—¡Jóven Santiago, arriba! — escucho la voz de mí nana a lo lejos— ¡Joven!

Abro los ojos, inspeccionó el lugar acostumbrándome a la luz

—¿Que pasa, Rosita? — inquiero con voz adormilada

— Va a llegar tarde a la escuela, son casi las 8:00am

Ahora sí, abrí mis ojos con sorpresa

—¡Mierda, me dormi! — salí corriendo hacia el baño

Después de lavarme los dientes, me vestí rápidamente, no podría creer que me haya dormido

Baje corriendo las escaleras en dos en dos, cuando llegó a la cocina, Rosita ya tenía preparado el desayuno

— Siéntese jóven, coma algo— dijo dejando un plato de tostadas en la mesa

— Dios, muchísimas gracias nana, no se que hubiera echo sin ti

— No es nada jóven, vamos coma

Estaba empezando a comer cuando recordé un detalle importantísimo

—¡Nana! — exclamé para que no abandonará el lugar

—¿Si?

— Te tengo una súper noticia — dije mirandonla con una sonrisa — Ayer me bese con Marcos y dijo que yo le gustaba

—¡Oh mí dios! Lo sabía jóven Santiago, sabía que ese chico sentía algo por usted

— Estoy muy feliz nana, no sabe la alegría que tengo encima

— Seguro estuve toda la noche pensando en el ¿Verdad?

Asentí con la cabeza medio avergonzado por haber sido descubierto

—Es que, no lo puedo evitar; Marcos encerio me atrae mucho

—Estoy muy feliz por usted jóven pero ahora coma, y vaya a la escuela

—Como usted ordene, señora — dije haciendo un gesto militar

Comí lo más rápido que pude para llegar a tiempo a la escuela, cuando el reloj marco las 7:50am, salí de casa, me fui a pie a la escuela para poder ir más rápido, llegue a 8:06, creo que era mejor venir en moto.

Fui a mí aula, y no encontré a nadie, me fijé en el patio, y divisé a mis amigos junto a Marcos. Estaba demasiado hermoso, era increíble cómo podía hacer que mí corazón se descontrolara cada vez que lo veía

— Ey...— Susurré hacia los chicos, parecía que el ratón me había comido la lengua

—Santi, Hola ¿Todo bien?

— Si todo bien ¿Quieren que nos juntemos hoy?— pregunté, le hice señas a marcos para hacerle saber que hoy hablaría con los chicos al parecer lo captó bien

— Sí, por mí si — contestó Ian

— Por mí también — dijo Samuel, jugando con un avionsito de papel

— Lo siento chicos, hoy no puedo tengo que ayudar a mí padre — dijo haciendo cara de apenado, si supiera que se ve ultra tierno

— No te preocupes Marcos, otro día nos juntamos los cuatro — dijo Ian apoyando su mano en el hombro de Marcos

— Bueno, entonces chicos en mí casa a las 5 ¿Si?

Ambos asintieron con la cabeza, tocó el timbre para que volviéramos al aula, según lo que me contaron los chicos el profesor había faltado y teníamos solo cuarenta minutos libre

Estabamos yendo al aula cuando siento que alguien me jala y me mete en un lugar muy estrecho

—¡Pero que mierda! — Exclame cuando sentí los labios del que me encerró

A los segundo me di cuenta que eran los labio de Marcos, por lo que seguí el beso, el lugar estaba muy apretado y nuestros cuerpos hacían mucho contactó, a este paso estoy seguro de que tendríamos una erección

—Marcos, ¿Qué no era que, nada de  besos hasta que hable con los chicos? — pregunté divertido, artículando sobre sus labios

— Supongo que cuenta como un permitido, por el momento 

—Hoy se los dire, estoy seguro que me aceptaran—dije contentó, con una sonrisa en mi rostro 

— Yo tambien estoy seguro de eso— dijo sonriendo pero la alegria no se le reflejaba en los ojos, es mas parecia que algo le estaba preocupando  

—¿Esta todo bien? Te notó preocupado  

—En realidad si pasa algo, y es una de las razones por la que te encerre acá 

—¿Que sucede? 

— Veras mi familia en si no es tan, como decirlo, no es tan pobre, en realidad económicamente estamos bien pero tampoco llegamos a hacer tan ricos como vos, la cuestion es que mi padre tiene una fiesta de negocio en el salón estelares y queria saber si me querias acompañar. No es obligatorio pero me encantaria que vayas conmigo—me había dicho todo rapido y con las mejillas coloradas ¿Como decirle que no? 

— Por supuesto que voy a ir con vos, por un momento creí que no querias intentar nada conmigo por el dinero de mí familia —dije sincerandome 

— Nunca haría algo asi, tu dinero no me atrae, tú sí —dijo lo ultimo mirándome cómplice 

—Creo que ya debo irme— dije mirando sus labios 

—Ya, ve o te regañaran 

—¿Tú no vas?— pregunté levantando una de mis cejas 

—Digamos que no tengo muchas ganas de entrar a clases, dale anda o encerio te van a regañar  

Salí sigilosamente de aquel lugar estrecho y me dirigí al aula, el profesor estuvo a punto de no dejarme pasar, pero logré persuadirlo para que no lo haga

Al final, me dejó pasar con una advertencia, me senté en mí lugar a esperar a que se terminará la hora

Cuando las clases acabaron, me dirigí a mí casa, cuando llegué entre corriendo a la cocina en donde me encontré con mí nana

— Se los diré hoy, nana hoy le diré a los chicos — Dije viéndola

— Mí niño, todo saldrá bien. Te prometo que nada va a pasar y ellos te van a aceptar; son cómo hermanos

— Hoy vendrán a la tarde, ¿Tendré tu apoyo, verdad?

— Por supuesto, como siempre. Acá voy a estar

Sin pensarlo, me avalance sobre ella dándole un fuerte abrazo, tenía miedo pero sabía que sea cual sea el resultado, ella estaría para mí

— Te quiero mucho, nana

— Yo más mí niño, yo más — dijo dándome un beso en la frente como solía hacerlo cuando era pequeño y tenía pesadillas — Ahora a comer, anda siéntese

Después de almorzar, subí a mí habitación a realizar mis tareas antes de que caigan lo chicos; cuando se hizo la hora acordada escuché el timbre de casa sonar, estaba por bajar a abrir cuando escuché la voz de mí nana, diciendo que ella se encargaba

Estaba muy nervioso, me sudaban las manos y me sentía súper inquieto, estaba tan metido en mis divagues mentales que no me di cuenta cuando entraron los chicos

— Hey Santi, llegamos — dijo Ian, ocacionando que de brinco por el susto

— Virgen santa, porfavor Ian, no me asustes así — dije levantándome de la cama

— Ya, que no fue para tanto

— Bueno chicos ¿Quieren sentarse?— dije, pero ellos ya estaban prácticamente acostados en la cama

—¿Desde cuándo nos invitas a sentarnos, Santiago Ortis? — Preguntó Sam. Demonios

Solté un suspiro sentándome adelante de ellos. Vamos Santiago tu puedes, son tus amigos; ellos te apoyarán

Me lami los labios para comenzar a hablar:

— Chicos, la verdadera razón por el cual los invite hoy fue porque quiero decirles algo muy importante. Y realmente espero que, me apoyen y sepan entenderme

—San, nos asustas ¿Que ocurre? — Preguntó Ian, ahora preocupado

— Yo...— balbuce. Dios ¿Porqué tiene que ser tan difícil? — Yo quería decirles que... Soy...

—¿Que eres que? Ya San, sueltalo— dijo Ian

— Soy gay — solté, largando todo el aire de mis pulmones y bajando la mirada

No quería levantar la mirada, no quería ver lo decepcionados que estaban de mí.

—¿Eso era lo que te tenía así?— levante la vista encontrandome con la mirada atenta de mis amigos. Asentí acomodándome mejor

—¿Creeias que... — dejo la frase a la mitad, ya que lo interrumpí

— Porque pensé que me rechazarian y que no me apoyarían

—¡Pero que mierda! — Exclamó Ian, parandose de un salto— ¡Santiago somos tus malditos amigos, tus mejores amigos! ¿Cómo puedes pensar que te íbamos a rechazar? Sos nuestro hermano, mí hermano; nos conocemos desde que somos chicos, yo no ....

Solté lagrimas contenidas

—Lo siento, estaba confundido, esto es muy nuevo para mí. No sabía que hacer y...

Corte lo que estaba diciendo por el repentino abrazo de Ian, al que se le sumó Sam

— Somos amigos, los mejores que esté mundo puede conocer. Por supuesto que te apoyamos Santiago; te queremos tal y como sos. Puedes ser lo que tu quieras ser — dijo Sam

— Samuel tiene razón, te apoyamos amigo. Sea cual sea tu orientación, estaremos para vos ¿Hermanos para siempre y por siempre? — Preguntó extendiendo su puño hacia adelante

— Siempre — dijimos al unísono con Sam

—Bueno, ¿Hay algo más que nos quieras contar? ¿Es todo? — dijo Sam

— En realidad...

—¿Qué?

— Digamos que estoy en algo con alguien — dije volviendome a sentar en la cama

—¿Quién es? ¿Lo conocemos? ¿Va a la escuela? Ya cuenta — comenzó Ian,  con su vomito verbal

— Ya, si lo conocen. Es Marcos

Ambos tenían caras de sorprendidos

—¿Marcos? ¿El nuevo? ¿Ese marcos? — preguntó Sam, mirándome incrédulo

— Ese Marcos, el mismo

— Wow, es Wow— dijo Ian — Y que son ¿Novios? ¿Amigovios?

— Digamos que queremos intentarlo, pero el quiere tener algo serio pero primero me dijo que hablara con ustedes

—¿Con nosotros? ¿Que somos, tus padres? — Dijo Ian, con ironía

— No, pero son lo más parecido a una familia que tengo

— Bueno, en ese caso; Marcos tiene una charla pendiente con nosotros — Dijo Sam

Con Ian lo miramos con cara de «Wtf»

— Vamos Ian, no le voy a dar así como asi a San, míralo es como un gatito — Dijo mirándome de pies a cabeza

—¡Oye! — Exclame en forma de reclamo ¿Gatito? Yo no soy como un gatito ¿O si?.

Pasamos el resto del día charlando y riéndonos de nuestras boludeces.

Creo que todo salio bastante bien.