Narra (Tn)**

Los rayos del sol se filtraban por las cortinas, iluminando la habitación y haciéndome despertar.

Me enderece y mire el techo; Jeff ya no estaba a mi lado, así que me levante y salí de la habitación.

Fui a la habitación en la que había dejado a Johan, pero vi que ya no estaba en la cama. Eran las 9:00 am ¿Donde estaba?

De pronto oí risas en la planta de abajo, y se me erizo el vello.

Baje rápidamente y vi a Johan jugando Xbox con Jeff. Me quede mirándolos desde la escalera; Jeff estaba en su modo ilusión, así que verlo con Johan era como ver a Jeff en una versión mas pequeña, lo cual me dio una punzada en el corazón.

Jeff se veía feliz, lo cual me hizo sentir mas rastrera. ¿Por que había alejado a Jeff de Johan? ¿Acaso no notaba que Jeff lo amaba y que era lo único que le quedaba? ¿Su único hijo?

Me sentí mal, así que iba a volver a subir, cuando Johan me vio y dejo de jugar para correr hacia mi.

-¡Hola mamá! ¿Como estas?- Dijo abrazándome. 

-Bien, cariño- Le dije, mientras subía la mirada hasta Jeff, que nos observaba desde el sofá.

-Mamá, necesito hablarte...- Dijo Johan, mientras le hacia una seña a Jeff de que nos esperara, y luego cogió mi mano y subimos hasta mi antigua habitación.

Me senté en la cama y Johan cerro la puerta, luego se sentó a mi lado.

-Mamá... ¿Cuando pensabas decírmelo?- Dijo, mientras sus ojos azules se llenaban de lagrimas; una escena que me quebró el alma.

-Hijo... Lo lamento muchísimo.- Dije, sollozando.- Lamento haberlo hecho. Quería decirte que el era tu padre, pero... Tenia mucho miedo de que te alejara de mi bebé. No se por que lo aparte de eso, y lo siento, te amo demasiado como para dejar que te aparten de mi lado... Enserio no sabia que hacer.

Oculte mis cara entre mis manos y llore, mientras que Johan solo me abrazo. 

No note cuanto llevaba Jeff apoyado en la puerta, hasta que entro y se sentó a nuestro lado.

Johan se paró enfrente mio y dijo:

-Mami, no te preocupes, enserio, yo ya sospechaba que Ben no podía ser mi padre, ni siquiera nos parecemos... Ademas, esta mañana cuando vi a papá salir de tu habitación, supe que era algo más que un desconocido para mi, luego me lo dijo todo.

Mire a Johan y el me sonrió, secando mis lagrimas para luego abrazarme; todo el dolor que sentía se desvaneció cuando entendí que mi hijo siempre estaría para mi.

*****

El resto del día estuve con Johan y Jeff viendo la tele. A las 10:00 pm Johan fue a dormir.

Me levante del sofá y Jeff me dijo:

-¿Quieres dar una vuelta?- 

-¿Y Johan?

-No te preocupes, Smile esta afuera, rondando la casa, no dejara que nadie entre.- Y sonrió.

-Esta bien...- Dije sonriendo.

Me abrigue y salimos. Luego de caminar por unos 15 minutos en silencio, Jeff me pidió que lo siguiera. Luego de un rato, llegamos a una pequeña cabaña que estaba en la entrada al bosque. Estaba bien camuflada, y Jeff me dijo que entrara.

Por fuera se veía hecha un asco, pero por dentro era hermosa, tenia muebles modernos y muy acogedores. 

-Vengo aquí cuando necesito pensar. Es muy pacifico.

Me apoye en la pared y me senté en el suelo, a pesar de que había mejores lugares para hacerlo. Jeff hizo lo mismo y dejo su cuchillo a un lado.

Me miro y dijo:

-(Tn) espero que entiendas que... Nunca quise hacerte daño, de verdad que no. En realidad, desde el primer momento en el que te vi, supe que te quería en mi vida, y quería que fueras importante para mi. Sé que crees que arruine tu vida, pero en realidad no sabia como más tenerte, se que fui un estúpido, pero me estabas volviendo loco. Sé que soy un asesino, un mujeriego, un jugador y un idiota sin sentimientos; pero, si me dejaras, te demostraría que solo contigo puedo ser diferente.

Sus palabras me llegaron al corazón, y me dieron una punzada que me hicieron llorar.

-¿Y que esperas que diga? ¿Que te quiero? ¿Que quiero ser feliz contigo? Por que no se que hacer; me siento como una rastrera estando aquí contigo mientras Ben esta en la cabaña, tal vez odiándose.

-¿Crees que eso hace? Por que lo más seguro es que este con esa humana revolcándose ahora.

Solloce y metí mi cabeza entre las rodillas; lo peor de todo es que tal vez tuviera razón. Al ver mi reacción Jeff dijo:

-No, (tn), lo siento... Solo que, estoy cansado de que te haga daño. Mírame, solo quiero que seas feliz ¿Si? Y ese idiota solo te hace daño. Si quieres tiempo, te lo daré, no hay problema, pero permite que me quede en tu vida, y en la de mi hijo.

Lo mire, y con lagrimas en los ojos, asentí, sabiendo que no quería que se fuera.

Luego de eso salimos de la cabaña, tomados de la mano rumbo a casa.

No sabia que estaba haciendo, pero me dije que viviría el momento y luego me preocuparía de las consecuencias.