(Tn)••

Nunca estarás preparado para algo como esto. Perder a alguien que amas es una cosa, pero perder a aquella persona a quien le diste la vida te destroza. Y así fue conmigo.

La noticia de la muerte de mí hija corrió demasiado rápido, pero yo aún no asimilaba las consecuencias que esto acarreaba. Ya no la vería, no la abrazaría ni podría decirle cuanto la amaba, era muy tarde.

Cuando llegaron a mí casa aquella noche, Masky, por primera vez retiró su máscara y me miró a los ojos. Dijo, que aunque le dolía, no pudieron hacer nada para salvarla, y que murió a manos de aquella criatura que amenazaba nuestras vidas a diario; esta vez, cumplió con lo que quería, dejándome desecha... Murió creyendo lo peor de mí, y eso es lo que más me atormenta.

Han pasado ya dos días en los que, desde la notícia, no he abandonado estas cuatro paredes que conforman mí habitación. Mí hijo me ha apoyado al igual que Jeffrey, pero es inevitable que esto sea así.

Hoy sé que debo ir a su funeral, aunque sea jodidamente doloroso ver como sepultan su cuerpo, dejándolo aún más lejos de mí.

•••

Un opaco vestido negro y unos zapatos altos conforman mí atuendo, aunque realmente no importa lo que use, sólo importa estar allí.

---¿Estás lista?--- Preguntó Jeff entrando a la habitación. Un traje estaba posado en su cuerpo, el cual me dejaba ver a un nuevo hombre, aparte del que siempre usaba aquella sudadera y vaqueros. Aun seguía siendo él, aunque tuviera otra ropa; su rostro blanco combinado con aquella sádica sonrisa siempre me lo recordarían.

Saliendo de mí trance, le respondí---: Sí, bajaré en un momento.

Él asintió y salió. Miré mí reflejo en el espejo y fruncí el ceño, estaba fatal. Las dos media lunas que tenía bajo los ojos denotaban que hace mucho no dormía. Suspiré y salí de allí.

Bajé las escaleras y vi a Johan, que tenía también un pequeño traje a su medida. Llegué a su lado y pasé un brazo por encima de sus hombros; él intentó sonreír, pero no le salió.

Dicho eso, los tres partimos.

•••

A lo lejos, pude ver a todas aquellas personas conocidas reunidas alrededor del pequeño ataúd blanco, donde dentro reposaba el cuerpo de Emily.

Me acerqué y Jeff se quedó un poco alejado de nosotros, tratando de darnos un momento para despedirnos.

Llegamos al frente del ataúd y las personas me saludaron. <¿Quién iba a pensar que todos estos jodidos asesinos estarían aquí?> Replicó mí mente. Estaban todos, menos uno. Ben, jodido imbécil. ¿Qué clase de padre falta al funeral de su hija?

Toqué el ataúd tapado y apreté el agarre hacía Johan. Sin darme cuenta, las lágrimas empezaron a caer. Era mi culpa, ella había muerto y todo era por mí.

Johan abrazó mí cintura y yo le correspondí. Sus sollozos se colaban del agarre, haciéndome sentir peor.

•••

Luego de unos momentos, me acerqué a Masky, que estaba al lado de Hoodie y Liu. Ignoré a éste último y me dirigí a Masky, jalando su brazo para poder hablarle.

---Hola...

---¿Estás bien?--- Dije, y él asintió, mientras su mandíbula se apretaba.

---¿Sabes dónde carajo está Ben?---Pregunté. Él miró por encima de mí hombro mientras yo oía pasos detrás de mí.

---Ahí está...

Volteé con cautela, y efectivamente, el rubio caminaba por el pasto hacía el punto de encuentro, luciendo un elegante traje negro. Pero, eso no fue lo que me impactó. Lo único que pude ver fue su mano, que venía entrelazada con la de una joven; la humana por la que me había abandonado.

<¿Quiere jugar? Bien, juguemos.>

Me aproximé hacía ellos con rapidez, ignorando la voz de Masky que me pedía que no cometiera una locura.

Al estar frente a ellos, crucé los brazos, mientras Ben se tensaba al verme.

---Hola Ben... ¿Y...?--- Pregunté a la chica. Ella iba a responderme, pero la corté en seco.

Una risa carente de humor me asaltó y dije:

---¿Acaso está es la zorra por la qué me dejaste?--- Dije, señalandola con asco.

---(Tn)...--- Susurró Jeff a mis espaldas, en tono de reproche.

---¡Vamos, Ben! ¿No responderás?--- Grité. Él bajó la mirada y cerró los ojos con fuerza.

Me acerqué a ella y volví a gritar.

---¿¡Acaso no es ésta la puta con la qué te estabas revolcando mientras asesinaban a mí hija!? ¿¡Eh!?--- Sin más, empujé a la chica con fuerza.

Ben trató de detenerme, pero lo abofeteé con fuerza, volviendo a abalanzarme contra la castaña. Ambas caímos al suelo, entonces empecé a golpearla, hasta hacerla sangrar. Ella no hacía nada por defenderse, entonces no pude evitar sentir pena por Ben ¿acaso no pudo conseguir una mujer más patética?

Un par de manos agarraron mí cintura y me alejaron del cuerpo de la chica. Un bonito labio roto, acompañados de una ceja rota y una nariz sangrante, conformaban una bonita escena en la cara de aquella tipa.

Jeff me alejó hasta dejarme parada enfrente de ellos. Ben no soltó ni una palabra mientras ayudaba a levantar a la chica.

---¡Nisiquiera tienes respeto por tu hija muerta. Estás viendo que está destripada en aquel ataúd y aún así insistes en traer a aquella zorra a su funeral! ¡Lárgate imbécil, lárgate de aquí!--- Grité ofuscada, soltándome del agarre de Jeff.

---¡Vete al infierno!--- Dijo Ben con la voz rota, yéndose por el mismo lugar por el que vino.

---¡Oh, cariño! ¡Te recuerdo bien que vengo de ahí!