquí en Buenos Aires, el resto supongo que si
—¿Podemos verlo?.
Asénti mirando hacia la puerta
—Entonces vamos, entremos
Entramos los tres a la habitación marcos estaba abrasando a su madre, ver esa escena me conmovió
—Hola Marcos —Saludo Ian, tratando de disimular un poco, que estaba decaído.
—¿Hola?. Discúlpame realmente no se quién sos —Dijo mirándolo avergonzado
—Lo se, solo queríamos saber cómo estabas, si necesitas ayuda, cualquier cosa, ya sabes para eso estamos los amig...—se detuvo antes de terminar la oración.
—Para eso estamos los amigos ¿No? ¿Así es? —Terminó la frase Marcos
Ian asintió con su cabeza y la habitación quedo en un silencio demasiado incómodo.
Ian siempre nos decía eso cuándo estábamos mal o decaídos, se las había dicho cuando nos contó la razón de su mudanza.
—Te dejamos descansar, nos vemos —dije mientras se me quebraba un poco voz
Salí rápido de la habitación, no me prive de nada y me puse a llorar de nuevo, los chico se abrazaron para darme fuerzas.
Esta vez no me iba a quedar de brazos cruzados, lo voy a recuperar.
Marcos
Hace unos días desperté en una cama del hospital estaba desorientado y perdido por la información que me dieron mis padres estuvo en coma, pero a pesar de todo aún sigo pensando en ese chico que estaba conmigo el día en que desperté.
Estaba solo en la habitación mamá se había ido a buscar a papá, cerre los ojos un momento tratando de descansar, en eso escucho que abren la puerta decidí quedarme quieto con mis ojos aún cerrados
Escucho suspirar a alguien
—Tienes que recordar amor, no me puedes dejar afuera ahora que porfin podemos estar juntos
Escuche como se le quebraba la voz, abro a penas los ojos y veo que es el chico del otro, aclaro mejor mí visión y tomo una de sus manos ocacionando que se sobresaltara ya que estaba con la cabeza apoyada en la cama y estaba seguro de que yo dormía
—Marcos, discúlpame pensé que estabas dormido
Se disculpo con una ligera timidez y sonrojo en sus mejillas, que lo hicieron ver adorable
—No te preocupes —solté su manos y la deposite a un lado de mí cuerpo
Quedamos en silencio por unos minutos
—Yo creo que me voy, cuidate.
Se despidió de mí y se dirigió a la puerta
—¡Espera! Quédate. Tenemos que hablar
Se mantuvo quieto por unos instantes se dio vuelta despacio, asintió con la cabeza y se sentó de nuevo en la silla
Quedamos de nuevo, envueltos en ese silencio incómodo
—En una semana me dan el alta —Intente aligerar el ambiente, contándole esa pequeña parte de mí recuperación
—Eso es genial am.. perdón Marcos, es genial —note su pequeña equivocación
—¿Qué éramos exactamente? — debía sacarme esa duda urgente de mí mente
—Éramos novios, tuvimos una discusión, rompimos y yo decidí arreglar todo cuando ocurrió el accidente.
Me sobe la nuca un poco incómodo
—Mira no quiero ser brusco pero yo no te recuerdo y no estoy seguro de que todo entre nosotros vuelva a ser igual, digo tu me quieres y según tu yo también, pero yo no te recuerdo, para mí eres un desconocido; no se si pueda llegar a quererte cómo tu me quieres ¿Entiendes?
Se mantuvo en silencio al igual que yo
En eso entran mamá y papá a la habitación
—¡Santi! Que gustó verte —saludo mamá, apenas entró
—El gusto es mío señora, perdón tengo que irme
Salió corriendo de la habitación
—¿Pasó algo? —dijo viendo por dónde salió Santi
—Lo saque de mí vida
—Pero hijo, ya te dijimos que ustedes dos se aman, tu no vives sin el
—Es lo mejor mamá, mírame, no lo recuerdo, no es justo para el vivir al lado de alguien quién no lo recuerda, insisto es lo mejor
Solté un suspiro, secando disimuladamente mis lágrimas, si es lo mejor ¿Porque estoy llorando?.
N/a
Disculpen los errores ortográficos; el capítulo no está editado. Editare la obra completa una vez que se encuentre terminada.
¡Gracias!
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