La humanidad ha vivido alejada del control de los vampiros por mas de 100 años, hasta hace 8 meses.

Recuerdo ese día perfectamente, estaba con mis padres a las afueras del pueblo yo ayudaba a mi padre a recoger el trigo y mi madre limpiaba nuestras ropas. Todo era felicidad y risas pero eso no duró mucho, una gran explosión se escuchó en la entrada, los demás civiles que estaban fuera se sorprendieron entre ellos estaban mis amigos Jay, Cole y Zane. Habían destruido la entrada, nuestros padres nos dijeron que huieramos lejos de allí sin pensarlo los demás corrieron sin un rumbo exacto; pero yo no me iría dejando a mis padres.

-Jay, adelantense los alcanzaré en un momento-

-¿¡Qué, estas loco?! Tu vienes con nosotros-

- ¡Pero y nuestros padres!-

- Estarán bien, ahora corre idiota-

Le hize caso a Jay. El tomo mi mano y me obligó a correr, intente no mirar atrás. Podía oír los gritos y llantos de las personas que amaba. No pude resistir, cometí el error mas grande de mi vida, mire atrás.
No podía creer lo que veía. Mis padres habían sido asesinados por los vampiros, su cuello estaba lleno de sangre, mi padre había perdido su último aliento y antes de que mi madre lo hiciera me miró y... y me sonrío.

Mi cuerpo se había paralizado, no podía escuchar nada, todo había pasado muy rápido, podía sentir mis lágrimas correr por mis mejillas. No pude hacer nada, me quede allí mirando.
Después de un rato los sonidos a mi alrededor volvieron a aparecer, eran terribles muchas personas habían muerto, otras intentaban escapar, entre ellas mis amigos.
Veía como los jóvenes corrían, Zane y Jay ya casi llegaban al bosque pero Cole vino hacia mi.

-Idiota que estas haciendo corre-

-Y-yo, no pude hacer nada-

-Pero que estas diciendo, tenemos que irnos, ¡Ahora!-

-No pude hacer nada-

No podía apartar esas palabras de mi cabeza, pero ese no era el problema, Cole se dio cuenta de que uno de los vampiros que se encontraban allí nos localizó. Él me levanto de suelo, después de recuperar la razón, también me di cuenta. Comenze a correr junto con él, corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitían; pero en cuestión de segundos una espada había pasado sobre nosotros quedando frente a nuestros cuerpos. Miré hacía atrás, una vampiro corría justo directo hacía nosotros, su aspecto era elegante, de traje, parecía ser uno de esos vampiros de clase alta, bueno en combate, o eso es lo que había escuchado de ellos.
Sin darnos cuenta estábamos rodeados de vampiros, no quedaba más por hacer mas que esperar nuestra muerte.

-Los queremos con vida, llevenselos.-

Eso fue lo único que escuché, a pesar de todo, ¿seguiríamos vivos?
Muchas preguntas pasaron por mi cabeza, ¿Porque nos dejan vivir? ¿Hacia donde iremos? ¿Qué harán con nosotros? ¿Nos mataran y beberán nuestra sangre? ¿Porque?

En cuestión de minutos habíamos llegado a un tipo de carruaje, al parecer transportaban prisioneros, en su mayoría niños y jóvenes. Pude localizar a Jay y a Zane.

-¿¡chicos estan bien?!-

-Si niño estamos bien.-

No me gustaba que me dijeran así, pero era verdad ellos tenían entre 16, 17 y 18 años, mientras yo seguía siendo un niño de apenas 15 años.
Tenía miedo, podía ver las caras de los demás niños, algunos parecieran que habían llorado y otros tenían heridas de gravedad.
Nadie hablaba, todo era un completo y ensordecedor silencio. Todos tenían miedo de ser asesinado por un vampiro. No soportaba más lo que pasaba así que me levante, caminé hasta la puerta de carruaje, apoye mis manos en los barrotes de la celda y habrí la boca.

-¡Malditos vampiros, dejenos ir, pudranse en el infierno!-

Movía los barrotes con brutalidad, mis amigos y los demás que estaban dentro trataron de detenerme, pero no les hice caso y continúe.

-¡Malditos asesinos, vayan de regreso al asqueroso hoyo del que salieron!-

Así seguí un rato, hasta que unos de esos horribles vampiros abrió la puerta y me sacó. Era el mismo vampiro que nos embistió en la estrada del bosque, su mirada era fría pero aun así el imbécil sonreía.
Me tomó del cuello de mi camisa y me levanto del suelo, apretaba fuertemente su mano contra mi piel, casi no podía respirar.

-Bueno que tenemos aquí, ganado humano, pero si eres solo un niño y ¿no crees que sería una pena que murieras? Aunque me gustaría probar tu sangre, pero desgraciadamente no puedo, así que haste un favor y cierra la boca.-

Me soltó justo a tiempo, dejándome caer al suelo con brutalidad, mi respiración volvió poco a poco a la normalidad. Me introdujeron de nuevo a la celda, me dolía el cuello hasta creo que ese idiota me dejó una marca.

-Lloyd, ¿Te encuentras bien?-me pregunto Jay acercándose a mi.

-S-si, estoy bien Jay, gracias ¿Qué hay de ustedes? ¿Cómo llegaron aquí?-

-Larga historia, lo que importa es que estamos juntos y seguimos vivos.-

-Pf, preferiría un millón de veces estar muerto que estar con vida bajo el control de los vampiros.-

De un momento a otro sentí una bofetada en mi mejilla derecha, un nudo se hizo en mi garganta y deje de hablar.

-¡No vuelvas a decir eso Lloyd, entendiste!-Zane me había dado ese regaños después de aquel golpe.

-Perdón.-eso fue lo último que salió de mi boca.

El carruaje comenzó a moverse, llevándonos lejos de nuestro hogar hacia un lugar desconocido, solo el futuro sabría que nos pararía después.

~~~~~

-Su Majestad, las tropas del General Siro pasaron exitosamente la ciudad Ares, me informan que traen con ellos prisioneros humanos, como lo había odenado.-

-Gracias soldado, si hay algún problema solo dímelo, no se preocupe, ahora retiese-

-Si su Majestad...Nya-

-Una nueva era empieza para los vampiros, no crees que es emocionante hermanito-

No se escuchó nada hasta que...

-Ehh... a si, lo que tu digas.- dijo el sin entusiasmo.

Continuará...